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23: ¿Enojo?

Los ojos de Ónix vieron al frente, su rostro formo una mueca de desagrado.

—¿Qué carajos está pasando? —Su cuerpo logro doblarse por completo y se levantó de forma un tanto dolorosa, mirando a Sky suspiró —¿Qué se supone que es esto?

—Entrenamiento.

—¿Así? ¿Agarrándome de sorpresa y lanzándome a un árbol? —Recrimino. Después de todo tenía razón para enojarse, aquel golpe pudo haber sido en el cuello y ahí si no tendría oportunidad de cambiar.

—¿Qué querías? ¿Deseabas que te pasáramos una pluma por el culo? No cariño, yo voy a patearlo. —Las palabras de Rea parecían ser resentidas. Como si el problema era personal.

—Yo no entiendo su forma de entrenamiento... tampoco deseo conocerla, me iré de este lugar.

El aviso hizo a Sky jadear de sorpresa.

—Pedias libertad, no ser dominada por un alfa. —Le recordó Rea.

—No, yo pedía no ser tratada por mi rango.

—Es la misma mierda Ónix, sea como sea siempre serás una omega si te sientes una.

—Rea, creo que hablar de eso con ella no te compete. —Dijo Sky, la chica con la ropa ahora sucia miro fijo a Rea.

—Bien, quieres pelear. Lo haremos. —La declaración hizo que una sonrisa ladina, pero con evidente maldad se posara en los labios de Rea.

-Vaya... veo que después de todo tienes las agallas suficientes, omega. —Una sonrisa se posó en los labios de Ónix.

—No olvides que burlarse de lo que antes eras es hipócrita... después de todo tú también eres una omega... —de momento ambas empezaron acercarse —Dime algo ¿Qué tal tu celo?

El cuerpo de Rea se lanzó hasta ella, haciéndola caer nuevamente, pero a pesar de eso se levantó de inmediato corriendo hasta el cuerpo de Rea, un puñetazo de parte de Ónix viajó a la cara de Rea; Ónix pensó tal vez que había logrado algo, pero se dio cuenta de que hizo lo contrario al sentir el puño de la chica en su estómago.

—¡Rea! —Gritó Sky mostrando evidente sorpresa.

Sus alas se desplegaron yendo hasta donde estaba Rea, se acercó a ella tomándola entre sus brazos, pero esta parecía estar lo suficiente enojada como para alar una de sus alas y herirlas en el proceso.

—¡Sky!

Un grito desgarrador salió de los labios de él, soltó a Rea la cuál logró una caída perfecto, pero a pesar de eso no se sintió contenta consigo misma y trató de acercarse a Sky.

La ala que no tenía dado aleteo en dirección a ella tratando de así evitar su cercanía.

—Lo siento... yo no quería, de verdad —Se disculpaba, y no mentía, realmente no mentía. -Solo quería que ella se defendiera más que con palabras recordando lo que yo quería olvidar.

—¡Todos tenemos algo que olvidar!

—Sky —Susurró Ónix caminando hasta él, el cuerpo de ella se arrodilló frente a Sky acariciando su pecho y con su mano restante su ala herida.

—¿Sanará? —Preguntó ella, ambos se miraron fijamente, la escena para Rea era tan extraña... era la primera vez que alguien tocaba sus alas.

—No te preocupes, solo... —Dijo este con evidente nerviosismo alejándose de ella, pero esta desconocía su emoción.—También estás herida.

Ella le restó importancia. Ónix podía ser una malhumorada, pero sí le importaba el dolor físico de los demás, tal vez por eso ella ignoraba con tanta facilidad el dolor en su cuerpo.

—¿Qué está pasando aquí? —La voz de Percy se escuchó, el cuerpo de ella se giró para ver sus ojos. Llevaba la misma vestimenta de hacía unos diez minutos a excepción de un abrigo en su mano derecha. —He hecho una pregunta.

—Nada, no ha pasado nada.

—¿Y por nada estás casi encima de Percy? ¿Por nada tienes la cara con pequeñas gotas de sangre? ¿Por nada estás sucia? ¿Y por nada Rea tras de mi esconde su mano con una evidente herida en sus nudillos? —Ónix se levantó y ayudó a su amigo en el proceso.

—No ha pasado nada, Percy —Dijo borde, después de todo ya tenía suficiente con que Rea la deseara moler a golpes ahí mismo.

—Sky y Rea, a mi casa y directo a mi despacho, tú Ónix a mi habitación. —Las tres personas se quedaron de pie en su lugar, perplejas —He dado una orden. ¡Ya!

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