XIII
"Te mereces el universo 🌌 y yo solo soy una estrella ✨"
Narra Cristóbal
El tiempo pasa volando cada vez que estoy con ella es como si fueran solo unos segundos, ninguna medida de tiempo es suficiente. Aurora se convirtió en una gran compañía para mi y lo mejor de todo es que no era incómodo que yo le cuente mis cosas y ella a mí, después del incidente de la montaña no habíamos vuelto a salir solos hasta el día de hoy. Solo nos veníamos en el instituto o cuando voy a su casa a visitarla.
Hoy es el baile antes de su graduación, mi madre no quería romper la tradición de hacer un baile de graduación como en las escuelas normales. Así que decidió hacerlo antes de la graduación, después de discutir varias veces con ella por eso al fin aceptó que yo invitara a Aurora al baile este año es el primer baile del instituto que voy así que estoy algo ansioso por ver lo que ella preparó.
Me subí al auto rumbo a su casa, mis manos tiemblan en el volante. No soy la clase de chicos que va a bailes escolares, las últimas veces que pase por una chica fue por Aysun cuando ella me convencía para ir a discotecas, en aquella época de tinieblas de mi vida. Pero ya todo eso había quedado en el pasado, ahora que conocí a una chica como Aurora me di cuenta de el gran valor que tiene la vida, y aprendí a darle el valor a las personas que se merecen.
Cuando llegue a su casa me aparqué cerca del auto de su madre, me quede unos segundos mirando la ventana de su cuarto que tenía la luz encendida con ese tono escarlata que a su madre le gusta ponerle, me desmonté aún con las manos temblando ¿Qué te pasa Cristóbal? Me pregunté a mí mismo cuando toque el timbre por impulso.
—Hola pasa—dijo la señora De León al abrir la puerta, regalándome una sonrisa resplandeciente
—Gracias—le dije siguiéndola
—Aurora vendrá en nos segundos, toma asiento—asentí y me senté el el gran sofá café de la sala de estar—Estas guapo
—Jeje, gracias señora—le dije algo avergonzado, si hubiese sido mi madre me hubiese regañado por decirle señora, según ella es muy joven
Ella salió de la nada de la habitación cuando menos me lo esperaba, del mismo modo había llegado a mi vida. Un día lluvioso cuando cayó asustada en mis brazos, cuando la vi por primera vez nunca me imaginé que aquella chica y yo íbamos a ser tan cercanos. Estaba vestida con un vestido blanco que le llegaba un poco encima de las rodillas con escote y un cinturón plateado que combinaba con sus tacones, traía su cabello rojizo ondulado y sus labios pintados con un tono angelical, intenté disimular lo impactado que estaba esa chica pues su madre seguro me notaría.
—Estas hermosa—le dije acercándome a ella, para que su madre no me escuchara. Ella me sonrió pícaramente
—Muy bien, les tomaré una foto—dijo su madre sacando una cámara de cajón del estante
—Anda mamá se nos hace tarde—dijo Aurora sonriente. Que chica tan hermosa
—Listo—dijo su madre emocionada después de tomar la foto—Váyanse ya chicos es tarde
—Si—le dije tomando a Aurora por el brazo para guiarla, no era necesario en su casa pero quería hacerlo—Adiós
Salimos y la ayudé a subir al auto para luego arrancar, ella ya se había acostumbrado a como manejo así que ya no está de paranoica como antes. La noche es hermosa y perfecta para disfrutarla, vi su habitación de lejos vi y las luces apagadas. Sonreí como un estupido y conducía rumbo al salón Royal donde mi organizaron el baile, ella como de costumbre no dijo nada todo el camino, y yo la miraba de reojo cada vez que tenía la oportunidad o cruzábamos por un semáforo.
—Llegamos—le dije estacionándome
—Desde aquí puedo escuchar la música—me dijo saliendo del auto con su bastón
—Vamos—le dije, y ella me ofreció su brazo
El salón es más grande de lo que imaginé, la entrada está decorada por un gran camino de globos negros y rojos y una alfombra de los mismos colores, antes de entrar nos colocaron un brazalete. Al entrar parecía una discoteca con una gran variedad de colores de luces. En cada esquina hay mesas, algunas con bebidas y otras con bocadillos, en el fondo hay un escenario donde hay un DJ y un letrero grande. Me gusta.
Nos sentamos en un sillón, le ofrecí un ponche y ella asintió. Lucho que venía a toda prisa para nosotros colgando de su cita, la asistente de mi madre. Le había prometido que le conseguiría una cita con ella si me ayudara, así que escuché que ella no tenía pareja para el baile y pensé en Lucho al instante.
—Hola tío—dijo Lucho sentándose con ella al frente nuestro con una cerveza—Hola Aurora
—Hola—dijimos Aurora y yo al mismo tiempo
—Esto está de madre—dijo Lucho quien traía puesta una camisa media abotonada, y el cabello despeinado
—Aurora ¿me acompañas al tocador?—dijo la chica con cara de inquietud—Me he estado aguantando la orina un buen rato
—Claro—dijo Aurora y ella la ayudó a pararse
Las vi desaparecer en la multitud, Lucho se sentó a mi lado. Al parecer está medio borracho.
—Amo a esa tia, está buenísima—me gritó dándome golpes en el hombro
—De nada—le dije sarcásticamente
—Deberías de usar la pastilla, nosotros la tomamos y nos pasamos rato encerrados en el auto
—Jaja, no. Hace años que no tomo esa pastilla y no lo haré ahora, mucho menos se lo daré a Aurora—le dije seriamente
Esas pastillas son una especie similar a la droga que vuelve locos a las personas y despierta su apetito sexual. Perdone que dijera ese tipo de comentario porque está medio borracho porque sino le hubiese partido la boca. Como se atreve a decirme que le de eso a Aurora... cálmate.
—Ya, solo fue un comentario gracioso. ¿Queréis bailar?
—No ¿Por qué tardan tanto?
—Calmaos, ya sabéis como son las crías
Luego de unos minutos Aurora venía colgada de la mano de Adri sonriendo de oreja a oreja, nunca había visto ese tipo de sonría y picardía en sus ojos. Se acercó a nosotros y Adri invitó a Lucho a bailar.
—Cristóbal vamos a bailar—me gritó Aurora
—No creo que...
—Vamos estamos en un baile—me interrumpió, asentí y la tomé de la mano para sacarla a bailar
La mire detenidamente, había algo extraño en ella. No le di importancia y sonreí felizmente de que ella al fin esté empezando a divertirse y hacer cosas igual que los jóvenes como bailar en tu baile antes de la graduación.
Estaba sonando una música movida, ¿acaso sabe bailar? Me pregunté a mí mismo cuando ella empezó a mover su cintura de una manera muy sexy. Intenté controlar mis pensamientos pero ella me volvía loco. En serio ¿eres Aurora?.
—Baila conmigo—me dijo ella tirando me mis manos y depositándola en su cintura, ella rodeo mi cuello con sus manos. Estaba tan cerca de mi que podía sentir su respiración
¿Dónde estará mi madre?...
Al terminar la canción respire aliviado, haberla tenido tan cerca de mi y sentir esas inmensas ganas de besarla me resultaba una tortura. Ella tomó una cerveza que le había pasado Adri. Se la estaba tomando como agua y yo sé la quite.
—Qué te pasa—me preguntó furiosa
—No estás bien—le dije
—Claro que si, dame mi cerveza—me gritó y empezó a reír como loca
No puedo ser lo que estoy pensando.
—Qué pasó cuando fuiste al baño con Adri?
—Nada
Me levanté furioso y fui a donde estaba Adri con Lucho bailando, di me entero de que ella le dio una pastilla a Aurora yo mismo me encargo de que mi madre la despida.
—¿Qué le diste?—le pregunté furioso
—De que hablas—me gritó
—Cuando estaban en el baño
—Me dijo que le dolía la cabeza así que le di una pastilla para el dolor. ¿Qué sucede?—preguntó algo preocupada
—Déjame ver tu bolso—ella me lo paso amablemente. Me paré en seco al ver—Te confundiste de pastilla—me limité a responderle. Como todo ser humano nos equivocamos así que ella no tiene la culpa de nada, el efecto solo dura unas cuantas horas así que tendré que vigilar a Aurora mientras esté así.
Cuando me volteé ella no estaba sentada allí en el sillón, empecé a correr como loco por todo el salón pero no la vi, el paso cada vez era más estrecho por las personas, salí y la vi caminando en dirección a mi auto. Corrí y me acerqué a ella, estaba contando los pasos.
—150—dijo ella sonriendo y saltando como una niña—Sabes Cristóbal siempre cuento los pasos de los lugares que voy—dijo percatándose de mi presencia
—Escúchame no estás bien, haz tomado una droga—me dije despacio—Creo que lo mejor es que te lleve a casa
—Shhhh mi madre no puede enterarse que estoy drogada—dijo riendo a carcajadas—Me matara
—Entonces nos quedaremos aquí a esperar que pase el efecto vamos—le dije mientras abría la puerta trasera del auto para acostarla con cuidado adentro—Ven acuéstate aquí
—Que cómodo es—susurró—Deberías acompañarme
—No—me limité a responder, no podía hacerle caso, todo lo que decía es por la droga
Creía que esta noche iba ser divertida e inolvidable, inolvidable si pero divertida no, me siento culpable de que ella este así ahora, su madre me confió a su hija para que la trajese al baile y ahora está drogada. Lo siento tanto Aurora. Distraído en mis pensamientos de culpa ella tiró de mi y caí encima de ella dentro del auto. Intenté pararme pero ella me acorralaba con fuerza. No puedo quitar sus manos para levantarme sin lastimarla, está haciendo mucha fuerza.
—Está noche es lo máximo. Solo falta una cosa
—¿Qué?
—Esto—dijo y me besó con fuerza
No sé qué me pasaba, quizás eran las ganas que tenía de besarla, pero quería que fuese de este modo no ella estando así, me sentía que me estaba aprovechando de su situación. Pero no me detuve le seguí la corriente y la bese, besa tan apasionadamente que me volvía su más loco de lo que ha estaba, ella acariciaba mi cabello y espalda y yo su rostro. Sonreía entre besos, entonces empezó a desabrochar mi camisa y yo acaricie su pierna, ella gimió y yo me detuve.
Salí del auto furioso y patee la llanta, no quiero que sea de esta manera, probablemente ni siquiera recordará lo que acaba de pasar pero no puedo continuar, estuvimos a punto de hacer algo de lo que quizás nos podamos arrepentirnos. Soy un idiota, no me perdonaré lo que acabo de hacer. Ella salió del auto y yo la mire con vergüenza.
—Lo siento, fue mi culpa no debí...
—Perdóname tu a mi, nunca debí dejarte sola. Ella siguió mi voz y me abrazó
—No te sientas culpable, pasó porque queríamos que pasara
Se me zafo una lágrima.
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