Capitulo 8
Dentro de su mente, Taehyung estaba fascinado por la escena que se desarrollaba a su alrededor. Observaba cómo Jungkook, lleno de preocupación y compasión, intentaba consolarlo mientras él se dejaba llevar por su actuación. Cada lágrima que caía de sus ojos, cada grito de angustia, eran parte de un espectáculo que había estado ensayando en su mente durante días.
La adrenalina corría por sus venas mientras el caos se desataba a su alrededor. La gente se aglomeraba, algunos tomando fotos con sus teléfonos, otros llamando a familiares y amigos para contarles sobre el trágico acontecimiento. Taehyung sabía que cada detalle contaba, y su corazón latía con emoción al ver cómo todo encajaba en su plan.
-¡Por favor, ayúdenme! -gritó de nuevo, dejando que la desesperación se mezclara con un matiz de angustia casi teatral.
Mientras Jungkook le hablaba con suavidad, intentando calmarlo, Taehyung se perdía en sus pensamientos. "Esto es lo que significa tener control", se dijo a sí mismo. "Esto es poder".La forma en que todos se volvían hacia él, llenos de compasión y horror, lo hacía sentir como un maestro de marionetas, tirando de los hilos de las emociones humanas.
Jungkook, con su mirada preocupada, era el objeto de su fascinación. Taehyung se preguntó cómo reaccionaría Jungkook si supiera la verdad, si supiera que él había sido el autor de esta tragedia. Esa idea lo llenó de un placer oscuro. La cercanía de Jungkook, su deseo de proteger y ayudar, solo intensificaba su emoción.
La policía llegó rápidamente, y los agentes comenzaron a hacer preguntas. Taehyung sabía que tenía que mantener su historia consistente. Mientras escuchaba a los oficiales interrogarlo, sentía que estaba en el centro de una obra teatral, con él como protagonista.
-¿Está seguro de que no vio la cara del agresor? -preguntó uno de los policías, tomando notas en su libreta.
-No, no podía ver nada... estaba tan asustado -dijo Taehyung, apretando los labios y dejando que las lágrimas brotaran de nuevo, un espectáculo que había perfeccionado.
La situación se tornaba cada vez más dramática. Jungkook se acercó a él, su expresión de preocupación transformándose en algo más intenso.
-¿Estás bien? -preguntó, su voz suave pero firme-. Lo siento mucho, Taehyung. Vamos a encontrar a ese tipo, lo prometo.
Taehyung sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar la promesa de Jungkook. Esa confianza, ese deseo de protegerlo, lo llenaba de una satisfacción casi adictiva. Sabía que podía manipular esos sentimientos a su favor.
-Gracias, Jungkook. Solo quiero que esto termine... -susurró, dejando que se filtrara un toque de vulnerabilidad en su voz.
Mientras los policías seguían indagando, Taehyung se dio cuenta de que la multitud lo miraba con pena, y eso solo alimentaba su ego. "Eres un genio", pensó. "Un verdadero maestro del engaño."
Finalmente, después de varios minutos de interrogatorio, los oficiales comenzaron a dispersar a la gente, asegurando que tomarían acción inmediata. Jungkook, todavía en la escena, se volvió hacia Taehyung, su rostro lleno de seguridad.
-Voy a asegurarme de que esto no quede impune. Mis hombres trabajarán con la policía. -Sus ojos brillaban con una mezcla de rabia y tristeza-. Te prometo que haré todo lo posible.
Taehyung sintió una oleada de satisfacción. "Jungkook está completamente atrapado en mi juego". Mientras Jungkook se alejaba para coordinar con su equipo, Taehyung se permitió un momento para respirar profundamente, disfrutando del caos que él mismo había creado.
A medida que la noche se asentaba, las luces del parque comenzaban a parpadear, y la atmósfera se tornaba más oscura. Taehyung se dio cuenta de que había logrado lo que se había propuesto: había sembrado el miedo y la confusión, y había capturado la atención de Jungkook de una manera que nunca imaginó.
-El juego apenas comenzaba,- se dijo mientras se alejaba de la escena, la sonrisa siniestra regresando a su rostro. Taehyung sabía que había más en juego de lo que nadie podía imaginar, y estaba más que listo para seguir adelante. La noche estaba llena de posibilidades, y él estaba en el centro de todo.
Taehyung se acercó a Jungkook con una expresión entre triste y decidida, manteniendo la actuación en su punto más alto.
-Gracias por tu ayuda, Jungkook. Quiero llevar a Oso a un lugar especial para darle una sepultura adecuada -dijo, su voz temblando ligeramente mientras miraba el cuerpo inerte del perro en el suelo.
La preocupación en los ojos de Jungkook se intensificó.
-¿Quieres que te acompañe? -preguntó, su tono lleno de sinceridad.
Taehyung dudó por un momento. ¿Debería dejar que Jungkook se adentre más en su mundo? Pero la idea de que Jungkook lo viera en su entorno, en su verdadera casa, era tentadora. Sabía que debía mantener el control, y tener a Jungkook a su lado podría ser la forma perfecta de seguir manipulándolo.
-Sí, claro. Me gustaría que estuvieras conmigo -respondió finalmente, dejando escapar una pequeña sonrisa, como si la tristeza lo abrumara.
Jungkook asintió, y juntos se dirigieron hacia el auto de Taehyung. El camino hacia la casa que había elegido era corto, pero significativo. Era una pequeña propiedad que había mantenido oculta, lejos de sus actividades más macabras, pero lo suficientemente cerca del parque para que Jungkook no sospechara.
Mientras conducía, Taehyung se concentraba en la carretera, pero su mente estaba en un torbellino. Esto es lo que quiero, pensó, seguir acercando a Jungkook a mi mundo. La idea de que Jungkook participara en su juego lo llenaba de una excitación oscura.
Al llegar a la casa, Taehyung salió del auto, sintiendo el peso del cuerpo de Oso en su bolso. La fachada del lugar era acogedora, con flores que adornaban el pequeño jardín, una imagen que contrastaba con lo que realmente ocurría en su interior.
-Es un lugar tranquilo -dijo Taehyung, tratando de sonar casual mientras abría la puerta y dejaba que Jungkook entrara primero.
Jungkook miró a su alrededor, admirando la decoración simple pero cálida. -Me gusta. Se siente... acogedor.
Taehyung sonrió, sintiendo que todo iba según lo planeado. Sabía que debía usar esa atmósfera para su ventaja.
-Gracias. Me gusta mantenerlo así. Es un buen lugar para reflexionar.
Mientras Jungkook exploraba el espacio, Taehyung se dirigió hacia el fondo de la casa, donde había un pequeño jardín trasero. Allí, podría llevar a Oso y hacer lo que había planeado.
-Voy a preparar un lugar para Oso -anunció, manteniendo su voz suave y triste. Jungkook lo siguió, su preocupación palpable.
-¿Necesitas ayuda? -preguntó Jungkook, mirando a Taehyung con una mezcla de compasión y deseo de ayudar.
-No, en serio. Solo necesito un momento -respondió Taehyung, sonriendo para disimular la emoción que sentía por tener a Jungkook tan cerca.
Una vez en el jardín trasero, Taehyung dejó caer el bolso con el cuerpo de Oso en el suelo. Su corazón latía con fuerza mientras comenzaba a excavar un pequeño hoyo, asegurándose de que Jungkook no pudiera ver la verdadera naturaleza de su acto.
-¿Te gustaría que dijéramos algunas palabras? -preguntó Jungkook, su voz sincera y llena de emoción.
Taehyung asintió, sintiendo que cada palabra que Jungkook pronunciara solo aumentaría su credibilidad.
-Sería genial. Oso era un buen amigo.
Mientras Jungkook hablaba sobre lo feliz que había hecho a Taehyung y la alegría que había traído a su vida, Taehyung se permitió un pequeño momento de satisfacción. "Lo estás atrapando más y más", pensó . Mientras observaba a Jungkook, su rostro iluminado por la tristeza genuina.
Cuando terminaron, Taehyung colocó suavemente el cuerpo de Oso en el hoyo. A medida que cubría al perro con tierra, su mente divagaba hacia el futuro. "Todo esto es solo el comienzo". Tenía grandes planes y estaba disfrutando cada momento del juego.
Con cada acción, cada lágrima fingida, se acercaba más a Jungkook, y eso lo llenaba de una alegría retorcida. La vida de Jungkook, su confianza, sus emociones, todo estaba en sus manos. Y mientras se alejaban de la tumba improvisada, Taehyung sabía que había sembrado las semillas de su próximo movimiento. El juego apenas comenzaba, y él estaba decidido a ganar.
Al entrar en la casa, Taehyung dejó caer la puerta detrás de él, sintiéndose una mezcla de control y euforia al ver a Jungkook tan preocupado. La atmósfera de la casa se tornó pesada y tensa, y Taehyung, buscando mantener la ilusión, comenzó a llorar.
-¡Es tan injusto! -exclamó, dejando que las lágrimas fluyeran libremente-. Oso era mi compañero, mi mejor amigo... ¿Cómo pudo esa persona horrible hacerme esto? ¡Quiero venganza!
Jungkook, al ver a Taehyung en ese estado, sintió que su corazón se desgarraba. La sinceridad de su dolor lo tocó profundamente. No sabía cómo consolarlo, pero su instinto protector se activó.
-Taehyung... -dijo, acercándose y abriéndole los brazos-. No estás solo en esto. Lo siento mucho... Si no te hubiera insistido en que nos juntáramos, tal vez no hubiera pasado.
Taehyung sintió una oleada de satisfacción al escuchar esas palabras. "Perfecto", pensó. "Tienes la culpa, Jungkook". Su corazón se llenó de una alegría oscura al saber que podía seguir manipulando los sentimientos de Jungkook.
-No, Jungkook, no es tu culpa -dijo Taehyung, abrazándolo con fuerza, dejando que sus lágrimas se mezclaran con la ropa de Jungkook-. Necesito que sepas que no puedo dejar que esto quede así. No puedo simplemente olvidarlo.
Jungkook lo sostuvo, sintiendo que su propio corazón se apretaba ante la devastación de Taehyung.
-Lo sé, lo sé... Pero prometo que haremos justicia. Encontraremos a ese tipo y lo detendremos.
Taehyung se separó un poco para mirarlo a los ojos, dejando que su expresión de dolor se transformara en una mezcla de gratitud y una pizca de manipulación.
-Gracias, Jungkook. Tu apoyo significa mucho para mí. No sé qué haría sin ti en este momento.
La vulnerabilidad de Taehyung estaba perfectamente calibrada, y Jungkook, atrapado en su red de emociones, se sintió aún más conectado a él. Era como si, en su dolor, Taehyung hubiera encontrado una forma de acercarlo a su mundo, un mundo que Jungkook apenas comenzaba a vislumbrar.
-Haré lo que sea necesario -prometió Jungkook, su voz firme-. No dejaré que te lastimen de nuevo.
Al escuchar eso, Taehyung sintió una chispa de emoción. "Sí, sigue así, Jungkook". Cada palabra que salía de su boca era un paso más hacia el control total. Mientras Jungkook lo abrazaba, Taehyung se permitió un momento para disfrutar de la manipulación, sintiéndose el titiritero de una obra que estaba lejos de finalizar.
-Te prometo que haré todo lo que esté en mis manos para que esto no vuelva a suceder -dijo Jungkook, su voz llena de determinación.
Eso solo alimentó la ambición de Taehyung. Sabía que tenía a Jungkook exactamente donde lo quería: dispuesto a protegerlo, a luchar por él, y, sobretodo, a sentirse culpable por lo que había ocurrido.
"El juego se estaba volviendo más interesante," pensó mientras seseparaba de Jungkook, dejando que las lágrimas siguieran fluyendo como parte de su actuación. "Todo esto es solo el inicio de lo que tengo planeado".
Mientras Jungkook intentaba consolarlo, Taehyung sabía que cada lágrima, cada palabra que decía, lo llevaba un paso más cerca de la venganza que realmentedeseaba. "Usaré este dolor para acercarlo a mí".
-Vamos a encontrar a ese hombre -dijo Jungkook, su voz ahora firme-. Pero primero, necesito que sepas que estoy aquí contigo, y que juntos podremos superar esto.
El brillo en sus ojos era una mezcla de tristeza y satisfacción, y mientras Jungkook lo miraba, Taehyung sabía que había logrado lo que se había propuesto. El juego apenas comenzaba, y él estaba listo para jugar.
Les traigo un nuevo capítulo
Espero les guste
Prometo estar más activa
🥹🥰
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