You fall away into the light
Where numbness and pain are synchronized
If there's a grave behind my eyes
Then how do the dead find a, find a sign of life?

La duda y la inseguridad quedó plasmada en Ashton, después de haber hablado con su mamá y visto todo lo que le mostró, comenzó con cierto dolor en su corazón al no poder sacar todas esas imágenes e ideas en su cabeza.

Ese mismo día que había regresado Sayumi con Maggie, él estuvo muy distante y fue un poco cortante con la nipona, algo que por obviedad se dio cuenta ella, pero no quiso indagar en ello, sabía que eventualmente su novio le diría que pasaba.

Lo que no sabía era que él no estaba pensando muy bien y su mente divagó en muchas cosas que lo estaban carcomiendo por dentro, Ashton se sintió abrumado y de cierta manera molesto, pero no entendía el por qué.

En parte sabía que era por su mamá y cómo se entrometió en su vida amoroso, pero más aparte, el pasado, eso lo estaba destruyendo mucho.

Pero ¿Por qué le pasaba eso?

Él no era alguien inseguro, de hecho, cuando conoció a Isthar se le hizo muy sexy que tuviera tanta experiencia, pero ahora le estaba incomodando mucho eso, y lo ponía de malas.

Estaba sentado enfrente de su laptop, con cierto enojo plasmado en su rostro, esperaba la llegada de la niñera de Maggie. Pensaba salir a despejarse a un bar o a un antro, quería olvidar todo, tomar un poco y disfrutar de la noche, algo que hace mucho no hacía.

Era lo que el necesitaba, estaba un poco agobiado y más de jugar a la casita con Ishtar, el si quería que todo siguiera adelante, pero ¿Y si ella no?

¡Siempre tenía esa incógnita!

¿Por qué Sayumi lo eligió a él?

¿Lo hubiera elegido si no fuera mamá soltera?

¿Se conformó con él?

No se sentía para nada especial, siempre fue un músico medianamente bueno, pero no del todo el mejor, si era guapo, pero comparado con la nipona, se quedaba muy corto, entonces ¿Qué le veía ella a su persona?

¡No tenía nada de especial!

Su corazón se hundía al pensar esas cosas, sabía que debería tener algo que los demás no para que la gran Ishtar se haya fijado en él, y a diferencia de lo que su madre decía que era el dinero, él sabía que no era eso, siendo que ella ganaba incluso más que su él.

La duda estaba acabando con su sensates y cordura, no sabía cómo sentirse, necesitaba despejarse y tomar hasta poder olvidar todo lo que vio en esas imágenes.

«Hasta una mujer de la vida galante merece rehacer su vida.»

Pensó el chico mientras vio hacia la nada.

Dejó salir un suspiro, Ishtar no era mujer de ese estilo, ella no tuvo opción ¿o sí?

El timbre sonaba en ese momento y se levantaba abrir, viendo a una chica hindú, Kamala, estudiante de pedagogía que cuidaba a veces a Maggie cuando él o Sayumi no podía, y ninguno podía en ese momento, ella estaba trabajando y él quería salir.

—Hay comida en el refrí y te deje cien dólares más aparte de tu paga por si quieres pedir algo —dijo el chico —. Cuida a Maggie, está en su cuarto dormida.

Con ello sin más que decir salió en dirección a su Jeep y arrancó con para poder ahogarse en alcohol.

Sony 10 PM

—Pon atención Sayumi —era la frustrada voz de Fernanda llamándole por tercera vez la atención a la chica.

La chica volteó a ver a una de sus mejores amigas y asintió.

—¡Lo siento ardillita!

Estaban viendo la manera de promocionar su nuevo sencillo, sentados en la mesa con unas personas de mercadotecnia, una de las áreas donde era jefa Astrid.

—Entonces pensamos crear un teaser del sencillo, con la canción de Dulce Diosa y mostrar la cara de una mujer muy hermosa —dijo el chico de gafas que estaba mostrando la presentación.

—Será la de Astrid —dijo firmemente la emperatriz mientras tomó un poco de jugo.

Todos se le quedaron viendo, ella escribió esa melodía para su esposa, todo mundo lo sabía y la gótica se sintió en las nubes por ello.

Si bien la bajista ya había hecho cosas por ella de ese estilo jamás había mostrado una canción nueva en un concierto, pero lo hizo con la de ella.

Su corazón cuando escucho todo se infló cómo un gran globo, sintiéndose la mujer más afortunada de todo el mundo.

Ella sabía que Fer la amaba.

Sayumi por su lado estaba muy abrumada por todo lo que había pasado en las últimas dos semanas. Sintió a Ashton muy distante y de cierta manera cómo enojado o triste, no sabía en sí que.

Ese día que fue al centro comercial ella sola con los niños regresando notó a su novio de malas y un poco distante, pero prefirió no molestarlo, tal vez simplemente tenía un mal día.

Pero el tiempo fue pasando y el siguió con esa actitud lo cual preocupó mucho a la nipona. No quería perder a tan maravilloso chico, pensaba que el día de mañana ella junto con Kiba invitaran a Maggie y a Ashton a comer, para estar más cercanos y mostrarle a su amado azabache que siempre lo amaría.

No iba a echar esto a la basura.

Bar Terra Blues 11:30 PM

El azabache ya tenía diez cervezas encima, se quería ahogar en alcohol, tomando una tras otra, sin sentir de verdad el efecto que ocasionaba en el la bebida.

En ese momento, una chica bien parecida se acercó a él, no logró distinguir su cara o sus facciones, sólo sabía que tenía un cuerpo escultural, pero no le dio mucha importancia, él era fiel a Sayumi.

—Hola —dijo la recién llegada.

—¿En qué te puedo ayudar? —cuestionó el azabache.

—¿Te puedo comprar un trago?

Él se intentó enfocar, pero no pudo, sabía que conocía esa voz pero no logró ubicar de dónde.

—Si, te acepto un trago —susurró un poco decaído.

La chica le pidió al que atedia el bar la bebida, pero le guiñaba el ojo, el entendió.

—¿Cómo alguien tan guapo cómo tu esta sólo? —preguntó la mujer mientras esperaron las bebidas.

—No estoy sólo, tengo novia —dijo el bajista.

—¡Pues que novia tan desobligada que te sin supervisión aquí! —rio.

Esto tomó por sorpresa al bajista y bajó la cabeza un poco triste.

¿Dónde estaba su novia?

¿Por qué jamás lo invitaba ni lo acompañaba a estos lugares?

La cerveza llegó, ya estaba destapada pero el joven no le dio importancia y se la bebió, sintió un poco raro el sabor, pero tampoco lo tomó en cuenta, el sólo quería divertirse.

La chica vio cómo estaba cayendo en su trampa con aquella drogaba que le habían puesto a la bebida del bajista. Esta noche sería de ella, y nadie lo iba a impedir, más aparte sería un paso para alejar a la zorra de Sayumi de él.

Ashton por su parte intentó enfocarse, sabía que ya había bebido de más.

—Ven conmigo cariño —dijo la suave voz de la muchacha y Ashton sin meditarlo la siguió hasta el baño, lo cerró con llave.

Aventó al chico quien no pudo concentrarse y se sintió mal, pero pareciese que no tenía manera de enfocarse, sólo captó que la chica lo guiaba y de repente lo besó desenfrenadamente, mientras ella lo empuja al baño, lo sentó ahí y sin meditarlo se subió encima de él.

Sony 12:30 PM

Sayumi estaba en el baño del trabajo, se lavó la cara para no distraerse de nuevo. Fernanda ya estaba en su punto de quiebra y no quería ser ella la causante de todo, por ende, optó por salir de la junta y dirigirse primero por un refrigerio y después al baño.

Continuó con la preocupación de Ashton, que era lo que principalmente la tenía intranquila, no quería perderlo, pero a la vez no quería estar con esa angustia toda la vida.

Ella sabía que su chico era un joven bueno, no tenía por qué preocuparse ¿o sí?

En ese momento sonó su celular, había sido etiquetada en una foto por una cadena de televisión donde vio dos personas besándose en un baño, su corazón se partió en mil pedazos, nuevamente la habían destrozado y estaba llorando.

Intentó controlarse, la diosa Isthar no lloraba por nada, pero un berrido de dolor atrajo a la jefa quien entró al baño, ella ya la había ido a buscar porque también había visto la publicación.

—Tranquila Sayumi! Deja salir tu dolor —la abrazaba y acarició su cabello—. Te vas a quedar en nuestra casa. Astrid ya mando a la niñera de Annie por Kiba a casa de su amigo.

Ishtar al sentirse tan apoyada se abrazó a Fernanda mientras apareció Astrid cargando tanto la mochila de Fer y la bolsa de Sayumi.

Fue guiada a la salida por las chicas, no podía sentir nada, sólo era una más del montón.

Terra Blue 3 de la mañana

EL bajista estaba recostado en el suelo del baño, había tomado mucho y la chica sólo lo usó, dejándolo a su suerte.

Unos pasos se escucharon y una mano tomó de un lado a Ashton y otro lo ayudaba con la otra.

—Calma amigo, ya pronto estarás bien —dijo una voz mientras el joven músico se dejó llevar.

Algo en su pecho dolía, pero no logró saber que era.

Afuera del bar

—Ya está hecho señora Kristine, me aseguré de que todo mundo nos haya visto y parece ser que dimos en la lotería, había un reportero quien ya subió la noticia —dijo Sasha mientras tomó un taxi.

—Me parece perfecta niña, eres una buena aliada, mantente así y podré encontrar más usos para ti.

Con ello la madre de Ashton colgó y se quedó viendo hacia la luz.

—Esto es tu culpa Ashton, por haberme hecho enojar es lo que te sacas —murmuró para ella misma.