Capítulo 30: 20 Mil

~~~Narra Aarón~~~

Por un momento sospeche que Gael inició un plan, un macabro plan digno de un psicópata, ¡Eso era! Esa palabra lo describía a la perfección. Un psicópata con cara de ángel, un psicópata de falsa inocencia que intentaba arruinar mi vida en toda su totalidad. Por un momento que soy verdaderamente feliz, él intenta arrebatarme esa felicidad.

Valen, mi todo... Él es mi mundo, es la razón de mi felicidad, y si él llega a desaparecer... Juro que me suicido, aunque la muerte es la salida más cobarde a todos los problemas. Yo seré fuerte, no permitiré que me alejen de él. Pero... Gael... Está haciendo lo posible para que desconfíe de mí, le ha dicho una vil mentira a Valentín y a todo el colegio. Lo peor es que ahora me tratan como un monstruo y peor, el cual no tiene compasión por alguien aparentemente discapacitado.

Solamente es sordo... Sabe hablar... Sabe actuar... Sabe no decir la verdad...

Sin embargo me mantengo feliz gracias a Alma, ella al ser psicóloga se mantuvo al tanto de mi estado emocional, me escucha, me da consejos, me pregunta acerca de mi vida. La verdad, siento como si ella fuera la madre que nunca he tenido. Ella intenta compensar la falta de amor maternal, ya que una cosa es el amor de mi pareja, pero, el amor de una madre es único e inigualable, es... Es uno de los mayores regalos que una madre nos puede dar... Ellas nos dan la vida, nos dan amor y nos dan una familia...

A pesar de que Alma hace todo lo posible por verme como uno más, yo la valoro... Tal vez sea una de las muy pocas personas mas influyentes en toda mi vida. Esas personas serían: Valen, quien me abrió las puertas del amor y la felicidad. Dante, quien me ofreció la amistad y Alma, quien me abrió los ojos a la vida.

Ahora que lo pienso, debería de volver a La Peatonal, hace una semana estoy ausente, aunque ellos siempre avisan cuando requieren de mi presencia.

En todo el horario escolar no había visto a Gael en ningún momento, ¿Acaso se escapó? Pues lo creo capaz. Me acerqué al secretario del director para poder preguntar qué sucedió. Una vez obtuve una respuesta más que lógica, entendí el porqué de su ausencia. Al parecer en la clase de artística se le bajó la presión, haciendo que llamaran a nuestro padre para que lo retiraran.

Aunque él, supuestamente, está viviendo algo peor que yo, nadie se ríe y opina nada, pero a mi... A mi me burlan y ahora, insultan... Solamente espero que nadie se las agarre a los golpes conmigo... Es lo último que pido...

Una hora antes de retirarnos, tanto Iván como Valentín se retiraron pues por la información que tenía, ambos debían ir a sacarse sangre para un chequeo de rutina. Pobrecito Valen, sin mi no podría aguantar estando en ese sitio, ya que le tiene un miedo inmenso a las inyecciones. Espero no caiga desmayado, o le baje la presión, o cuanto mucho aturda a toda Mar del Plata.

Ya era la hora de la salida e intenté apurarme lo más rápido que pude. Al salir, solo me limité a tragar duro. Mi cuerpo temblaba, comencé a titubear... Mi peor deseo se convirtió en realidad... ¿Por qué mis buenos deseos nunca se cumplen?

Ramiro, Franco, Marcos, Thomas y Lucio me rodearon por completo, no tenía escapatoria alguna...

¿Me pregunto si es normal que las cosas sean tan duras?

Sin embargo yo no pondría resistencia alguna, me considero alguien bastante pacifico e incapaz de responder aplicando la violencia. Ya no parecía importarme si me pegaban, por dentro mi cuerpo ya dolía...

Si les pegaba, estaría replicando su odio.

~~~

Al llegar a mi hogar mi cuerpo dolía, dolía más no poder, tenía moretones por todo mi cuerpo, raspones de milagro no me había hecho, aunque estaba peor que débil. En ese momento pedía un largo y relajante baño caliente en el cual ahogaría todas mis penas del día.

Parecía que ese día me había levantado con el pie izquierdo, no me había sucedido nada bueno, ¿Acaso era Martes 13? No, era Martes 21 de Junio, solamente faltaba un mes para mi cumpleaños, el 21 de Julio cumpliría dieciocho años... Y el 25 de Julio se conmemoraría el fallecimiento de mi madre Belén. Siempre le obsequió rosas negras, son las rosas más hermosas que existen, son raras de encontrar aunque yo, salgo por la mañana y me dedico a buscar una bien linda para una mujer muy hermosa.

Al entrar a mi casa deposité mi mochila a un lado de las escaleras, necesitaba ir a la cocina por algo de hielo para atender a todos aquellos moretones que se resaltan en mi cuerpo, sin embargo tan solo pase el marco de la puerta, clavé mi mirada en la mesa... No sabia que hacer... Por un momento sentí una felicidad inmensa al ver mi gran logro... Mi gran esfuerzo...

El cual fue tirado a la basura.

En la mesa se encontraba mi lata, la cual claramente llevaba un papel escrito "Meta de 27" para no olvidar cual era mi protocolo de vida, mi meta, mi salvación... Aquella lata estaba abierta y todo el dinero apilado en fajos de cien...

- Valla, valla... ¿De dónde habrá salido todo este dinero?- No sabía cómo lo encontró- Tu hermano fue buscar la ropa sucia de tu cuarto, y encontró esto. Así que La Meta de 27, ¿Cuánto querías lograr?- Gael me delató.

Maldito serás.

-Son mis ahorros...

- ¿Y cómo has obtenido tanto?, ¿Vendes drogas?, ¿Te prostituyes? - No le diría la verdad, aunque no tendría porqué mentir, solamente que las circunstancias no eran las más óptimas.

-No despilfarro el dinero...

- No lo despilfarras, se nota que no lo tiras- Note su sarcasmo- Mira Aarón, no me interesa saber cómo mierda lo ganaste, sea limpio o sucio, no me interesa. Además, tengo asuntos más importantes que andar perdiendo mí tiempo con un desagradecido como tu- Como si alguna vez te haya importado de verdad- Veo que estas muy adolorido, supongo que no es necesaria una reprimenda.

- ¿Qué no es necesaria?, ¿No lo vas a castigar? ¡Él tiene que escarmentar! Golpealo... Hazlo padre... Golpealo...

- Voy a ser breve contigo, a donde sea que hayas destinado todo este dinero, parará- Finiquito.

-¡¿Qué?!- No podía creerlo, me quitaría todo mi progreso... Mis sacrificios... Mi esfuerzo... Mi...

- Aquí hay veinte mil- Tan solo faltaban siete mil pesos para lograrlo... No...- No volverás a ver ningún billete de estos, espero te quede claro.

-¡Pronto cumpliré dieciocho!, ¡Con eso haría mi vida!

- Bien por ti. Al menos eres autosuficiente, veo que no precisas tanto de mí ayuda económica- Automáticamente tomo cada fajo de dinero para así guardarlo bajo su poder en aquella lata, arranco la etiqueta para luego arrojarla al suelo- Agradece que te he tenido compasión- Se retiró de la cocina dejándome en mi soledad.

Intentando no llorar observaba la etiqueta "Meta de 27" Meta de 27 mil pesos, en los cuales he obtenido 20 mil pesos... Había hecho un enorme progreso, pues nunca me imaginé que había llegado a tal cantidad. Me sacrifique la gran parte de mi vida peleando por lo que quería, practiqué contorcionismo... Trabaje de mesero... Lamentablemente llegué a prostituirme... Todo por un protocolo de vida...

En un principio La Meta de 27 consistía en juntar 27 mil pesos para viajar a Madrid junto a Gael, donde ahí lo sanaría... Sin embargo nunca pensé que haría una vez lo cumpla... Recién ahora estoy abriendo los ojos, recién ahora me doy cuenta que fue un estúpido protocolo que arruino parte de mi vida, ya que yo sacrifique mucho de mi... Mi tiempo, los estudios, mi cuerpo... He perdido cosas más que valiosas y ya no podría recuperarlas. Ahora solo me queda continuar mi rutina por pasión... Le tomé cariño a mis exhibiciones de contorsión, le tomé cariño el llevarle la comida a mis clientes en la peatonal...

Todos dicen que un protocolo es para mejorar tu vida... Y el mío parecía ser que la arruinaba... La Meta de 27 fue cómplice de Gael, ambos arruinaron mi existencia...

Ahora que haría, ¿Juntar nuevamente todo el dinero? Con intentarlo no pierdo nada, solo que, sinceramente... Ya no sería lo mismo...

Caí de rodillas en el suelo observando aquel papel... No sabía si gritar o llorar. Aunque algo era más que obvio, nunca en mi vida me sentí más miserable...

-Estúpida meta...

Continuará.