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Capítulo 3

Avelline Chamberlain

Los murmullos y gritos de la gente en la cancha de basquetbol no me dejan escuchar nada de lo que me está preguntando Arabella

—No te escucho—le gritó

Ella se pone las manos alrededor de la boca y vuelve a hablar

—Te digo, que este es uno de los partidos más importantes, después de esto creo que irán a los partidos con escuelas más grandes— ahora sí la escucho bien

—Entiendo

—Obviamente van a ganar— escucho ahora la voz de Rose

—Es un obvio, y ahí vienen— anuncia ahora Milena

El público a mi alrededor estalla, varios de los chicos se levantan al ver que entra el equipo de nuestro colegio, van vestidos de color azul con blanco

Miro a Matteo que está mandando besos al aire al público, más atrás veo...NO PUEDE SER...

Es el chico que estaba en los baños, es, es... sí Zayn el amigo de Nathaniel está también en los jugadores en el partido, el viene un poco más serio. Ayer no se miraba tan serio como hoy, claro es un partido importante por eso debe estar serio.

—Ahí viene — grita una chica detrás de nosotras, volteó y justo en ese momento mis ojos se posan en un chico de pelo entre negro y castaño. Tiene un semblante serio hasta más que el de Zayn

CLARO. Todo conecta juega basquetbol por eso esa figura, que parece que no ha faltado al gym nunca en su vida. Aunque la cara si debe ser de genética

—Están guapo— grita otra chica

—Claro, Nathe es el mejor— dice otra

—Solo porque es el capitán— murmura Malena a mi lado

—¿El que salió de último? — les digo haciéndome la tonta

—Si— contesta Arabella— Él es Nathaniel Fenlon estrella en básquetbol no solo de esta escuela si no de la ciudad, gracias a él han ganado varios de muchos partidos... Las chicas, los profesores, los chicos, todos los aman por su potencial en el deporte— explica y volteo nuevamente a la cancha

Escuchó otro montón de gritos al otro lado de las escaleras anunciando que el otro equipo acaba de hacer su aparición

—Pobre equipo claro que van a perder, pero no hay que quitar la ilusión— murmura Rose a mi lado

—La verdad es que Nathaniel es muy bueno, eso nadie se lo quita — le tiran el balón a Nathaniel, él empieza a revolotearlo de un lado a otro por la cancha, luego se lo pone debajo del brazo

Empiezan a saludarse entre los integrantes de los equipos hasta que todos se posicionan en su posición

—¿Qué posición es Matteo? — preguntó

—Es escolta— me informa Malena

—¿Y el tal Nathaniel? — no puedo evitar preguntarlo

—Centro— me responde nuevamente

Miro que él se ubica en posición casi por donde se tiran los tiros de tres puntos, el árbitro se pone el pito en la boca y suena el silbato.

El partido empieza, le pasan el balón a Matteo que lo rebotada de un lado a otro hasta pasárselo a otro chico, este otro chico lo esquiva y se pasa de uno a Nathaniel que como si fuera algo que hiciera desde siempre agarra el balón lo rebota y esquiva un par de veces con mucha flexibilidad y rapidez y encesta la canasta.

El marcador marca los primeros dos puntos.

En verdad que esquiva bueno.

Todos le dan palmados en la espalda a Nathaniel y se ubican nuevamente en sus posiciones

—En verdad es bueno— murmuró lo demasiado alto para que las chicas logren escucharme

—Así es, es el mejor, una vez empató un partido que iba veinte a treinta cinco — me explica Rose

Yo me quedo petrificada escuchando, tal cosa

—¿Pero, por qué iban perdiendo? — preguntó

—Fácil, porque él no estaba jugando— la mirada de Milena no se desvía de la cancha ni siquiera cuando suelta el comentario

El pitido suena otra vez y la multitud aplaude

Me fijo en el marcador, otro punto para nuestro colegio.

Como si el tiempo hubiera pasado volando, sin darnos cuenta ya está el medio tiempo...

Los jugadores beben agua y las personas en las gradas, hablan con algunos de sus compañeros que están jugando, Matteo no se acerca a nosotras porque al parecer está muy cansado. El marcador marca que están veinte a doce y Matteo de todos esos puntos solamente lleva como cuatro, pero está muy cansado.

Dijo mi mirada en un chico que ahora mismo tiene la camisa levantada un poco, lo que me deja ver su abdomen plano y bien definido, enserio es bastante guapo y juega muy bien.

Me quedo embobada viéndolo y justo en ese momento como que alguien le haya avisado que yo estaba fijando mi vista en él, su mirada se levanta y choca directamente con la mía.

El cabello le cae en la cara, por todo el sudor, tiene las mejillas rojas y cuando me ve esboza una gran sonrisa. Nuestras miradas se quedan ahí por un periodo de tiempo, como si fuera una guerra y ninguno de los dos quisiera perder, pero al final la perdedora soy yo.

—Matteo nos hace venir y no encesta nada — se queja aburrida Malena

—No seas mala con Matteito hay que apoyarlo— habla Arabella — Hasta se ve todo cansado— lo apunta

—De no hacer nada, porque no ha encestado casi nada— vuelve a decir Malena

—Si ha encestado, ha metido cuatro puntos — les digo

—Si, pero para Nathaniel que ha hecho diez— se pone la mano en la mejilla y se apoya en ella

—Al menos ha encestado hay algunos que no han hecho ni un punto— habla Rose

—Si, pobre Matteo hace su mayor esfuerzo— Arabella esboza una sonrisa, su voz está cargada de algo de sarcasmo, pero a la vez de sinceridad, al parecer ellas siempre hablan así. Tendré que acostumbrarme a su grupo.

No vuelvo la vista a la cancha a pesar que siento una mirada en mí, vuelvo la vista hasta que suena el silbato nuevamente anunciando que ya terminó el segundo tiempo

Los jugadores vuelven a sus lugares y a pesar que no quiera volteo a ver a la dirección donde está el chico que ocupa la posición del centro

Y si...Nathaniel está viéndome

Cuando me ve esboza otra vez una sonrisa, lo de sonreír se la sabe

—Me vio a mí— escucho decir a la chica que está una escalera más arriba de nosotras

—Claro que no, él me vio a mí — le dice la otra que está a su lado

—Que idiota— habla Malena— Me vio a mí — las arremeda

—Les falta cerebro— apoya Arabella

Mantengo mi mirada en Nathaniel hasta que él se digna a apartarla, pero aún veo una sonrisa pícara en su cara.

El silbato suena, anunciando que el partido inició nuevamente, la pelota cae en manos de Nathaniel y con la agilidad que ha mostrado desde que inició el partido vuelve a tirar la pelota y como si nada la encesta, todos se vuelven locos.

Pero lo que él hace me deja loca, voltea a verme y hace una "C" con la mano.

La "C" de mi apellido Chamberlain.

Mi boca se abre en una gran O.... ¿Qué le pasa a este chico?

—No puede ser, eso te lo hizo a ti — me mueve de un lado a otro Rose

—¿Cómo así?, ¿Se conocen? — me pregunta Arabella

—Yo no...—ni siquiera sé qué contestarles, estoy tan impresionada como ellas

Lo conocí apenas ayer, y todo lo que hice fue más que vergonzoso y él me dedicó esa canasta

—Le dedicó una canasta, qué tierno— escucho a Malena

—Cuéntanos Avelline— me pega con el brazo Arabella

—Yo en realidad— me pasó un poco de pelo de la peluca por la oreja — Lo conocí ayer — les informo

—Y ya le dedica canastas, lo flecho claro que si— me agita Malena

—Claro que no, hablé con él unos segundos y fue de los más vergonzoso— me explicó

—Eso bastó para enamorarlo— me contesta

—Miren Romeo está viendo a su Julieta — la voz de Rose me saca de la conversación que estaba teniendo con Malena para quedar viendo a la cancha, donde sí... Nathaniel está viéndome

Mi corazón se acelera, nunca había sentido esto y menos por alguien que conocí hace como veinticuatro horas, debería de estar loca.

El partido continúa normal sin más imprevistos, aunque si hay una que otra mirada nuestra que choca de vez en cuanto.

La última canasta la tira Matteo, lo que hace que las chicas griten sin cesar

—El colegio Lux es el ganador— anuncia el coordinador del juego

—Ese es mi amigo— escucho a Rose decir al ver que Matteo tiró la última canasta

—Eres el mejor Matteo, gracias a ti ganaron— grita Arabella

—Aunque casi no encestaste nada el último es el que cuenta, wuohhhh— grita Malena

Todas se ríen, aplauden y le siguen gritando cosas a Matteo, el solo se ríe de ellas, hasta que lo vemos saliendo de la cancha. La gente empieza a bajar de las escaleras y claro nosotras hacemos lo mismo, ellos ganaron.

"———"

La gente baja de las escaleras a empujones y a trompicones, ya es tarde deben ser como las cinco, al menos mi papá me pasará llevando.

Veo a las chicas acercarse a Matteo que justo sale de donde habían entrado él y los otros jugadores y justo cuando estoy por acercarme a él, siento como una mano de enrolla en mi brazo y me jala para que me dé la vuelta

—Acosadora— escucho que me dice el chico que tengo enfrente

—Nathaniel— digo sintiendo su mano en mi brazo aún

El me suelta, y nos quedamos viendo fijamente otra vez, ya se nos está haciendo costumbre

—Así que viniste a verme, ahora si estoy sospechando que querías verme— se pone una mano en la cara en señal de confusión—¿Cómo lo llamaste? — piensa— Ahhh, mi pini.

Siento que los nervios me suben por rada la piel, y que la vergüenza se me sale por cara poro

—No quería verte ni a ti, ni a tu pini— le apuntó ahí con el dedo

—Solamente vine acompañar a las chicas a ver a Matteo— le explico

—Así que estás con las amigas de Matteo y yo que creí que estabas aquí por verme a mí, me rompes el corazón — se pone una mano en el pecho como que está ofendido

—No te morirás por un corazón roto

—Eso ni tú ni yo lo sabemos

—Bueno, pues yo...

—Nathaniel, felicidades, tomate una foto conmigo — una chica morena se abalanza a Nathaniel y de paso le pone el teléfono en la cara

Él se ve incómodo, pero, aun así, no hace nada solo deja que le tomen la foto

—Nathaniel, a mí también — dice otra chica

Y sin darme cuenta hay más de diez personas queriendo tomarse una foto con él, es verdad la que es amado por todos solo por jugar basquetbol. Hay diferentes tipos de fama.

La cara de Nathaniel me recuerda tanto a la mía, cuando quería estar con mis fans y ser amable, pero a la vez no quería ni que me tocaran, ni que me tomaran una foto más.

Esbozó una sonrisa al recordar viejos tiempos, porque jamás me volverá a suceder eso. Esbozó una sonrisa y me alejó de la zona de fotografía hacia los chicos.

En lo que llego ya veo a las chicas con una sonrisa y a Matteo con cara de confusión

—¿Qué pasa? — pregunta Matteo al ver que ellas me miran con unas grandes sonrisas

—Omggg, hablando con Nathe, quien lo diría — el comentario de Malena me chivea, sin poder evitarlo

—No puede ser, te gusta Nathe— me dice Matteo

—¿Qué?, no, no, no— me niego rotundamente, y es la verdad ni siquiera lo conozco bien, solo que por alguna razón él se comparta raro conmigo y yo siendo algo raro cada vez que lo veo o hablo con él.

—Ouhhh si— me dice Arabella

—No, enserio

—Ouhh si— dice ahora Rose

—Vamos, si ni siquiera lo conozco — les repito

—Ya te dije que me conoces más de lo que deberías — la voz a mi espalda me crispa todo a mi alrededor

Me va a sacar nuestro primer encuentro toda la vida creo, ya pasó veinticuatro horas de eso, llegó el momento de que lo supere

—¿Cómo están? — les pregunta Nathaniel a las chicas

—Bien — responden al unísono

—Lo tenían ensayado

—Si— responde Arabella

—Por eso dejé de salir con ustedes

—¿Qué? — le dice Malena, ofendida

—Si

—Éramos mucho ambiente para ti — dice Rose

—No, eran muy suicidas para mí — les dice el

—Jamás quisimos matarte— defiende Arabella

—Casi nos accidentamos

—Problemas menores— dice Matteo y se cruza de brazos

No sé de qué hablan, pero parecen que se llevan bien, por lo que escucho hasta casi se accidente. Salian mucho juntos seguramente

—Buen juego a los dos — exclama Rose

—Clara todo gracias a mi— Matteo se pone una mano en el pecho y pone su mejor cara de orgullo

—No fue gracias a ti, fue gracias a Nathaniel — dice Malena

—¿Amiga o hater? — el comentario de Arabella me hace reír

—Juegas bien— me dirijo a Nathaniel

—Si bueno es mi hobbie, ¿Ya sabes? — me dice

—¿Ya sé? — le preguntó

—Si, ya sabes — se para recto y voltea a verme — Esa cosa que haces bien hasta con los ojos cerrados, que amas con todo tu corazón y que lo harías por el resto de la vida— me explica —Vas a decir que no tienes alguno

Si. Bueno lo tenía.

La música.

Tocar la guitarra.

Pero ya no.

—No la verdad no— es lo único que le respondo

—Que feo tu caso— escuchó a Malena

—Si, todos tenemos uno que otro hobbie— habla Arabella

¿Acaso todos tienen uno?

—Hasta yo tengo uno— habla Matteo— A pesar que creen que no soy nada bueno y si, es indirecta— se cruza de brazos — Soy bueno en el básquetbol

—Qué suerte que no es malo— el comentario de Malena llega puro sarcasmo

Esta chica hace comentarios pasivo-agresivos cada vez que tiene la oportunidad, aunque son divertidos

—No tienes ninguno, ¿Entonces? —Nathaniel se dirige otra vez a mi

—No, ninguno, en definitiva. No soy buena en nada

Y si lo era ya no importa porque ya no volveré hacerlo, no volveré a tocar la guitarra ni hacer música...

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En este aparece un poquito más Nathe, bueno en este capítulo ya nos damos cuenta su hobbie que es jugar Basquetbol, y es de los mejores, aunque pobre Matteo dudan de su capacidad.

El próximo capítulo va estar muy lindo también, espero que les haya gustado este...

Gracias por leer ❤️‍🩹

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