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Capítulo 13

Sábado

- ¡Rick! ¡Saca tu manchado, grumoso y negro culo de tu cama!

El moreno se quejó, movió uno de sus brazos de debajo de la manta y empujó su mano hacia la cara de Dylan. - Vete a la mierda - murmuró, girando el cuerpo, haciendo que Dylan cayera de la cama con un ruido sordo.

El castaño se levantó rápidamente, tirando del edredón. - Hace frío, déjame entrar.

- Tienes tu propia cama

- ¡Pero si está hasta allí! - se quejó.

Rick gimió una vez más, arrastrando los pies hacia atrás y apartando las sábanas.

- Rápido. Ya tengo frío.

Dylan se incorporó rápidamente, abrazando a Rick para entrar en calor.

- Ahora, supongo que te preguntarás por qué nos he reunido hoy aquí - susurró, dibujando círculos en el pecho de Rick.

Rick desenredó a Dylan de él, - ¿Qué? Dylan esta es mi cama.

- Detalles, detalles. Sin embargo, parece ser la mañana de nuestro importante partido de fútbol, así que... - se puso de pie en la cama.

- ¡Llega! - saltó - ¡El clásico! - volvió a saltar. - ¡MIERDA! - saltó una vez más. - ¡ARRIBA!

Aterrizó, sin ceremonias sobre su mejor amigo con sus huesudas rodillas y codos clavándose en el torso de Rick. - ¡Maldita sea! - gimió el moreno, en voz alta y empujó a Dylan fuera de él, de nuevo, terminando con él aterrizando en el suelo otra vez.

**

[07:45]Lilian T.: ¿Dónde coño está?

[07:50]Noah😁: ¿Dónde está qué?

[07:51]Lilian T.: me devuelves mi maquillaje de cejas AHORA o te parto la cara

[08:05]Noah😁: ¡No tengo tus cosas para las cejas!

[08:07]Lilian T.: Incluso cuando envías mensajes de texto eres un mentiroso de mierda

[08:09]Noah😁: ... no

[08:11]Lilian T.: Iré por las cosas (y a patearte el culo)

[08:12]Noah😁: No ¡Voy a ir a devolvértelo!

[08:15]Noah😁: NO ENTRES EN MI HABITACIÓN

Antes de que pudiera enviarle otro mensaje a Lilian, su puerta se abrió de golpe. No miró, sino que se quedó sentado en la cama dándole la espalda. Lilian se acercó a Noah antes de mirarlo fijamente y estallar en carcajadas.

- ¡Deja de reírte! ¡Lo he intentado!

Lilian no pudo responder. Estaba arrodillada llorando de risa. Las cejas de Noah eran lo peor que había visto nunca. Eran demasiado oscuras y gruesas, sin mencionar que estaban peligrosamente cerca de la línea de su cabello

- ¡Estás siendo una perra!

Lilian seguía riendo mientras se levantaba. Sacó su teléfono, tomando una foto de Noah.

- Parece que te has dibujado un flequillo completo.

- Eso es horrible.

- Como lo de tu flequillo de cejas.

- Grosera.

- Lo sé. ¿Y por qué intentas hacerte las cejas?

Las mejillas de Noah se sonrojaron. Lilian sonrió satisfecha y movió sus cejas (perfectamente formadas y pulcras).

- Es para Dylan ¿no?

- ¡No! ¡Eso es una tontería!

- Lo dice el chico con sombra en la frente.

- ¿Por qué soy amigo tuyo? - suspiró el rubio, tratando de frotarse un poco el exceso de cejas.

- Me preguntas eso al menos una vez al día.

- Sí, sí sólo ayúdame a quitarme esto - sé quejo.

- Tendrás que volver a mi dormitorio. Tengo toallitas de maquillaje. Nada más va a quitar esa mierda.

*

- ¿Quieren quitar la cara de sus huevos revueltos y comérselos como los educados bebitos que son? Sheila nos hizo el desayuno especialmente.

- Tal vez lo haría si no hubiera tenido a un molesto Dylan en mi cama esta mañana - murmuró Rick.

- Ya no aprecias mis mimos como antes - Dylan hizo un mohín, metiéndose un bocado de huevo revuelto en la boca.

-Creo que nunca lo he hecho - Rick levantó la cabeza y bostezó.

- Oh, no, gruñón. Primer año, tormenta. Recuerdo perfectamente que entonces apreciabas mis mimos.

- De eso no hablamos -murmuró el moreno.

- ¿No hablamos de qué? - preguntó Ava, llegando a sentarse con los chicos comiendo su desayuno y colocando su plato sobre la mesa.

- La Gran Tormenta de primer año - respondió Dylan, masticando alegremente su tocino, ganándose una patada en la espinilla de cierto moreno que estaba a su lado. Rick tenía cara de espanto, pero Ava. se limitó a encogerse de hombros.

- Sí, me lo ha contado Logan.

- Se suponía que no debía decírselo a nadie - resopló Rick, bajando la vista a su plato de comida y empujando su tocino.

- Con todos mis respetos, es Logan, ¿de verdad esperabas que no se lo dijera a nadie?

Rick se encogió de hombros, aunque sabía que su novia tenía más que razón. Se giró para mirar a Dylan, decidiendo quitarse protagonismo y llevárselo a su mejor amigo. - Entonces, ¿dónde piensan follar tú y cara de hurón?

- Obviamente en tu cama, querido Richard - sonrió. - Aunque esta mesa es bastante resistente, así que ya sabes, aquí también me parece bien.

Ava gimió. - No. Para. Imágenes grabadas a fuego en mi mente para siempre... no.

- Al menos no habla de follar en tu cama.

- No veo el problema, tú y Ava follan en ella todo el tiempo. No creas que no te oigo.

Ava escupió su cereal, con las mejillas enrojecidas. - No es el punto aquí.

- Lo único que digo es que, si tú puedes follar en la cama de Rick, yo también.

- Folla en tu maldita cama, colega.

- Pero tu colchón es más blando que el mío.

- Es todo el semen absorbido lo que lo hace extra blando.

Dylan se atragantó con el tocino. - Recuérdame que no vuelva a meterme en tu cama.

- Con mucho gusto.

*

- Lilian, ¿cuántos pelos más de las cejas tienes que arrancar? - se quejó Noah, chillando cuando le arrancó otro más.

- Como he dicho, hasta que dejes de parecerte a ese juez.

- ¿Qué juez?

- Teddy Sinclair, la que echaron del Factor X por ser una zorra maleducada.

- Mis cejas no están tan mal, muchas gracias.

- No ahora que he empezado a arreglarlas- sonrió Lilian. - Supongo que tu padre no te habrá deseado suerte en el partido.

Noah suspiró. - No, pero mamá me envió un mensaje deseándome suerte. Aunque me ha dicho que no va a poder venir, así que sólo estará mi padre

- Qué asco - se mofó ella, curvando los labios.

- Oye. Puede que sea un capullo, pero sigue siendo mi padre - se defendió.

Lilian puso los ojos en blanco - De quien lo único que haces es hablar mal.

- Eso no significa que tú puedas, Thomas.

Lilian dio un paso atrás y miró a Noah como diciendo ¿perdón? - ¿Thomas? ¿Desde cuándo he dicho que puedas llamarme por mi apellido?

- ¿Desde cuándo te he dicho que puedes insultar a mi padre?

- No te lo tomes como algo personal - replicó ella, sentándose en la silla que había junto a su cama. - Sólo lo decía. Nunca sueles tomártelo tan a pecho cuando hablamos de tu padre.

Noah suspiró, molesto por cómo le había soltado un chascarrillo a su amiga. - Lo sé... lo sé, lo siento. Estoy un poco susceptible, eso es todo. Ya sabes cómo me pongo el día del partido.

- Sí, lo sé. Sólo creo que necesitas relajarte. Es sólo un juego.

- Que necesito ganar para que a: mi padre no se enfade. Y b: Anderson no se vuelva más odioso de lo que ya es.

- Te encanta.

- De hecho, me gusta muchísimo.

- ¿Qué?

- No te preocupes... sólo ayúdame con mis cejas.

Después de que Lilian le hiciera las cejas a Noah, se cambió el pijama y cambió el tema a su propia vida amorosa.

- ¿Crees que tengo alguna oportunidad con Susan?

- Yo creo que sí, probablemente le gustes tanto como ella a ti.

- No lo sé - suspiró ella antes de rociarse perfume.

- ¿Vendrá a ver el partido?

Lilian asintió. - Se sentará conmigo.

- Oye. Se supone que tienes que estar viéndome jugar, no chupando caras.

Su amiga le lanzó un zapato, que le dio de lleno en la nariz.

- Abusas de mí - resopló Noah y se frotó la nariz.

- ¿Y tú punto es?

- Que soy fabuloso y deberías tenerme respeto.

Lilian resopló. - Tengo más respeto por mi dedo meñique que por ti.

- Sólo porque quieres tu dedito en Susan - sonrió satisfecho.

- Eso es asqueroso.

- Y cierto.

- Creo que deberías dejar de hablar con Dylan, es una mala influencia para ti - dijo Lilian antes de volver a hablar con una sonrisa burlona. - O mejor aún, tener su dedito dentro de ti para que tengas respeto por algo.

- Tengo mucho respeto por la gente.

- Sí, lo que sea, pelo de puré de patata.

- Tus insultos son cada vez peores.

- Como tu nariz.

- Deja mi nariz fuera de esto.

- ¿Cómo podría si choca con todo?

- Creo que te darás cuenta de que esa es la nariz de Carlsen.

Noah se cruzó de brazos y se apartó de Lilian.

- No, amigo. Era tu antigua nariz. ¿Quién fue el cirujano que te la corrigió? Me gustaría darles las gracias personalmente por beneficiar el bien de la nación, pues ya no corremos el riesgo de sufrir daños oculares permanentes por mirarte.

- ¿Qué?

-Básicamente tu nariz era fea.

- La tuya aún lo es.

- Te haré saber que mi nariz es perfecta.

- Si quieres tener tu cara entre las piernas de Susan, tendrás que cortarte siete centímetros de nariz.

- ¿Quién dijo que quiero mi cara entre sus piernas?

- ¿Quién ha dicho que no?

Lilian se sonrojó. - Cállate Noah - comprobó su teléfono y cogió su abrigo antes de volverse hacia él. - Tenemos que volver a tu dormitorio, coger tu bolso y luego dirigirnos al autobús. Carlsen cortará nuestras cabezas si llegamos tarde.

- Pero me gusta mi cabeza.

- Entonces mueve tu gordo trasero.

[10:03]Nowa ♡: En camino a patearte el trasero :)

[10:05]Dylan<3: ¿Quieres decir de camino a que te pateen el culo?

[10:05]Nowa♡: Nah, vas a caer, Anderson.

[10:06]Dylan<3: Ojalá quedar debajo tuyoooo!!!!!!11111!! ;))))))

[10:08]Nowa♡: En tus sueños ;)

[10:11]Dylan<3: En mis sueños húmedos, sí.

[10:12]Dylan<3: Esa era Eiba, no yo

[10:14]Nowa♡: Ya pensaba que tu ortografía había sido demasiado buena.

[10:15]Dylan<3: Pero no es mi ortografía lo que quieres de mi ;)))))))))))))))))))))

[10:15]Nowa ♡: Ah, sí. Porque como cualquier otro adolescente, soy controlado por mi deseo sexual y mis hormonas enfurecidas, error mío.

[10:17]Dylan<3: Tus palabras no las mías :)))))

El autobús lleno de la gente de Oakleaf llegó al colegio rival poco después, y Noah y el equipo se dirigieron a los vestuarios mientras Lilian, Susan y los demás espectadores se dirigían a las gradas y se sentaban en el lado opuesto del campo.

- Pete, ¿quieres dejar de pasar la cabeza por encima de la multitud como un loco? No está aquí. No puede entrar en los vestuarios de fuera - Noah empujó a su amigo hacia los vestuarios, Carl los siguió.

- ¿Vas a tener sexo? - preguntó Peter, casi haciendo que Noah tropezara con sus propios pies.

- ¡No! - Exclamó el rubio, con las mejillas coloradas.

- Pero ¿creía que te gustaba?

Noah gimió - Me puede gustar alguien sin tener sexo con él, Pete.

- Espera, ¿puedes? Eso no me suena bien - Pete se encogió de hombros.

Noah suspiró, encogiéndose de hombros sobre su bolsa de deporte y abriendo los cordones, - Eres un hombrecillo repugnante. Sin embargo, te perdonaré debido a que los niveles de testosterona en ti están desproporcionados a causa de tu pequeña y ancha estructura.

*

- Entonces, ¿te lo vas a tirar? - preguntó Rick mientras se ponía la camiseta de fútbol, despeinándose aún más.

- Sí, por supuesto - respondió Dylan. - Voy a follármelo tan fuerte que no podrá andar.

Rick se río, resoplando un poco al hacerlo, - Bueno, pero usa protección.

- Vaya - Dylan pellizcó la mejilla de Rick - ¡Sí que te importa!

- Quítate - se rio Rick y apartó la mano de Dylan de su mejilla. El entrenador de fútbol entró, informando a los chicos de que ya era hora de salir y, en sus palabras, "darles una paliza a esos imbéciles de Oakleaf".

Mientras Dylan salía detrás del resto del equipo, sintió una extraña sensación en el estómago. No sabía si era excitación o ansiedad. Y no sabía si era por el partido o más bien por el hecho de que Noah estuviera allí.

*

El ruido en el campo era embriagador, provocando que esa sensación estranguladora y nauseabunda subiera y anidara en el pecho de Noah. Siempre eran esos momentos finales antes de que sonara el silbato los que le afectaban. Sabía que era una estupidez, pero ver las caras de sus compañeros le hacía pensar en todos los "y si..." y en todas las cosas que podían salir mal... no es que salieran mal, pero, aun así. El equipo local entró trotando en el campo y el público estalló en vítores y abucheos. Y allí estaba él, trotando hacia atrás, lanzando besos al público de Westview y haciendo oídos sordos a los silbidos de Oakleaf. Sintió una extraña sensación en el estómago y tragó grueso al ver al chico al que había estado enviando mensajes de texto durante semanas, y al que había visto una vez. Sólo que ahora, por alguna razón, se sentía mucho más ansioso. Quizá fuera el partido de fútbol, o quizá el hecho de que se había enamorado del otro chico.

Al pensar en eso, sus mejillas enrojecieron y sacudió la cabeza. Ahora no es el momento de pensar en Dylan, decidió, caminando hacia donde estaba el árbitro con ese chico, con el balón en la mano para empezar el partido. El balón fue lanzado al aire y el delantero de Oakleaf trató desesperadamente de patearlo hacia sus compañeros, pero Dylan era demasiado rápido; en los primeros diez minutos Westview había marcado dos goles y parte de Oakleaf ya admitía la derrota. Eso fue hasta que Louis atravesó la defensa de Westview y el balón golpeó el fondo del arco, haciendo el 1-2.

El balón fue pateado de Louis a Noah, pero Dylan se las arregló para correr entre ellos y patear el balón. La pelota voló alto, golpeando accidentalmente a Rick en la cabeza, pero sorprendentemente metiéndola en las porterías, haciendo que la multitud de rugiera de alegría.

- ¡Rick eso fue increíble! - se río Dylan, quien en respuesta asintió con una expresión de felicidad y ligera confusión en el rostro.

El partido se acercaba al descanso y, milagrosamente, Oakleaf le había dado la vuelta. El partido estaba empatado y Noah regateaba el balón hacia su portería. Martin apareció de la nada, aplacando brutalmente y tirándolo al suelo, cogiendo el balón y dándole una patada en el pecho mientras pasaba. Sonó el silbato y Noah se revolvió en el suelo, agarrándose el tobillo.

- ¿Qué demonios ha sido eso? - gritó Dylan abriéndose paso hasta Martin, - ¡Eso fue juego sucio total! ¿Qué demonios?

- Tarjeta amarilla. Penal para Oakleaf - dijo el árbitro.

Dylan estaba furioso - ¿Tarjeta amarilla? Deberían expulsarlo

- Dylan, ¿Qué estás haciendo? - siseó Rick. - Está en nuestro equipo, ¡si lo expulsan nos quedamos con un jugador menos!

- ¡Eso no justifica el hecho de que acaba de tumbar por completo a Noah y lo ha lesionado! - replicó Dylan y se volvió para mirar al árbitro. - Yo soy el delantero de este equipo, y creo que deberían sacarlo de este partido.

- Amigo, sé que te gusta Noah y todo eso, pero esto es fútbol. Esto es serio - razonó Rick.

Dylan no estaba escuchando, se había dirigido hacia donde Noah intentaba levantarse.

- Joder, no puedo levantarme - siseó el rubio, agarrando la mano de Louis mientras se sentaba en el suelo.

- Dame la mano - dijo Dylan y extendió la suya para que Noah la cogiera. Noah levantó la vista, con las mejillas teñidas de escarlata por la vergüenza.

- Estoy bien, de verdad.

- Y una mierda - dijeron Dylan y Louis al mismo tiempo, mirándose extrañados antes de volver a centrar su atención en el chico de pelo rubio.

- Bien - suspiró Noah derrotado, extendiendo la mano y cogiendo la de Dylan.

- A la de tres, tira de él - le dijo Dylan a Louis, que asintió con la cabeza.

Dylan contó hasta tres y tiraron hacia arriba, aunque éste hizo presión accidentalmente sobre su tobillo herido y cayó hacia atrás. Por suerte Dylan consiguió atraparlo.

- Oh mira, caíste por mí, literalmente - Dylan sonrió.

Noah gimió, y luego sintió que se le calentaba la cara. - Mi padre está entre la multitud.

- Sólo evité que cayeras. No es como si te hubiera metido la polla en la boca - replicó Dylan, despreocupado.

Noah tosió un poco, sorprendido por lo que Dylan había dicho. Aunque sabía que en realidad debería estar acostumbrado.

- Lo sé, pero es mi padre, y él...

- Ya viene - cortó Louis.

Los ojos de Noah se abrieron de par en par y miró al frente, viendo a su padre acercándose, con una expresión de fastidio en el rostro. - Vete, luego hablamos - le dijo a Dylan, equilibrándose sobre un pie y agarrándose a Louis.

Dylan tuvo la tentación de negarse: de decir que no y también un buen "que te den" al padre de Noah, pero decidió no hacerlo y, en su lugar, se marchó para acercarse a Rick.

- Estás muy enganchado... y ni siquiera estás saliendo - comentó Rick.

- Que te jodan compañero - Dylan sonrió.

partido volvió a empezar después de que un suplente ocupara el lugar de Noah. Westview había tomado la delantera una vez más y las posibilidades de que Oakleaf le arrebatara una victoria parecían muy escasas.

- ¿Qué ha dicho tu padre? - preguntó Lilian, sentada en el banco de al lado con Noah mientras veían los últimos minutos del partido.

- Sólo que me recompusiera y me preguntó por qué Dylan se preocupaba tanto cuando yo 'ni siquiera debería mirar a campesinos como él' - respondió el rubio con un suspiro.

Lilian fue a replicar, pero al hacerlo, un enorme rugido estalló entre el público de Westview, el silbato pitó justo después de que Rick marcara el gol de la victoria. El campo se llenó de alumnos, que se agolpaban junto a Rick y algunos lo alzaban sobre sus hombros. El ruido ahogó la voz de Lilian, que no pudo responder. Los jugadores se llevaron a Rick a los vestuarios, y los demás, seguían animando en señal de victoria mientras permanecían en las gradas.

- ¡Tío, ha sido increíble! - sonrió Dylan una vez dentro de los vestuarios y Rick volvió a ponerse en pie.

El moreno sonrió, sintiéndose como si acabara de marcar el gol del año (que técnicamente lo había hecho).

- ¡No puedo creer que haya marcado el gol de la victoria!

- Bueno, lo hiciste, y ahora tenemos que cambiarnos para que pueda ver a Noah y que Ava pueda darte sexo de victoria - se burló Dylan.

Se ducharon y se vistieron, pero antes de que pudieran salir de los vestuarios y dirigirse al campo del colegio, Ava apareció de la nada y agarró la cara de Rick, juntando sus labios.

- ¡Lo lograste! - sonrió una vez que se hubo apartado, obviamente orgullosa de su novio por la expresión de asombro que mostraba su rostro. La cara de Rick se puso casi tan roja como el pelo de Ava, mientras rodeaba con el brazo a su novia, más bajita.

- Déjense de cosas de parejas y acompáñenme a buscar a Noah - dijo Dylan, aunque sonriendo a sus dos mejores amigos

**

- Padre, no es culpa mía que me hayan aplacado ¿quieres dejarlo ya? - suplicó Noah.

- Cuida tu tono - lo regañó. - Deberías haber ganado. No me tomé tiempo libre del trabajo para ver a mi único hijo sentado en un banco durante noventa minutos.

Si no estuviera acostumbrado a que le hablaran como si fuera una decepción (lo que probablemente era para su padre), se le estarían saltando las lágrimas. Su padre llevaba ya diez minutos con el tema, y él sólo quería que se callara y le dejara marchar para poder encontrar a Dylan.

- ¡Mira, no me importa! - soltó, arrepintiéndose de inmediato, pero optando por continuar en lugar de disculparse... aunque la mirada de su padre le asustara. - No fue culpa mía, no puedo controlar a los demás. No tengo esa capacidad, por si no te has dado cuenta. Ni siquiera quise unirme al fútbol, eso también fue decisión tuya.

Su padre iba a hablar, pero Noah ya se alejaba furioso en dirección a los vestuarios de Westview, lleno de ira y ganas de cabrear a su padre todo lo posible.

**

Cuando Dylan estaba a punto de salir de los vestuarios con Ava y Rick, Noah entró furioso, con el tobillo claramente mejor, pero por la expresión de su cara, algo iba mal.

- Woah woah woah - dijo Dylan y se acercó a Noah, que estaba a pocos pasos delante de él. Puso las manos en los brazos del otro chico y lo miró a los ojos. - ¿Qué pasa?

- Cállate - gruñó Noah.

- ¿Qué?

- Cállate - y Noah lo besó. Se sentía caliente y húmedo, y Dylan se sobresaltó. El vestuario se quedó aturdido en un silencio momentáneo antes de que se escucharan gritos y silbidos de Rick.

Dylan podía sentir su corazón latiendo a un ritmo acelerado. Le devolvió el beso a Noah al cabo de unos segundos, subiendo las manos y ahuecando las mejillas del rubio.

- Maldita sea - se río Rick, viendo como su mejor amigo y "El" Noah Harris se besaban antes de retirarse.

- Bueno... - dijo Dylan con una tos incómoda una vez que se hubo apartado, mirando a Noah con las mejillas escarlatas.

Noah tosió también, asimilando la realidad de lo sucedido. - Eh, bien hecho por ganar el partido.

Dylan asintió, relamiéndose los labios, - Gracias por la expulsión - bromeó.

- Uh sí, no hay problema - dijo Noah, bajando la mirada para poder evitar los ojos de los otros jugadores de Westview.

- Así que... eh - empezó Dylan y se rascó la nuca torpemente.

-Así que...

- Dios mío, Noah, ¿te gustaría venir al baile con nosotros? - preguntó Ava, intentando no encogerse demasiado ante lo incómodos que estaban los dos chicos.

- ¡Claro, sí! - respondió Dylan, aliviado de que ella supiera realmente qué decir. - ¡Vamos al baile!

- Debería ir a buscar a Lilian primero... - replicó Noah con los ojos recorriendo la habitación.

**

El baile era exactamente lo que todos esperaban. Comida barata, pancartas finas, unos cuantos globos y un DJ que ponía canciones que nadie conocía. Casi todos los de Oakleaf (es decir, todos menos Lilian y Noah) se estaban cachondeando de los pobres y patéticos que eran los intentos del baile. Pero, siendo de Westview les importaba una mierda. Sean consiguió que sonara Never gonna give you up. La canción hizo que todos sus amigos salieran a la pista, y los de Oakleaf observaron con incomodidad como los demás alumnos del colegio bailaban la canción pasada de moda con los peores pasos de baile.

Y luego estaban los pasos de baile de Dylan. De alguna manera se las había arreglado para combinar el twerking, el gangnam style y esa cosa en la que sujetas una pierna y te pones la otra mano en la cabeza. Noah lo miraba, con un horror perplejo escrito en la cara. Dylan se estaba divirtiendo y eso era lo que contaba.

- Ve a unirte a él - le dijo Lilian, tomando un sorbo del refresco de cereza que sabía a caducado.

- Por favor; sabes que no sé bailar - resopló.

- Y eso es lo que lo hará aún más divertido.

Antes de que pudiera responder, Noah lo empujó hacia delante, haciéndolo caer sobre Dylan.

- ¡NOAH EL DESLUMBRANTE! - gritó Dylan por encima de la música a todo volumen. - ¿Has venido a deslumbrarme con tus deslumbrantes pasos de baile?

- No - dijo Noah rotundamente.

- ¡RICK, NOAH NO QUIERE BAILAR CONMIGO! ¿QUIERES SER MI CITA?

- ¡VETE A LA MIERDA, AMIGO! - fue la respuesta de Rick.

- Son tan torpes - se río Ava mientras bailaba con Rick.

- Sí, y yo que pensaba que era malo - replicó Rick.

Dylan se acercó a la muñeca de Noah y la agarró, acercándolo.

- Dios mío, Dylan, por favor - se sonrojó Noah.

Y justo cuando Noah estaba a punto de irse, el DJ puso una canción lenta; por petición de Ava.

Dylan rodeó la cintura de Noah con los brazos. - No tienes elección, tienes que bailar conmigo.

Noah iba a echarse atrás, pero cuando vio a Lilian entrar en la pista de baile de la mano de Susan, supo que sólo tendría que quedarse de pie, torpemente. Supuso que bailar con Dylan era mejor. Y cuando se dio cuenta de que alguien se lo diría a su padre y eso lo cabrearía, sonrió satisfecho y se encontró agradecido por la situación.

- De acuerdo - habló, rodeando el cuello de Dylan con los brazos. -Pero písame y te juro por Dios...

- ¿Qué? ¿Me besarás otra vez? - preguntó Dylan con una sonrisa malvada.

Noah balbuceó - ¡Que- no! ¿Sí? Hum... ¿Si quieres...?

Dylan río. - Sí, claro que quiero.

Noah sintió que las mejillas se le calentaban y se le ponían rojas, pero enseguida los labios de Dylan volvieron a estar sobre los suyos y se encontró a sí mismo sin darle importancia. Todo iba de maravilla. La música sonaba a todo volumen y se estaban besando, pero, por desgracia, un profesor separó a los chicos debido a que las muestras públicas de afecto no eran apreciadas en un baile escolar.

- Se te paró - susurró Rick al oído de Dylan, haciendo que el chico de pelo desordenado escupiera su bebida por toda la cara de Ava.

- Encantador - resopló Ava, aunque en realidad no le molestaba y, en lugar de armar un escándalo, se limitó a limpiárselo.

- Tus 'bromas' son peores que las mías - le dijo Dylan a Rick.

- Oh por favor, ningunas son peores que las tuyas - dijo Noah desde donde estaba parado al lado de Dylan, tomados de la mano.

- Sí, pero las mías son graciosas -dijo Dylan con naturalidad.

- La verdad es que no - dijo el rubio con una sonrisa.

- No me aprecias lo suficiente - dijo Dylan dramáticamente.

- Oh, créeme, te aprecio lo suficiente.

Antes de que la conversación se pusiera sensiblera y pudieran empezar a besarse, Noah recibió un golpecito en el hombro. Al darse la vuelta, el rubio se encontró con Lilian y Susan, ambas con los labios pintados de carmín y sonrisas tontas en la cara.

- Estaremos fuera si quieres algo - dijo Lilian y luego se río cuando Susan le susurró algo al oído.

- EW, estás siendo amable ¿Qué es esto? - bromeó Noah.

- Vale hasta luego.

- No sabía que Lilian es lesbiana - comentó Dylan mientras veía a las chicas alejarse.

- No lo es. Solo le gusta quien le gusta... creo.

Dylan asintió. - Me parece justo - sacó su teléfono del bolsillo cuando empezó a zumbar, y su cara se oscureció al ver lo que decía la pantalla. - Disculpa precioso - dijo dando un paso lejos de Noah.

Contestó el teléfono y salió del edificio para poder hablar sin distracciones.

- Probablemente sea Clara - dijo Ava, respondiendo a la pregunta en la cara de Noah.

- Oh dios, apuesto a que es malo - suspiró Rick.

- Oye, dijo que Calum tenía mejor aspecto el otro día - Razonó la chica.

Pasó media hora y Dylan aún no había regresado. Noah había intentado decirse a sí mismo que era porque estaba contento y siendo el idiota feliz que solía ser... pero sabía cómo funcionaban estas cosas. Y así fue como terminó caminando afuera con Rick y Ava, buscando a Dylan.

- Espera - dijo Rick, deteniéndose en seco y quedándose quieto.

- ¿Qué? - susurró Noah.

- Cállate. Escucha.

Noah hizo exactamente eso, y en cuestión de segundos oyó el sonido de algo, o más bien de varias cosas golpeando una pared.

- Viene de esta dirección - dijo Ava agarrando la manga de Rick y tirando de él con ella, Noah corriendo tras ellos. Acabaron esprintando, y la visión que se encontraron hizo que todos se detuvieran en seco.

Noah estaba de pie en la parte trasera del colegio, de espaldas a los demás, arrojando grandes piedras contra una de las ventanas, presa de la rabia y la ira.

- Esperen aquí - susurró Rick a su novia y al chico que una vez le rompió la pierna. Se acercó a Dylan. - Amigo ¿Qué pasa?

El chico ignoró a Rick, y continuó lanzando las grandes piedras a la ventana. Rick alargó la mano para coger a Dylan del brazo, pero el chico se volvió a mirarlo, antes de caer en los brazos de su mejor amigo y llorar desconsoladamente en su pecho. De la garganta de Dylan se escapaban sollozos desgarradores que surgían al azar mientras intentaba desesperadamente volver a ahogarlos. Rick pasó la mano por el pecho de Dylan para tranquilizarlo, pero antes de que pudiera preguntarle qué le pasaba, ya tartamudeaba.

- Está... está muerto. Rick, yo... - Dylan respiró. - Rick está muerto y yo no... no me despedí y soy horrible. Ni siquiera pude ir a visitarlo... Rick, Calum está muerto.

Rick nunca fue bueno con las palabras y las emociones, cuando Ava le dijo que lo amaba se había reído y había salido corriendo. Pero de alguna manera, sabía qué hacer con Dylan. No sabía cómo lo sabía, pero lo sabía.

- Dylan, lo siento mucho - susurró, abrazándolo mientras éste se acercaba más para consolarse. - No sé qué decirte. Pero Calum te quería como a un hijo, te consideraba un hijo, su hijo, y a sus ojos nunca podías hacer nada malo. ¿Recuerdas cuando eras más pequeño y dibujaste sobre sus papeles? Ni siquiera se enfadó, los puso en la nevera

Al oír lo que se había dicho, Ava y Dylan se acercaron. Ninguno de los dos dijo nada, sino que se quedaron de pie mientras Rick consolaba a su mejor amigo.

Tardó un poco, pero Dylan se calmó lo suficiente como para volver adentro. La algarabía se estaba calmando, casi todos los de Oakleaf se habían ido y sólo Liam y un puñado de otros permanecían en la pista de baile.

Noah no le había dicho nada a Dylan, así que decidió que era el momento de hacerlo. - Hola - dijo en voz baja, sentándose en el banco, sin saber qué decir.

- Hola - dijo Dylan, con su habitual tono de voz emocionado y feliz desaparecido y sustituido por un tono de, bueno, nada.

El castaño apoyó la cabeza en el hombro de Dylan, y por una vez en su vida, Noah no se mostró torpe y lo rodeó con un brazo.

- ¿Cómo te encuentras? - pronunció Noah.

- ¿Sinceramente? Un poco meh - Dylan se encogió de hombros, acurrucándose en el hombro del otro.

Noah asintió, frotando su mano contra la cadera de Dylan. - No es fácil, y no veo por qué debería endulzarlo porque no encontrarás consuelo en ello. Sé que no lo harás. Pero si me necesitas, haré todo lo que pueda.

Dylan asintió con la cabeza. No quería hablar. No tenía ganas y estaba seguro de que acabaría llorando otra vez. Pero estaba cansado de llorar. El ambiente del baile se iba apagando y los dos habían empezado a balancearse al ritmo de la música que iba disminuyendo. Noah se levantó, moviendo el brazo que tenía alrededor de la cintura de Dylan y cogiéndole la mano.

- Venga, vamos a bailar.

Dylan quería protestar, pero no tenía energía para hacerlo. En lugar de eso, se dejó llevar a la pista de baile y rodeó el cuello de Noah con los brazos, apoyando la frente en su hombro mientras sentía las manos del otro en su cintura. La canción era lenta, y aunque no la conocía, disfrutó mientras Noah y él se balanceaban hacia delante y hacia atrás al ritmo de esta.

- Va a ser difícil - le dijo Rick a su novia mientras observaban a su mejor amigo y a Noah bailar. - Dylan suele ocultar sus sentimientos, pero esto le ha roto. Ha derribado sus muros y le ha hecho sentir lo que normalmente evita.

- Sí, lo sé - dijo ella y apoyó la cabeza en el brazo de Rick. - Vamos a tener que estar a su lado más de lo normal. Más que cuando se rompió el brazo o más que cuando tuvo que mudarse al hogar.

Rick asintió con la cabeza, con los ojos fijos en los dos chicos. - Lo sé, pero al menos ahora que tiene dieciséis años puede mudarse conmigo. Podrá llorar y ser consolado.

- Más te vale consolarlo de verdad, Rick. Que tengas el rango emocional de una cucharilla no te excusa de ser el mejor amigo que puedas ser - pronunció la pelirroja.

- Lo haré - se rio Rick. - Estarás allí al menos unos días a la semana, ¿verdad?

- Sí, por supuesto - respondió ella. - Alguien tiene que asegurarse de que Dylan y tú salgan realmente de la habitación.

- Pero... los videojuegos - dijo Rick con un quejido.

- Pero... en realidad salir y tomar un poco de sol - dijo Ava burlonamente.

*
- ¿Seguro que te parece bien que me vaya? Siempre puedo coger un autobús de vuelta - se ofreció Noah.

El baile acababa de terminar, y Noah tenía que estar volviendo a su propio colegio con Lilian y Susan. Pero no quería. Quería quedarse, tanto porque quería estar con Dylan, porque le gustaba pasar tiempo con él, como porque quería estar allí físicamente para él.

Mirando hacia abajo, Dylan asintió con las manos en los bolsillos. - Estaré bien - murmuró.

Noah se adelantó, cogió la mejilla de Dylan y lo besó suavemente. - Te enviaré un mensaje cuando llegue a mi dormitorio.

- Vale, gracias - susurró Dylan, dándole otro suave beso antes de dejarlo ir. 

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