La Farsa de Gael
Capítulo 26: La Farsa de Gael
~Narra Narradora~
Las horas transcurrieron con gran normalidad, pues una tarde pesada se presentaba en la zona costera. Las nubes de aquel tono gris cubrían aquel manto celeste en su mayor totalidad, sin darle espacio a los débiles rayos del sol, al parecer una tormenta se aproximaba.
En el hogar de los Lucero las cosas parecían andar con gran normalidad, aún faltaban unas cuantas horas para que el padre de ambos jóvenes regresara de aquella urgencia de trabajo, dejando a ambos adolescentes sin nada que hacer para que sus tardes sean algo entretenidas.
Sin embargo, Aarón siendo una persona que tenía suficiente espacio en su agenda, optó por ocupar su nublada tarde de Sábado practicando una coreo especial, esa misma aún se encontraba inconclusa, pues aun continuaba practicando ciertos saltos que requerían tanto de amplitud como elasticidad. Sin embargo nunca logró dominarlos por completo. A pesar de que a simple vista lucían perfectos, él conocía sus propios errores. Ese error lo denominaba "Talon de Aquiles" por un claro motivo, en ciertas practicas terminaba por doblarse el talón, dejándolo incapacitado para continuar. Solamente, que él nunca se rendiría.
Tarareando una canción que lo identificaba por completo, ingresó a su cuarto tranquilamente, sin embargo un gran susto se llevó al prender el interruptor de la luz.
- ¡Aahh! Gael, me asustaste...- Con su mano en pecho exclamó algo sobresaltado.
El pequeño castaño se encontraba sentado en un extremo de la cama del mayor, sus manos reposaban en sus piernas mientras mantenía su espalda erguida. En su rostro se lograba apreciar una expresión neutra, no formulaba ni la más minúscula mueca en su rostro, sus ojos caídos y expectantes, sin duda una expresión sacada de una película de suspenso.
Gael: (Hola)
Completamente desganado elevo su mano derecha para saludar al mayor, normalmente cuando se expresaba desganado mostraba sarcasmo, cansancio o la muy poco vista, enojo.
- ¿Te encuentras bien...?- En su interior comenzó a preocuparse, nunca noto a su hermanito en aquel estado tan extraño.
Gael: (Si)
Asintió levemente al mismo tiempo que cerraba sus ojos por unos segundos y así abrirlos nuevamente.
El mayor a paso lento se acercó a la posición del castaño intentando averiguar lo que en verdad le ocurría. Colocó la palma de su mano en la frente del menor para así distinguir si padecía de temperatura alta, sin embargo tan solo la coloco, el menor la retiró bruscamente.
- Eeh... ¿Por qué?- Extrañado ante tal reacción, pregunto.
Gael- (No) (Toques)
- ¿Qué...?
- Que... No me toques... - En un pequeño susurro advirtió.
- Gae... ¡Gael hablaste!- Una felicidad más que enorme se hizo presente en su interior, durante un largo tiempo espero a que aquel tan esperado momento ocurriera. El momento en que volviera a escuchar su voz...
No se dio a esperar suficiente tiempo para así brindarle un tierno y afectuoso abrazo, aunque este no pareció corresponderlo de ninguna manera.
- ¡Que no me toques!- Sin importarle la opinión del mayor, con sus manos lo apartó brutalmente dejándolo algo desconcertado.
- ¿Gael, que te sucede...?- Nunca se vio venir semejante reacción por parte de su propio hermano, no conocía el motivo por el cual terminó por tratarlo de esa manera.
- ¿Qué me sucede a mi?, ¿¡Qué te sucede a ti!? Falso, eres mas falso... Recién ahora se te ocurre acercarte a mí, estuviste todo el tiempo con Valentín, ¿Y yo? Me abandonaste... Otra vez...
- ¿Cómo que otra vez? Yo nunca te abandoné... Y... No soy ningún falso...
- Si me abandonaste... Recuerdo exactamente cuando me llevaron al coche, y tú solamente me saludas... No has hecho nada para ayudarme.
- Primero que nada, era un niño y no sabia que hacer, segundo, fue mamá quien decidió llevarte a ese colegio.
- Excusas, excusas... Para ti las excusas funcionan perfectamente. Las excusas son tu perfecta arma para generar lástima en los que te rodean. Pero conmigo ya no surten el mismo efecto que antes Aarón .
- ¡¡Ya basta, deja de tratarme así!!- Ya no toleraba para nada aquel mal comportamiento que el adolescente mostraba- ¿Qué te hecho para que me trates así...?
- ¿Qué, qué me has hecho? De todo... Por tu culpa, yo no era nadie... Tú eras el centro de atención en todo, mama y papa te querían... Eras un buen alumno... Tenias amigos... Y yo, nada. Con suerte me dejabas las sobras.
- En esas épocas eras algo malcriado...
- ¡Ha! Eso quería escuchar- Recrimino- Tal vez no seré el malcriado de antes pero si el niño consentido de papá. Pobre de ti mí querido Aarón... Pobre de ti porque gracias a mí astucia, me las idée para que tu no seas nadie en la vida... El día en que iniciamos el viaje, Belén no paraba de recalcarme el que yo no seria nadie siendo como era, que debía cambiar, ser mas respetuoso... Y la verdad, me pudría la cabeza, ¡Me hartaba! No me importo para nada si yo también me moría, tomé el volante mientras seguíamos discutiendo. Nos desviamos y antes de que ella reaccionara, el camión nos chocó...- Sonrió cínico- Por un momento vi cómo murió y quedé en un estado de shock. De ahí quedé mudo... Pero sordo lo seré para siempre... Por lo menos mi visión mejoró- Sin ningún respeto por lo ocurrido, contó la simple verdad de lo ocurrido en aquel día.
- Espera... ¿Mamá murió por tu culpa...?- No podía creer lo que en verdad escucho...
- Ella te amaba, y si me deshacía de Belén, nadie te amaría...- Una minúscula sonrisa se presentó en su rostro, una sonrisa perversa y ladina.
- No... No es verdad... ¡Mientes!- Expresó con su corazón destrozado, queriendo que todo sea una vil mentira.
- ¿Por qué querría mentir?, ¿Por qué no mejor aceptas que está muerta? Se hombre Aarón y acéptalo. Ella ya no está para defenderte- Disfrutaba observar aquellas dolidas lágrimas de su misma sangre- Es más fácil decir que fue un accidente, porque así todos los investigadores lo han calificado: Como un desafortunado accidente. Jamás se les pasó la remota idea de que fue un claro homicidio preterintencional. Que incompetentes- Bufo burlón- Entre todo eso, cuando estuve paralítico me enteré de muchas cosas, note que ya nadie te prestaba atención y todos me miraban a mi. Se preocupaban por mí, esa fue una sensación tan agradable... Cuando me mejore, todos seguían viéndome a mim
- Eres un maldito celoso de mierda... ¡¡¡Encima mataste a nuestra madre!!!- En el momento en que intentó tomarlo por la ropa, fue tomando con violencia por sus muñecas
Gael- ¿Qué no entendiste? A mí no me tocas ni un pelo- Acabo empujándolo sin piedad- Los accidentes pasan, pobre de ella- Nuevamente sonrió al ver cómo el mayor contenía sus ganas por golpearlo- Anda, golpéame... Hazlo... Quiero ver cómo le explicas a papá como te violentaste contra mi- Cizañero pícaro, manipulando sin compasión la mente de su hermanos- Ooh, veo que no te gusta la hebilla del cinto- Recrimino al ver cómo acabó cediendo- Justo que mencionamos a papá, como aun deseaba más atención, comencé a culparte indirectamente de muchas cosas: Que tú me tratabas mal, me dejabas de lado, que te tomabas mi medicación.
- Antes que nada, nunca en mi vida tomé tus pastillas.
- ¿Quién dijo que tú te las tomabas?- Esto solo logro confundirlo- Por las noches, yo te las insertaba en la boca y te obligaba a tragarlas...- Ante tales palabras, el más grande no pudo evitar el colocar su mano en su propia cabeza intentando recordar- Al ver que papá se creía todas mis palabras, por así decir, empezó a tratarte muy mal. Siento pena por ti...
- ¡¡Me arruinaste la vida!! Yo no merecía nada de eso, solo fueron tus estúpidos celos los que te mandaron a arruinarme por completo. Por tu culpa no tengo amigos... Por tu culpa tengo miedo... ¡Por tu culpa estoy triste!
- Pero yo no tengo la culpa de que te andes prostituyendo...
- ¡¿Cómo lo sabes?!
- Te vi con muchos, te vi con Iván, Thomas, Marcos, Bruno, Alejo, Franco, inclusive con algunos de biología, Ramiro, Agustín. Lo que más me sorprende es que tuviste sexo con el hermano de tu novio y encima pactaste a ir a su casa para que te la siga metiendo- Comento entre risas- ¿Tanto te gustó estar con Iván?, ¿Acaso solo estás con Valentín para poder acostarte con su hermano? Eres un regalado, le abres las piernas a cualquiera por dos mangos. Prostituta, ni las prostitutas merecen ser comparadas contigo.
- ¡No me volví a acostar con Iván!, ¡No tengo que darte explicaciones!- Ya no toleraba ser menospreciado.
- Hagamos de cuenta que te creo, ¿Si? A ti te pagan por ser la perra de quién te la meta y como el pago de más por tus servicios, debo suponer que cumpliste con tu parte al ir con Valen a su casa. ¿O es acaso que te quedaste con ese dinero y no abriste las piernas?- Realizó de manera inocente aquella interrogante.
- No voy a contestar...
- ¿Qué cosa?, ¿Que lo estafaste o que le fuiste infiel a tu noviecito?
- ¡¡Nunca le fui infiel por el amor de Dios!!- Sentía su corazón latir aceleradamente ante la maldita presión.
- No digas el nombre de Dios en vano luego de haber cometido tanto adulterio- Recrimino.
- ¿Justo vos me vas a hablar de moral luego de todas las crueldades que has cometido?- Contestó con el mismo filo lanzado, provocando un claro disgusto en Gael.
- Tu solito te la estás buscando querido... No quieras provocarme y es triste que no te lo haya advertido, pero para mantenerte ubicado en la línea en la que estás y no te desvíes, es necesario romper algunas reglas y mandamientos. Total, todos creen que estoy arrepentido de mí vida rebelde- Se aseguró de ser observado atentamente- Debo suponer que no querrás que todos los directivos de la escuela se enteren de tu prostíbulo... Mucho menos nuestro padre.
- No, ¿Qué? Espera... - Expresó con gran desconcierto- Tu no eres así Gael... ¿Por qué eres tan cruel...? Además, ¿Cómo es que puedes hablar?, ¿Acaso no eras mudo?
- No quieres aceptar que siempre fui así. No me vengas con el cuentito de que no soy así. Supe aprovechar muy bien toda la atención que recibí y para no perderla, algunos sacrificios tuve que hacer. Mí voz fue uno de mis muchos sacrificios, luego eras tu. Hasta hace dos años era mudo, pero al ver que todos me querían y nadie a ti, decidí arriesgarme a continuar en una farsa. Con limones, vinagre, hielo y una garganta bien desgastada, lo logré con mucha facilidad. Me tomaba una bebida hecha únicamente por vinagre y limón para tensar las cuerdas vocales, me colocaba el hielo en mi garganta al mismo tiempo que gritaba en una almohada, de esa manera obtenía lo que quería... Perdía mi voz por completo, temporalmente, al mes volvía a repetir el mismo procedimiento una y otra vez...
- No puedes ser tan sádico contigo mismo... Eso es... Horroroso...
- Lo mismo digo de tu cuerpo- Rodó su mirada- Hipócrita.
- Entonces, ante todo lo que has hecho para hacer de mi vida, una total miseria... ¿Tú no me querías...?- Esa pregunta era clave en todo, era la puerta a la verdad...
- ¿Tú qué crees?- Agrego sarcástico- Para mi, no eres nada en mi vida... No eres mi hermano, eres un completo extraño para mi.
- De todo lo que has dicho, eso fue lo peor de todo... - Conteniendo sus ganas por llorar intentó mostrarse fuerte- Yo te he querido como nunca, te amé... Eras lo único que me quedaba... Hice de todo para que un día, los dos... Nos larguemos de aquí... Gano muy poco... Vendí mi cuerpo... Todo para que tu no valores todo lo que he hecho por ti...
- ¿Y que te dijo que yo me quería ir de aquí? Tu querías marcharte y llevarme a rastras sin siquiera preguntarme, ¿Qué por qué tu vida sea una miseria la mía también debe serlo? No querido, estás muy equivocado. Si quieres irte, hazlo, pero conmigo no cuentes. No cuentes conmigo para nada. Ademas... No voy a permitirte que te vayas a ningún sitio, ¿Con quien me divertire entonces?- Interrogó macabro- Yo me encargaré de que todo eso salga a la luz.Te despedirán, te expulsaran... Y todo ese dinero que tienes oculto, lo encontrare y se lo mostrare a nuestro, mejor me corrijo, a mi padre y no dudara en correrte de la casa, ¿Quien quiere por hijo a una perra regalada?
- Mírate, yo no puedo no creer en lo que te has convertido... Así no te eduque. Aunque siendo el centro de atención, puede tener sus consecuencias.
- Pues fracasaste como educador. Y te aviso de antemano que todo esto no es lo único... - Del bolsillo de su pantalón retiró su celular para luego desbloquearlo, busco entre su galería lo que requería en ese momento, no era nada más ni nada menos que un video- Anda, míralo...
Por un momento dudo en su totalidad si mirar aquel video o no, con cierto temor observaba la miniatura del mismo, en la cual predominaba un fondo completamente oscuro. Trago duro mientras se arrepentía de lo que estaría por hacer, apenas dio play al mismo sintió su mundo caer en millones de pedazos que nunca se repararían.
Entre la inmensa oscuridad se lograba divisar con gran facilidad tanto a Valentín como a el mismo en pleno acto de amor. El video duraba entre media a una hora, el cual inicio desde el momento en que "El Resplandor" acabo hasta cuando cayeron dormidos.
Horrorizado e intrigado, sentía como su respiración se entrecortaba segundo a segundo, pedía con todo su ser que la tierra se lo tragará en ese mismo instante. Al parecer, ya no tenía ninguna clase de privacidad.
- Pero... Pero... ¿Cuándo...?- No lograba despegar su mirada del mismo.
- Muy fácil, estuve un largo rato escondido en alguna parte de aquí para grabarlos en pleno sexo. No sabía que tu clientela ahora venía para casa.
- Valen no es ningún cliente, yo lo amo y respeto. No volví nunca más a vender mi cuerpo- Entre en dolor y la impotencia solo dio aquellas palabras.
- Ow, más lindo no podes ser- Nuevamente se expresó con aquel fastidioso tono burlesco.
- Más te vale borres el video- Advirtió.
- ¿Quién dijo que lo borraría? Escúchame atento, nadie en el mundo te tiene que amar. Tu ya estás condenado a vivir en la miseria, solo resta que acabes por suicidarte. Mí deber es darte ese empujoncito para que tu sufrimiento por fin acabe, y esto es apenas el inicio. Si no rompes con Valentín en los próximos tres días, me encargaré de que el te abandone a ti...- Sentenció seriamente al mismo tiempo que formulaba una sonrisa siniestra.
- No puedes hacer eso, no te puedes meter en mi vida amorosa, por un momento en el que soy feliz, tu me la quieres volver a arrebatar... ¡No te lo voy a permitir!, ¡No voy a rendirme así de fácil!, ¡Tampoco pienses que voy a matarme!, ¡¡¡Puedo sufrir depresión pero jamás acabaría con mí vida!!!
- No quería recurrir a esto, pero viendo lo poco colaborativo que eres, no me dejas otra opción. Pero si debo ser sincero, cosa que iba a hacer de todos modos, si no rompes... Mandaré este video tuyo a toda la escuela, inclusive a mi padre... - Automáticamente apagó su móvil para así evitar que el más grande aprovechará a eliminar aquel video- Todos se van a enterar de quién es verdaderamente Aarón Lucero, ¿Quieres que también lo envíe a tu trabajo?
- No... no, no, no por favor... - Diviso como el menor se incorporaba en dirección a la puerta de aquel cuarto, dejando bien en claro su pequeño chantaje.
- Recuerda, si intentas decirle a alguien que no soy mudo, lo que planeo, o algo de lo que hemos hablado, no dudare en mandar el video... Y mira que soy capaz de mucho más...- Concluyó al mismo tiempo que se retiraba de aquel cuarto- ¡¡Tres días!!
El inmenso silencio se hizo presente en aquel ambiente, el de cabellos castaños ya ni sabia como reaccionar ante la situación, llorar era su única escapatoria... Recordando los viejos tiempos en los que compartieron miles y miles de anécdotas y momentos felices, resultaron ser una vil farsa, una vil mentira bien elaborada.
Cerró sus ojos ideándoselas para así huir de aquel enorme problema, pues no lograba comprender en su mayor totalidad el porqué Gael recurrió a la agresividad verbal, a la vez el porque de sus actos y las mentiras. Intentaba buscarle una respuesta a todo lo que el menor había dejado salir. La única respuesta que encajaba a la perfección, eran los celos.
El miedo dominó su cuerpo, la desesperación y temor a lo que Gael sería capaz de hacer para hundir su ya arruinada vida.
- Yo... Yo no quiero dejar a Valentín ... El fue el único que me escuchó y me dio una oportunidad, y por nada del mundo lo dejaría sin ningún motivo... Pero si no lo hago, Gael mandará el video a todos... Y si mi padre se llega a enterar, sería capaz de peores cosas... No se que hacer, yo... Yo... Fui censurado... No puedo hablarle de esto a nadie... Ni siquiera Valen ... Tengo miedo... Tengo mucho miedo... ¿Qué puedo hacer...?
Continuará.
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