Avellin Chamberlain

Septiembre del 2015

Nuevo colegio, nueva casa, nueva ciudad, nueva vida, nueva yo... Yo era alguien realmente irreconocible.

La música del coche de mi mamá resonaba por los altavoces del carro, llevaba su cabello negro recogido en una moña y sus ojos cafés estaban fijos en la carretera que me iba a llevar a mi nuevo colegio.

Soy sincera, nunca pensé volver a ir a un colegio, mucho menos en mi último año y mucho pero mucho menos con todo el escándalo de los meses anteriores, pero viendo el rumbo que había tomado mi vida, y que vivir en el anonimato de aquí en adelante era mi opción más sensata, mis padres y yo decidimos que lo mejor era que fuera a algún colegio para adaptarme a una nueva vida social.

Aunque para salir públicamente claro tuve que cambiar mi apariencia. Mi cabello negro como la noche lo tape con una peluca de color rubio con una pava, a mis ojos verdes les puse unos pupilentes color café, me maquille un poco y tape mis pocas pecas.

Además, jamás volvería a utilizar ese pronombre "Lisber", ese ya estaba borrado de mi mente y excluido de mi nueva vida... Ahora utilizaría mi nombre de pila, Avelline.

En poco tiempo miro que un edificio sobresale en la carretera, es bastante grande, es de color blanco y tiene toda la apariencia de ser un colegio.

—Ahí es mi amor — escucho la voz de mi mamá, su tono es tranquilo, pero a la vez nervioso, creo que ella está más nerviosa que yo

—Está bien mamá

—Ya lo sabes, nadie te descubrirá te juro que te ves diferente mi amor, no abra reporteros, ni chismorrería y todo irá bien, te lo prometo mi amor — sé que lo hace de buena fe, y espero que todo lo que ella me dice en realidad suceda... No quiero volver a ser Lisber, estoy resignada a tomar una apariencia falsa toda mi vida si así no me reconocerían y si así también yo podría fingir ser una persona nueva que nadie ha roto.

—Así espero que sea mamá — es lo que le respondo

Dobla a la entrada del colegio, para luego parquearse y darme salida

Sus ojos se vuelven hacia mí, con resignación.

—No te preguntaré si estás segura de hacer esto, porque yo crié una guerrera que está lista para todo, entonces lo único que te diré es suerte mi amor — se acerca y me enrolla en un abrazo

—Claro que estoy segura

—Esa es mi niña — se aparta de mí, sus ojos siempre llenos de ese amor fraternal, enserio la amo con toda mi alma... Es una de las pocas personas que me creyó, las madres siempre van a creer en la palabra de sus hijos, y mi mamá siempre me creyó y de las cuarenta veces que recaí ella estuvo conmigo para levantarme cuarenta y mil... Y estoy segura que va estar si me caigo otras diez mil, por eso la amo.

—Creo que ya tengo que irme— le avisó

—Así, sí. Claro vete no llegues tarde— abro la puerta del coche — Aaa, espera Ave, espera— me toma del brazo — Te compré lo que me pediste , a pesar que tu padre y no estábamos de acuerdo, pero mi niña ten en cuenta que te entendemos y luego de hablarlo decidimos que está bien— Se estira a los asientos traseros del coche y de ellos saca una caja de unos lentes color negro- Justo lo que pedí, para que enserio no me recocieran- me habían dicho que no, porque me dañarían la vista , pero me alegra saber que al final aceptaron

—No lo puedo creer— la expresión sale de mi boca sin siquiera retenerla

—No tienen aumento y ni siquiera te van a refrescar mucho la vida, pero es para que te mantengas — abre la caja y me pone los lentes — Ya sabes, anónima

Me pone la caja de los lentes en la mano

—Gracias mamá — logró decirle y pongo mis piernas fuera del carro

—Claro mi amor, suerte en tu primer día y recuerda tu familia está orgullosa de ti — Ahora sí, salgo del carro, me pongo la mochila colgada a la espalda y empiezo a caminar dentro del edificio que ahora es mi nueva escuela.

"————"

Cuatro horas después, he pasado ya varios cambios de clase y estoy agradecida por el mapa que me asignaron para no perderme, aunque aun así está muy complicado de leer.

Ahora mismo es el receso y en lo que sonó el timbre estuve rodeada de cientos de estudiantes que ni se molestaban en verme, pero en realidad porque lo harían ni siquiera llamaba la atención con mi nuevo estilo, solo parecía una chica friki.

Lo bueno es que eso es lo que yo quiero, que nadie me reconozca, aún no he encontrado amigos o amigas en todo caso como las chicas normales de diecisiete años que conozco, pero al menos ya me hablé con dos chicas y es un avance.

Al pedir mi comida me doy cuenta que la cafetería está demasiado llena, así que decido irme a comer a otro lado, ese otro lado a pesar que se escuche terrible es el baño. Por ser el primer día no debe ir tan mal, además no es tan antihigiénico porque el baño estaba bastante limpio.

Al terminar el receso mi próxima clase es de deporte, así que me cambio en una de las secciones porque no encontré donde eran las duchas ni el vestidor por ningún lado, pero al menos gracias a mi mapa (Que por alguna salada razón no tenía la ubicación de las duchas y vestidor) puedo llegar tarde pero seguro a la cancha.

—Chamberlain, eres nueva, pero llegas tarde — el profesor de deporte que aún no sé cómo se llama me riñe

—Lo siento me perdí— me excuso

—¿Sabes jugar voleibol? — me pregunta

He jugado eso pocas veces en mi vida y puedo decir que no soy tan buena pero tampoco tan mala, con que no me pongan a sacar

—Más o menos

Miro que el balón que el maestro tenía en la mano ahora va en el aire hacia mí, lo agarro con ambas manos y mis gafas hasta se salen de lugar.

—A sacar, te toca en el equipo de la derecha — tiene que ser una broma.

Sin rechistar camino hacia el lugar de saque del equipo de la derecha, en el camino aprovecho para ajustarme mis gafas.

Espero no cagarla, veo que mi grupo se pone en posición, la red no es tan alta entonces espero lograr que el balón pase.

Resoplo entrecortadamente, reboto el balón unas cuentas veces y al fin le pego... Por un momento juro que creo que no va a pasar, pero en lo que veo que sobrepasa la red, siento que mi alma regresa a mi cuerpo y así empieza el partido.

Al pasar unos minutos, ya escucho hablar de nuevo al maestro de deporte

—Cambio de cancha — nos grita

Todos empezamos a caminar hacia la cancha del equipo contrario

—Eres buena — me habla una chica que lleva amarrado su pelo negro con una piraña, tiene ojos grandes y usa gafas igual que yo, al sonreír se le hacen dos hoyuelos en las mejillas que la hace ver tierna

—Gracias— logro responderle

—Si la verdad que no lo hace mal — ahora la que me habla es una chica de pelo color castaño liso y ojos café claro, tiene algunas ojeras que se enchinan al mismo tiempo que sus ojos al sonreír, es muy linda

—Al menos lo hace mejor que Rose — habla otra chica, que tiene un poco de acné, pelo más negro igualmente lizo y ojos negros, la sonrisa que me da es una de las más lindas y alegres que he visto.

—Que mala — exclama una de las chicas

—Con ese comentario voy a llorar — dice la de lentes

—Es la verdad

Parece que son buenas amigas...

—¿Cómo te llamas? — me dice la chica más bajita y de pelo castaño

—Avelline Chamberlain— le respondo

—Nosotras somos — empieza a hablar la chica de lentes— Ella la odiosa es Milena— dice señalando a la chica que le dijo que no juega bien — Ella es Arabella — señala a la chica que me preguntó cómo me llamaba — Y yo soy Rose

—Encantada— logro decirles

—Eres muy buena, no te vimos en la cafetería, no estés sola siéntate con nosotras— me dice Arabella

La verdad que espero que mi expresión de sorpresa no se haya visto tan a la vista, porque si me sorprendí demasiado. Me estaban pidiendo sentarme con ellas, tal vez hasta podríamos ser amigas luego.

—Ahí mismo le presentamos a Mateíto— dice la que se llama Rose

—Si quieres nos buscas— la última en hablar es Anne y se pone en posición de juego, porque ya va a iniciar otra vez el partido

El sonido del pito del maestro avisa que inició y así es...

"————"

Terminando el partido veo como todos se dirigen fuera de la cancha y claramente los seguiré porque al fin descubriré donde son las duchas y los vestuarios... Tomo mi bolso de las escaleras. Porque sí. Traje mi bolso con mi ropa para cambiarme después.

—Chamberlain— Escucho mi apellido al momento que iba a dar mi primer paso

—Dígame — le respondo al maestro que me llama, este señor ya me tiene tema

—No quiero que se repita lo de llegar tarde entiendes, porque la próxima vez te reportaré— era mi primer día y ni así me consideraba

—Lo siento solamente me perdí — me excuso

—Si claro, solo vete y no vuelvas a llegar tarde.... — juro que escuche como le rechinaron los dientes al decir cada palabra

Me doy media vuelta y salgo corriendo a dirigirme a las duchas que no sé dónde están ahora mismo porque perdí el rastro de mis compañeros

-Mierda- pienso para mis adentros

Ahora si que estoy realmente perdida, no hay nadie en el pasillo y eran mis únicas esperanzas para logara cambiarme...Pero, no me voy a dar por vencida, encontraste las duchas y los vestuarios.

No deben estar tan lejos.

Comienzo a caminar con la esperanza de encontrarme a alguien en el camino y me guie o al menos me diga donde dirigirme.

¿Y si como persona normal voy a la oficina del director o voy a alguna clase y le pido ayuda algún maestro?

Me detengo un momento y saco mi mapa provisional para no perderme, empeño toda mi vista a través de las gafas para encontrar la oficina del director y cuando la encuentro me doy cuenta que esta demasiado largo, pero al ver que no hay nadie en el pasillo es lo mejor que puedo hacer.

-Pregunta a un maestro- me dice mi mente, pero esa idea la descarto por el simple hecho que tendría que ir a un salón de clase lleno de adultos y lo ultimo que quiero es que me conozcan como la perdida y o la interrumpe clases.

Así que me dirijo rápidamente a la oficina del director, después de unos diez minutos al fin llego.

Miro a una mujer más o menos de unos veinte años en afuera de la oficina, debe ser la secretaria. Al verme levanta la mirada hacia mi y me gala una sonrisa que yo le correspondo.

—¿En qué puedo ayudarte linda? — me pregunta aun con una sonrisa

—Mmm yo— balbuceo y me acomodo mejor el bolso— Quería hablar con el director

—¿Es algo urgente?

—Pues no tanto— me sonrojo, porque en verdad es algo de lo mas tonto, seguramente el director tiene una y mil cosas que hacer y yo vengo a preguntarle la dirección de unas duchas.

—Entonces, tal vez es algo que yo pueda ayudarte

—Creo que si

—¿Qué es? — estoy segura que me sonroje más

—Quería saber dónde están las duchas— la sonrisa de ella se llena de un montón de dientes y luego de una carcajada sonora

—¿En serio? — me dice aun riéndose

—Si, es que soy nueva y el lugar es grande— explico apenada — Me dieron un mapa, pero no tiene ubicados ni las duchas ni los vestuarios y necesito ir ahí

Se limpia una lagrima que tenia de tanto reír

—Te entiendo querida, los baños están de la cancha, pasillo izquierdo hasta el fondo

Por la cancha, significa que tendré que volver a recorrer todo el edificio para llegar. Estaba mucho mas cerca antes que ahora.

—Ouh, Gracias...Camine por nada

—No hay problema, siempre estoy aquí

—Vendré mas lo prometo, hoy son las duchas mañana necesitare la el salón de idiomas— y no se lo decía en broma

—Aquí te espero— ambas reíamos

—Okey, me voy. Nos vemos— le digo y así como se lo dije salgo de la zona de donde estaba hablando con ella y empiezo a caminar hacia la cancha nuevamente.

Quince minutos después estoy frente los baños por lo que veo, pero enfrente de mi hay un gran problema y tal vez una de las decisiones mas grande de toda mi vida. Saber cual es el baño de mujeres y cual es el de los varones. Por lo que veo ya no hay nadie en ninguno porque no escuchó nada, claro todos mis compañeros ya volvieron a clase, llevo más o menos media hora perdida.

Ahora tengo que elegir unas duchas, las de la derecha o las de la izquierda...Y la verdad que no lo sé, lo mejor es que se vaya a lo que Dios quiera, así que iré a la de la izquierda.

Me acomodo las gafas en su lugar y entro al baño, voy mirando hacia el piso unos leves minutos. Como pase de estar en baños de hoteles lujosos y de conciertos a estar en un baño de un colegio sola y perdida.

Doblo en el baño y justo cuando lo hago... Parálisis nivel mil

—Ahhhhhhh— Grito y me tapo los ojos al ver lo que tengo delante mío...

El chico al escucharme se da media vuelta y al verme se pone rojo

—Mierda— se tapa con la mano su pini y se da la vuelta para empezar a caminar a agarrar una toalla— ¿Qué haces?, no sabes que este es la ducha de los hombres— me pregunta

—Si te soy sincera no lo sabia — Me pongo más roja

—¿Por?

—Soy nueva— explico

—Al menos, porque si no lo fueras pensaría que eras una acosadora que quería verme— esboza una sonrisa

—Claro que no— me defiendo— Fue un error

—Más vale— se hace un silencio incomodo— ¿Quieres a quedarte para ver como me cambio o iras al baño de mujeres? — sacudo la cabeza al reaccionar en la situación en la que estaba y que aún no había salido.

—Ouhh si— me doy vuelta y justo cuando lo hago, pego de frente con una pared, escucho una risa detrás mi que claramente es del chico.

—Nathaniel— escucho que dice y esboza una sonrisa que deja ver todos sus dientes

—¿Ahh?

—Me llamo Nathaniel

—Un gusto— le respondo al mismo tiempo que vuelvo a verlo a los ojos después de la humillación de pegar de trompa con la pared.

—Las personas corteses, así como tú y yo, cuando una persona les dice su nombre también proporcionan el suyo— que pedrada

—Chamberlain— digo— Avelline Chamberlain

—Un gusto

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Omggggg, ya apareció Nathaniel, espero que amen su personaje, la verdad que si lo harán...

También conocieron al trio de amigas Arabella, Rose y Milena , de ellas se dará a conocer bastante a través de toda la gustos ya verán, porque van hacer personajes relevante...

Espero que les haya gustado el capítulo los amo

Gracias por leer ❤️‍🩹