XIV
"Pregúntale a la luna 🌙 ella me ha visto noches enteras pensando 💭 en ti"
Narra Aurora
—Nadie sabe cuanto amor corren por mis venas
Ni que tú dulce sonrisa me alivia algunas penas,
Ya no recuerdo como es que llegué a quererte
Y que mi corazón palpita más con tan solo verte.
Tus labios de azúcar ansían besarme tanto como yo a ti
Y mis amantes brazos estrecharte fuerte como tú a mí,
Tu tierna mirada se perdió en la oscuridad de la habitación
Y mis ardientes manos en tu piel canela llenos de pasión.
Pero cuando junto mi boca a tus labios benditos
Me sugieren locuras, si, locuras de amor y delitos.
A lo que diga la gente no le damos mucha importancia
Y no es por cinismo, mucho menos por arrogancia,
Solo deseamos que nuestros encuentros sean constantes
Y que disfrutemos esta locura de ser amantes.
Pasaron los minutos, las horas y los días
Llenos de pasión, de penas y alegrías,
Tratando de aceptar una triste realidad
De que esto no duraría toda la eternidad.
Solo quedará el recuerdo de este loco y secreto amor
Espero no me guardes ningún tipo de rencor,
Nada más diremos que lo nuestro fue una locura
Que nace y crece, pero no siempre perdura. Fin—dijo mi madre—Es todo por hoy
—Muchas gracias por leerme mamá, fue hermoso
—Descansa
Escuché la puerta cerrarse y me tendí sobre la cama. Desde que me había drogado y besado con Cristóbal en el auto no he podido dormir tranquila. Aquella noche el me trajo a casa y se despidió de mí como si lo fuese a ser para siempre, estaba tan apenada que no fui capaz de responderle nada y se que el también lo estaba. Cuando se me pasó el efecto de la droga mi celular sonó a altas horas de la noche. El me pidió perdón y me dijo que sentía que se había aprovechado de la situación pero yo le negué mil veces que no fue así, que si paso fue porque ambos queríamos y que en parte fue mi culpa por provocarlo. Fuera de todo ese rollo me la había pasado genial, aún no puedo creer que haya bailado de esa manera perdí totalmente los estribos pero aún así no culpo a Adri, ella no sabía que esa era otra pastilla.
Faltan dos semanas para mi graduación y después de ella mi madre y yo tendremos que ir a vivir a la cuidad porque estudiare en Justis. Así que ya no pensaré más en el, después que me vaya el no volverá a verme ni yo a escuchar su voz, o cuando me llama en las noches quejándose de su madre. Me quedé dormida.
***
Me desayuné una rica taza de café con pan, hoy no tengo mucha hambre. Solo quiero ir al instituto ya que me queda poco tiempo allí y me hará mucha falta, es el lugar que paso más tiempo después de casa y desde que quedé ciega he estudiado allí. Cuando termine mi madre ya me esperaba en el auto, camine rápidamente moviendo mi bastón para no tropezar con nada y me subí al auto.
—Aurora ya casi es tu graduación así que tendré que ir a ver algunas casas a la cuidad
—Si que bien—me limité a responder, a pesar de ir a Justis es lo que más deseo cuando me hablan de que tengo que marcharme de aquí me pone nostálgica—¿Dónde me quedaré?
—Aún estoy pensando en eso
—Vale
La familia de mi madre no es muy extensa que digamos, y de la de mi padre no sabemos nada de ella. Solo sé que mi madre tiene una prima que vive cerca quizás allá me deje mientras ella va a la cuidad a buscar casa. El auto se detuvo y mi madre me dijo que habíamos llegado, me dio un beso en la mejilla y yo baje rumbo al instituto. Estoy tan emocionada de contarle a mis amigos que iré a Justis a estudiar.
Entré directamente a la clase, como siempre llego tarde por el tráfico. La maestra Ross como hace con todos los chicos me dio la bienvenida, admiro el optimismo de esta señora. Siempre está brindando apoyo y amor a los demás, y eso es porque según escuché que ella tuvo un hijo hace muchos años que murió de cancer, por eso ella tomó la decisión de trabajar en un lugar de personas especiales como este. Para ayudarnos.
—Bien chicos hoy hablaremos del baile—dijo muy emocionada a penas se le entendía la voz. Todos empezaron a cuchichear y decir que querían hablar—Muy bien Marcos cuéntanos
—Me la pase genial. Habían rumores de que alguien estaba traficando droga
—Que cosas dices, eso es imposible y si así fuera había cámaras por todos lados
Mi corazón latía tan fuerte, por primera vez agradecí que mis compañeros de clases fueran ciegos y que no me hayan visto como loca. ¿Acaso habrá cámaras en el baño?...
—Dejemos de hablar de eso y hablemos de lo importante, la graduación—agradecí a la maestra que cambiara de tema, seguro ella notó mi cara de preocupación, espero que no la haya malinterpretado—Entonces (...)
No le presté ni un poco de atención a nada de lo que dijo la maestra, ahora estoy un poco preocupada por lo que dijo Marcos y me cuestionaba mil veces por qué el habrá saltado con eso, algún motivo tenía o quizás era para fastidiar el siempre ha sido el fanfarrón de la clase y nunca le hacemos caso a las estupideces que dice pero esta vez lo hice porque yo sé que si había droga en ese lugar.
Al terminar la clase salí y mi madre ya estaba esperándome, me dijo que me iba a recoger más temprano porque tengo que ir a la casa en donde me quedaré, mi madre se irá hoy mismo para terminar lo antes posible y volver. Ella sabe que estaré un poco asustada en una casa que jamás he ido y con una mujer con quien nunca he hablado.
—He hablado con Perla y me dijo que tiene una hija más o menos de tu edad, así puedes entretenerte. Su nombre es Aysun y va a la universidad—dijo mi madre mientras conducía para la casa en donde me quedaré
—Que bien así tendré con quien hablar—dije cortante
—Se que temes quedarte con ella pero mi prima es la única persona de mi entera confianza con quien puedas quedarte
—Si lo sé mamá, no te preocupes estoy bien—fingí una sonrisa—Tengo la corazonada de que Aysun será una gran amiga
—Llegamos hermosas—me dijo deteniendo el auto—Tu bolso con ropa y todo lo que necesitarás está en el asiento trasero
Me desmonté y con cuidado fui al asiento trasero, cuando abrí la puerta me quede un minuto pasmada frente a el, me acorde del apasionado beso que Cristóbal y yo nos habíamos dado y de cómo sus manos me tocaban como si fuese una flor. Cálmate Aurora solo fue efecto de las drogas. Tome el bolso y deje que mi madre me guiara, escuché como tocaba la puerta con fuerza. Mi corazón latía fuerte.
—Prima querida—escuché una vos que mujer que según yo era Perla—Aurora que grande y hermosa estas pasen pasen—típico
—Que casa tan hermosa tienes—escuché a mi madre halagarla—Y tu hija?
—Está en la universidad no tarda en llegar, tomen asiento
Seguí a mi madre que me indicó donde sentarme, permanecí en silencio mientras ella le daba las instrucciones de mi a Perla, me sentí como un bebe mientras olía el rústico olor de esta casa. Escuché la puerta golpear seguido de una voz seductora diría yo de chica... ¿Aysun?.
—Hola hola—dijo aquella chica
—Hija mira ellas nuestra familia de las cual te hablé
—Mucho gusto soy Aysun—dijo de un tono altanero, a leguas se le siente la vibración a esta chica
—Lleva a Aurora a tu cuarto, para que se familiarice en donde dormirá, cuidado es ciega—le dijo a su hija en voz baja, pero como quiera la escuché
—Vamos—dijo ella tirando de mi
Deje que me guiara por un brazo, y colgaba mi bolso del otro. Ella me halaba de una manera un poco brusca, no le di importancia seguro no está acostumbrada a estas cosas. Cuando se abrió otra puerta un olor a perfume de cabaret invadió mi nariz.
—Eh cuidado hay un sillón, no vayas a tropezar—me dijo en tono forzado, con mi bastón me guíe de no tropezarme y me senté
—Gracias—me limité a responder. Mi celular sonó y me espante
—Es tu teléfono, permíteme pasártelo—agradecí que haya sido amable por primera vez, el celular seguía sonando pero me incomode de aún no me lo haya pasado—¿Cristóbal? Que curioso mi ex se llama así. ¿Hola?
Quién se cree esta chica, tomó mi teléfono y para el colmo contesta la llamada, ya me estaba empezando a incomodar.
—Que pequeño es el mundo Cris—dijo ella hablando con Cristóbal, acaso es el mismo al cual ella se refería?—Claro que la conozco, es familia mía—dijo con picardía—Shhh no le haré nada malo, solo nos divertiremos un rato y más que ahora se que la conoces amor—ya me estaba empezando a asustar—Chaooo
—Dame mi celular—dije tartamudeando, su tono de voz y lo que había escuchado me había causado terror
—Claro, encuéntralo—dijo riendo a carcajadas—Este será una pasantía muy divertida—temblé
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