05: Paso 3
"Ser más obvios".
—Esto es tú culpa —culpó Jimin, refiriéndose a que ahora debían tomar clases extras por todas las que se saltaron.
—¿¡Por qué es mi culpa!? —preguntó ofendido el azabache, llevando una mano a su pecho.
—Porque el plan fue tu idea —puntualizó—, y tú me obligaste a ser parte de él.
—Si tanto te molesta, pude haber buscado a alguien más —confesó, cruzándose de brazos y con su espalda en dirección al pequeño.
—¿Entonces por qué no vas a buscarlo? —A Jimin nadie lo rebaja, lo educó Jin.
—Porque me da hueva —expresó, volteándose para mirar al castaño—. Además, si yo tengo una mesa, tú la tendrás también. ¡Vengo con beneficios! Y la gente me quiere ver contigo, no con alguien más. —Jimin sólo bufó, no percatándose del grupo de acosador- digo, Dispatch de bajo presupuesto que se acercaban lentamente, escondiéndose tras los casilleros. Ahora sí podrían escucharlos y saber qué pasa.
—No... ¿sabes qué? Me ofendiste, ya no me hables —le dijo, extendiéndole su mano modo "háblale a la mano, puta", mientras avanzaba al salón donde tendría sus clases extras.
—¡Están peleados! —gritó en un susurro Dahyun, asomando un poco su cabeza. Las otras tres asomaron también su cabeza por encima de la cabellera lila.
—Minie... —Fue a por él—. Ya, pues. Perdón —se disculpó, colocándose frente a él para no dejar que se fuera—. No lo decía en serio, ¿me perdonas?
—Tengo que ir a mi clase, Min. —Evitó contestar a su pregunta. No estaría nada mal hacer sufrir un poco a su amigo, después de todo se lo debía.
Lo rodeó, siguiendo su camino, pero no alcanzó a avanzar casi nada, puesto que el azabache lo había abrazado por la espalda y se había colgado de él. El peso de Yoongi impidiéndole avanzar. En serio que estaba bien pinche pesado el maldito.
—¡Suéltame! —Forcejó por quitar los brazos musculosos que se aferraban a su cintura y cruzaban por su estómago—. ¡Te voy a echar un pedo si no te quitas! —amenazó, ya que el morocho estaba con su cabeza a la altura de su trasero.
No se esperó que como respuesta obtuviera una mordida en su glúteo izquierdo.
—¡Ay! —Escuchó la risa de Yoongi—. ¡Pendejo, me dolió! —Trató de golpearlo lo más fuerte que podía, por la posición, alcanzando sólo a darle zapes—. ¡¿Por qué no te vas a buscar otro novio?!
—Porque te quiero a ti... —El agarre del azabache se debilitó, así que pudo liberarse.
—Tú dijiste que era muy molesto, y que mejor hubieras buscado a alguien más. Anda, ve a buscar a esa persona y ya déjame tranquilo. —Okay, escuchar eso ofendió mucho a Jihyo, que salió de su 'escondite' a gritarle a Min.
—¡¿Cómo que vas a buscar a alg...!? —Antes de que pudiese terminar de hablar, o dar más de tres pasos, Dahyun, Mina y Sana le taparon la boca y la hicieron retroceder para que estuviera fuera de la vista de los chicos.
—Eh... —Ambos "novios" se miraron confusos. Yoongi habló—: ¿Quién está ahí?
—... Nadie —dijo Sana tímidamente.
—Ah... está bien —dijo para nada convencido Yoongi, mientras retrocedía lentamente junto con el castaño.
Una vez solos, tenían que doblar hacia la izquierda para desaparecer del pasillo, se echaron a correr. Últimamente tenían mucha gente acosándolos.
Ya frente al salón donde Jimin tendría sus clases extras de álgebra, se giró hacia Yoongi, que tendría que estar recibiendo ya sus clases extras también. Pero con otra materia, y es que ¡los habían separado! ¡Esas almas malvadas se habían atrevido a separarlos!
—Bien, aquí nuestros caminos se separan, Min —despidió Jimin, olvidando todo el drama anterior. Dory tiene buena memoria al lado de esos dos.
—¿No me das un besito de despedida? —se burló, estirando sus labios como si comiera espagueti invisible. Jimin se inclinó hacia el morocho, a escasos milímetros de los labios rosas dijo—: Nel. —Y le dio una pequeña abofeteada sin fuerza, sólo para girar la cabeza de Yoongi a un lado.
—Oye, no seas egoísta —dijo Yoongi. El castaño le sacó la lengua antes de meterse al cuarto de tortura y cerrarle la puerta en la cara. Yoongi soltó una leve risa antes de ir a recibir esas torturadoras horas extras. Una vez el azabache desapareciera de la vista, otro pequeño grupo salió. Porque si uno fallaba, le avisaba al otro que se pusiera en acción. Dispatch se siente orgulloso de esos jóvenes.
—¿Qué opinas, Tzuyu? —preguntó Momo a las más alta, que fácilmente podía reconocer a alguien enamorado, triste, mentiroso, etc. Tenía talento para identificar las emociones de las personas.
—Está muy enamorado —dijo con una sonrisa—. Él lo está.
Porque sí, Yoongi estaba enamorado del castaño, se había dado cuenta desde que empezó su plan para conseguir la mesa.
Pero eso no tenía por qué saberlo Jimin.
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