¿Sabe escuchar las peticiones de sus hijos?

Vivimos en un mundo confuso, donde los adolescentes y jóvenes, son enseñados, por diversas personas, con diferentes carácteres y pensamientos, ellos cada día afrontan obstáculos y cómo a ellos se les exige, ellos piden, se les exige en su labor escolar, en su iglesia si tiene una religión, en su conjunto de amigos, en su núcleo familiar, en el bus, seder el asiento, respetuosos con los mayores, en la calle, entregar ayuda si alguien la necesita, alejarse de los peligros. Cada momento necesitan continua orientación de sus padres. Darles a entender que la vida es: un reto que se debe afrontar, un desvelado misterio, es afrontar la tristeza, es buscar y merecer la felicidad, es domar la tragedia, que en la vida hay oportunidades que aparecen a diario, la vida se ama, se defiende y sobre todo se respeta, la vida es salud.

Al orientar a sus hijos, en amor hacia el prójimo, en la piedad hacia los ancianos y animales, en el tesoro de la verdad, en las discusiones, orientelo con la comprensión hacia él, una orientación feliz, es cuando los escuchamos.

Cuando le enseña que Dios es su amigo, sabrá qué petición requiere su hijo, cuando orientación y comprensión van de la mano, también sabrá cuál es la petición que su hijo requiere.

Escuche lo que su hijo requiere, recuerde que usted fue su primer profesor y depende de usted que su hijo también sepa escuchar, déjelo expresarse, con el paciente amor de sus nueve meses de espera, nadie aprende a gritos y solo unos padres amorosos saben leer la mirada, sin que su hijo mueva sus labios. Si sus palabras son rudas, rudo será el camino que a allanado para su hijo, aprenda a escuchar a sus hijos, para que ellos aprendan a confiar en usted.

Hoy en día la juventud se apega al lado oscuro de la sociedad, por encontrar más atención, los padres de ésta época crían entregándoles solo lo material, sin valores, los adolescentes carecen de amor, hoy en día los padres, tienen de niñera al internet, con el buen aparato de celular ellos dejan descansan sus obligaciones, con las ocho horas obligatorias de colegio, más el traslado, las horas de sueño yo diría que con suerte los niños ven una hora al día a sus padres, desde muy bebés les pasan los aparatos celulares, sin importar lo que vean, teniéndolos cómo momias de quietos y se dezligan de enseñar lo esencial de la vida, hoy solo están para gobernar a los hijos, sin amor, sin tolerancia, sin disciplina, luego dicen que son los hijos los desorbitados, los intransigentes, los altaneros, hoy en día a la hora de comida, se a visto en muchos hogares, donde están todos los miembros de la familia y cada uno con el celular en la mano y con la otra la cuchara. No se hablan, se descubrió en una mesa que para comer solo usan cuchara, hasta para comer arroz, para no estar pendiente de lo que se llevan a la boca y no despegar la vista del celular. Padres somos nosotros los que fracasamos, al ver nuestros hijos, que les va mal en sus estudios, no saben dialogar, no tienen valores, menos autoestima.

De acuerdo a sus enseñanzas en sus hijos "sabrá las peticiones de ellos" Es recomendable enseñarle a ser austero en el vestir, ahorrará los asaltos, conozco muchos jóvenes que son asaltados a diario, a que les ofrezcan drogas, ya que primero la regalan y luego la venden, a que les pidan sus prendas de vestir. Todo lo dicho es una pequeña ayuda para quitarse problemas y malos entendidos, al hijo de mi hermano lo asaltan con mucha frecuencia, sus mochilas con el computador, sus relojes, hasta sus zapatillas de marca, dejándolo en la vía pública en calcetines, teniendo que pedir monedas para regresar a casa, hasta que mi hermano le compró un vehículo, llegando el día que lo siguieron hocasionandole un portonazo, aún así no escarmienta, sigue usando ropas nuevas de marca. Con mis hijos comentamos esas tragedias, sin burla obviamente. De acuerdo a cómo criamos conocemos las peticiones de nuestros hijos, un sierto día comentamos del esculpido físico de un joven vecino, aún en la secundaria y con muchos años de gimnasio, siempre se le ve inmiscuido en riñas, por ser envidiado por otros alumnos, diciendo que ellos sin tener ese físico son más fuertes. Un jovencito que fue invitado al almuerzo, insinuó que él debía dejar en claro, que no es un boxeador, menos un luchador, que solo ejercita su cuerpo para mantenerse en forma.

Enseñarle a los hijos a saber cuándo alejarse o huir a tiempo, antes que sea demasiado tarde, de alguna relación o amistad. Cuando un hijo te observa y en su mirada refleja incertidumbre, sin necesidad de comentarle o pedirle un consejo, hágale saber que su rostro refleja congojo, luego ofrezcale ayuda, con solo darle a entender lo que refleja su rostro, se habrira y terminará contando su pesar.

Aprenda a escuchar y aprendamos cuando callar en la relación de padres, aprendamos a enseñar a nuestros hijos a necesitar de nosotros sus padres. Dejé todo de lado cuando un hijo comienza a expresar algo que los mortifica, es mejor dejar secar un árbol preciado a dejar sin atención a nuestros hijos, no permitamos que nada nos arrebate lo que nos pertenece, un consejo oportuno, unas savias palabras solo saldrán de la boca de los padres. Dejemos que nuestros hijos sean expresivos, no hay nada más gratificante conocer el estado de ánimo de ellos, nuestra razón de vivir. Una amiga me comenta que aprendió a conocer el ánimo de su hija, ya que cuando se distancia, su rostro está cabizbajo su hija está pasando por un amargo transe. La virtud que rescaté de mi madre fue que nos conocía a mís hermanos y a mí, como la palma de su mano, ella tenía una forma tan sutil de preguntarnos de lo que nos aquejaba, que era irresistible dejar de confidenciar nuestro pesar y lo que más admiré de ella, fue que jamás nos reprendió por cometer alguna imprudencia, teniendo siempre el consejo preciso.

Los jóvenes de ésta generación, no son los culpables por cometer atropellos a la sociedad, de drogarse, de robar, de matar, son los padres, si señores, los padres los criaron sin valores, sin amor a Dios, sí, los padres de ésta generación, no se miden con el vocabulario que usan con sus hijos, si hasta consumen alcohol, cigarros, drogas por delante de sus hijos y los incitan a que nada les sucederá, otros, tienen el robo, las estafas, cómo su trabajo cualquiera y los llevan a cometer los delitos cómo si fuera un trabajo de oficina. Se vió en décadas pasadas que algunos padres fueron delincuentes, dándose sus hijos por enterados luego de caer en la cárcel, muchos padres humildes criaron a sus hijos con el salario mínimo pero con mucha disciplina y valores entregándoles toda la atención que se merecen. En cambio los padres milenial, dejan que sus hijos busquen concejos por fuera, en el celular, esos padres que permiten llegar a sus hijos con cosas sustraídas a sus casas, esos no son dignos de llamarse padres, esos padres que llevan a sus hijas por distintas vías a la prostitución merecen cárcel, también esos padres que viven su vida a destajo sin sentir que dejan a sus hijos abandonados a su suerte, mientras ellos luego del trabajo, salen a divertirse con amigos, mientras, sus hijos se acuestan sin verlos, padres y madres quedan sin remordimiento, pensando que total a sus hijos les entregan todo lo que ellos no tuvieron, mientras sus hijos crecen con acumuladas traumas por guardar tantas preguntas sin respuestas.

Cuando los padres vuelvan a aprender el significado de ser padres, no necesitarán, terapeutas, ni sicólogos porque sus hijos tendrán los oídos atentos para recibir sus peticiones y no les entreguen sus obligaciones de padres a las iglesias, los colegios, cómo mínimo observen lo que sus hijos portan en sus bolsos o mochilas. Siempre es mejor que su hijo se sienta observado antes que ignorado.