Blood is spilt while holding keys to the throne

Born again but it's too late to atone

No mercy from the edge of the blade

Dare escape and learn the price to be paid

Let the water flow with shades of red now

Arrows black out all the light (light)

Death is riding into town with armor

They come to grant you your rights

Ashton y su familia estaban esperando la llegada de alguien muy especial para él, su tío Roland O'Ryan, la persona que lo crio y sacó adelante después del suicidio de su padre y el abandono de su madre. Fue ese apoyo que tuvo siempre que todo era oscuro para él y que su camino se ponía difícil, que a pesar de su problema con el alcohol habiendo el señor tenido alcoholismo sacó adelante a su sobrino contra todo pronóstico.

El señor O'Ryan logro vencer esa enfermedad y se ha mantenido sobrio a lo largo de diez años, lo cual siempre había sido festejado por su sobrino.

Y a pesar de ya no vivir con él desde que Ashton tenía dieciocho años, lo siguió procurando, continuaron en contacto y tanto el chico cómo su tío sabía todo lo que pasaba en la vida del uno y del otro.

Lo estaban esperando en la casa, iba a comer con ellos y estaban todos muy emocionados de conocer a una persona muy importante para el bajista de Sk8, sobre todo Sayumi porque sabía que esto sería un nuevo paso agigantado para la relación y eso la puso muy feliz, sobre todo por la parte de que Ashton se estaba abriendo más hacia ella.

Era algo que tenía que pasar, ya que estaban viviendo juntos y si bien los dos eran muy reservados en su vida antes de la relación, buscaron abrirse un poco el uno con el otro lo cual creó un ambiente más ameno y familiar entre todos.

Kiba estaba fascinado de vivir ya con Ashton, su mamá y su hermana, él se notaba muy feliz presumiendo su familia y como ya todo se encontraba bien entre su mamá y su papá, ya le había empezado a decir así a Ashton, algo que tenía al bajista muy feliz.

Lograron hacer las paces, y eran más cercanos que antes, jugaban videojuegos juntos, salían a andar en patineta y a jugar baloncesto, lo procuraba mucho el músico.

Mientras que Sayumi se desvivía por la pequeña Maggie quien estaba encantada de tener a Ishtar veinticuatro por siete en su vida, más aparte al momento de irle creciendo el vientre a la nipona la infanta se mostró fascinada con ello.

Por su parte la guitarrista siempre buscó que la nena estuviera bien, se la pasaba comprando cosas que le gustaban, procuraba sus medicinas y siempre estaba en las visitas al doctor con ella y su papá, las cuales procuraban que fueran en el mismo día que las del obstetra, que era la doctora Santillán, ella era la que llevaba el embarazó de Maila y Amanda.

La conocieron a través de Fer y Fabián, gracias al psiquiatra de ambos, él les recomendó a la doctora cuando Anna mencionó que su amiga estaba embarazada y no sabían de una doctora que los pudiera ayudar.

El tiempo continuó, estaban ya listos para recibirlo, sabían que había tenido una rueda de prensa de su nuevo libro, siendo el escritor, a la cual no habían podido ir por las citas médicas, pero estarían en la siguiente.

Sayumi se había puesto a hacer sushi, ella adoraba la cocina, y lo hacía muy bien, preparando todo tipo de rollos, desde California, con cangrejo, con surimi entre otros, siendo algo que adoraba de ella su familia, sus grandes aptitudes culinarias.

Ya tenían todo preparado cuando se escuchó el timbre de su casa.

Ashton se levantó de la silla donde estaba sentado en el comedor y se dirigió a abrir la puerta, estaba emocionado, tenía cuatro años sin ver a su tío, lo extrañaba mucho.

Al hacerlo, lo observó, tenía la cara un poco más cansada, pero se veía muy sobrio, vestido de manera casual con una playera polo y jeans azules, con unos tenis de piso Adidas, sus ojos marrones vieron a su sobrino y brillaron, era cómo si viera a una estrella enfrente de él.

—¡Ashton! —exclamó el señor jalando al jovenzuelo en un gran abrazo dándole unas palmadas en la espalda.

Ashton replicó la acción sin poder evitar mostrar su felicidad de ver a su figura paterna en frete de él.

—¡Tío Roland! ¿Cómo has estado?

—Bien mi muchacho, la vida va de maravillas para este vejestorio —rio de manera jovial.

—Por favor pasa, estas en tu casa —se quitó de la puerta el pelinegro dejando entrar a su pariente.

El señor ingresó, vio que el lugar era grande y con muchas cosas tanto de niños cómo de música, le gustó la combinación que había hecho su sobrino y su pareja.

Lo guió a la sala donde los estaban esperando Sayumi y los niños, Ashton se paró a lado de ellos y los presentó.

—Ellos son Kiba, el más grande —le dio la mano de manera respetuosa el chiquillo al señor con una gran sonrisa —, ella es Maggie, la más pequeña.

El señor sonrió al ver los ojos de su sobrino en aquella pequeña bebé, era la viva imagen de Ashton.

—Y ella es Sayumi, la mujer más maravillosa del mundo —dijo muy orgulloso el bajista.

—Es un placer conocerlo señor Roland —saludó Sayumi dándole la mano, a lo cual él la tomó y estrechó de manera firme.

—¡El placer es todo mío, hija! Ashton me ha contado sólo maravillas de ti —sonrió el señor viendo a la nipona quien se sonrojó.

—Me alegro de escuchar eso —contestó Sayumi.

—¡Yo sólo hablo maravillas de ti amor mío!

Todos se rieron ante ello y se comenzó a sentirse un ambiente mucho más ameno en la casa. el señor Roland traía mucha felicidad con él y se la estaba contagiando a los chicos, con Ashton adorando cada vez más a aquella figura paterna que jamás lo dejo y Sayumi sintiéndose muy contenta de tener a tan animado y jovial visitante con ellos.

Se sentaron a platicar en la sala mientras los niños se pusieron a jugar con los juguetes de Maggie.

—¿Cómo te fue en tu rueda de prensa? —preguntó Ashton.

—Estuvo...cómica podría decirlo, varios de mis colegas estuvieron ahí y presentamos nuestros libros, nos hicieron varias preguntas sobre los mismos, la verdad no fue cosa del otro mundo —de su mochila sacó una copia autografiada.

Era una recopilación de relatos cortos escritos por el señor O'Ryan, y tenía una dedicación para la familia O'Ryan — Everdale, los chicos tomaron el presente, fascinados, la portada era colorida y muy bien ilustrada, casi tan genial cómo las que hacía Astrid en la disquera.

—¡Gracias, tío! Sabes que soy tu fan número uno —dijo Ashton.

—Así como yo soy fan número de ustedes dos, he escuchado muchas de sus canciones y tengo que decir que me fascinan, a pesar de que la música que toca la banda de la señorita Everdale es muy extrema —rio con un ligero sonrojo el señor.

—A es que nosotros tocamos algo muy diferente a la banda de Ashton —señaló la nipona —, nuestro género es más hacia el metal, tocamos deathcore, mientras que Ashton toca Happy Punk, que es un poco más digerible que el primero.

—Entiendo ahora, quede fascinado con la maestría que tocan ambas bandas, digo yo no sé mucho de música, pero sí de arte y ¡lo que hacen es magia! —exclamó el señor.

—¡Gracias, señor! —dijo Sayumi con una amplia sonrisa en sus labios.

—Esos significa mucho para ambos que lo digas tío —comentó el azabache.

—Sólo digo la verdad hijo, aparte tu lograste lo que siempre quisiste —señaló aquel señor tan bonachón.

—Siempre fue mi gran pasión ser músico, y lo logre todo gracias a ti, no podría haber llegado tan lejos si tu no hubieras estado ahí —sonrió el chico.

—Yo no me refería a eso Ashton —volteó a ver a Sayumi —, pudiste estar con la chica de tus sueños.

Esto extraño un poco a Sayumi quien vio que Ashton se sonrojaba y Roland mostró una gran sonrisa en su rostro.

—¿A qué se refiere señor? —estaba carcomiendo la duda a Sayumi.

—¿Puedo? —vio a Ashton y este sólo asentía.

—Ashton siempre te siguió, desde que tocaron en una batalla de las bandas hace años, lo había llevado por que me lo pidió, estaba en un tour de uno de mis libros y dio la casualidad ese pequeño concierto, los vimos tocar cuando eran apenas unos niños —contó el señor.

Sayumi volteó a ver a un muy sonrojado Ashton que desvió la mirada.

—Él te vio en el escenario y quedo flechado, pero tristemente desaparecieron después del show, y no supo de ustedes durante mucho tiempo hasta después en una grabación de un concierto en Boston donde se presentaron. Su otra chica creo ya tenía cabello negro, y te empezó a seguir en todas tus redes sociales él, me dijo que iba a ser muy bueno para que lo notaras, quería impresionarte.

El señor siguió contándole las cosas a Sayumi, de cómo ella había sido desde una temprana edad una inspiración para el jovencito, esto tenía a la nipona con su corazón casi explotándole, jamás por su cabeza hubiera pasado que algo así había pasado con Ashton.

Esto la puso muy feliz y dio gracias a cualquier fuerza cósmica de que hubiera puesto en su camino a Ashton.

—Me gusta la pareja que son, me siento feliz que este en tan buenas manos Ashton —dijo el tío del jovencito.

—El siempre estará bien, se lo garantizo señor —sonrió Sayumi.

—Lo sé, créeme que lo sé.