04: PASO 2 (pt.2)
"Actuar cariñosos"
TaeHyung y JungKook, luego de huir de la manada de locos que los grababan, descansaban en el patio, recargados en su árbol para conspiraciones privadas entre ellos. TaeHyung temblando ya que había olvidado su chamarra, y , pinche frío estaba haciendo. La navidad estaba llegando y avisaba que no te iba a traer un coreano, vieja ridícula.
JungKook bostezaba, el pendejo se desveló viendo sus k-dramas hasta las dos y cuarto de la madrugada, cuando entraba a su primera clase a las siete de la mañana, junto con Tae.
—Tengo frío — dijo el castaño. Por reflejo JungKook abrazó a TaeHyung, acercándolo hasta hacer que se sentara en sus piernas de lado, usando el pecho de este como almohada mientras friccionaba sus manos en los brazos y espalda de Tae, para darle calor. Ambos bien acurrucados — ¿Qué haces? — preguntó acusatoriamente por el extraño comportamiento amoroso de su amigo, sin embargo se sentía cómodo. Un poco extraño, pero cómodo.
—Tú tienes frío y yo tengo sueño — explicó brevemente. TaeHyung solo asintió dándole la razón sin hacer más cuestionamientos.
El pequeño detalle que habían olvidado era que justamente tocaba clase de deporte, y los esclavos- ¡digo, alumnos! estaban trotando cerca de ellos. El gimnasio había sido acaparado por las porristas y estas se habían negado a dejarlos ejercitar ahí, por lo que no les quedó de otra que trotar afuera.
En el grupo que corría se encontraba Yeri y Wendy, que se dieron cuenta de los dos chicos y de cómo TaeHyung acariciaba el cabello de JungKook, y cómo el último mencionado abrazaba cálidamente al castaño en sus piernas. Fue inevitable no gritar de emoción, el joto-radar estaba por las nubes.
—¿Ya ves, Wendy? — dijo Yeri, sacudiendo a la rubia con su mano y apuntando al KookTae con la otra — ¡Te dije que esos jotos eran novios!
—¡Ya lo veo! — dijo igual de emocionada que la castaña clara — ¿Puedo unirme al grupo que hiciste? — Yeri asintió.
Las dos adolescentes fujoshis estaban más que emocionadas, gritando en 'silencio' mientras brincaban abrazadas.
—¡SeungWan, Yerim! — llamó molesto el entrenador, las dos cerraron sus ojos esperando el regaño, queriendo golpear al señor Kwon por llamarlas por su nombre real — ¡Sigan corriendo! — les ordenó, a lo que ellas obedecieron. Era mejor hacer caso, si no las pondría a trotar por quince minutos o a hacer las torturadoras lagartijas —. ¡Jeon y Kim! — gritó lo suficientemente alto para sacar de su burbuja a los dos —. ¡Hagan sus joterias en otra parte, me distraen a mis raras alumnas, hombre!
—¡Agh, profe! — se quejó JungKook —
¡Pero si estoy bien agusto! ¡Déjeme dormir! — dijo, para volver a acurrucarse en TaeHyung, que solo sonreía nervioso y avergonzado al profesor Kwon Jiyong.
—¡Yo tengo frío! — dijo TaeHyung y se levantó del regazo de su amigo, escuchando e ignorando su grito de protesta —. Vamos adentro, JungKook — dijo, jalando la mano del conejudo para levantarlo, pero, ¡No mames, como pesaba el pinche kuko! —. Agh, ¿pero que tanto comes que pesas tanto?
—Son mis músculos los que pesan, beibe — dijo, usando una voz de chico popular descerebrado hollywoodense. También trató de guiñar un ojo. Digo trató por que terminó guiñando con los dos ojos.
—Estás bien pendejo, Kook — Dijo. JungKook sonrió de repente, mostrando sus dientes con cara de violador.
—Dijiste una grosería~ — TaeHyung abrió a tope sus ojos. Oh, no. Eso significaba beso.
Vio a JungKook levantarse, olvidando toda su aparente flojera y desvelo. Para eso si no le daba hueva levantarse al maldito.
"¡CORRE PERRA, CORRE!" pensó el Tae al ver como se le acercaba un JungKook con cara de pedófilo. Obedeciendo sus pensamientos momeros, se fue corriendo a la verga. Pero no a la de JungKook, que sad.
Corriendo dentro del edificio torturador de almas adolescentes, TaeHyung huía de los labios de su amigo, que amenazaban con compartirle ADN.
Después de minutos subiendo y bajando por las escaleras, al estar corriendo escaleras abajo el segundo piso, justamente a la mitad de estas JungKook logró atrapar a Tae. Solo que ambos terminaron rodando por las escaleras a causa de eso. Rodando abrazados el uno con el otro, que romántico todo.
—Si serás pendejo — dijo TaeHyung en un hilo adolorido de voz. JungKook estaba sobre él probablemente inconsciente.
—Si no corrieras para huir de tu castigo esto no pasaría... — bueno, el lado bueno era que no estaba inconsciente.
—Lo haces sonar como si estuviéramos en un Daddy Kink — comentó. JungKook sonrió, otra loca idea había surgido de las profundidades de su mente.
—Te propongo algo... — comenzó, levantándose de encima de TaeHyung terminando sentado en sus pantorrillas.
—Que no sea matrimonio, porfa — se sentó de igual forma que JungKook. JungKook rodó los ojos ante el comentario de Tae con una sonrisa.
—Para salvarte de uno de mis sabrosos besos — Tae bufó —, tendrás que decir: "Perdón — ok, decir perdón no era difícil — Daddy. Bebé lo siente" — okay... ¿qéu?
—¡Maldito loco! — lo empujó — ¡No voy a decir eso! Que puta vergüenza —. JungKook se fue acercándo con intensiones de besarlo — ¡Ah, no! ¡No lo hagas! ¡Perdón, Daddy, bebé lo siente! ¡bebé lo siente! — gritó con un enorme sonrojo que cubría hasta sus orejas.
¿Envidia, tomates? ¿ENVIDIA?
—Le dijiste Daddy... — dijo una chica que apareció de la nada, así como yo en los grupos de wsp —. ¡Oh, por Satán! — es muy cliché usar 'Dios', ¿okey? — BL y Daddy Kink! — parecía que estuviera a punto de colapsar. Y para comprobar aquello, Jeon dejó un pequeño beso en la mejilla roja de Tae — ¡AHH! — un grito fangirl y estaba en el piso.
Como buenas personas caritativas y humildes la dejaron ahí tirada... pero con un letrero ligeramente modificado que decía: "Cuidado, piso fujoshi. No pisar o te chupa el diablo".
—Ya ves, las parejas cariñosas se dan besos. Y ella hasta se medio murió cuando vio que te di un beso — comentó JungKook con orgullo, como si hubiera sacado 10 en un examen que no estudió.
—Sí, sí. Ya entendí: cuando haya gente cerca te doy un beso en el cachete, ajá — dijo con desgano —. Continuemos con esto y mañana seguimos con el siguiente paso. Mientras más rápido se acabe esto, mejor.
—Concuerdo contigo. Para el lunes ya quiero tener mi mesa — era martes, aún tenían tres días para llevar a cabo el plan, entonces el lunes ejecutarían el último paso y ese mismo día tendrían la mesa.
Sonó el timbre que avisaba que era hora de comer.
—Vele avisando a tu culo que se va a sentar en el piso — se burló, a pesar de que el también se sentaría en el suelo.
—Oye, Tae. Nos saltamos como tres clases, no mames.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro