Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO X

La mañana había llegado y Dael estaba preparada para lo que el día le ofreciera. Afortunadamente había conseguido una armadura adecuada, la había conseguido gracias a unos de sus compañeros de lucha y a cambio de ese favor ella les había ofrecido algunas joyas de gran valor que le pertenecía  y con estas se había dado por pagado su adquisición.

Había pensado en robar si hubiese llegado el caso, pero las cosas habían surgido de una muy buena manera.

Según los documentos entregados a Ámber, se realizarían cuatro pruebas, tiro al arco, lucha con espada, pugilato y la última sería el tiro al arco pero debía estar cabalgando ya que los puntos de disparo se habían ubicado de manera dispersa a través del bosque.

En la mayoría de las pruebas se sentía segura a excepción del tiro con arco ya que había sido una de las prácticas a las cuales no había asistido con puntualidad en las clases de Samuel, pero esta vez debía esforzarse en gran medida si quería llevarse la victoria.

También se informó que el número de participantes se había reducido, ya que las pruebas exigían gran fuerza y agilidad; según lo que había expresado el Rey él mismo fue el encargado de seleccionar a los mejores luchadores, los demás jóvenes habían sido descartados por su falta de experiencia.

—La exigencia del Rey ha sido mucha, de los doce jóvenes invitados solo ha escogido a cuatro, a los otros los considero inexpertos ya que no tenían la mayor experiencia en las pruebas.

—Así es Ámber, ahora lo que sigue es que mi nuevo guerrero se esmere en el campo de batalla.

Mientras Dael se alistaba y preparaba para las pruebas, en la puerta de su alcoba sus doncellas recibían algunos presentes que habían sido enviados por parte de los cuatro jóvenes afortunados, pero lo que más la sorprendió fue una carta que le había sido enviada por el joven Welseyer.

“Se acerca el momento por el cual me siento orgulloso de vivir, sé que mis competidores no son un gran obstáculo para poder ganar la batalla, la verdadera pelea a ganar será contra ti.”

Las tres jóvenes quedaron confundidas con las palabras del joven Welseyer, no entendían que era lo que en realidad  él quería expresar por medio de sus letras, así que con mayor motivo Dael las iba a investigar.

Los cuatro competidores representaban las casas de: Proulx, originarios del sur expertos en manejo en armas de combate, la casa Fisher primeros aliados de la familia de León, el máximo sabio y sacerdote de Rellintogn pertenecía a esta familia, los Weinberg se distinguían por la calidad de sus productos alimenticios, pero sobre todo porque allí era donde se encontraban los mejores luchadores y guerreros, se decía que su pueblo era la cuna de la guerra  y la última, los Welseyer se caracterizaban por su lealtad y compromiso y de igual manera en el manejo de artes mixtas y por ende este contrincante sería uno de sus adversarios más fuertes a los que Dael se enfrentaría.

A medida que el día transcurría, el castillo recibía a las personas del pueblo y demás visitantes que habían viajado por días para el gran evento que estaba a punto de comenzar donde un joven guerrero pediría la mano de la princesa de Rellintogn Dael de León futura reina y soberana de esa gran nación.

Pero el plan de Dael no estaba completo ya que su padre, el Rey Roberth requería su presencia durante el evento y eso era prácticamente imposible, aunque para situaciones drásticas, medidas drásticas.

—Dorothy, espero que hayas traído a la joven y le hayas comunicado que su servicio será pagado y que recibirá servicios satisfactorios, Claudette es la única joven que presenta un leve parecido conmigo y si es vestida y maquillada como toda una princesa podría pasar desapercibida -notificó Dael con decisión.

—No te preocupes princesa, la chica está siendo vestida y arreglada, pero ¿no le parece que su idea está llegando muy lejos? El rey estará muy enfadado si todo lo que usted planea le es descubierto.

—No quiero que nadie se preocupe, ustedes serán salvos de todo lo que pueda ocurrir, yo soy la única responsable de todo lo que está pasando y pueda ocurrir, el rey se enterará en su momento de eso no cabe duda, pero solo será hasta el final del espectáculo.

Los competidores tenían que enfrentarse en simultáneo y de esa forma saldrían los dos mejores competidores para la final, así era como se había planeado, hasta el momento; y de esa forma se dio inicio a las batallas en la arena.

Claudette había pasado desapercibida per Dael decidió que ella no acompañaría a su familia, había arreglado un lugar al lado opuesto en donde se encontraba el Rey, según ella la había comunicado a su padre que de esa forma sería más fácil para ella el poder concentrarse en cada luchador y evitar alguna tensión entre ellos -padre e hija- y el rey con algo de agrado había aceptado.

Cuando el rey se enteró que era verdad la participación del quinto guerrero cambió la técnica y orden de las peleas y decidió que ahora los primeros cuatro luchadores debían enfrentarse al último luchador en las cuatro pruebas, pero cada prueba estaba representada por un candidato de las cuatro familias ya mencionadas.

El cambio había asombrado a Dael, pero no la desanimó, al contrario sentía que debía ser más fuerte.

Primera prueba: Tiro con arco
Representante: Lender Fisher

El joven Fisher se veía realmente confiado y por obvias razones era el preferido del público y del mismo Rey. La primera ronda constaba de diez tiros a diferentes distancias. De las diez oportunidades solo pudo obtener siete tiros precisos y perfectos que dieron justo en el blanco, su puntuación hasta ese momento era de siete puntos y ahora era el turno de Dael.

Hasta el momento el nombre del guerrero era desconocido y lo único que se sabía de él era que estaba en representación de la casa de León, algo que sorprendió de gran medida a la familia real y se murmuraba que posiblemente era un pariente lejano que había llegado a pedir un lugar en la corte real.

Su entrada a la zona de tiros estaba llena de escepticismo, su apariencia no dejaba ver más allá que sus ojos y manos ya que el resto de su cuerpo estaba cubierto, su vestimenta constaba de un pantalón largo, una camiseta y unas botas que había conseguido del armario de su hermano Daniel, eran prendas que no usaba así que no se percataría de su falta, sus manos estaban vendadas hasta los codos, su cara estaba cubierta por un pañuelo que tapaba su nariz y boca, pero lo que llevó un gran trabajo era el ocultar su abundante cabello así que decidió cortarlo a la altura de sus hombros, había sido un gran sacrificio, pero sabía que para obtener el resultado deseado debía renunciar a aquello que quería, así fuera algo muy banal o sin importancia para las demás personas.

Llegó decidida a tirar del arco, dudar en ese momento sería su debilidad, así que le pidió todos los dioses que guiarán sus flechas. Todo indicaba que los dioses habían escuchado sus ruegos y peticiones, aunque no obtuvo un puntaje perfecto había conseguido el mismo número de puntos que su contrincante, siete puntos. Pero de esa prueba tenía que salir ganadora, y como se había obtenido un empate se decidió realizar una segunda ronda de disparos, pero esta ronda constaba solo de cinco tiros, cinco oportunidades.

Mientras preparaban las dianas, Lender decidió dirigir algunas palabras a su rival y así tal vez conocer quién era.

—Déjeme felicitarlo, aunque sus tiros no fueron del todo certeros logró conseguirlos mismos puntos que yo obtuve -al ver que no recibía respuesta siguió con su diálogo- pero la suerte no dura para siempre en este juego verás y sabrás que es perder.

—La soberbia no debe de caracterizar a un buen competidor -trató de forzar una voz más ronca y fuerte, pero sobre todo segura- de nada sirve alabarse a sí mismo cuando en realidad se está dudando de sus propias habilidades.

Apenas había dirigido su mirada cuando Dael estiró su mano para que fuera estrechada, con un poco de credulidad Lender estrecho su mano, no hubo palabras de éxito o de suerte, pero Dael no dejó pasar la oportunidad para decir:

—Las verdaderas habilidades se demuestran en la arena o en la batalla no solo con palabras arrogantes.

Se decidió que los dos competidores dispararan sus flechas al mismo tiempo, se quería que la prueba se terminara rápidamente, ninguno de los dos jóvenes contradijeron la decisión; ambos se dirigieron a su primer tiro, se podía sentir la tensión en el ambiente se podía ver la determinación en sus miradas, pero en esta prueba como en todas sólo había un ganador y un perdedor, fue así como diez flechas una a una eran dirigidas a sus blancos.

Al finalizar solo hubo cuatro tiros certeros y un ganador, se esperaba un resultado distinto, pero nada se puede cambiar cuando ya todo está finalizado, no hubo festejos por parte de los competidores o espectadores, ya que la alegría solo la sentía una persona y no quería malgastar su felicidad en personas que no la entendían sus razones.

El silencio terminó. Se escucharon los aplausos, al principio tímidos, pero después tomaron mayor fuerza, el rey felicitó a los jóvenes guerreros y fue así como inició un festejo dedicado al desconocido.

Pero Dael no quería despedirse de su rival solo con aplausos o un abrazo, pero sí con algunas palabras que esperaba él fuera a escuchar.

—Nunca debes vivir solo con palabras, demuéstralas con acciones.

Y así Dael daba por finalizada su primera prueba y se preparaba para la segunda, y esta vez estaba más tranquila y porque no estaba feliz ya que se demostró a sí misma que no era tan mala en el manejo del arco como ella creía.

Se que me tarde en publicar, son muchas cosas, bueno espero sus comentarios, los atenderé con gusto; estoy estudiando, así que esta semana comenzando mañana tendré algunos parciales, y será algo agotador, pero de igual manera al terminar esta semana, estaré en vacaciones. Bueno espero leernos pronto.
Besos 😘 y cuídense lectores.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro