15: ¿Me voy o me quedo?
Lloriqueaba, la tristeza que había en ella inundaba la habitación en la que estaba, la habitación que ocupaba cuando vivía con sus padres se encontraba como la ultima vez que la dejo. Había pasado exactamente una semana en la que estaba separada de su alfa, por su culpa, solo suya.
—No quiero ver a nadie —Dijo al momento de escuchar un toque en la puerta, pero a pesar de eso no escucharon su pedido que era mas bien una suplica.
—Apestas a tristeza, Ónix. —Se quejo su padre.
—Ya lo se.
—Estas agobiando a tu madre, esta preocupada por ti.—Dijo cruzando sus brazos en su pecho.
—Me iré entonces... —Se levanto de la cama batiendo su cabello, su padre arrugo su nariz en señal de desagrado, apestaba a necesidad de un alfa, de su alfa.
—Iras a la casa de tu alfa, no a ningún otro lugar.—Ella puso sus ojos en blanco aun con la cabeza agachada.—Deja de hacer eso.
—¿Sabes que Owen Jones? —El repentino cambio de tono alerto a su padre. —Si no me hubieses entregado a ese maldito alfa Hades esto no estuviese pasando.
El se carcajeo mirándola fijamente.
—Esto no es un libro de fantasía Ónix, es tu realidad. Eres la omega del maldito alfa Hades y debes meterte eso en la cabeza, se porque estas aquí y es definitivamente tu culpa.
—Gracias papa, me recordaste algo que todos sabían ya y que no puedo ocultar.
—¿En verdad crees que todo gira entorno a tu burbuja de cristal? —Ella tomo un abrigo grande, que si, antes era de Hades y lo puso en su cuerpo, después de tantos días se sentía cerca de el.
—No es que crea papa, es que todo gira alrededor de mi.
—¿Crees que ganaras algo de todo lo malo que das? —La omega sonrió.
—Desde el principio te rogué que no me mandaras con el, que yo no lo deseaba, no lo quería, pero como su rango va por encima de todo lo que puede desear una persona no me sorprende que justo ahora yo soy la mala.
—Pero ahora lo quieres...
—Hubiese sido mas fácil conocer su maldito carácter para adaptar el mío al suyo.
—¡Omega! —Grito su padre reprendiéndola, enojado. Su madre quien estaba en la primera planta subió las escaleras alarmada.
—¿¡Que!? —Grito haciéndole frente a su padre, el pequeño cuerpo de ella representaba el doble de lo que era aquel hombre —¿Acaso creíste que yo me sometería? Los alfas solo necesitan a las omegas para coger y decir que tienen una en casa una.
—Eso no es cierto, Ónix —Intervino su madre.
—Realmente no me interesa, me iré, sea como sea.—Aquella declaración hizo que sus padres se miraran entre si, justamente como lo habían hecho cientos de veces —Adiós.
Seguido de eso salió de la casa, sus pantalones cortos dejaban al descubierto sus piernas y con ello su cuerpo se enfriaba, caminaba en dirección a casa de su alfa, después de todo no tendría a donde mas ir.
Se sentía alguien sin dignidad, después de todo todas sus pertenecías estaban en el hogar de Hades, deseaba arreglar las cosas con el y si no se vería obligada a abandonar la manada, era la luna del líder y no había lugar para ella si estaba separada de el, era el o nada y nada no estaba en sus planes.
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