Estábamos seguros de que habíamos ganado y no era para menos, cada faceta que Shawn Kavanagh me mostraba era impresionante.

¿Hacer una segunda trampa de queso sin siquiera recibir mi ayuda? El queso a la Shawn, la había llamado, era un nombre ridículo, pero él, mi amargado británico cascarrabias era un genio en las bromas y Lucas había probado una cucharada de su propia medicina.

¿Publicar el número de teléfono de Johan en una página de anuncios indicando que vendía crema anti acné en un excelente precio? El pobre seguía recomiendo mensajes y llamadas de personas desesperadas por un descuento.

¿Incluir salsa picante en el sándwich de Archie? No lo llevaron al hospital, pero la cantidad fue crítica, recibimos una advertencia.

¿Terminarle a la novia de Daniel a través de su teléfono? Fue un golpe bajo, pero en defensa de Shawn el pequeño demonio le había echado sal en el café. El británico se lo tomó personal.

Era un genio, pero también era manso, siguió cada una de las reglas descritas por los intocables y nunca hizo algo demasiado fuerte, a excepción de la pintura verde que aún permanecía en la piel de Lucas quien lo veía al otro lado de la gran mesa con cara de pocos amigos. Y por más que los pequeños demonios lo intentaron cayó muy pocas veces.

—Creo que ya no le caigo tan bien a Lucas—susurró él tomando su copa de vino antes de darle un sorbo.

—No lo creo, debes estar en un pedestal en este momento, lo que hiciste fue historia, apaleaste a cada uno de los hijos de los intocables.

—Excepto a ti.

—Excepto a mí —repetí—, pero eso es prácticamente imposible. Creo que pudiste notar que solo caí en la broma de cucarachas de Johan y solo porque estaba con la guardia baja.

Sus ojos brillaron, pero de nuevo no sonrió. Shawn había sido amable con cada miembro de mi familia y repartió sonrisas a diestra y siniestra a mi abuela, sin embargo, nunca dirigió una hacia mí, cosa que me hacía sentir un poco derrotada.

Íbamos a dar las gracias después de cuatro días de bromas pesadas entre los tres grupos, al menos este año no habíamos roto nada o dejado algo demasiado sucio como para ganarse un regaño de nuestras madres.

Papá al parecer había hecho las paces con el británico y ahora le sonreía abiertamente al vecino, como había sido apodado. Él estaba seguro de que resultaríamos ganadores también, pero todavía no se habían contabilizado los votos y no sería hasta después de la cena que mi tío Gaston hablaría.

—Señor Kavanagh, ¿y a qué se dedica? —Preguntó de repente el abuelo dirigiendo la conversación divertida del otro lado de la mesa hacia mi acompañante.

El abuelo no estaba contento con el vecino, por lo que escuché creía que se veía demasiado mayor para mí incluso cuando aclaré que solo éramos amigos.

Shawn tomó otro sorbo de vino y respondió.

—Principalmente soy profesor, señor Pirce y por favor, llámeme Shawn.

—¡Ah! ¡Profesor! ¿Y qué enseñas, Shawn?—El abuelo parecía interesado.

Me tensé, nadie le había preguntado a Shawn todavía que enseñaba. Lucas me observó al otro lado de la mesa, Johan también pero este último ocultó su sonrisa detrás de la servilleta de tela.

Entrecerré mis ojos, mierdecilla.

—Música—soltó Shawn sin dar demasiados detalles, por lo que me alivié un poco, pero el británico si decidió explicarse —. Soy profesor de teoría musical, también daba algunas clases particulares de cello, pero actualmente lo he dejado un poco de lado, no tengo... mucha paciencia con alumnos inexperimentados.

—Hiciste una trampa de queso, para mí eres paciente—señaló tío George.

—Puedo ser paciente para divertirme, pero no soy muy bueno en ser paciente con chicos de doce años que no saben tocar una buena nota para mí—para mi sorpresa se burló Shawn—. Sé que suena un poco arrogante, pero no puedo soportar una mala nota en el instrumento que toco y considero mi vida.

Después de varias preguntas más hacia Shawn y su carrera, fue tío Bart quien trajo el gran pavo, tío Louis estando detrás con el segundo y tío Connor traía el tercero, éramos demasiados, estar bien abastecidos era importante.

Pude notar la sorpresa de Shawn, sin embargo, trataba de ocultarla bastante bien. Me fue imposible evitar no comérmelo de pies a cabeza, tenía uno de esos suéteres de cuello de tortuga y un pantalón de vestir con zapatos de cuero a juego, se veía como todo un británico y su acento inglés elegante lo delataba por completo, creo que nada más hacía falta que tuviera toda la vajilla completa frente a él para verse como un aristócrata moderno.

Los muebles de la sala tuvieron que ser movidos para colocar la gran mesa y las múltiples sillas y eso que este año no estábamos todos completos. Me encantó tomar la mano de Shawn y Stephanie en el momento de dar las gracias, aunque era la parte que más odiaba, considerando que tenía hambre y debía esperar a que cada persona diera su pequeño discurso.

—Debería empezar el vecino, es nuestro invitado—dijo papá incentivando a mi acompañante y sorprendiéndome de nuevo su entusiasmo hacia él.

Shawn se removió nervioso, todos empezaron a animarlo e incluso yo apreté su mano para hacerlo.

Remojó sus labios y me fue imposible evitar que mis ojos no cayeran en ambas almohadillas, pero rápidamente volví mi mirada a sus ojos para que nadie se diera cuenta.

—Bien, uh, esto es un poco incómodo, lo lamento —Algunos reímos, Shawn solo fijó sus ojos en nuestras manos unidas—. Creo que lo que más puedo agradecer es que la nueva chica de al frente tocara mi puerta luego de un día bastante malo hace un par de semanas atrás, que me hablara en francés y que esté decidida a hacerme sonreír incluso arriesgando algunas cosas con traerme con su familia. Les doy gracias a ustedes, por abrir las puertas de sus casas y por permitirme ser parte de su tradición familiar, daría lo que fuera por haber crecido en una familia como la de ustedes, es la primera vez que sé lo que se siente tener una familia. Yo, uh, creo que eso es todo, espero haberlo hecho bien.

Mis ojos estaban húmedos, sabía que Shawn estaba incómodo por lo que para quitar la atención de él hablé sin quitarle los ojos de encima.

—Es mi turno, bien. Doy gracias a mi familia maravillosa por apoyarme en mi sueño y estar para mí cada vez que los he necesitado. Y doy gracias por haberte conocido británico cascarrabias, eres sin duda alguna el mejor vecino que he tenido—escuché algunas risas, Shawn estaba serio, pero como siempre sus ojos me decía mucho más—. Gracias por olvidar lo primero que te dije aquella noche en la puerta de tu casa y todas las cosas vergonzosas que digo en francés, pero supongo que son solo palabras para ti. Oh, bueno, ¿Steph?

Y así fue, con cada uno, todos dieron gracias por cosas específicas, pero en general todos dimos gracias por nuestra familia.

Después de la cena Shawn había desaparecido, pero algo me dijo que el británico estaba afuera en el fastidioso frío de otoño. Y fue así, estaba sobre las escaleras del porche mirando hacia la casa del frente, tomé asiento a su lado y me abracé tratando de obtener calor.

—Mamá me ha preguntado unas treinta veces si estás bien y qué fue lo que te hizo tu familia de mierda—Shawn alzó sus cejas, yo me encogí de hombros—. Sus palabras, no las mías. Creo que todos quedaron un poco consternados con tus palabras de haber querido una familia como la de nosotros. Nadie quiere una familia como la nuestra, Shawn, creo que te podrás haber dado cuenta de que al menos tres cuartos de mi familia está chiflada.

Shawn sonrió y no dijo nada, solo me estaba observando esperando alguna clase de reacción de mi parte, cuando lo capté mi corazón empezó a bombear con fuerza y mi boca cayó en un movimiento.

—Estás sonriendo—dije viendo impactada sus hoyuelos.

—Sí, creo que la acción de elevar las comisuras de los labios se llama sonreír, Lucy.

—Me estás sonriendo—él se rio mientras negaba con su cabeza, mis ojos se abrieron de par en par—. Te estás riendo.

—¿Segura? Tal vez tomaste mucho vino en la cena. ¿No es ilegal que consumas alcohol?

—Estoy en Toronto, no en California y créeme, en ese lugar a los trece ya están toman... ¡No me cambies el tema! ¡Oh Dios, me estás sonriendo! —Totalmente feliz y sin medir consecuencias me incliné y lo envolví en un abrazo. Lo sentí tenso al principio, pero poco a poco se relajó al contacto.

Olía bien, una mezcla de madera y eucalipto que nubló un poco mis sentidos.

—Este perfume es la cosa más exquisita que he olido en mi vida—Caí en cuenta que lo dije en francés cuando empezó a reírse nuevamente—. Creo que fue a otro el que se le subieron las copas de vino.

—No, es solo que sigues hablando sin pensar en cualquier idioma y siempre me ha resultado gracioso, solo que no quiero demostrártelo.

—Meera me dijo que no sonreías mucho.

—No lo hago—confirmó él.

—Pero lo estás haciendo tan fácil en este momento, no sé si creerles.

Shawn guardó silencio, pero no desvió la mirada. Sus comisuras aún estaban un poco alzadas.

—Ese es el tema, Lucy, lo haces fácil.

—¿El qué? ¿El hacerte sonreír? —cuestioné extrañada—. Me vestí de dinosaurio para hacerte reír y te conté mis mejores chistes y obtuve nada, eso no es hacerlo fácil.

—No hablaba de las sonrisas—Se levantó del escalón y me extendió su mano, la tomé, pero seguía sin darme explicaciones.

—¿Entonces qué hago fácil?

Pregunté nuevamente al ver como nos dirigía de nuevo a casa. Shawn se detuvo, había borrado su sonrisa, de nuevo estaba el rostro inexpresivo de siempre.

—¿Shawn?

—Todo, Lucy, haces todo más fácil.

Sin más me dejó con la palabra en la boca sola fuera en el porche de la casa de mis tíos.

¿Lo hacía todo más fácil para Shawn?

¿Pero qué es todo?

—¡Shawn, ven aquí y háblame! ¡¿A qué te refieres con todo?! ¡Shawn!

Fangirlearé con ustedes porque yo amé este capítulo asdfghjkl

*Shawn sonriendo* imaginenselo con sus hoyuelitos de bebé *Llora*

Dedicado a StefanySosa0 <3

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