Movimiento #2: Hey Monday -Homecoming
I'm coming home, I'm coming home
Did you take off while I was gone?
I missed it all, I messed you up, I missed you
I'm coming home, I wanna know
When all the leaves begin to fall
If I'm falling, falling apart for you
Era un día común para Sayumi y Ashton, decidieron ir con los chicos de Sk8 & Dreams a jugar básquet ból, bueno sólo los hombres, a Isthar no le gustaba cómo tal los deportes, lo que ella hacía era Taichi, e iba al gimnasio con los chicos de Beyond The Light.
A la japonesa le gustaba mucho mantenerse en forma, siempre fue la disciplina que le dejo su abuelo, Yamamoto-Sama, le decía que en un cuerpo sano y una mente fuerte nunca iba haber problemas ni dudas, por eso era así de disciplinada en todo aspecto, incluso en la educación de su hijo Kiba, que, a pesar de apenas tener doce años, ella sentía que a veces era muy dura con él.
Sabía que era para su propio bien, quería que fuera un hombre de bien, alguien con quien su futura pareja se sintiera seguro, como ella con Ashton, a pesar de aún no haber formalizado con el bajista.
Estaban en un parque cercano a donde vivía Chris, habían llevado una hielera con Gatorade y agua, para cuando terminaran de jugar pudieran hidratarse.
Ellos ya estaban en el juego, eran dos contra dos cómo siempre, mientras que Isthar cargaba a Maggie y Kiba junto con April y Nick estaban jugando en unos juegos del mismo parque bajo la supervisión de Ana.
—¡No sé cómo pueden jugar con este calor! —dijo Maila quien se sentó a lado de Sayumi en las gradas.
—Lo mismo me pregunto créeme, digo se ven tan frescos, pero yo me estoy muriendo de calor —bufó la guitarrista.
—Es que es impresionante que aguanten este calor, digo no es tan notable cómo cuando estuvimos en Las Vegas, pero si es molesto —recordó Maila del tour que tuvieron hace seis meses donde tocaron en el MGM Grand, un gran casino muy famoso en la ciudad de las apuestas.
—¡Ya ni me lo recuerdes! Tuve que usar muchos shorts y algunas faldas esa semana entera, con lo que me gusta eso —la nipona rodó los ojos.
—Ashton estaba maravillado con ello —le señaló la chica de cabello chino.
—Lo sé —se sonrojaba Isthar —, no dejó de ver mis piernas esos días.
—Es que lo traes vuelto loco, me comenta Alex que jamás había visto a Ashton tan clavado con alguien cómo contigo.
Eso hizo sonreír a la guitarrista, y más sabiendo que a su casi novio no le importaba la edad entre ambos, él tenía veintisiete y ella ya tenía treinta y cuatro, se llevaban cinco años y a ninguno le molestaba eso. Eran muy unidos y más con los niños viendo que estaban creciendo en familia, Kiba y Maggie tendrían todo lo que no tuvieron ellos.
Ashton por su parte fue criado por su tío quien peleaba mucho contra el alcoholismo, pero jamás le falló al chico, este Roland, quien era hermano de su padre el cual había muerto cuando Ashton tenía catorce años, Becca y Chris ya lo conocían y estuvieron con él en esos momentos.
Fueron momentos muy difíciles para el bajista, sin embargo, con la ayuda de ellos y el señor Roland, pudo salir adelante, ya que su madre los dejó después de habérsele ofrecido ser una jefa de doctores en un hospital prestigioso en España, jamás le importó Ashton.
Por su parte Ishtar siendo abandonada a cuidado de su abuelo desde pequeña, teniendo que después salir adelante sin el al haber muerto y como madre soltera, su vida no había sido para nada fácil y es lo que querían evitar para los pequeños, que ellos no tuvieran ese dolor que ellos sufrieron de niños y adolescentes, no dejarían que nada les pasara a ellos.
Cierto tiempo pasó y todos estaban sentados en las gradas platicando, cuidando a los niños de cualquier cosa, pero dejándolos jugar.
—¿Tú sabes de la gala de Sony que quiere que vayamos esta Fer? —le preguntó Fabián a Isthar.
—Es un evento medio pomposo con los directivos y las bandas que más han vendido en el último año, por obviedad está Beyond y Sk8, siendo los mejores en ventas, en la sede de Nueva York —dijo la nipona después de darle un sorbo a su refresco.
—Y supongo que no hay manera de saltarnos eso ¿Verdad? —pregutó Alex.
—Supones bien amigo, sabes que si lo dice Fer se hace —comentó Chris.
—¿Cuándo es? —inquirió Ana
—Es en dos semanas, iremos a ver vestidos todo el próximo viernes —dijo Becca
—Aparte eso nos ayuda a las bandas, es más reconocimiento y todo eso —aplaudió Ishtar.
—Pero llega a ser molesto, eso no lo puedes negar —comentó Ashton, viendo a Sayumi.
—No del todo, digo, si Fer lo puede aguantar y tiene muchos problemas mentales, creo que para nosotros no es tan difícil —se solidarizó Fabián.
—Pero la emperatriz tiene a Astrid siempre con ella, es lo que la mantiene siempre tranquila —analizó Alex.
—Pues es su pareja ¿Qué esperabas? —le dijo su novia alzando la ceja.
—O sea sí pero no sé cómo puede tolerar que todos esos rabos verdes estén viendo a Astrid de esa manera —comentó Ashton.
Esto hizo alzar la ceja a Sayumi sin entender a lo que iba.
—Pues no es que lo tolere, te aseguro que le ha de molestar, pero se aguanta, ella sabe que la señorita Astrid jamás le fallaría —dijo Ana.
—A mí me llega a molestar que esos tipos vean a Becca, digo tuvimos ese problema con el antiguo jefe que tuvimos en la otra disquera —señaló Chris —, pero jamás dudaría de ella, sé que siempre me será fiel.
Esto hizo sonreír a la rubia quien sabía que su pareja siempre era muy transparente en lo que decía, aparte él sabía que la emperatriz jamás dejaría que le faltaran al respeto a ninguna de las chicas.
—¿Estas insinuando que a ti te molesta que vean a Sayumi? —preguntó Alexander con la ceja alzada.
El bajista se puso un poco intranquilo ante la pregunta.
—No, claro que no —sus nervios se notaron y esto se le hizo lindo a Isthar.
—¡Vaya! ¿A mi cachorro le da cosa que otros hombres me vean? —preguntó la nipona.
—No es eso, digo mucha gente te ve cuando estas en el escenario, y no me dan celos, la verdad me gusta cómo te ven, pero... —interrumpió su pensamiento.
Esto ya no le gustó a Sayumi, algo no le hizo sentirse bien ante la mirada de Ashton.
—¿Pero que O'Ryan? —la voz de la azabache fue muy golpeada.
—Nada ¿Ok? Sólo olvídalo —contestó a la defensiva el chico.
—No lo voy a olvidar, digo por algo lo mencionas e insinúas algo —contrarrestaba.
Los demás estaban viendo la pelea de sus amigos cómo si de un partido de tenis se tratará, sabían que los dos tenían temperamentos muy explosivos y eso no era bueno, porque ninguno sabía cuándo callarse para no lastimar.
—No insinuó nada Sayumi, sólo me molesta cuando te abrazan de manera lasciva esas momias —soltó Ashton de golpe haciendo que la nipona alzara su ceja.
—Lo dice cómo si me gustara lo que hacen ellos —dejó salir un suspiro la chica.
Sus amigos les habían dado su privacidad llevando a los niños de nuevo a los juegos y con ellos a Maggie, no querían que ninguno presenciara la pelea que se avecinaba.
—Pues no haces nada para quitarlos —vociferó muy enojado Ashton.
—¿Disculpa?
—Lo que escuchaste Sayumi, jamás he visto que les quites la mano cuando te abrazan o te dan un beso en la mejilla —gruñó el jovencito.
Estaba abrumado de sentimientos en esos momentos, su pecho le dolía.
—Si te das cuenta intento ignorarlos y me quito de su lado de manera rapída —señaló Isthar
Intentó mantenerse calmada, si algo le molestaba es que insinuaran cosas fuera de lugar de ella, la ponía de malas eso ya que mucha gente no la había bajado de zorra cuando salió embarazada y la dejaron hace años.
—Pues no se nota Isthar, siempre parece que lo disfrutas.
Esto le había dolido a la chica por qué era lo más alejado de la realidad, ella sólo le gustaba estar al lado de su cachorro, de aquel chico que a pesar de todo pronóstico la enamoró, ese joven que la volvió loca con sólo verla y tocarla.
—¡Eres un imbécil! Jamás he sido así y menos ahora que estoy contigo y nuestros hijos —exclamó muy dolida Ishtar.
—No lo parece.
Eso había hecho humedecérsele sus ojos a la nipona, le dolió mucho qué pensará eso.
—¿Sabes que Ashton? Vete a la mierda.
Con ello se dio la vuelta se despidió de sus amigos y tomó la mano de Kiba quien no quería irse, pero al ver a su mamá tan triste no dijo nada, estaba el muy molesto y volteó a ver a Ashton con una mueca de decepción.
El chico se sentó y analizó la pelea que había tenido con aquella chica y le dolió el pecho, ¿Por qué tenía que amar tanto a Isthar?
Tenía miedo de despertar un día y ver que todo fuera un sueño, le daba pavor eso, no quería perderla.
—¡Maldita sea! ¿Qué he hecho?
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