Taehyung amarraba a su Victima y empezó a cortar una de sus piernas mientras ella estaba aún despierta, los gritos desgarradores pará él era música para sus oídos, mientras tanto Jungkook se preparaba para buscar por algunos lugares sin dar con respuestas, hasta cuando luego de algunas horas.

Jungkook mientras revisaba las camaras del parque se dió cuenta que el asesino sabia donde se encontraban y no pasó por ningúno de esos lugares y mientras las revisaba,recibe un llamado que encontraron un cuerpo cerca del parque, el con un poco de esperanza esperaba que no fuera la ciclista, así que se fue rápidamente al lugar que le indicaron,pero su esperanza se esfumó cuando vió el cuerpo.

Jungkook se quedó paralizado por un instante, el corazón latiéndole con fuerza en el pecho. La escena frente a él era devastadora. El cuerpo, tendido en el suelo, estaba marcado por la violencia, y la luz del atardecer apenas lograba iluminar las sombras de lo que había sucedido. Su mente se llenó de recuerdos de la ciclista, su risa y su espíritu libre, ahora reducidos a un triste eco.

Mientras tanto, Taehyung disfrutaba de ver el vídeo de su obra. Cada grito, cada súplica, se convertía en un eco de su propia euforia. Era como si el tiempo se detuviera a su alrededor, imbuido en una mezcla de placer y poder. Sabía que Jungkook estaba tras su pista, y esa persecución solo aumentaba su emoción.

De regreso a la escena del crimen, Jungkook se acercó al cuerpo con cautela. Los forenses ya estaban trabajando, recogiendo pruebas y tomando notas. Él se sintió impotente. Había llegado demasiado tarde.

-¿Es ella?,- preguntó, su voz temblando.

Un oficial asintió solemnemente.

-Lo siento, Jungkook. Es la ciclista desaparecida.

La rabia y la tristeza se mezclaron dentro de él, creando un torbellino de emociones. Sabía que debía actuar rápido; El asesino no se detendría aquí. Con cada víctima, se volvía más audaz, más peligroso.

Mientras tanto, Taehyung miraba las noticias en su teléfono, riendo para sí mismo al ver la cobertura del caso.

-La caza ha comenzado, -murmuró, sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Sabía que Jungkook lo buscaría, y estaba listo para jugar este juego macabro.

Jungkook, decidido a no dejar que más inocentes sufrieran, revisó el video de las cámaras de seguridad una vez más. Se dio cuenta de un patrón: los lugares donde el asesino había actuado eran siempre en zonas donde la visibilidad era baja.

-Debo encontrarlo antes de que haga otra víctima, -se dijo a sí mismo.

Con una nueva determinación, comenzó a trazar un mapa mental de las áreas que aún no habían sido revisadas. Tenía que anticiparse a los movimientos del asesino, no solo como policía, sino como alguien que había perdido a una amiga hace un tiempo atrás.

La noche caía, y Jungkook sabía que el tiempo se estaba acabando. Sin embargo, en la oscuridad, Taehyung sonreía, sabiendo que la caza apenas comenzaba.

La tensión entre Jungkook y Taehyung se intensifica.Jungkook, consumido por la pérdida de su amiga y la urgencia de detener al asesino, decidido a anticipar cada movimiento de Taehyung. Mientras revisa las grabaciones de las cámaras, su mente trabaja frenéticamente, buscando pistas que lo lleven a su oponente.

Por otro lado, Taehyung disfruta de su macabra victoria, sintiéndose más poderoso con cada paso que da. Su psicopatía se manifiesta en su necesidad de controlar el juego, deleitándose con la desesperación de Jungkook, quien ahora tiene una misión personal.

A medida que la noche avanza, la atmósfera se vuelve aún más tensa. Jungkook, armado con su determinación y el recuerdo de su amiga, se sumerge en las zonas de la ciudad que aún no ha explorado. Sabe que el asesino podría atacar de nuevo, y su mente se aferra a la idea de que puede prevenir otra tragedia.

Taehyung decidió salir esa noche, buscando algo de diversión en un bar local. La música resonaba en el ambiente, y las luces parpadeantes creaban una atmósfera envolvente. Observó a su alrededor, buscando a alguien que llamara su atención. En un rincón, un chico con una sonrisa despreocupada y un aire de confianza le pareció el candidato perfecto.

Después de intercambiar algunas palabras, ambos compartieron risas y copas. Taehyung, con su encanto seductor, hizo que el chico se sintiera a gusto, como si fueran viejos amigos. Con cada trago, la conversación se volvía más íntima, y el chico no sospechaba nada de las verdaderas intenciones de Taehyung.

Cuando el chico comenzó a mostrar signos de cansancio, Taehyung aprovechó la oportunidad. Con una sonrisa encantadora, le ofreció un último trago, esta vez con un toque especial que lo hizo caer en un sueño profundo.

Al llevarlo a su casa, Taehyung sintió una mezcla de euforia y anticipación. Una vez en su sótano, un lugar adornado con luces tenues y un ambiente inquietante, amarró al chico con cuidado. La calma en el aire contrastaba con la tormenta que se desataba en su mente.

Mientras el chico comenzaba a despertar, Taehyung se acercó con un cuchillo en la mano, no con la intención de causar dolor, sino más bien como un juego psicológico. La risa de Taehyung resonó en la habitación cuando el chico, semi consciente, comenzó a entender la situación.

-No te preocupes, -dijo Taehyung con un tono burlón-. Solo es un pequeño experimento.

El chico, aún adormilado, sintió el frío del metal en su piel y la realidad de su situación le golpeó con fuerza. El miedo se apoderó de él, cuando taehyung empezó hacer unos cortes alrededor del pezón del chico para poder arrancarlo y sus gritos llenaron el aire, mientras Taehyung disfrutaba de la reacción, sintiendo un rush de adrenalina.

Sin embargo, en el fondo, Taehyung sabía que se estaba adentrando en un camino oscuro y peligroso y eso le encantaba. Cada grito del chico era un recordatorio de la línea que estaba cruzando, pero la emoción de tener el control era demasiado seductora para resistir.

Taehyung, con una sonrisa sombría, observó al chico mientras se desvanecía en la oscuridad de su sótano. La adrenalina corría por sus venas mientras tomaba una decisión. Con un movimiento rápido, tomó una caja y, con un gesto frío, cortó la mano del chico. La metió en la caja, sintiendo una extraña satisfacción al sellarla. Sabía que este acto provocaría un gran impacto.

Esa madrugada, dejó la caja frente al lugar donde trabajaba Jungkook. A la mañana siguiente, un oficial que pasaba por allí la encontró. Al abrirla, se quedó paralizado, el horror en su rostro era evidente. La mano, ensangrentada y sin vida, era un mensaje escalofriante.

Jungkook, al enterarse de la situación, se acercó rápidamente. Al ver la mano, su corazón se hundió. Era una señal del asesino, un desafío directo. Juntos, revisaron las cámaras de seguridad, buscando cualquier pista que condujera a Taehyung. Sin embargo, la grabación mostraba a un hombre cubierto, lo que dificultaba la identificación.

Frustrado, Jungkook sintió cómo la rabia se acumulaba dentro de él. La impotencia de no tener pistas concretas lo llevó a golpear la mesa con fuerza, el sonido resonando en la sala. Sabía que el asesino estaba cerca, jugando con ellos, y no podía dejar que se saliera con la suya.

-Debemos encontrarlo antes de que haga más daño, -dijo Jungkook, respirando hondo para calmarse. El tiempo se estaba agotando, y cada segundo contaba. Con la mano del chico como único indicio, se preparó para rastrear cualquier conexión que pudiera llevarlo al monstruo que había desatado el caos.

Mientras tanto, Taehyung se ocultaba en las sombras, disfrutando de su juego macabro. La adrenalina lo mantenía alerta, y sabía que Jungkook no se rendiría fácilmente. La caza estaba en marcha, y él estaba listo para dar el siguiente paso.

Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste
🥰💕