Capítulo 23.
Shawn.
Recordaba cada festividad junto a mi familia como una pesadilla tras otra. Nómbralo: cumpleaños, acción de gracias, navidad, año nuevo, día de las madres, día del padre, ninguno tenía un recuerdo bonito. Por lo general el villano de cada pesadilla era mi padre, mi madre no se quedaba atrás, siendo Brianne cómplice de absolutamente todo.
Sabía que mi familia no me quería, tampoco se querían entre ellos. Brianne era una perfecta copia de mi madre, esta por su parte solo amaba el dinero y papá siempre había anhelado el prestigio y reconocimiento de las personas a su alrededor.
Un Kavanagh siempre debe ser el primero en todo, el mayor consejo que me había dado a lo largo de mi vida. Quizás el único.
Para los Kavanagh el estatus y el dinero eran lo más importante, el amor y el cariño era solo para débiles. La familia tenía un objetivo, ayudarte a escalar mucho más alto, el resto era solo un estorbo.
Si no hubiese sido por Teresa quizás habría crecido con esos mismos pensamientos, pero Teresa me enseñó cosas que pude poner en práctica. El amor no es para débiles, amar la música es el complemento de mis ensayos diarios, pero nunca pude aprender sobre la familia, tenía a Teresa, sin embargo, aunque la amaba no era mi familia, era una empleada que me tenía mucho aprecio y yo a ella.
En mis círculos nunca había visto una familia feliz, ninguna... Hasta que acepté la idea absurda de acompañar a Lucy a otro país y conocí a su familia.
Cuando acepté lo hice en automático, a estas alturas creía no poder negarle nada a la chica de mejillas rosadas. No medí las consecuencias y cuando ella asustada las expuso solo busqué soluciones porque quería acompañarla, quería ser parte de esa loca aventura. Pocas veces podía ser parte de una.
Ahí, en esa sala, rodeada de una cantidad abismal de personas, padres, hermanos, tíos, primos, con todo y la extraña fascinación por las bromas, por fin vi lo que Teresa me hablaba tanto, lo que era realmente una familia, lo que yo nunca pude tener.
—¿A qué es guapo el vecino?—Uno de los tíos de Lucy colocó su brazo por encima de mis hombros—. Tranquilo Tristan, ya lo amenacé, te ahorré un poco de trabajo.
El padre de Lucy había estado entrecerrando sus ojos en mi dirección desde que había llegado. No podía negar que me incomodaba un poco, pero podía lograr entender su aversión a mí, tenía dos dedos de frente. Me veía mayor a su hija de dieciocho años, había aparecido de la nada y al final era una de sus hijas adoradas.
—¿Qué te dijo Bart?—cuestionó el tío Louis, lo recordaba de las diapositivas con las que Lucy me había presentado a su familia.
—Uh, me explicó el método de tortura que cada uno de ustedes podría aplicar si le hacía daño a Lucy.
Todos rieron menos el señor McDugents, el único de los líderes que no me permitía llamarlo por su nombre.
—¿Por qué siento que estás disfrutando todo esto, Connor?—habló el tío George.
—Porque lo estoy haciendo. Es como una especie de venganza por todo lo que me hizo sufrir Tristan cuando apenas éramos unos adolescentes—Al ver que estaba un poco perdido me explicó —: Descubrí de una mala manera que estaba saliendo con mi hermana.
—¡¿Mala manera?! ¡Nos estábamos dando un inocente beso en una cafetería y tú enloqueciste!
—¿Enloquecí?
—Enloqueciste—le dio la razón Bart.
—No solo con él, con el pobre Gaston también. Todavía sigues siendo un grano en el trasero con él—agregó George.
—Y con Tyler, no olvidemos a Tyler—apoyó Louis.
Connor hizo un gesto con su mano restándole importancia.
—Pobre Nina en un futuro—Bart parecía bastante divertido. Recordando que yo estaba ahí escuchando la conversación entre amigo me apretujó más hacia él—. ¿Qué piensas tú, vecino? ¿Tienes hermanas?
—Tengo una, es mayor que yo.
—¿Eres sobreprotector con ella?
Cuando mi hermana se casó con Caleb solo pensé en lo desafortunado que era el pobre tipo.
—La verdad es que no tengo una buena relación con mi hermana—confesé un poco avergonzado—, pero puedo entender la incomodidad. Sentir como una persona de la nada puede robarte a tu hermana favorita o a una hija.
Los cinco tipos me miraron de manera diferente, más amenazante, pero ninguna mirada era tan oscura como la del señor McDugents.
—Exactamente, me alegra que lo entiendas, vecino, porque eso significa que vas a mantener tus manos quietecitas—dijo el padre de Lucy.
—Este fin de semana será de pruebas exhaustivas para ti, la guerra de bromas será una excusa para echarte un ojo—agregó Louis.
—Y nuestros hijos serán de una gran ayuda—complementó George.
—Así que ten mucho cuidado, vecino, es mejor que revises a cada tanto por el rabillo del ojo—masculló Connor entre dientes.
Y como si la amenaza no fuera bastante clara sentí como el tío Bart apretó con más fuerza mi cuello.
—Recuerda, te podemos partir como una ramita si tocas un solo pelo de la princesa Lucy, ¿está claro?
Mi padre había acordado la boda entre Brianne y Caleb, un acuerdo de negocios, había dicho. Brianne estaba contenta porque creía que Caleb era caliente además tenía dinero para consentir todos sus caprichos. Brianne siempre se llenó la boca de ser la única, por lo que cuando Caleb la engañó enloqueció, fue cuando le pidió el divorcio. A papá le dio igual, mi mamá solo se sentía de los nervios por lo que hablaría la gente en sus fiestas de cocktail.
No me sentí amenazado por aquellos hombres, me sentí agradecido. Lucy era luz por donde quiera que pasara, solo hacía falta ver sus mejillas rosadas para que un mal día cambiara. Ella merecía esa protección, ese amor que su familia demostraba.
Ahora entendía porque aquella chica era así, cpmo estaba tan convencida de hacerme sonreír y no se rendía. Sus apodos tontos, los chistes malos, su disfraz de dinosaurio, incluso su diarrea verbal en francés.
—¿Está todo bien?—la chica me miraba asustada, quizás un poco arrepentida de haberme dejado sola con sus vigilantes.
Los intocables, como hacían llamarse los líderes de la contienda balbucearon por primera vez sin saber que decir.
Por lo que, con mi rostro totalmente neutro, aunque quería sonreírle como un loco, respondí.
—Tu papá y tus tíos me estaban hablando de cómo sería la guerra de bromas—me encogí de hombros y tomando toda la atención de los presentes en el pequeño círculo —. Le prometí a tu padre que te ayudaría a ganar, tus tíos no se lo tomaron muy bien, pero creo que ellos tienen que entender que serás la absoluta ganadora.
Lucy sonrió, pero de igual manera entrecerró sus ojos como si no creyera lo que le estaba diciendo. Por parte de su papá y sus tíos parecían bastantes sorprendido por mis palabras.
—¿De verdad fue eso o te estaban amenazando?
—¡Hey!
—¿Por quién nos tomas?
—Nosotros queremos al vecino.
—Solo teníamos una charla amena.
—El vecino ahora es nuestro mejor amigo.
Dijo cada uno de ellos en unísono, estuve a punto de reírme al ver como los cinco hombres mayores parecían estar acorralados por la mirada amenazante de la chica.
—¿Shawn?
—Estamos bien—le confirmé.
—Uhm, te alejaré de ellos como método de prevención, no me fío. Ven, te presentaré a mi tía Hanna, ella es genial.
Lucy tomó mi mano y me arrastró lejos de los hombres sin siquiera darme tiempo de decirle nada.
Su tía Hanna era la hermana menor de su mamá. Se notaba aún su alma juvenil. A medida que hablaba podía entender lo que comentaron los tíos de Lucy sobre las escenas de celos de Connor. Hanna decía que yo le recordaba a su esposo Gaston quien luego se acercó para conocerme y advertirme que no comiera nada sin Lucy primero probarlo.
—Recuerda protegerte si quieres jugar a los doctores con tu vecino, Lucy.
—¡Tía Hanna! Es solo un amigo, ¡ya basta!—respondió Lucy en su idioma natal, para de nuevo hablar en inglés—. Además, no está bien hablar en otro idioma frente a alguien más.
—Lo lamento, Shawn, pero era algo que no debías escuchar—dijo la mujer bastante divertida de la vergüenza de su sobrina.
La primera vez que vi a Lucy ella estaba con sus ojos brillantes y parecía emocionada de conocer a su nuevo vecino, por lo que no hice ningún comentario para avergonzarla después de entender perfectamente lo que me había dicho en francés.
Mi padre decía que todo Kavanagh tenía que ser un hombre culto, por lo que todos los días, a parte de mis exhaustivos ensayos, tenía clases con mi profesora de francés, una vez lo dominé, batallé con el español, seguía sin hablarlo muy bien, ¿pero el francés? Era mi segunda lengua.
Cada ocurrencia que salía de la boca de Lucy en francés me hacía sentir un poco mal al entenderla, pero no quería avergonzarla.
Algún día se lo revelaría.
—¡Bien, atención familia y vecino! ¡Todos díganle hola al vecino!—llamó Bart al centro de su sala, todos nos empezamos a acercar hasta él
—¡Hola, vecino!—dijeron todos al unísono.
Admitía que el tío Bart era el más divertido de todos.
—Ahora que ya le dimos la respectiva bienvenida al vecino y forastero es momento de dar cada detalle de esta nueva guerra de bromas.
—¿Cuál será el premio de este año? —intervino Archie removiéndose emocionado en el sofá.
—Primero lo más importante, grupos y reglas. Así que todos escuchen con atención, no serán repetidas y quién viole una regla quedará completamente descalificado.
Cualquiera diría que esta era una familia de locos, pero habría matado por tener una familia de estas.
Miré a Lucy a mi lado quien se veía bastante seria escuchando con atención a su tío. Por un momento me olvidé en donde estaba y solo me concentré en observarla discretamente, como parecía hacer cada vez que ella estaba cerca de mí.
Me encantó este capítulo porque conocemos mucho más de nuestro británico cascarrabias <3 Además de muchas revelaciones.
Creo que todos sabíamos que Shawn entendía el francés jajajajaja
Dedicado a James_McFly <3 Disfrútalo :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro