La guerra estalló a las,12:24, bueno ya llevaba formándose unos siete meses, pero ahí fue cuando lo notamos. Vi a mi hermana en el patio y me empezó a hablar, a la gente le parece mona porque solo tiene seis años, su pelo es como el mío, pero no pringoso y a ella le gusta lo que le han encargado, a mi me tocó la natación y a ella la gimnasia rítmica, la diferencia es que ella es muy buena y además le gusta, lo noto por como brillan sus ojos verdes cuando da volteretas, como su boca se ensancha cuando le sale bien un paso y le da igual perder, le da igual que los juezas la puntúen mal porque disfruta. De verdad que disfruta.  La verdad fue por mi hermana por la que me hice amigo de Sarah, la hermana de Sarah y ella son muy amigas y todos los sábados una viene a la casa de la otra y al final yo voy a recogerlas.

Lo oí, pensé durante medio segundo y grité.

–Bombas

La gente me miró de manera rara e incluso parecía que Marc se fuera a burlar, pero entonces sonaron las alarmas y todos estuvieron de acuerdo en correr despavoridos mientras el profesor chillaba. Nos llevaron al refugio donde nos solíamos esconder, estábamos todos, o casi todos. Mire a Sarah como quien pide ayuda y ella me miró y negó con la cabeza ambos sabíamos lo que pasaba, ella vio mi mirada inquieta hacia la puerta que se cerraba y negó con la cabeza, pero no le hice caso y pasé por la rendija que quedaba. Corrí con todas mis fuerzas hacia lo baños de infantil, allí estaba mi hermana, Carla y SU hermana, Marta, las vi encogidas y asus gradas debajo de los lavabos. En cuanto me vieron corieron hacia a mi llorando, las cogí en brazos y corrí todo lo que pude entonces lo oí, la bomba se acercaba, lo único que se me vino a la mente fue correr pero en vez de eso me tiré encima de ellas para protegerlas de la bomba.