—Kookie,  pendejo,  ya sueltame — dijo,  con una enorme sonrisa que hacia delirar a Jungkook.

Sí,  ahora sí,  en verdad,  oficialmente,  completamente afirmativo,  cien por ciento real no fake... Eran verdaderos novios,  con verdaderos sentimientos que van más allá que el deseo de una mesa.

—Pero no quiero,  estoy cómodo así — hizo un puchero. Taehyung estaba sobre él,  a horcajadas. Y él estaba recostado en el sillón del castaño,  con sus brazos enrollado la cintura canela por debajo de la camisa.

—Jungkook...  — trató de advertir,  más al ver como el otro estiraba sus labios,  pidiendo un beso,  olvidó todo y se acercó a besarlo con devoción.

—Igual,  tu madre tardarán en llegar — restó importancia el azabache,  bajando sus manos a los rellenos muslos descubiertos por el short.

—¿Y que te gustaría hacer?  — preguntó con voz baja y sensual, comenzando a removerse.

Jungkook solo sonrió en respuesta,  tomando con una mano los cabellos castaños y acercándolo para besarlo,  mientras la otra aterrizó en el glúteo para comenzar a acariciarlo.

—¡TaeTae! Ya llegué de México y traje tac-...  — las palabras de Matthew fueron interrumpidas por el gemido que soltó el castaño.

Mierda.

Taehyung notó que su hermano mayor acababa de llegar, quedándose helado ante la aterradora mirada que este le daba a Jungkook,  mismo que hacia chupetes en su cuello sin enterarse de que se estaba planeando su funeral.

—J-jungkook...  — dijo con voz temblorosa. El azabache asumió que la voz inestable se debía al placer,  así que siguió.

—Jungkook...  — escuchó esta vez la voz de BM.

Oh,  santa mierda.

Con lentitud giró su rostro hacia la voz profunda e intimidante,  encontrándose con que Matthew lo miraba con llamas de furia en sus ojos y su mano comenzaba a buscar algo en su pantalón, sacando una navaja.

Se cagó.

—¡Corre, perra! ¡Corre! — le gritó Taehyung,  que ya se había quitado de encima.

Jungkook prácticamente saltó del sillón,  corriendo con todo lo que sus piernas le permitían. Matthew iba detrás de él,  muy cerca con la navaja al aire.

—¡Matthew!  — trató de paralo  — ¡No debías de juntarte con Brayans en aquel rancho!

—¡Voy a cortarte las pelotas,  Jeon! —

—¡No a mis Juniors!  — tapó su entrepierna con terror — ¡Piedad!

—¡Te voy a castrar con una cuchara,  maldito desflora-hermanos-menores!  — Jungkook entró al cuarto del castaño,  seguido de Matthew y Taehyung,  quien iba detrás de ellos.

—¿¡Y cómo se supone que yo vaya a follar con Jungkook si lo castras!?  — El grito hizo que su hermano se girara a él,  dándole tiempo a Jungkook de idear un plan para escapar.

—¡Tú no vas a cojer hasta que te cases! —

—Upsiis — dijo sólo para hacer enojar. Mala idea. Matthew volteó con una mirada de asesino que te cagas mirando a Jungkook.

Si las miradas mataran,  Jungkook estaría completamente desmembrado,  golpeado,  quemado y bajo tierra.

—¡Weeeeeeey!  — gritó con pánico el azabache,  viendo como se acercaba su posible muerte.

—¡No es cierto,  BM!  — tomó su brazo,  tratando de detenerlo. Pero ni sus zapatos le impedían ser arrastrado — ¡Sólo nos manoseamos!  ¡Nada más!

—Taehyung... ¡Ya cállate!  — lágrimas,  de macho pecho depilado que siente la muerte cercana— ¡Me van a matar! — chilló como niña.

Al final Jungkook saltó por la ventana,  corriendo a refugiarse hasta su casa. Ahora ya no podía ir a la casa del castaño sin que su hermano mayor tratara de meterle un palo de escoba por el culo.

Y no podían ir a su casa sin que sus padres dejaran de acosarlos.

Tampoco sus hyungs querían prestarles un cuarto o su departamento por unas horas.

¿Qué pacto con el diablo debían de hacer para poder coshar agusto?
¿Taehyung usaría silla de ruedas?
¿Este es el final?
¿eStÁs lEyEnDO eStO cÓMo pENdEjA?

La respuesta a todas las preguntas cerradas es sí.

y... ¡se acabó!
tenía un extra pwro ese no lo guardé. </3
bno, espero q hayan disfrutado d esta cosa creada en 2018.

—garu