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Capitulo 11

Taehyung se subió al auto, la adrenalina aún corriendo por sus venas mientras el sonido del motor rugía a su alrededor. La libertad de su padre resonaba en su mente, pero había algo más que lo atormentaba: la imagen de la chica, suplicando por su vida.

-No puedo dejarla viva,- murmuró para sí mismo, la determinación oscureciendo aún más su ya retorcida alma. Sin pensarlo dos veces, abrió la puerta y salió disparado hacia el lugar donde la había dejado. El aire frío de la noche le golpeó la cara, y sus pasos resonaron en la tierra, cada uno más firme que el anterior.

Cuando llegó a donde ella estaba, la encontró aún temblando, atada y con los ojos llenos de terror. Taehyung sintió un escalofrío de satisfacción al ver su desesperación. Sin decir una palabra, se dirigió a la herramienta que había dejado a un lado: un hacha, brillante y afilada. La tomó con ambas manos, admirando el peso de la muerte que sostenía.

La chica, al verlo acercarse con el hacha, gritó, sus súplicas se volvieron más frenéticas.

-Por favor, no... ¡no me hagas esto!- Pero él no se detuvo. La risa maníaca que había sentido antes volvió a brotar de su pecho. En un movimiento rápido y decisivo, hundió el hacha en su cabeza, el golpe resonó como un eco de su propia locura. Un silencio aterrador siguió al acto, el aire se tornó pesado con la inminente muerte.

Con el corazón latiendo desbocado, Taehyung soltó el hacha y dio un paso atrás, observando su obra. La chica yacía en el suelo, su vida extinguida en un instante. Sin un atisbo de remordimiento, se giró y caminó de regreso al auto, sintiendo cómo una mezcla de poder y vacío lo envolvía.

Se subió al vehículo, cerrando la puerta con un golpe . Puso en marcha el motor y se adentró en la oscuridad, dejando atrás el lugar donde había dejado su humanidad. La ciudad lo esperaba, y con ella, un sinfín de posibilidades. Mientras conducía, las luces brillantes de la metrópoli se acercaban, iluminando su rostro con un destello de locura.

Pensamientos sobre su padre y lo que debía hacer a continuación empezaron a tomar forma en su mente. Necesitaba planificar, necesitaba un enfoque. La libertad de su padre significaba que las cosas estaban a punto de cambiar, y Taehyung estaba decidido a aprovechar cada segundo.

La carretera se extendía ante él, y con cada kilómetro que recorría, su sonrisa se hacía más amplia. Había cruzado un límite que no podía deshacer, y en su interior, una oscura euforia comenzaba a tomar el control. La ciudad lo recibiría con los brazos abiertos, y él se convertiría en su rey.


Mientras Taehyung conducía por las calles oscuras, un plan grandioso y retorcido comenzaba a formarse en su mente. La rabia y el dolor acumulados durante años se convertían en un arma afilada; su objetivo era claro: hacer sufrir a su padre por haberle arrebatado a su madre. La ausencia de ella había dejado una herida que nunca sanaría, y ahora, con su padre libre, Taehyung veía la oportunidad perfecta para desatar su venganza.

Cada kilómetro que recorría lo llenaba de una mezcla de emoción y anticipación. Sabía que debía ser astuto y paciente; cada paso debía estar calculado. Se imaginaba las expresiones en el rostro de su padre cuando se diera cuenta del sufrimiento que había planeado. La idea de la venganza se alimentaba de su dolor y su ira, creando una tormenta en su interior.

Finalmente, llegó al penitenciario. El edificio se alzaba imponente ante él, y al salir del auto, una sonrisa siniestra se dibujó en su rostro. La contuvo, aunque, al acercarse a su padre, no pudo evitar que una chispa de satisfacción brillara en sus ojos. Su padre estaba allí, parado afuera, con un pequeño bolso en una mano, la imagen de un hombre que había pasado años en la oscuridad.

Cuando se encontraron, la mirada de su padre era intensa; en sus ojos se reflejaban culpa, dolor y rabia. Era evidente que había estado lidiando con sus propios demonios. Taehyung se detuvo frente a él, sintiendo el peso de la historia que los unía, aunque él estaba decidido a romper esos lazos.

-Hola, hijo, -dijo su padre, la voz temblando. Había un aire de incertidumbre en su saludo.

-Hola, papá, -respondió Taehyung, manteniendo un tono neutral, mientras sus pensamientos bullían con la certeza de lo que estaba por venir. -¿Listo para empezar de nuevo?

Su padre frunció el ceño, la desconfianza visible.

-¿Qué has estado haciendo? Hay rumores... cosas que no entiendo.

-Lo sé,- dijo Taehyung, su voz cargada de un tono que ocultaba su verdadero propósito.- Pero ahora tenemos una oportunidad de cambiarlo todo. Podemos hacer que todo lo que has perdido valga la pena.

-¿A qué te refieres?-, preguntó su padre, con una mezcla de curiosidad y preocupación.

Taehyung sonrió, pero la sonrisa no alcanzó sus ojos.

-Te lo explicaré en el camino. Necesitamos hablar sobre cómo vamos a hacer que paguen por lo que hicieron.

La tensión creció entre ellos mientras se dirigían al auto. Su padre lo miraba con una mezcla de temor y esperanza, mientras Taehyung luchaba por contener la emoción que lo invadía. Se subieron al vehículo y Taehyung puso en marcha el motor, la vibrante energía del auto llenando el silencio.

-Papá, hay cosas que nunca te he contado-, comenzó Taehyung, su voz baja y cargada de significado. -Desde que te arrestaron, he estado observando. He aprendido mucho sobre la gente que nos rodea, sobre aquellos que nos hirieron. Y ahora, quiero que hagamos justicia.

Su padre lo miró, la confusión mezclándose con un leve atisbo de miedo.

-¿Qué quieres decir con justicia? La venganza no es la respuesta, hijo.

-¿No lo es?, -respondió Taehyung, su voz endureciéndose. -¿Te has preguntado alguna vez por qué estamos aquí? Por qué nuestra vida se desmoronó? Todo fue por culpa de decisiones que tomaste, de errores que cometiste. Ahora es tiempo de que paguen.

La mirada de su padre se endureció, y Taehyung pudo ver el dolor reflejado en su rostro.

-No quiero que te conviertas en algo que no eres. No quiero que sigas este camino.

-¿Y tú qué sabes sobre lo que soy?-, replicó Taehyung, rabia y tristeza entrelazadas en su voz.- Tu ausencia me ha hecho fuerte, y ahora tengo el poder para cambiar las cosas. No voy a dejar que te vayas de aquí sin hacer que sufras un poco.

El silencio llenó el auto mientras su padre digería sus palabras. Taehyung sintió que la tensión aumentaba; estaba a punto de cruzar una línea que cambiaría todo para siempre. Pero estaba decidido, y su mente estaba fija en el objetivo: hacer que su padre sintiera el dolor que había causado, transformando su sufrimiento en su propia venganza.

Taehyung guió a su padre a través de las calles desiertas, el silencio en el auto se sentía pesado, lleno de secretos y mentiras. Cuando finalmente llegaron a la casa de la ciudad, un lugar que había mantenido en secreto, su padre pareció impresionado. Las luces tenues iluminaban el espacio, creando una atmósfera acogedora que contrastaba con la tormenta que se desataba en el interior de Taehyung.

Al entrar, su padre observó cada rincón, como si intentara recordar un hogar que alguna vez había sido familiar.

-Es bonito,- dijo, su voz llena de nostalgia. Se sentó en el sofá, dejando caer el pequeño bolso que traía consigo. -Me alegra que estés bien, hijo.

Taehyung contuvo una risa sarcástica.

-Gracias, -respondió, mientras su mente maquinaba los pasos que había planeado meticulosamente. -Me he esforzado por hacerlo un buen lugar.

Su padre, con un aire de vulnerabilidad que nunca había mostrado antes, finalmente rompió el silencio.

-Taehyung... quiero pedirte perdón. Por lo que pasó con tu madre. Sé que nunca podré remediarlo, pero... no sé cómo vivir con eso.

Al escuchar esas palabras, Taehyung sintió que la rabia brotaba en su interior como un volcán a punto de entrar en erupción. Apretó los puños con fuerza, sintiendo las uñas hundirse en su piel. Pero, a pesar de la tormenta que amenazaba con desbordarse, mantuvo una expresión impasible.

-Te perdono, padre. Eso fue el pasado,- dijo con una calma fría, como si cada palabra fuera un veneno cuidadosamente administrado.

La suavidad de su tono contrastaba con el caos que reinaba en su corazón. La verdad era que no podía perdonarlo, que el odio lo consumía. Pero había aprendido a disfrazar sus emociones, a jugar este juego mortal con maestría.

-Lo importante es que ahora podemos comenzar de nuevo,- agregó, buscando que su padre se sintiera seguro, confiado.

-Me gustaría pensar que es posible,- su padre murmuró, con un atisbo de esperanza en sus ojos. Pero Taehyung sabía que esa esperanza era efímera, una ilusión que se desvanecería en el momento en que le revelara la verdad.

Mientras su padre hablaba, Taehyung lo observaba con atención, analizando cada gesto, cada palabra. Sabía que su padre estaba lleno de culpa, un hombre quebrado por sus decisiones. Pero eso no cambiaría lo que había hecho; no cambiaría el hecho de que su madre ya no estaba. La imagen de ella sonriendo, de su risa resonando en la casa, era un recuerdo que Taehyung nunca podría olvidar.

-¿Qué has estado haciendo todo este tiempo, hijo?- preguntó su padre, su voz temblando ligeramente. -He oído cosas... rumores...

-Cosas que no debes preocuparte por ahora,- respondió Taehyung, dejando que una sonrisa oscura se dibujara en sus labios. -Lo que importa es que estamos juntos de nuevo.

Mientras hablaban, Taehyung comenzó a moverse lentamente por la habitación, como un depredador que acecha a su presa. Todo estaba en su lugar, cada detalle había sido cuidadosamente dispuesto para el momento culminante de su venganza. A través de la ventana, las luces de la ciudad parpadeaban como estrellas lejanas, ajenas a la tormenta que se desataría en su interior.

-Taehyung, te necesito. Quiero que me ayudes a salir de esto, -su padre imploró, su voz llena de desesperación. -No quiero perderte también.

En ese instante, Taehyung sintió que la rabia se intensificaba.

-¿Perderme? ¿Y qué hay de mí? ¿Qué hay de lo que perdí por tu culpa?- Cada palabra que salía de su boca era un cuchillo afilado, cada frase diseñada para desgarrar el alma de su padre.

-Lo sé, lo sé, -su padre respondió, con lágrimas asomando en sus ojos. -No puedo cambiar el pasado, pero quiero hacer lo correcto. Quiero ser un mejor padre.

-¿Un mejor padre?- Taehyung se rió, una risa fría y amarga. -¿Qué te hace pensar que tienes derecho a pedir eso, después de lo que hiciste?

A medida que la tensión aumentaba, Taehyung se acercó a su padre, mirándolo a los ojos con una intensidad que podría derretir el acero.

-La verdad es que nunca -
Taehyung tomó una respiración profunda, intentando calmar la tormenta de emociones que bullía dentro de él. Su padre lo miraba con una mezcla de desesperación y confusión.

-Taehyung,- dijo, tratando de recuperar el hilo de la conversación, -los rumores que he oído son inquietantes. Dicen que todos los que me ayudaron... o cualquier persona que se ha cruzado en mi camino, ahora están muertos. Eso es extraño, ¿no crees?.

Una risa fría escapó de los labios de Taehyung, una risa que no tenía alegría, solo desdén.

-¿Y piensas que soy como tú, un asesino? Estás equivocado, padre. No me interesa esa gente. No son más que sombras en mi camino.

Su padre frunció el ceño, claramente perturbado.

-Pero solo tú tenías motivos. La gente está hablando, Taehyung. Dicen que te vieron con ellos y han desaparecido de la nada. Eso no puede ser una coincidencia.

-Quizás debería dejar de preocuparte por lo que dicen los demás,- respondió Taehyung, sus ojos brillando con una intensidad inquietante. -La cárcel definitivamente te ha dejado mal, papá. Te ha hecho débil y paranoico.- Cada palabra era un veneno que se deslizaba suavemente, pero que penetraba profundamente.

Mientras su padre se removía incómodo en el sofá, Taehyung luchaba por contener sus verdaderos deseos. En su mente, la imagen de su padre agonizando se repetía como un mantra, una visión que le otorgaba una extraña satisfacción. Pero no podía dejar que eso se interpusiera en su plan. Tenía que ser paciente, tenía que esperar el momento adecuado.

-Taehyung, escúchame,- su padre insistió, su voz temblando. -No quiero que te involucres en esto. No quiero que termines como ellos. No quiero que te conviertas en un monstruo.

-¿Un monstruo?· Taehyung replicó, su voz baja pero llena de furia contenida. -¿Y qué eres tú? ¿Qué eres tú si no un demonio disfrazado de padre? Has arruinado mi vida, y ahora pretendes que todo está bien porque estás aquí, pidiéndome perdón.

El silencio se instaló entre ellos, cargado de tensión. Taehyung podía sentir su corazón latiendo con fuerza y la adrenalina recorriendo sus venas. En su mente, ya había trazado un plan que incluía a Jungkook.

-Taehyung, por favor, piensa en lo que estás haciendo-, su padre suplicó, su voz comenzando a quebrarse. -No quiero perderte de nuevo. No quiero que este ciclo de violencia continúe. Hay otras maneras de sanar.

-¿Otras maneras?-Taehyung se rió de nuevo, esta vez con un tono más amenazador. -¿Como perdonarte y seguir adelante? ¿Como olvidar que dejaste que me quedara solo? ¿Qué hay de la madre que nunca volví a ver? ¿Qué hay de su dolor?

Las lágrimas comenzaron a asomarse en los ojos de su padre.

-No puedo cambiar lo que pasó. Solo puedo pedirte que no te conviertas en lo que yo fui. Te lo ruego, Taehyung.

-Lo que yo fui,- repitió Taehyung, la risa desapareciendo de su rostro. -Tú no entiendes. No soy como tú. No voy a dejar que me arrebaten lo que me pertenece. He estado esperando este momento, y ahora que estás aquí, todo cambiará. No habrá más oportunidades para ti.

Mientras hablaba, su mente se llenaba de imágenes de lo que estaba por venir: la venganza meticulosamente planeada, el sufrimiento que infligiría. La idea de que su padre experimentara el mismo dolor que él había soportado durante años lo llenaba de una satisfacción oscura.

-Voy a hacer que sientas lo que yo sentí. Y no habrá escapatoria esta vez, -le dijo, acercándose un poco más, su voz amenazante. -Te he perdonado porque es parte del plan. Pero eso no significa que no sienta odio por ti. El pasado no se puede borrar, y lo que hiciste nunca será olvidado.

Un escalofrío recorrió la espalda de su padre al oír esas palabras.

Taehyung se rió, una risa llena de una amabilidad que no llegaba a sus ojos.

-Es broma, papá. ¿De verdad crees que yo sería capaz de hacer esas atrocidades? Esa gente se acercó a mí, pero yo me alejé de ellos. No soy como ellos.

Se giró, dejando que su rostro reflejara una calma que no sentía. En su interior, una voz susurraba "Soy peor que ellos".

El silencio se hizo más pesado, y su padre lo miró, buscando alguna señal de honestidad en sus palabras. Taehyung se mantuvo firme, su mirada fija en un punto distante, donde las sombras de su pasado se mezclaban con las decisiones de su futuro.

-Quiero creer en ti, Taehyung -dijo su padre, con un suspiro resignado-. Pero tienes que prometerme que dejarás todo esto atrás.

Taehyung asintió lentamente, manteniendo la fachada de serenidad. Pero en su mente, el plan seguía evolucionando, una red de estrategias y emociones que no estaba dispuesto a abandonar.

-Lo prometo, papá -respondió, con su voz suave -. Todo estará bien.

Mientras su padre se relajaba, Taehyung guió a su padre por el pasillo hasta una habitación al final del corredor.

-Aquí será tu habitación -dijo, abriendo la puerta con un gesto amable.

Su padre asintió, agradecido, y entró en el cuarto. Mientras se preparaba para descansar, Taehyung se dirigió a su propia habitación. Desde el balcón, sacó su teléfono y llamó a Jungkook.

-Hola Jungkook -dijo, con un tono suave

-Paso algo?, es tarde -preguntó Jungkook preocupado

-Jungkook, mi padre salió de la cárcel y ahora vive conmigo -dijo, con un tono que fingía vulnerabilidad-. Pero tengo miedo. Mató a mi mamá y era drogadicto. ¿Puedes venir a verme mañana? Así me sentiré protegido.

Jungkook, que estaba en su oficina en la estación de policía, se sorprendió al escuchar las palabras de Taehyung. La preocupación se apoderó de él.

-Claro, Taehyung. Estaré ahí -respondió, decidido a ayudar a su amigo.

Después de colgar, Taehyung sonrió para sí mismo. "Jungkook, eres solo parte de mi plan. También te destruiré para mi bien".

Les traigo un nuevo capítulo
Espero les guste y lo disfruten
No me maten por dejarlos en la intriga 🫣🫣🫣🤭

Nos vemos en el otro capitulo 🥰

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