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Capítulo 15

Capítulo 15

¿Cuánto había pasado desde la última vez que piso estas tierras? Seguramente fueron años o incluso siglos, los días de antaño y prosperidad ahora solo vivían en su memoria, aunque a simple vista el reino seguía igual que siempre, no podría comprar el trabajo de su primogénito con el de aquella mujer que conoció hace un tiempo. No había punto de comparación uno era la luna y el otro como él. Uno reflejaba el bien y el otro estaba empañado con el mal.

Una humana era reina y esposa de un youkai, y a pesar de ser consciente de esto Irasue no sentía rechazo alguno, mantenía con ella recuerdos de una vida grata y feliz sobre su hijo, momentos de paz que solo podían ser originados por aquella que quizás, en algún momento considero inferior, cuanto se arrepentía, la mujer había demostrado tener más poder y fuerzas que ninguna otra miko de su raza logro hacer.

Irasue presentía que ella estaba aquí, que regreso a su antiguo hogar, aunque no podía percibir su aroma confiaba plenamente en sus instintos demoniacos, ya que estas jamás le fallaban.

Sus pies tocaron el suelo con toda la elegancia con la que podía describirse, sabía que su presencia ya había sido alertada así que fueron cuestión de segundos lo que tardo en encontrarse con algún guardia, específicamente uno que también reconocía.

–Señora–la recibió Tadashi con respeto mientras hacia una reverencia.

La dama lo observo por el rabillo–Cuanto tiempo–respondió y el guerrero le dio un cabeceo podía apreciarse un brillo de melancolía que poco a poco iba cubriendo sus ojos–Busco a Sesshōmaru–finalmente ella anuncio.

...

Aome se despertó, y de inmediato toda la habitación comenzó a dar vueltas, jadeo llevando una mano hacia su frente, se sentía muy cansada a pesar de que estaba segura de que había dormido más horas de las necesarias.

Ella negó y tomo una onda aspiración mientras se sentaba en el mudillo colchón–No he comido nada desde ayer...–murmuro asimilando ese motivo como causa de su malestar, hizo a un lado las sabanas que cubrían su cuerpo y cuando la sensación se fue, pudo concentrase noto algo fuera de lugar.

–"Esta no es mi habitación"–pensó extrañada, no recordaba cómo había llago a la alcoba de Sesshōmaru y como si se tratase de un detonador, las escenas de lo vivido anteriormente llegaron de inmediato.

Sesshōmaru volando con ella en sus brazos, además de aquella extraña actitud que adquiría de repente, suspiro aún más confundida, vio a través de la ventana la luz brillante del sol adentrarse con sutileza, iluminando aquella gran recamara, Aome permitió que su mirara detallara cada cosa decorando en ese lugar, un gran armario que abarcaba casi una pared completa, algunos cuadros y pergaminos antiguos, una puerta que probablemente sería algún baño o quizás un vestidor.

Un suspiro se escapó de entre sus labios, cuando sus ojos captaron una jarrón de aspecto delicado y antiguo, las ilustraciones parecían ser hechas a mano, quizás por algún gran alfarero, no era el recipiente lo que llamo su atención, sino más bien lo que contenía, una flores de color azul, con aspecto similar al de unas rosas, un detalle muy particular para decorar la recamara de un temido Youkai.–Que bonitas...– Aunque le costara Aome debía admitir que el demonio tenía buen gusto–Todo es tan bonito...–y quizás tenía que confesar que el blanco y el dorado e las paredes no eran exactamente sus colores favoritos, no como lo sería el verde o el azul.

Suspiro con desanimo, ni si quiera eso tenían en común, ella no se explicaba, como en su vida anterior se había enamorado de alguien como Sesshōmaru, sino tenían nada en común, bueno quizás la única cosa que los caracterizaba sea ese rechazo por el uno al otro.

Bufo recordando que estaba haciendo un esfuerzo por llevarse bien con él, y este solo la despreciaba–Quien se cree que es...–azuzo en voz baja, y sin perder más tiempo arreglo la recamara y se retiró a la suya para darse un merecido baño, necesitaba relajarse y comer algo, porque sentía que se estaba muriendo de hambre.

...

–Señor Sesshōmaru–llamo Tadashi inclinando levemente la cabeza–Lady Irasue se encuentra aquí–informo de inmediato, haciendo un ademan con la mano para indicar la dirección en la que se encontraba.

El aludido asintió sin demostrar emoción alguna, aunque la curiosidad lo ataco desprevenido ¿A que había venido su madre? La última vez que la vio fue cuando le devolvió la vida a Rin por segunda vez, normalmente ella se mantenía la margen de sus asuntos, alegando de que ya no era un cachorro.

Así que quizás, su visita tenía un profundo motivo–Madre–saludo este a la imagen frente a él.

La demonio ladeo el rostro y sonrió con calma–Sesshōmaru, hijo–respondió neutral–Ha pasado tiempo–agrego luego.

El Inu asintió y se colocó a su costado–¿A qué se debe tu visita, madre?–cuestiono directo.

La mujer dejo ver una sincera sonrisa–Vine a ver a Sakura–ella dijo y el menor no pudo ocultar la sorpresa.

–Lo sabes–fue una afirmación.

Ella asintió–La recuerdo perfectamente, hace tan solo unos días ha venido a mi memoria. Admito que antes no sabía de su existencia y este sentimiento de empatía, no lo he sentido por nadie más que no seas tú, sin embargo, con ella también lo siento.

Escucho atentamente cada palabra, el que su madre recordara aún más que el mismo, significaba los hechos del ultimo día dejaban en cero las posibilidades de alejar a la mujer.

–¿Dónde está Sakura?

–Su nombre–él dijo suavemente y su madre lo observo de reojo–Es Aome–anuncio y su madre no lucia para nada sorprendida ante el hecho de que su hijo supiera el nombre de la mujer humana.

La mujer simplemente asintió y lo detallo minuciosamente en silencio por unos segundos, el demonio sabía que estaba siendo estudiado y que existían grandes posibilidad de que su madre le estuviera ocultando algo, pero conociéndola como lo hacía, sabía que no le diría nada y él era demasiado orgulloso para preguntar, no quería admitir que todo este asunto de la miko y el nuevo enemigo, se le escapaba de las manos. A veces Sesshōmaru envidiaba la sabiduría de su progenitora.

–No ha cambiado mucho–esta dijo refiriéndose a la joven, pero Sesshōmaru no podía ser capaz de darle una respuesta satisfactoria, ya que en su mente jamás existió tal mujer y los vagos fragmentos del pasado que tenía, no eran lo suficientemente sólidos para convencerlo y brindar una respuesta coherente. Irasue adivinando las ideas de su hijo se permitió agregar–Ella siempre ha sido, todo lo contrario a ti, quizás por eso se complementan a la perfección

–Tengo que suponer que apruebas mi unión con esa mujer–respondió el youkai con cierta arrogancia y también burla.

La dama lo miro a los ojos profundamente–Así es–respondió sin temor y su hijo supo que no estaba bromeando, sin embargo, el rechazo regréso una vez más en él.

Sonrió con arrogancia–Estupideces–él dijo, casi escupiendo veneno en sus palabras. ¿Por qué tenía estos pensamientos tan contradictorios? Quería deshacerse de la humana, pero al mismo tiempo una voz en su interior reprochaba todo acto que intentara alejarla y ahora que su bestia interior había despertado y salido, la situación era mucho más difícil, puede que Yako, haya aceptado a la mujer como su compañera, pero el Sesshōmaru, jamás lo aria.

–Mírame Sesshōmaru–pidió su madre con serenidad, ella no lucia para nada enfadad o dulce, mantenía su rostro tan impávido o incluso más serio que el–Algo te sucede–ella aseguro más que preguntando.

El cayó bajo su encanto por tan solo segundos, pero fue lo suficientemente astuto para esquivar el contacto visual–Nada sucede–respondió con frialdad.

Esta era otra cosa que admiraba de su madre, ella posee una gran cualidad que le permitía ver a través de las personas, con tan solo verlas a los ojos, conocería los asuntos más profundos de cualquier ser.

Sesshōmaru no estaba listo para oír verdades que incluso el mismo sabia.

"Si te deshaces de la mujer eventualmente morirás"

El odiaba todo el asunto de la imprimación, su estúpida bestia tenía que despertar en el momento menos oportuno.

Estúpido tu– gruño alguien desde su interior.

–"Imbécil te crees muy gracioso. Crees que puedes salir cuando se te dé la gana"–acuso con molestia en sus pensamientos el gran demonio.

Yako rio, su tono salió ronco y burlista, divertido ante la situación–Estas perdiendo el control sobre mí, puedo salir cuando se me plazca.

–"De ninguna manera, voy a permitir que hagas otra estupidez"–respondió en un gruñido el Inu.

–Cállate. Quiero ver a mi mujer–fueron sus últimas palabras antes de que el lado racional comenzara una lucha por doblegar al Yako y regresarlo a lo más profundo de su mente.

La batalla interna de las bestias podría ser apreciada desde afuera, por la mirada curiosa de Irasue al percatarse de como los dorados ojos de su hijo cambiaban al rojo y regresaban en sí, una y otra vez, Irasue hizo de sus labios una O–"Así que de eso se trataba"–se dijo en sus pensamientos.

Y tal vez estaba loca, pero se alegraba profundamente el hecho de que la bestia interna haya escogido a la humana., se retiró sin ser notada, después de todo aún tenía que ver a la joven.

No pasaron ni si quiera minutos cuando la encontró sentada en la sala devorando un pequeño platillo de carne.

Aome se percató de que estaba siendo observada, y cuando sus ojos se encontraron con la dama, la reconoció de inmediato, lo cual era gracioso, ella podía saber que se trataba de su suegra pero del que era su esposo no había nada.

–Querida–saludo la dama, Aome dejó caer el cubierto aun lado, y aun con la boca llena sonrió. Irasue observo con curiosidad la figura de la miko estando sentada–Te ves muy bien...–agrego con cierta diversión, la morena finalmente pudo tragar el trozó de comida.

Miro a la mujer algo avergonzada–H-hola madre–saludo e Irasue tomo lugar en el asiento frente a ella.

–Puedes seguir comiendo. No tienes de que preocuparte–alego con una gesto tranquilo la mujer, el cual fue agradecido por la morena ya que su hambre aun no era saciada por completo.

Había terminado su desayuno bajado la atenta mirada del demonio, algo que la hizo sentir incomoda.

Aome se puso de pie y nuevamente sus movimientos fueron interrumpidos por un mareo algo leve pero notorio, ya que de inmediato uso la silla como soporte, para evitar una posible caída. La dama Irasue se acercó a ella con preocupación–¿Te encuentras bien?

La morena asintió, mientras parpadea repetidas veces para alejar el malestar que golpeaba su cuerpo–solo es cansancio...–dijo en un susurro, respirando una y otra vez profundamente.

La dama la detallo en silencio, mientras le daba pequeños masajes circulares sobre la espalda–Es normal en tu estado

La morena dejo de respirar para mirarla con extrañeza– ¿Estado?–sus cejas se fruncieron–¿Cuál estado?

–El de tu embarazo, claro–respondió la dama, y lo siguiente que se escucho fue el sonido que provocaba el cristal del plato al ser roto, Aome prácticamente los había dejado caer de sus manos.

La mirada de terror y estupefacción de la azabache asusto a la dama–¿Embarazada?–Aome palideció, ella no podía no.

Irasue le observo pensativa–¿Acaso no lo sabias?

–Yo...–Aome jadeo de repente se sentía tan mal–¡No puedo estar embarazada eso es absurdo!

–Tranquila. No debes alterarte–consoló con serenidad ya que la miko estaba hiperventilando, su pecho subía y bajaba con precipitación, Irasue apretó con suavidad el hombro de la muchacha y espero a que se tranquilice para volver a hablar. Tanto la miko como la demonio se miraron un largo tiempo a los ojos, una buscando mentiras y la otra pensando en sus siguientes palabras–No estoy mintiendo–Aseguro con voz suave– Sé que estas embarazada ¿Cómo es que tú, no lo sabes? ¿Acaso no lo sientes?, todos tus síntomas son de una mujer embarazada de un demonio–expuso, sin perder el contacto visual, Aome permaneció muda reacia a escuchar sus palabras, pero sobre todo porque no quería hundirse en sus pensamientos y descubrir si era una verdad o no.

–Yo no puedo...–ella susurro y de repente varias lágrimas brotaron de sus ojos, despertando la empatía en la demonio, esta le sonrió dulcemente.

–¿Por qué dices que no?

Aome se ruborizo–Es que yo...–repentinamente decirlo no era tan fácil como pensarlo–Yo aún no he... estado con ningún hombre–susurro esto último ocultado la mirada tras su flequillo azabache, espero recibir alguna burla o critica por la otra parte sin embargo, jamás lo hizo.

Para ser exacto Irasue se tomó el tiempo para volver a hablar–Solo en esta vida, porque en la otra siempre has sido la mujer de mi hijo. Llevas un hijo de Sesshōmaru en tu vientre, mi nieto.

Ella negó lentamente, esto no podía estar pasándole–¿Cómo?

La dama echo la cabeza un lado y su cabellera plateada bajo en cascadas–Lo único que se me ocurre es que cuando moriste ya estabas en estado–sonrió imperceptiblemente– Por alguna razón tampoco lo sabias, sin embargo, al resucitar recuperarte todo lo que fue tuyo un día, tus podres, tu cuerpo, mi hijo y tu embarazo naturalmente.

–Y si se equivoca...–la morena estaba siendo muy testaruda.

Irasue frunció el ceño, sin embargo, sus siguientes palabras a pesar de estar molesta, salieron con una calma extrema–Soy mujer y también fui madre, se cómo luce una hembra preñada–replico ofendida, avanzando a la miko–Si dudas de mi palabra, puedo llamar a Soratheya.

Entonces Aome recordó el día en que estuvo en cama a causa de sus heridas, la extraña actitud de aquella elfa al tocar su vientre y sus palabras "Tu secreto está a salvo", también memoro a Bokuseno, el viejo árbol tenía la misma actitud sospechosa que esa vieja hechicera.

Entonces todo cerró y Aome perdió el color en su rostro, ambos lo sabían y ninguno de los dos se lo dijeron.

No, todo este tiempo estuvieron dándole pistas, pero ella no tuvo la suficiente sabiduría para verlo.

–"No puedo darte más razones de las que ya he dicho, porque no es mi deber darte esa respuesta"–

Por supuesto ellos no querían decirle, porque no deseaban alterar más las cosas y porque quizás, los tacharía de locos...

–"Sin embargo déjame advertirte que tu estado de salud caerá, te sentirás más cansada de lo usual, serás indefensa ante cualquier ataque, por esta razón, no debes andar sola"

Esta era la razón de su preocupación, de insistirle tanto en que se cuidara. Como si ella fuera tan tonta para exponer s su hijo de esa forma, bueno tal vez lo aria por que no sería consiente de su estado.

–"No, solo te debilitaras por un tiempo determinado, después de esto renacerás aún más poderosa que antes"

Ahora entendía todo.

–Estoy embarazada–susurro para sí misma con una mezcla de incredulidad y dicha.

Continuara...

*después de siglos sin ver esta historia por fin logre actualizarla, se que estarán con muchas dudas que serán respondidas en el capitulo siguiente*

Las quiero

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