01: Idea
Ahí estaban otra vez, Jimin y Yoongi, sentados en el frío y duro —además de un poco sucio— suelo, comiendo con desgano su almuerzo. Sentados uno al lado el otro, miraban con envidia a sus hyungs, que sí tenían un sitio cómodo para comer, y los desgraciados no hacían ni el intento de conseguirles lugar.
Si pudieran regresar en el tiempo, lo primero que hubieran hecho, al entrar a la cafetería, sería haber acaparado un asiento. Lamentablemente, eso seguía siendo ciencia ficción.
Yoongi tenía su ceño fruncido mientras masticaba su sándwich, observando las mesas repletas de gente. ¿Por qué no se van a otro lugar para comer?, quizás pregunten. Fácil; en la hora de almuerzo, obligatoriamente, tienes que estar en la cafetería. No puedes salir al patio, ni quedarte en el salón, hasta después de veinte minutos. Sólo puedes salir al baño, pero, ¿comer en el sucio y apestoso baño? No, gracias.
—¡Agh, ya estoy harto! —gritó el azabache, asustando a su amigo—. ¡Iré a sentarme a una de esas malditas mesas!
—¡Yoongi, no! —advirtió—. Te darán otra paliza por sentarte en un lugar que ya está apartado. Conoces las reglas. —Sostenía firmemente el tonificado brazo del azabache. Yoongi bufó, sentándose de nuevo al lado de Jimin.
—Sólo quiero comer cómo una persona decente el resto del año —se quejó lloriqueando.
—Pero no podemos, ninguno de los dos; las mesas ya están apartadas, todas —razonaba el castaño, con un tono de cansancio.
Yoongi no dijo nada más. Su mirada vagó por todo el lugar hasta centrarse en las mesas vacías que estaban cerca del rincón: las mesas para las parejas. Cada mesa era para una sola pareja, a menos que estás decidieran juntarse en grupo. Pero no cualquier par de novios podía sentarse en una, no. Tenía que ser conocida la noticia de que salían, Y TENÍA que ser del agrado de la mayoría esa pareja (ese es el punto más importante), y ¡Ta-da! Eso era todo lo necesario para tener garantizado una mesa.
Yoongi quería una mesa donde sentarse, a como fuera. Pero, ¿con quién se emparejaría? Eso no lo tenía claro. La verdad, él no quería dejar su soltería, su libertad. Además, si eligiera a cualquier chica para estar con él, le haría un drama completamente innecesario, sin importar que tan desesperada estuviera. ¿Y un hombre? Parecía más fácil, pero, na. Le parecían poco atractivos, todos excepto-
—¡Jimin oppa! —habló una chica de pequeña estatura, acompañada por seis chicas más. Éstas estaban emocionadas por algo, cubriendo su boca y dando pequeños brinquitos de alegría, cual niñas pequeñas—. Jimin oppa, ¿podría posar con Yoongi oppa para una foto?
Hasta ese momento, no se habían dado cuenta de la cámara de fotos instantáneas que la chica traía entre las manos. Se miraron entre ellos, extrañados, pero cumplieron con el pedido de la chica. Ésta sacó la foto e inmediatamente su grupo se amontonó a su alrededor chillando emocionadas. Los dos chicos no sabían que pasaba en la mente de las chicas.
—¡Oppas, son muy lindos juntos! —dijo, no, más bien gritó otra chica—. ¡¿Por qué no son pareja?! —Puchereó.
Mientras las otras chicas comenzaban a opinar a favor de su amiga, Yoongi quedó sumergido en lo más profundo de su cerebro, pensando, considerando, planeando, hasta que dio con una de las más locas ideas que pudo haber tenido.
Él y Jimin, como novios. Si fingían ser novios, entonces tendrían lugar para comer, y al parecer, eran una de las parejas más esperadas por confirmar del lugar.
—¿Qué? —dijo confundido el castaño. Estando apunto de negar aquello que las chicas tanto anhelaban, el azabache se levantó del lugar rápidamente, tomando la mano de Jimin y jalándolo consigo, desapareciendo del lugar dejando a las Yoonmin shipper con mucho que pensar.
Justo cuando pasaban por la puerta, casualmente el timbre sonó, dando a avisar que la hora de almuerzo terminó.
Siguió corriendo, con el contrario apenas y pudiendo seguirle el paso, hasta finalmente detenerse frente a los casilleros.
—¡Ey, ¿qué carajo te pasa?! —dijo Jimin, notablemente molesto.
—Escucha. Sé que es repentino, ¡pero he tenido una de las mejores ideas de mi vida! —dijo Yoongi, de soslayo alcanzó a divisar a las chicas que los shippeaban, los habían seguido en busca de romance.
Y se los daría.
—¿Qué? —dijo sin confianza el castaño—. Min, tus ideas son pésimas. No recuerdas cuando se te ocurrió- —Fue interrumpido por el pelinegro, quien lo tomó de ambas muñecas y lo empujó atrás, acorralándolo entre su cuerpo y los casilleros.
—Perdón por esto —dijo, dejando confundido a Jimin, que inmediatamente entendió a lo que se refería al sentir como los labios de su amigo se apegaban a los suyos. Sintió su propio rostro enrojecer, y de seguro que también parecía que sus ojos se saldrían.
A lo lejos pudo escuchar los gritos de emoción de unas chicas, aunque en esos momentos estaba más concentrado en los labios ajenos presionando en los suyos.
Mientras, Yoongi se sentía satisfecho.
Ahora esas chicas raras creerían que él y Jimin eran novios o algo por el estilo. Ya casi podía sentir una banca en su trasero.
Pocos segundos después se separó, viendo a su sonrojado amigo. Los tomates se quedaban pendejos al lado de Jimin. Volteó a ver a las chicas, que al verse descubiertas corrieron torpemente a esconderse tras los casilleros. Como si Min no las hubiera visto y escuchado. Pero sólo se encogió de hombros, fingiendo que no vio nada, a pesar de ver todo.
Jimin salió de su momentáneo shock, su vergüenza siendo remplazada por molestia.
—¡Oye, ¿qu-?! —Yoongi entró en pánico; si se quejaba, iban a darse cuenta de que era una actuación. Por lo que no tuvo mejor idea que tomar las mejillas de su amigo e iniciar con un beso subido de tono.
Apegó más su cuerpo al otro, dejando todo su peso sobre el menor cuando éste intentó apartarlo. Inclinó su cabeza a un lado, profundizando el beso y pasó un brazo a la cintura del castaño, acariciándola. Trató de mirar hacia el grupo de chicas y creyó ver como una caía al piso.
Se aseguró de que el beso durara unos minutos, si esto no convencía a nadie, se tiraría de un puente.
Cuando se separó, estaba seguro de que Jimin se encontraba lo suficientemente atontado por tal acalorado beso que podría llevarlo a un lugar sin tantos espectadores sin que este hiciera un escándalo por el beso. Así que se dirigió a la biblioteca, ahí le contaría sobre su loco plan.
Nota:
Tengo el permiso de xGarumingx para hacer esta adaptación, ¡gracias por concederme el permiso! (Su cuenta fue borrada, pero ahora la pueden encontrar como garuming)
Esta será la adaptación que adaptaré con mucho gusto en los momentos de estrés; algo cómico que me iría bien un un futuro cercano. Demoré en publicarla por la portada, fue difícil encontrar un material que me gustara, y hoy salió algo decente, gracias a los manips por existir. Y es un estilo que no había probado nunca porque creía que me saldría re mal, pero va un poco (bueno, que este libro no es de edición, sorry).
¡Gracias por leer!
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