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Capitulo 5


Capítulo 5

Kagome se encontraba recostada en su cama, ordenando los hechos pasados de su vida, recordar todo de un día para otro, miles de rostros y momentos con personas que hace un par de horas no sabía que existían, pero los rostros de lo que ahora eran sus amigos no estaban, claro eran ahechos de hace más de 200 años, no eran ni siquiera nacidos, a excepción de Inuyasha, pero era extraño no compartía ningún momento con él.

Siempre había tenido la idea de que ella había nacido para conocerlo y que en esta vida o en la otra siempre el destino los reencontraría, porque aquel amor que le tenía a ese Hanyou testarudo era más fuerte que cualquier barrera del tiempo y espacio.

-"Inuyasha ¿Qué estarás haciendo ahora?"-(el dialogo a continuación lo dice pensando)-""cuando cruce la barrera que rodea al templo todo volverá mí, mis tierras mis título, mis legiones toda relación con los demás territorios seguirán como si nada en estos años lo hubiera cambiado, volveré a mi palacio y los llevara a ellos conmigo, necesito pensar en una buena explicación para darles, viví tanto tiempo al borde de este mundo lleno de guerras y de muerte que en mi otra vida no encontré un compañero, eso me demuestra que definitivamente es Inuyasha el Único""

........................................Recuerdo...........................................

-"disculpe Mi señora digo Kagome ¿no desea saber algo?"- pregunto un poco insegura y nerviosa la rubia, recibiendo una mirada extrañad de a azabache.

-"saber algo"- repitió-"¿Cómo qué?"- le pregunto sin entender a que se refería.

-"bu-bueno sobre... pues sobre su vida"- prosiguió ella intentando que la miko captara el mensaje, pero la mirada de Kagome le daba a entender que no sabía a qué se refería "sobre el amor"- le aclaro.

-"¿te refieres a Inuyasha?"- pregunto sonrojada la miko, se recostó sobre el tronco de un árbol, mientras posaba su vista en el horizonte-"Inuyasha y yo nos hemos distanciado bastante"- comento-"y creo que hago mal en seguir a su lado"- Yuri escuchaba entre asombrada y pasmada las palabras de su ama-"pero lo amo y por eso no puedo dejarlo"- finalizo, con una triste sonrisa en los labios.

-"¿Kagome solo te acuerdas de Inuyasha?"- pregunto temerosa, pues algo en su interior le decía que no le gustaría la respuesta.

La miko la miro molesta, ¿de quién más tendría que acordarse? era inuyasha el amor de su vida, en verdad no entendía por qué le preguntaba esas cosas, si ella estaba segura que era al único a quien amaba y amaría por el resto de su vida- "Si,"- respondió muy segura de sus palabras, Yuri sintió que la sangre dejo de correr por todo su cuerpo, no necesitaba mitrarse a un espejo, aquella respuesta la había dejado pálida-"¿Qué sucede? ¿Por qué la pregunta tan extraña? ¿Acaso hubo alguien más en mi pasado?"

-"No, solo preguntaba por curiosidad"- respondió anonada, moviendo frenéticamente las manos en negación, la azabache la miro con duda y ella se dio cuenta-"verá usted siempre fue muy discreta así que poco sabemos de su vida privada"- intento excusarse.

.............................................Fin del Recuerdo.................................................

""Yuri actuaba muy extraño en ese momento, me pregunto si ella sabe algo que yo no... No debo estar maginando después de todo recupere la memoria sería imposible que no lo recordara sea lo que sea, pero aun así siento una molesta sensación de extrañar a alguien ¿sería Inuyasha? No, no es el esta vez es distinto pero"- se puso de costado y cerró los ojos- "¿por qué no lo recuerdo, porque abre bloqueado a esa persona de mi vida?

"Ellos deben saberlo pero por algún motivo no se atreven a decirlo, ¿quizás yo se los pedí? Si debe ser eso ellos solo están cumpliendo algún pedido -suspira- será mejor y no pensar en eso mañana cuando cruce la barrera buscare a los muchachos y detendré a de una vez a ese maldito de Naraku, así después solo tendré que preocuparme por Saiyú""- cierra los ojos y se duerme al poco tiempo.

Mientras tanto Tadashi observaba a su hermana recostada en el futon "¿qué es lo que te preocupa?"- le pregunto sabiendo que solo fingía dormir para no hablar de algún tema en especial y cuando eso pasaba pues era de preocuparse.

"¿Cómo te diste cuenta?"- pregunto ella levantándose y viéndolo a los ojos.

"Eres mi hermana"- fue su corta y explicada respuesta – "¿Qué es lo que te preocupa?"

-"Ella no lo recuerda"- fueron las palabras que dejaron aquel hombre de carácter frio duro como piedra, con los ojos abiertos y sin palabras "No me hablo de Él en todo el tiempo y entonces le pregunte si quería saber sobre... bueno sobre el amor y sabes que me dijo que amaba a ese tal Inuyasha, solo recuerda a Inuyasha hermano y no al hombre de su vida pasada ¿tú sabes lo que eso significa?"- pregunto la joven viendo la expresión en blanco del nombrado.

-"Si ella no lo recuerda puede ser que cuando cruce la barrer si lo haga"

-"o puede que no pueda, que hasta El, no la recuerde"

-"adelantas demasiado las cosas hermana, aun si hacia aunque no la recuerda, bien sabes que la unión entre dos seres con poderes es eterna, seguirán casados hasta el fin de la vida en esta tierra"

-"¿El la encontrara por su aroma no es verdad? Tal como lo hacía en el pasado, cuando se escabullía por las noches tan solo para verlo"- decía con los ojitos brillantes y las mejillas rojas-"¿y si ya no se aman y si no se reencuentran?"- pregunto demostrando su total y completa tristeza.

-"¿recuerdas aquella ves que ella se alejó, porqué pensaba que sería lo mejor?"

-"si el amo la buco por meses sin descanso cuando ya todos habíamos perdidos las esperanzas, la vimos llegar con ella entre sus brazos, fue la primera vez que vi una sonrisa de felicidad en su rostro"

-"¿Entonces porque dudas?"

-"... Solo tengo miedo de lo que pueda pasar, traerá graves consecuencias su regreso"

-"el que en el pasado la hayamos perdido no quiere decir que esta vez sea igual, ya deja de preocuparte y descansa que mañana será un día largo"

-"Si, buenas noches hermano"

-"Buenas noches"

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En la aldea de la anciana Kaede todo estaba tranquilo, excepto los nervios de sango a causa de Inuyasha que una vez más el muy descarado, fue tras Kikyo.

"es el colmo, ¿Qué ya ni vergüenza tiene?"- caminaba de un lado a otro apretando los puños, Shippo negaba con la cabeza.

"Sango tranquilízate estoy seguro de que Inuyasha está aclarando las cosas con la señorita Kikyo"

"Más le vale"

"Están locos si piensan que el la dejara"- dijo Shippo, haciendo que todos los vieran-"esa mujer lo tiene ciego"

"Shippo no digas eso"- lo regaño Kaede- "Inuyasha no es ningún tonto no se dejaría engañar"

"pero es Kikyo anciana y tu sabes como él se comporta cuando esta ella"- siguió el pequeño.

"Odio admitirlo pero quizás Shippo tenga razón"- fue Miroku quien lo apoyo, Sango se sentó a su lado,- "Mi amigo a estado más que extraño en estos días"

"Es verdad está más loco que lo normal"- La exterminadora Agrego.

Kaede suspiro "pues confiemos en que no sea para mal"- y paso a cada uno un tazón con sopa.

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Sn duda aquella vista era la más hermosa que un Hanyou podía tener, la mujer que tenía desnuda entre sus brazos era un sueño, uno que le costó lágrimas y sangre volverlo a tener, él no podía dejarla, y pedía perdón a Kagome por ello, ya estaba hecho. La noche de pasión trajo consigo una unión entre ellos, oficialmente Kikyo era suya y el de ella, ya nada ni nadie podía romper ese lazo.

¿Se arrepentía? Era esa la pregunta que estaba dando vueltas en su cabeza, y ninguna respuesta satisfactoria, se imaginaba al final de aquel acto a una Kagome llorando, pidiendo, rogando por un poco de amor, y esa idea no le molestaba después de todo, la pequeña miko podría ser una buena amante, la unión por Sangre, por si sola no excluía la infidelidad, no como si lo prohibía la unión por Marca. Y cuanto más lo pensaba más creía en que su Kagome lo amaba tanto como para aceptar ser la otra.

Abrazo con fuerzas el frio cuerpo de su ahora esposa, acaricio sus negros cabellos, para luego darle un pequeño beso en la frente, Kikyo sonreía satisfecha entre sus brazos, había conseguido lo que quería, Inuyasha era suyo, ahora solo debía deshacerse de Kagome y después de Naraku, y una vez que terminara con todos ellos, pediría su deseo a la perla, volver a Vivir.

"El camino hacia éxito está lleno de obstáculos"- pensó, mientras sonreía- "aun si debo hacer sacrificios por ello, lograre mi objetivo"

"Kikyo a partir de ahora vendrás conmigo"-lo escucho decir, haciendo que ella levantase la mirada para verlo a la cara.

"Pero y Kagome y los demás"- ella, se excusó, ahora as que nunca debía fingir que le importaban los sentimientos ajenos "No deseo que ella sufra"

El platinado sonrió ante esa respuesta, sin duda Kikyo había cambiado, ya no era la misma mujer rencorosa de antes- "Ellos entenderán, además ahora eres mi esposa, es tu deber acompañarme"

Ella sonrió enternecida-"está bien, te acompañare mi amado Inuyasha"- y unió sus labios, las caricias no se hicieron esperar.

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Kagura volaba de regreso al castillo donde su padre Naraku, se escondía, llevaba al pequeño Kohaku con ella, en estos días él estaba pasando por una transformación, por eso los ataques hacia el grupo de Inuyasha habían parado. No le inquietaba en lo absoluto ya que de cierta forma descansaba de la peleas, y el mal humor de su amo, aprovechaba para despejar su mente en los alrededores, de espiar al único demonio que le atraía, y ese era Sesshomaru, aunque este último no demostrara ni una pisca de interés por ella.

"alguna día seré libre y poder tener una vida"- murmuro la de ojos cobre, ingreso al castillo y fue directo a donde estaba Hakudoshi- "termine lo que me ordenaste"- anuncio sin ganas, mientas Kohaku se alejaba de ella y se sentaba en un rincón "no hemos tenido problema alguno, el grupo de Inuyasha y Sesshomaru están quietos"- no recibió respuesta, el albino se retiró dejando solo a la demonio.

Se giró al margen de la puerta- "Ha, Kagura no salgas del castillo"- sonrió, al ver la molestia en el rostro de la morena.

"Maldito"

El niño albino, bajo al sótano justo donde Naraku estaba pasando por todo el proceso de metamorfosis, era repugnante ver ese montón de carne y mucosidad, palpitando como si fuera un corazón, y los sonidos que un problema de digestión causaba, sin mencionar el repugnante hedor que despedía.

"Inuyasha y su pandilla están quietos"- el albino hablo- "también el de Sesshomaru"

"perfecto no quiero sorpresas hasta terminar mi transformación"- se escuchó su burlesca voz, retumbando las paredes.

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A la mañana siguiente Kagome fue la última en despertar, se dio un baño comió algo mientras Yuri preparaba sus cosas, las armas y provisiones que llevarían durante el viaje.

"Yuri prepara mi traje de combate, lo llevare puesto"- dijo la morena con una sonrisa, mientas terminaba su te.

"partiremos en breve"- Tadashi apareció, con Yue a su lado "Iremos por sus amigos mi señora"

"Estoy ansiosa por verlos"- Respondió ella.

"Se llevaran una gran sorpresa"- RioYue "quedaran impactados"

Fue la primera risa que se escucho en la mañana- "Muero por verle la cara a Inuyasha cuando me vea"- bromeo, pero a ninguno de los presentes le agrado su comentario, ella lo noto- "¿Qué sucede, dije algo malo?"

"bueno-"- Yue inicio

"nada en lo absoluto mi Señora"- corto el guerrero, de cabellera negra.

"Kagome su ropa esta lista"- Yuri apareció en ese instante, la nombrada fue a arreglarse para partir.

"algo pasa aquí y no me entere"- se mostró molesto el pelo blanco, mirando a sus dos compañero, que de inmediato cambiaron la cara- "Hablen"

"ella no recuerda a mi señor"- Tadashi dijo, la sonrisa en Yue fue inevitable ese pequeño percance aumenta las esperanzas con ella.

"No puedo creer que te alegres por eso"- comento molesta la rubia, haciendo que el Youkai ángel, se arrepintiera de su acto- "sabes bien por cuanto ellos dos han pasado"

"Yuri lo siento"- intento

"olvídalo quieres"- molesta se fue tras Kagome, por si necesitaba ayuda en algo.

"Para ser un ángel, no tienes ni la más remota idea de cómo tratar a las mujeres"- el guerrero lo dejo, solo esperaría a las damas en la salida del portal.

"espera"- lo siguió- "no me ha quedado claro ¿ella lo recordara en algún momento?"

Hubo un silencio-"bueno lo más probable es que sea momentáneo, sino lo recuerda una vez fuera, lo hará con el pasar de los días o cuando él la encuentre"- no fue necesario verlo a la cara, conocía muy bien el amor que profesaba su amigo, y la idea de que ella si recordara, le disgustaba, mataba todas las esperanzas que tenía.

Yue se quedó en silencio por unos minutos, iba a decir algo pero las risas femeninas captaron su atención, Kagome tenía puesto aquel traje de guerrera que obtuvo en su cumpleaños, Ayudaba mucho su apariencia física, tanto que se veía como una Youkai.

"Todos listo"- ella sonrió, y los tres asintieron-"es hora de irnos"- se paró frente a la salida, seguida de la escolta, Kagome cerró los ojos y se preparó para lo que venía, toda su concentración estaba en cruzar esa barrera-"vuelve a mi"- murmuro y disperso el camino, una vez que pusiera un pie afuera recuperaría toda su vida.

Determinada cruzo la delgada línea que la separaba de lo suyo, y una vez fuera una oleada de energía la golpeo, para ella no fue necesario tanto entrenamiento pues su habilidad, y poderes regresarían, sería la mujer poderosa que fue hace tiempo. No solo la favoreció a ella, sino que a sus acompañantes, los poderes que les fueron sellados por protección, regresaron.

Kaome suspiro, el aroma a bosque lleno sus fosas nasales, se sentía bien estar de regreso, de la nada apareció un enorme corcel negro volando desde el cielo.

"Pegaso"- ella sonrió ampliamente, al ver a su viejo compañero de batallas, el caballo se acercó hasta ella y dio una pequeña reverencia agachando la cabeza- "¿Cómo has estado precioso?"- recibió un relincho en respuesta, lo que hizo que todos sonrieran- "me adelantare los veré en la aldea de la anciana Kaede"- lo monto y se alejó volando de ahí.

"las cosas siguen igual"- Yuri, dijo.

"así parece"- respondió su hermano, Yue no dijo nada se quedó viendo el camino que Kagome tomo "Andando debemos llegar antes del anochecer"

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Desde ya que el caminara en silencio no era extraño, nada del otro mundo, pero que tuviera "esa mirada", causaba inquietud en los dos demonios que lo acompañaba, algo lo perturbaba eso era seguro, de otra manera no hubiera, pedido que se regresen al castillo.

De todos los años a su servicio cuando él decía "tengo asunto que arreglar", solo significaba algo problemas, y por esta vez estaba más que seguro que no era aquel despreciable Hibrido, atrae desgracias, no esta vez era un asunto más serio, no lo había visto así desde aquella vez hace muchos años, no recordaba mucho, siempre que lo intentaba, las escenas de una batalla estaban incompletas, como si alguien no quisiera que se enterase o mucho peor como si no quisiera ser visto, lo único claro era la mirada, esa misma mirada que tenía ahora. El no pregunto ni chillo como de costumbre, el humor del Youkai estaba por los cielos, cualquier palabra mal dicha significaba, la culminación de su vida.

Respeto su silencio y se alejó en compañía de los otros.

Ahora el caminaba solo, hace menos de una hora sintió una gran ola de energía llamándolo, no supo si fue la curiosidad, o que lo motivo para encontrarla, cuando tuvo noción de sus actos ya estaba caminando en la dirección contraria a la de su grupo.

A él no le interesaba en lo absoluto, pero colmillo sangrado y su Yuki estaban intranquilos, era extraño como si reconocieran ese poder, esa presencia, y aunque intentaba descifrar el porqué, no hallaba respuestas. Y eso era una de las tantas cosas que lo molestaban, el no conocer, el estar en duda sobre algo, era fastidioso.

Cuando encontrase al dueño de esa energía, lo mataría no solo por sentirse atraído sino por perturbar su paz interior, por ponerlo de mal humor, si eso haría.

Le cortaría la cabeza a quien se atrevió a hacerlo cruzar todo el bosque, por algo que de seguro era insignificante.

A cada paso que daba la extraña energía se sentía más fuerte, entre cerró los ojos al percatarse de un pequeño detalle, parte de su Yuki estaba ahí, como si se hubieran mezclado.

Eso lo intrigo más, la única explicación coherente y no tan coherente que encontraba era, que el dueño de esa energía debía tener su sangre "Inuyasha tal vez"- pensó y lo descarto al instante, conocía a ese hibrido lo suficiente como saber que era tan poco probable el que aumentara sus fuerzas, y no traía su sangre no por completo. La sensación que transmitía era como de un padre a un hijo, una esposa a su esposo, eso era lo que él sentía "Estupideces, matare a quien me esté haciendo perder el tiempo"- pensó ya más que molesto apresuro el paso quería terminar con ello cuanto antes.

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Kagome llego fue recibida por el rostro sorprendido de todos sus amigos, y más cuando aterrizo con aquel enorme caballo negro, la primera en reaccionar fue Sango que corrió a abrazarla y luego Shippo por ultimo Miroku y la anciana Kaede.

Saludo cordialmente a todos.

"Señorita Kagome dichosos los ojos que la ven"- la galanteo Miroku acercándose con intenciones muy claras, pero Sango lo tomo de la oreja y lo alejo de ahí.

"Ese Miroku nunca cambiara"- Shippo dijo en brazos de sus madre adoptiva- "oye Kagome como es que estas tan cambiada y ¿de dónde sacaste ese caballo?"

"lo contare allí dentro"- respondió ella sonriendo, feliz.

"Veo que al fin regresaste"- Kaede hablo- "por años pensé que era solo una leyenda"- agrego, Shippo la miraba extrañada.

"Si, será mejor entrar ahí mucho que debo explicarles"- cuando ingreso a la choza de inmediato noto La ausencia del Hanyou de ropas rojas- "¿Dónde está Inuyasha?"- pregunto la mirada de lastima no tardo en caer sobre ella, la silenciosa respuesta dolía, pero no era momento de estar triste ella vino por una razón y así lo aria-"ya veo, esta con Kikyo"

"Kagome"

"Tranquila Sango, estoy bien"- ella interrumpió- "de todas formas no hablare hasta que estén todos reunidos"

Kaede se puso de pie-"Preparare te"

Pasaron los minutos hasta que las cortinas dieron vista a Inuyasha y Kikyo juntos, todas las miradas cayeron como filosas espadas sobre ellos.

"Maldito infeliz"- Sango estallo, de la rabia estaba a punto de atacarlo con su bumerán cuando Kagome la detuvo, hasta ese momento Inuyasha no había visto a la pequeña miko.

"Ka-Kagome"- aquel nombre murió en los labios de, Inuyasha, después de recibir la más fría mirada que llego a imaginarse

"te estábamos esperando Inuyasha"- ella dijo, y le dio señal de que se sentara con su acompañante, que no había dicho palabra alguna

"¡¿Cuándo llegaste y que te sucedió?¿ porque estas vestida así? ¿Y alguien me puede decir que hace ese caballo con alas afuera?!"- como era de esperarse el hibrido fue el primero en explotar.

Kagome frunció el ceño, ya que el no la dejaba hablar-"¡Abajo!"- ordeno y él se cayó de cara al suelo, tras eso Kikyo la miro enojada, como queriendo intimidarla.

"si, no te callas, jamás lo sabrás"- le grito enojada-"ahora que estamos todos les contare lo que sucede, como verán mi apariencia ha cambiado"- ella comenzó

"se ve más linda señorita"- fue el monje quien interrumpió, pero esta vez fue el resucitado Inuyasha quien lo cayo de un golpe.

"no solo mi apariencia mis poderes también han crecido favorablemente"- ese comentario puso, si molesto a la miko de barro. "por el momento no haré demostración de ellos"- el comentario fue dirigido- "no soy la reencarnación de Kikyo, sino de una antigua guerrera que vivió hace más de 200 años, y he regresado, toda mi vida pasada la recuerdo a la perfección, en ese entonces el mundo estaba en continuas guerras con seres de otro mundo"

"¿seres de otro mundo?".- pregunto Shippo

"si, seres provenientes del cielo y del infierno, yo como muchos otros más tuve que luchar contra varios, pero solo uno me costó la vida Ryuko, el rey del inframundo"

"el más poderoso de los 3 ángeles infernales"- comento Miroku

"Así es, para detenerlo utilice una técnica especial, estuvo atrapado durante todo este tiempo, pero alguien o algo lo libero y es mi deber acabar con el de una vez y para siempre"

"Kagome nosotros te ayudaremos"- Inuyasha dijo, sin consultar a nadie.

La nombrada sonrió-"lo sé por eso he venido aquí necesito que me acompañen a mis castillo, ahí recibirán entrenamiento y todo lo necesario"

"si ese rey infernal se liberó ¿Dónde está?"- fue Kikyo quien hablo esta vez.

"ha pasado mucho tiempo encerrado, lo que ha consumido gran parte de su energía, lo más probable en que este oculto y reclutando un ejército, he oído rumores que cientos de personas murieron repentinamente"

"todos han sido arrasadas por una extraña epidemia"- Kaede dijo- "los muertos regresan a la vida de repente y atacan a los vivos"

"esa es su forma de reclutar soldados, debemos estar preparados cuanto antes"- la miko dijo decidida-"de lo contrario la humanidad padecerá"

"cuenta conmigo"- dijo Shippo, y se puso de pie.

"y con nosotros"- Agrego Miroku, y Sango asintió.

Las miradas fueron dirigidas hacia Kikyo porque su esposo ya había dado el sí- "Yo también, ayudare"

Las orejas de Inuyasha se movieron alertas, la presencia de Tres personas a las afueras de la aldea. Todos dentro de la cabaña lo sentían, Kagome quien ya sabía quiénes eran, se apresuró a contar.

"Inuyasha espera"-lo detuvo porque estaba listo para luchar-"son mis guardianes"

"tus guardianes"- confundidos, salieron a ver los recién llegados.

El trió estaba parado junto al caballo de Kagome, con la frente en alto como signo de seguridad y poder.

"Muchachos"- dijo Kagome- "Ellos son mis guardianes él es Yue un demonio ángel"-el nombrado asintió como saludo-"ella es Yuri mi aprendiz y su hermano Tadashi"- la rubia saludo con una sonrisa, mientras que su hermano mantuvo su estoica mirada seria-"son buenas amigos y excelentes guerreros con el tiempo llegaran a apreciarlos"

"estoy segura que si"- Sango Respondió, con una sonrisa- "Yo soy sango y soy una exterminadora"- saludo con la mano al estoico.

"Un gusto"- respondió el, de igual forma.

"Yo soy Miroku y soy un monje"- interrumpió quitando la mano de Sango.

"Y yo Shippo un demonio Zorro"- el pequeño de un salto llego al hombro de Yuri, quien lo recibió con un beso en la mejilla.

"un gusto Shippo"- el pequeño se sonrojo.

"Ella es Kikyo, una sacerdotisa"- la presento-"y él es Inuyasha"- un sudor frio corrió por su espalda a ser nombrado.

Las miradas de los tres extraños estaban sobre él, casi odiándolo por así decirlo.

La mirada de Inuyasha cambia a una llena de odio, mientras veía fijamente entre la espesura del bosque -"Es ese maldito"- dijo entre dientes.

Los tres guerreros también lo hicieron, la única que no entendía el problema era Kagome "¿Qué sucede?"- pregunto a sus amigos, dejándolos mudos.

Con la mente trabajándoles a mil, no allanaban las palabras para explicar esto, solo rogaban que ella recordase todo al momento en que lo vea.

Inuyasha ya había desenvainado a colmillo de acero -"¿Qué demonios vino a hacer aquí?"

Ella no sentía nada, y no comprendía porque estaban tan alterados y nerviosos- "¡¿Qué sucede?!"

"¡Sesshomaru!"- grito el hibrido apretando los dientes de la rabia, y el susodicho se hacía ver.

La mirada ambarina, se encontró con la chocolate, fue en ese instante que la más rara de las conexiones sucedió entre ellos, Kagome se llevó la mano al pecho, su corazón repentinamente latía más rápido, ¿Por qué sentía felicidad al verlo? ¿Qué estaba pasando acaso él formaba parte de su pasado?

Él podía ver la confusión en sus ojos, la humana no entendía nada, el no entendía nada, ¿Qué era esa sensación que lleno su ser al verla?, la fuerza que lo llamaba venia de ella, podía sentir su aroma en ella

Como si ellos, como si él la hubiera marcado

"Sesshomaru"- susurro ella, tenia la necesidad de hablarle, de que no se alejara y se quedara ahí aunque no se moviera, aunque iniciara una pelea con Inuyasha, no importaba.

"¿Qué demonios haces aquí Sesshomaru?" -Inuyasha grito.

Pero el nombrado lo ignoro, estaba pendiente de lo que la humana hiciera, pero ella no se movía estaba estática llamándolo en silencio, eso le molestaba cuando se había vuelto tan insegura, no era la insolente mujer que se atrevía a desafiarlo.

Luego su atención pasó a los tres extraños, reconoció a dos y era obvio que ellos también lo conocieron, solo un pequeño detalle, el tercero no estaba muy feliz de verlo, por la mirada que tenía.

"Mi Señor"- Tadashi reacciono haciendo una reverencia- "cuánto tiempo ha pasado"

"Mi señor"- repitieron todos, imaginándose y no queriendo creer lo que eso significaba.

Kikyo sonrió feliz, ya se había percatado de la mezcla en sus sangres

"¡tú conoces a este bastardo!" – Volvió a reaccionar el hanyou- "¡responde!"- la mirada fría de Tadashi cayó sobre él.

Kagome no reaccionaba, estaba como en un trance "Mi Señor", la palabra retumbaba en sus oídos, acaso ella y él,"Sesshomaru y yo- yo él es mi-mi Esposo" el pensamiento seso como las fuerzas de mantenerse en pie, colapso como un edificio en derrumbe.

Yuri que estaba a pocos pasos de ella, fue muy rápida al sostenerla antes de que toque el suelo-"¡Mi señora, despierte!"- grito.

El Rostro de Sango y Miroku enrojecieron de pena, miles de imágenes cruzaron por sus cabezas, repentinamente la exterminadora tenia las pervertidas ideas del monje con Kagome y Sesshomaru de protagonistas.

Shippo, pobrecito no entendía, nada de lo que pasaba.

Kikyo y su hermana se mantuvieron en silencio, solo esperaban la reacción de cierto hanyou.

Inuyasha no estaba Rojo, estaba morado "¡¿qué demonios pasa aquí?!"

-"eso mismo quisiera saber yo"- el Inu Youkai finalmente dijo

-"Tu cállate maldito ¡¿Qué le hiciste a Kagome responde?!" – se lanzó con su espada por el aire, pero fue detenido por Tadashi, que de un solo golpe lo mando a volar lo suficientemente lejos.

-"Mantén tu lugar hibrido"-El pelo negro hablo, cayendo sobre sus pies con gracia.

-"más te vale no intervenir acabare con ese bastardo de una vez por todas"- se puso de pie con la clara intención de seguir luchando.

El monje quiso intervenir-"Inuyasha detente"

-"¡Inuyasha!"- grito Kikyo lanzándole una flecha, que paso apenas rosando su mejilla.

Eso detuvo la reacción de todos, inclusiva la de su esposo- "¿estás loca acaso quieres matarme?"

-"lo haré si ni dejas de pelear"- advirtió ella, con su arco recargado una vez más.

-"Tu mujer tiene razón"- esta vez fue Yue quien hablo, la palabra tu mujer, fue perfectamente oída por todos, Kagome incluida que se recuperaba del desmayo.

Enrojeció como un volcán pero esta vez de la vergüenza.

Sesshomaru se estaba impacientando, estaba perdiendo su tiempo había exigido una respuesta la cual nadie le daba hasta ahora, ¿Cómo demonios esa mujer poseía su yuki y su olor?, la molestia se notó en el ambiente.

-"¿Qué me sucedió?"- pregunto una desorientada miko, Yuri la ayudo a ponerse de pie.

-"Tranquilícese mi señor yo le diré lo que quiera saber"- Tadashi hablo, recibiendo una dura mirada por parte del peli plata.

-"Dime que no está pasando, Yuri que esto no es real"- rogaba, a punto de romper el llanto.

- "lo siento mi señora pero sí lo es, el Señor Sesshomaru es su esposo"-

-"le contare todo pero no aquí y la señora Kagome también debe estar presente, ella esta tan confundida como usted"- el miro a su hermana y esta entendió el mensaje, condujo a la miko hasta los dos guerreros-"sé que tiene muchas dudas yo se las diré por favor síganme"- Kagome dudo antes de seguirlo con Sesshomaru al lado era inesperado lo que pudiera pasar sin embargo confiaba en su guardián la protegería de cualquier ataque.

Se alejaron lo bastante, para que nadie interrumpiera, ni si quiera Inuyasha que tuvo que ser detenido por un par de pergaminos que lo dejaron inmóvil.

Por primera vez Kagome estaba muda, tenía miles de dudas que quera saldar, pero las palabras y el miedo de las posibles respuestas impedían que hablara. Sesshomaru no había dicho más nada, se sentó a las raíces de un árbol y espero a que hablaran.

-"empecemos por lo primero, el motivo por el cual no se recuerdan, pues no lo sé con exactitud"- hizo una pausa- "seguramente tiene que ver con usted Kagome"

-"¿con migo?"

-"sí, yo he sido informado que su orden era regresar en este tiempo, desde lo que ha decidido desde ahí, no lo sé. Puede existir una explicación lógica, lo más probable es que se descubra con el pasar de los días"

-"¿Cómo es que esta humana tiene parte de mí?"- dijo el Inu, despreciando la sola idea.

-"Oye mi nombre es Kagome, no humana"- ella se defendió, Tadashi rio por lo bajo, había olvidado lo bien que se llevaba ese par.

-"Eso no lo sé, vera mi señor cuando su relación fue descubierta, ella ya tenía la marca"

-"¿Marca cual marca? ¿De qué estás hablando?"

-"atreves de una marca que tiene en el cuello"- Tadashi señalo el lugar, ella intuitivamente se tocó y no sintió nada-"esta oculta, ya que de esa forma la mantendría alejada de los enemigos, también oculto su olor solo nosotros y el Señor Sesshomaru podemos sentirlo"

-"si yo he sellado mi olor ¿Por qué no pude sentir la presencia de Sesshomaru?".

-"Para que eso ocurra usted debe recordarlo"- explico- "pero tal vez pasar tiempo juntos los ayude a los dos"- agrego, con la evidente mirada molesta sobre el- "es la única manera de que esto se solucione"

-"Quítala, a la marca no la quiero"- ella rogo, se sentía vacía, sucia Casada con Sesshomaru- "por Favor".

Hubo un silencio, El guerrero no hablaba por miedo a su amo, aunque era consciente que este no sentía aquel amor, por la miko, en otras circunstancias, la sola idea de "Divorcio" lo hubiera enfurecido. -"yo no puedo hacerlo"

Y la esperanza se desplomo delante de sus ojos- "¿por qué?"

-"Existe un ritual para cada unión y solo ustedes lo saben pero como han olvidado toda su vida juntos, también olvidaron el ritual"-Sesshomaru no dijo nada, conocía muy bien las leyes Youkais, a todo absolutamente todo era verdad, si no recordaba ese dichoso ritual, no podía deshacerse de la miko- "les sugiero que dejen pasar los días, y pasen tiempo juntos es la única manera de recordarse"

-"¡ni en sueños, no pasare tiempo con él!"- ella grito.

-"lo mismo digo"- respondió el Youkai.

-"mi señora créame que si lo hace la marca se irá más rápido"- intento Tadashi- "además el señor Sesshomaru puede ayudarla con su batalla"- eso atrajo la atención del Inu, pero la azabache no estaba convencida.

-"no necesito la ayuda de este arrogante"- cuando se dio cuenta ya estaba a medio pies del suelo-"suéltame"

-"atrévete a insultarme una vez más y mandare a diablo las leyes"- la soltó dejándola caer al suelo, Tadashi suspiro aliviado por momento creyó que el si la lastimaría.

Kagome no sintió miedo de él, pero un golpe bien dado la dejaría inconsciente- "No vuelvas a ponerme una garra encima o juro por dios que te purificare"- le advirtió, molesta.

-"mi señora por favor cálmese"-la toma de los hombros y la mira a los ojos-"la dejara a solas intenta hablar con él, será lo mejor"-ella iba a protestar- "Confié en mi"

-"De acuerdo"- el guerrero se retiró, cronometro mentalmente el tiempo que paso en silencio juntando el valor para hablarle- "mira Sesshomaru, tu y yo no nos llevamos bien"- ella comenzó, siendo vista por los ojos ámbares del susodicho.

-"vendrás conmigo"- el albino la corto-"obedecerás en todo lo que te diga"-advirtió, kagome asintió, sin ganas pero era la única forma de que el tempano de hielo cooperara- "no me faltaras el respeto"

-"no lo haré"

Él se acercó a ella estaba a pocos centímetro de su rostro- "y no te cruces en mi camino o te asesinare"- se giró- "prepara tus cosas partiremos en media hora"

-"Espera"- él no se giró pero si se detuvo- "llevare a los muchachos conmigo"- no recibió respuesta- "para no estar tan sola"- agrego.

-"como quieras"- dejo feliz a la azabache, que regreso corriendo a la aldea.

Miroku rompió los pergaminos en cuanto vio que Kagome regresaba-"Señorita ¿Qué ha pasado?"

-"¿Kagome te encuentras bien?"- sango se acercó para cerciorarse.

-"Estoy bien, Sango"- ella respondió dándole una sonrisa.

-"¡me pueden explicar qué demonios está pasando!"- Inuyasha chillo plantándose frente a la miko-"¿Qué hace Sesshomaru aquí?"

-"no me grites, porque ni si quiera yo lo sé"- Ella se molestó, mirando fijamente al hibrido-"Al parecer Sesshomaru es mi esposo"- comento con tranquilidad.

-"Eso no puede ser verdad"- reacciono atónito.

-"lo es, ellos están casados hace más de 200 años"- fue Tadashi quien lo dijo, sin cambiar su expresión y Yue asintió sin ganas

-"pero luego ella murió la unión debió romperse"- Miroku dijo, sorprendiendo a la azabache- "se acaba cuando uno muere"- recordando aquellas viejas historias que su padre le contaba.

-"No necesariamente, hay veces en que las uniones duran más que la vida"- explico la demonio de cabellos rubios-"Y más aún cuando esos seres no desean separarse, mi señora murió de una manera muy injusta e incluso antes de lo que pensábamos, es normal que después de la muerte aun desee estar con su amado"- finalizo con los ojos brillantes, recordando alguna escena o momento que solo ella sabía.

Kagome frunció el ceño-"yo no deseo pasar tiempo con él, solo lo haré para poder romper la unión"- se defendió sin ocultar el desacuerdo que en ella había.

Shippo, el pequeño que se encontraba en silencio dijo.-"¿Entonces te irás con él?"

-"Si, debo hacerlo si quiero liberarme de él, además podría de ser una buena ayuda durante la batalla"- respondió sin evitar la tristeza, no le agradaba la idea de ser su esposa.

-"¿Y nosotros? ¿Qué pasara con migo?"- pregunto angustiada la exterminadora, creyendo que sería abandonada por su mejor amiga, la que consideraba como una hermana.

-"Ustedes pueden venir conmigo..."-respondió y tomaba en brazos al zorro-"no quiero estar sola"- murmuro despacio. Los guardianes se habían retirado para que el grupo pudiera conversar tranquillos.

-"yo no te dejare sola"- el pequeño demonio dijo, aferrándose más a la azabache, quien sonrió enternecida.

-"Sango y yo también iremos señorita"- respondió el monje, tomando la mano de su compañera, quien sonrió feliz por la decisión.

Solo faltaba la decisión de - "¿Inuyasha?"

-"Fhe!, ni creas que te dejare sola con ese infeliz"- respondió, y basto para hacerla sonreír. Por un segundo se había olvidado de que Kikyo se encontraba ahí- "pero Kikyo debe venir conmigo..."- susurro tan despacio y temeroso, que si Kagome no hubiera estado tan cerca no lo escucharía.

Sintió que el corazón se le estrujaba adolorido, pero se animó a sonreír-"Si, lo entiendo... bien será mejor que preparen sus cosas pronto nos iremos"- ella dijo dando por finalizada a charla.

Cuando los demás se alejaron, la anciana se acercó-"mi niña, prométeme que te cuidaras y sobre todo que serás fuerte"- le dijo tomando sus manos, Kagome sonrió y asintió feliz-"también quiero que me prometas algo..."- su mirada se suavizo al decir eso.

-"Lo que usted diga Kaede"- respondió la joven, sin borrar su sonrisa.

-"Kagome promete que pase lo que pase, intentaras ser feliz..."-nuevamente sintió el corazón le dolía, comprendiendo lo que esas palabras significaban-"aun si no es Inuyasha el indicado, por favor prométeme que lo harás, no dejes que tu corazón sea gobernado por la tristeza, tu eres una mujer muy fuerte..."-la realidad era que el hanyou ya había elegido y no fue ella la suertuda-"Kagome mereces mucho más que esto"- la anciana termino dándole un fuerte abrazo, la azabache respondió de igual manera.

-"lo prometo"- susurro solo para que la miko mayor la escuchara.

Un minuto después Sesshomaru hacia acto de presencia, y sus amigos salieran alistados de la cabaña, ya todos con sus respectivas cosas, los guardianes fueron los primeros en comenzar a caminar y luego los demás. Kagome se despidió de la anciana y marcho si emoción alguna al que sería su nuevo hogar ajunto a su esposo.

Continuara...

L4

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