La luna, iluminaba el sendero del parque donde Taehyung corría. Su respiración era controlada, cada paso medido, mientras sus ojos observaban a la distancia. Allí, en la penumbra, una figura se acercaba trotando. Era una chica, con un aire despreocupado, ajena al peligro que la acechaba.

Con un movimiento calculado, Taehyung se adelantó, provocando un "accidente" que hizo que ambos chocaran. Ella cayó al suelo, sorprendida, mientras él se inclinaba para ayudarla.

-Lo siento, no te vi, -dijo con una sonrisa encantadora que ocultaba sus verdaderas intenciones.

-No te preocupes, fue mi culpa. A veces me distraigo.,-Dijo la chica sonriendo

-Parece que ambos estábamos en nuestra propia nube. ¿Estás aquí sola?

- Sí, solo necesitaba un respiro. ¿Tú también estás solo?

- Sí, pero me alegra haberme encontrado contigo. ¿Te gustaría seguir caminando?

-Claro, suena bien.

Comienzan a caminar juntos.

-Este parque tiene un rincón especial. ¿Te gustaría verlo?,-Dijo taehyung dándole un sonrisa

- ¿Un rincón especial?,- preguntó la chica curiosa

-Sí, es un lugar tranquilo y oscuro, perfecto para charlar. Te prometo que no es peligroso.

- Está bien, confío en ti.- Dijo un poco intrigada, mientras era llevada a un área más oscura y apartada del parque

La conversación fluyó naturalmente, como si fueran viejos amigos. Taehyung la guiaba hacia un lugar más oscuro, donde las sombras parecían tragar la luz.

En un instante, todo cambió. Con un movimiento rápido, Taehyung la hizo desmayar y la cargó en su auto, llevándola a su casa. Allí, en un rincón oculto de su propiedad, tenía un santuario macabro, un lugar diseñado para satisfacer sus deseos más oscuros sin ser escuchado. Las paredes estaban cubiertas de plásticos y herramientas, todo dispuesto meticulosamente.

La joven despertó aturdida, pero antes de que pudiera gritar, Taehyung ya había comenzado su ritual. Con precisión fría, le hizo cortes en la piel, disfrutando de cada instante. La mirada de horror en sus ojos le daba una satisfacción indescriptible. Con cada corte, sentía que se acercaba más a la perfección de su arte. Finalmente, le quitó los ojos, una obra maestra en su mente retorcida.

Al día siguiente, el FBI recibió una llamada inquietante. Un cuerpo sin vida había sido encontrado en el parque.Jeon Jungkook, el agente a cargo, fruncía el ceño al analizar la escena. Era la tercera víctima en una semana, cada una con un macabro detalle. La primera le faltaba una oreja, la segunda, los labios, y ahora, la tercera, los ojos.

La frustración crecía en Jungkook. No podían dar con el asesino, y la presión aumentaba. Cada pista parecía llevar a un callejón sin salida. Mientras examinaba los cuerpos, notaba un patrón que lo inquietaba. ¿Qué significaban esos trozos de carne faltantes? ¿Era un mensaje? La mente del asesino era un laberinto oscuro, y él estaba decidido a encontrar la salida antes de que hubiera más víctimas.

Mientras tanto, Taehyung disfrutaba de su obra. En su mente, cada corte era un triunfo, cada vida una pincelada en su lienzo macabro. Sabía que el juego apenas comenzaba y que el FBI estaba en su camino, pero eso solo aumentaba la emoción. La noche no había hecho más que comenzar.

Jungkook se sumergió en las pistas, revisando los informes de autopsia y los antecedentes de las víctimas. Cada detalle contaba, y estaba convencido de que había un nexo entre ellos. Mientras tanto, Taehyung preparaba su próximo movimiento, sintiendo la adrenalina mientras planificaba su siguiente "obra maestra".

El tiempo apremiaba para Jungkook y su equipo; la presión mediática aumentaba y un error podría costarles caro. Decidido a descifrar el enigma, comenzó a investigar el pasado de las víctimas, descubriendo conexiones inesperadas que lo llevaron a un oscuro secreto compartido.

Con cada descubrimiento, la tensión crecía. Jungkook sabía que acercarse al asesino era arriesgado, pero las vidas en juego lo impulsaban a actuar. Mientras tanto, Taehyung sonreía, consciente de que cada paso del agente lo acercaba más a su juego mortal. La caza apenas había comenzado, y él estaba preparado para llevarlo al siguiente nivel.

Jungkook se reunió con su equipo en la sala de estrategias. Con mapas y fotos de las víctimas esparcidos sobre la mesa, explicó su teoría sobre las conexiones ocultas.

-Cada una de ellas asistía a un mismo club de arte. ¿Por qué? ¿Qué relación tenían entre sí?,- preguntó, su voz tensa.

Mientras tanto, Taehyung se sumergía en la creación de su próxima pieza, una obra que prometía ser más impactante que las anteriores. Observaba con satisfacción cómo el caos se desataba a su alrededor, disfrutando de la danza entre el cazador y la presa.

Jungkook decidió infiltrarse en el club de arte, buscando pistas. Al llegar, sintió la vibrante energía del lugar, pero también un aire de misterio. Comenzó a hablar con los asistentes, buscando algo que pudiera conectar a las víctimas. Fue entonces cuando una artista emergente mencionó a un "mentor" que había desaparecido recientemente, dejando a sus alumnos en shock.

Intrigado, Jungkook se dio cuenta de que quizás ese mentor tenía algo que ver con el caso. La pieza del rompecabezas empezaba a encajar. Mientras tanto, Taehyung, al tanto de los movimientos de Jungkook, sonrió con malicia. Sabía que el agente estaba cada vez más cerca, pero eso solo alimentaba su deseo de jugar.

La noche caía nuevamente, y el juego mortal continuaba, con Jungkook decidido a desenmascarar al asesino antes de que fuera demasiado tarde. Pero Taehyung ya había puesto en marcha su plan, y la siguiente víctima estaba más cerca de lo que imaginaba.

Taehyung observaba desde las sombras, disfrutando de la confusión que estaba sembrando. Con cada movimiento de Jungkook, sentía un escalofrío de emoción. Mientras el agente seguía las pistas que había dejado, Taehyung se reía para sí mismo, pensando en lo fácil que era desviar su atención.

Decidió dejar un par de pistas engañosas: una pintura con un símbolo oculto y una nota anónima que apuntaba a un exalumno del club de arte, un joven problemático con antecedentes de violencia.

- Este será el culpable, -pensó Taehyung, imaginando la frustración de Jungkook al seguir ese rastro falso.

Jungkook, emocionado por la nueva revelación, comenzó a investigar al exalumno. La presión aumentaba, y cada vez estaba más convencido de que había encontrado al asesino.

-¡Es increíble cómo se ha mantenido bajo el radar!, -murmuró para sí mismo mientras revisaba los informes de la policía sobre el joven.

Mientras tanto, Taehyung no podía contener la risa.

-¡Qué ingenuo!, -pensaba. -Creer que una pista tan obvia podría ser real-. Disfrutaba de la idea de que Jungkook se dirigiera a la trampa que había tendido. Para él, todo era un juego, y el agente solo era una pieza más en su tablero.

Con cada risa ahogada, Taehyung se sentía más seguro. La verdadera diversión apenas comenzaba, y la próxima "obra maestra" estaba en camino, mientras Jungkook se alejaba más de la verdad en su búsqueda desesperada.

Hola mis lectores
Les traigo el primer capítulo
De esta nueva historia
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Espero les guste 💞🥰