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UN REINADO DE CAOS


siendo honesta ya no hiba a seguir escribiendo en wattpad, por que sus nuevas normas no estan para nada geniales, borran cuentas o dejan que niñitos sin amor se puedan dedicar a funar alaguien solamente por que les superan en votos y asi,  esto mismo le paso a mi mejor amiga Seiken, la neta por unas chicas envidiosas le borraron la cuenta, ahora si quieren leerla sera en Ao3 ahi seguira escribiendo y yo  bueno solo terminare mis historias que tengo aqui y me mudo igual para esa pagina.



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Fueron los tenues rayos de luz solar golpeando su rostro,lo que le hizo despertar, sintiendose un poco desorientado se levanto con lentittud sentandose en la cama, aun adormecido, sintiendo la boca seca y un horrible dolor de cabeza, no recordaba nada de la noche anterior aun que preferia que fuera asi, nunca habia bebido con sus hombres o bebido en general, el vino, la cerveza o la hidromiel no era algo que le llamara mucho la atencion, pero la noche anterior lo habia hecho, no entendia como pero aquel albino habia lograo hacerle llegar a aquel extremo causandole esa extraña sensacion de malestar al verlo tan mal, odiaba a los omegas, odiaba a todo aquel que perteneciera al reino de aquel omega, pero extrañamanete no podia odiarlo a el, lo supo desde el primer momento que lo vio, su orgullo le gritaba que tenia que matarlo, que tenia que acabar con el, pero era esa pequeña voz en su interior que no se lo permitio, que le obligo a seguirlo y permanecer a su lado, incluso fue aquella misma sensacion la que se alegro un poco al saber que tendria la oportunidad de estar mas tiempo con el, pero era su maldito ego, su orgullo asqueroso el que le obligaba a tratarlo de aquella manera, el que dias atras le habia convertido en una persona tan triste, con una mirada que casi podria gritar que queria acabar con su vida apenas tuviera la oportunidad.

Ten bebe un poco de agua debes de sentirte fatal, tus soldados dijeron que no eres de beber hasta emborracharse, supongo entonces mueres de sed.


Vio como el Deathmask le ofrecía un poco de agua, dejándola en sus manos, sin siquiera mirarlo a los ojos, para regresar a sentarse a la orilla de la ventana mirando rumbo al exterior.

Los sirvientes -continuo- te han venido a buscar, Saga necesita hablar contigo, he dejado tu ropa en la silla de la esquina, deberías ir lo antes posible.


No supo que responder, aun estaba demasiado confundido por todo lo que había pasado, no recordaba nada, pero ver aquella personalidad tan esquiva de deathmask le hacia pensar que lo mas probable era que hubiera cometido una estupidez, como era su costumbre.

Gracias, ire enseguida.


Fue lo único que pudo responder, tomando un poco de agua para levantarse de su cama, comenzando a vestirse, viendo de reojo a aquel omega que de nuevo lucía deprimido, estresado de estar en cuatro paredes, viendo por la ventana como si solo fuera un pajarillo deseando abrir las alas para escapar lejos, muy lejos de ahí.

Sabes, no es necesario que estes a mi lado, podría dejarte ir, darte provisiones, un caballo y podrías irte muy lejos, tan lejos que nadie podría encontrarte o incluso podrías regresar con shura si asi lo deseas.



Nego con la cabeza al escuchar aquella posibilidad, posando por fin su mirada con la de cabellos celestes, él no necesitaba ayuda el mismo podría escapar si asi lo deseara pero no lo haria, ahi al menos podría dormir tranquilamente por las noches, no estaría luchando por sobrevivir a cada momento, huyendo de quien en su vida había sido su peor cazador, aquel noble que se había encaprichado de el sin sentido alguno.

No creo que lo entiendas, claramente tu no sabes nada de donde yo vengo,y la verdad es que yo no duraría ni una semana fuera de las murallas de tu reino y creeme eso no seria vida en lo mas mínimo, mandarme fuera a mi o a radamanthys es lo mismo que matarnos sin piedad-.... Pero gracias por la oferta, supongo que debes de estar harto de estar con alguien en tus aposentos, intentare no molestar en lo mas minimo.



Afrodita masajeo un poco su cuello, guardando silencio, sintiéndose aún más miserable, intentando recordar una y otra vez el que pudo haber hecho o dicho que lastimara de nuevo a deathmask, rindiéndose finalmente tras un gran suspiro, terminando de arreglarse para acudir con saga, deteniéndose en la puerta recordando las palabras del rubio sobre el por que death le provocaba tanto malestar el encierro.

Oye tu.. ammm ¿quieres venir conmigo? Tal vez tenga que salir a algunos lugares y posiblemente no regrese hasta muy noche,por las reglas no puedo decirte que hagas lo que quieras pero si quieres ven conmigo.



Sus mejillas tomaron un ligero color carmesí al decir aquellas, en especial al ver como el albino le sonreía con un poco de incredulidad, asintiendo con la cabeza, preparandose para ir a su lado.

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Aioros escuchaba con atención lo que su guerrero mas fiel le informaba, luciendo tranquilo por fuera, aun que por dentro estaba aterrado, no por el si no por su pequeño hermano, quien con bastante esfuerzo había logrado alejar del peligro todos esos años.

Por favor shura llevate a aioria lejos de aqui, lo mas lejos posible, te daré todo el oro que necesiten para que vivan cómodamente pero no importa nada, no miren atrás.



El de cabellos negros quiso quejarte, nengando lijeramente con la cabeza, sabiendo que aquel era un pesimo plan.

No llegaríamos muy lejos ni con todo el oro del mundo, nos perseguirán por mar y tierra hasta matarnos y usted lo sabe, sabe muy bien que su padre no perdona a nadie y menos la traición de sus propios hijos.


Para el- interrumpió aioros molesto -nosotros no somos sus hijos, nos repudio al nacer omegas, solo somos objeto de cambio para sus planes,solo somos basura, nos ha tratado como basura y espera que muramos como tal yo he aceptado mi destino.



Aioros por fin parecía que rompería con su usual fachada de serenidad y estoicismo, estaba aterrado no por el si no por su hermano, tenía que salvarlo, evitar ese cruel destino.

Haré todo lo posible para poner ha salvo a su hermano, pero usted también me preocupa, el príncipe del norte no aceptará su mano sin una noche previa con usted, he escuchado lo sádico que es, perdoneme por meterme en esto pero su seguridad también me preocupa, no quisiera ofenderlo pero no creo que sobreviva a eso..


Una muy fingida sonrisa se dibujo en los labios del castaño, en sus ojos se denotaba la tristeza, la resignación, sabía que eso era lo que pasaría y aún que le aterraba simplemente ya no le importaba.

Esa es la razón por la que tienes que llevarte a aioria lo más pronto de aquí, soy consiente de que no sobreviviré a eso, pero no quiero que mi pequeño hermano ocupe mi lugar, aioria merece un mejor destino, uno pacifico con un alfa que le cuide y vele su sueño, que lo proteja de todo mal, shura....

interrumpió unos segundos sus palabras, dudando si continuar o no, mirando al de cabellos negros con una sonrisa acercándose a su lado tomando su mano con suavidad.

No se si tú corazón tenga dueño, pero me encantaria que tu fueras ese alfa que he soñado para mi hermano toda la vida, no quiero que tomes mis palabras como una obligación, me gustaría que pensaras con el corazón, no es un secreto lo que mi hermano siente por ti, y lo entiendo eres mi mejor caballero, eres leal fuerte y sobre todo eres una persona admirable, has ayudado a tantos omegas que muchos te ven con respeto, has protegido por años a mi hermano y te estaré agradecido por siempre, por eso te lo pido como un favor, piensalo, pasa estos días con el, tal vez puede que notes que el amor que el te tiene es verdadero.



Shura guardo silencio asintiendo con la cabeza, realizando una reverencia como si estuviera apunto marcharse al notar que el castaños tenia visitas, un criado del castillo que con respeto extendió una carta para las manos aioros, quien con un movimiento le pidio a shura que no se marchara, comenzando a leer en silencio, mostrando en su mirada una fuerte sensación de miedo, alertando a shura al instante.

El principe del norte ha aceptado la pre-propuesta que el rey le ha dado de mi mano, llegara esta noche a concretar la propuesta pidiendo que sea esta misma noche tal llegar tener un encuentro intimo conmigo para saber si soy digno de tomar su mano, pero hay algo extraño en esto shura, esta pidiendo tambien un encuentro con mi hermano, que vera cual de los dos es digno, shura esto es absurdo, yo soy el mayor, aioria no tiene nada que ver con esto, es totalmente ridículo, esos malditos gemelos de la muerte seguramente estan tras de esto, asi que te lo suplico, llevate a aioria lo mas pronto posible, hare que uno de los sirvientes que es mas fiel a mi te den monedas de oro y caballos, pero por favor llevatelo.



La mirada de aioros reflejaba cada uno de sus emociones, estaba aterrado no solo por su hermano, aun que no lo quería admitir ni el mismo quería morir, no de aquella forma, no era virgen, en su reino aquello no era importante en lo mas minimo y ciertamente le habían obligado a estar con algunos alfas para aprender como complacer al que al llegar el momento terminaria desposando, pero nunca pensó que terminaria con el peor alfa de todos, un sádico barbaro conocido por su gran amor a la sangre y al dolor.

lo llevare lo mas lejos que pueda, prometo que lo mantendré con vida, daré mi propia vida por el, no se preocupe.



Aioros asintio con la cabeza, viendo a shura hacer una pequeña reverencia marchandose con rapidez del lugar buscando a aioria, intentando pensar un plan de escapar, un manera de sobrevivir, lo cual no solo parecia dificil, era mas que imposible, el solo era un guerrero sin rango y aioria aun que intentaba fingir que no, era el segundo principe, esa misión era prácticamente un sucidio,pero aquello no importaba tenía que encontrar la forma de cumplir su promesa, de mantenerlo a salvo.

Comenzó a caminar por la calles de su reino, un lugar horrible, sus aldeanos lucian miradas muertas, cansadas de tanto trabajar para pagar impuestos que ni ellos mismos sabían para que, sus rostros sucios de barro, y su ropa descolorida no ayudaba mucho a calmar esa fuerte sensación de desolación que gobernaba, podía ver como con naturalidad los omegas eran golpeados en la calle como si solo fuera basura, incluso uno de ellos, el ultimo que intento relevarse a su alfa en esos días estaba colgado en medio del pueblo, las moscas invadian su cuerpo, como un fuerte olor a putrefacción.

Bajo la mirada al verlo colgar, continuando su camino, sintiendose aliviado que quien colgara con el cuello roto en señal de lo que puede pasar por desobedecer a su alfa no era deathmask, aun tambien estaba preocupado por el, no había recibido noticas de su captura, asi que sabia que eso era algo bueno o eso quería pensar, igual no entendía por que aquel caballero rival se obsesiono tanto en batalla con el, persiguiendolo en el bosque.

Sabes he escuchado que en el reino de los gemelos pueden darnos asilo, escuche que saga es un soberano benevolente con los omegas tal vez pueda darnos refugio.


Escucho a un par de omegas jóvenes que se escondía en un callejón para tener aquella conversación, haciéndole pensar de nuevo en deathmask, rezando para que si esas palabras eran ciertas tal vez estaba en buenas manos o al menos en unas no tan malvadas como en las que podía caer en su propio reino.

Pero aquello no tenia que ser su prioridad en ese momento, tenia que encontrar al castaño menor, sacarlo tan pronto fuera posible, apresurando su paso sin llamar mas la atencio, encontrandolo en el área de entrenamiento, luchando contra sus compañeros con espadas de madera, era fuerte, muy fuerte incluso más que algunos alfas del lugar, su mirada era desafiante, su postura era envidiable y su manejo con la espada era espectacular, era claramente un guerrero sin comparación, aun que toda aquella fachada siempre cambiaba al instante que veía al pelinegro, el cual le hizo abandonar su entrenamiento al solo verlo para acercarse a su lado, sonriendole con alegria, borrando su sonrisa al verle tan serio.

¿todo esta bien?



Le pregunto al notar la forma que shura parecía examinar todo el lugar para llevarlo lejos de ahí, explicando todo lo ocurrido, viendo como la usal sonrisa del castaño menor era borrada, negando con la cabeza, como si no se atreviera a aceptar aquellas palabras, pensando que todo no era mas que una mentira.

No puedo dejarlo aqui, shura matara a mi hermano, el no pudo pedirte que solo me llevaras a mi, shura por favor, tenemos que sacarlo de ahí, huir todos, porfavor.


Los ojos de aioira comenzaban a llenarse de lagrimas al tan siquiera pensar lo que pasaria al llegar el anochecer, que en pocas horas su hermano tendria que enfretar aquel tormento, suplicandole al de cabellos negros que por favor regresaran por el, el cual hizo oidos sordos a aquella suplicas, tomando a aoira de la mano cual niño para llevarlo lejos comenzanod a organizar todo para marcharse.

Por favor no lo dejes morir ese maldito lo matara tu lo sabes..



Volvio a suplicarle abrazandole por la espalda, mojando la tela de su ropa con sus lagrimas, creando un fuerte dolor en el corazón de shura.

Le prometí que te mantendrá con vida, por favor aioria no lo hagas mas difícil tenemos que irnos, tenemos que aprovechar que la noche se acerca, saldremos al momento del cambio de guardias, hoy me tocaba a mi vigilar la puerta principal asi que no abra problemas usaremos la oscuridad de la noche que esta pronta a llegar para irnos, eso es lo que tu hermano desea, por favor dejame cumplir sus palabras, dejame mantenerte con vida.



Shura siempre había sido demasiado esquivo a los sentimientos del menor, era consciente de ellos, pero su corazon ya le pertenecia al albino, sintiéndose estupido sabiendo que nunca seria correspondido por este, pero aun asi lo amaba, lo hacia desde hace años atras, pero tenia que admitirlo, aioria le hacia sentir de una manera muy extraña en especial era la atención que le obsequiaba, la forma en que lo trataba, lo que hacia que esa misión fuera mas difícil, no solo quería mantenerlo con vida por promesa a aioros, si no por sus propios y confusos sentimientos.

Por favor, sube al caballo, tenemos el tiempo contado para irnos, déjame ayudarte, dejame protegerte, en estos momentos deben de estar buscandote como locos.


Fue esta la primera vez que tomo sus manos, entrelazandola con las suyas, mirandolo a los ojos, brindandole un sonrisa que le hizo parar su llanto por un instante, en especial al sentir como soltaba una de sus manos para limpiar sus mejillas, pidiendo nuevamente que subiera al caballo, obedeciendo esta vez, comenzando a seguirlo, logrando salir al sol apenas esconderse, cabalgando rápidamente lejos del reino, siendo el castaño quien volteaba de vez en vez, sintiendo su corazón destrozarse al pensar en su hermano.

-lo siento shura, no puedo dejar que algo le pase.

Dijo esperando que el pelinegro se alejara un poco para dar vuelta en su caballo, regresando a su reino.

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Estaba nervioso, su manos temblaban, podía escuchar el enojo y la desesperación de todos quien buscaba a su hermano, mientras a el lo arreglaban con ropas finas y demasiado reveladoras unas pocas telas que apenas si cubrian su cuerpo, delgadas cadenas de oro colgaban por su cuello, muñecas incluso tobillos como una forma de decoración para aumentar su belleza.

Su hermano no aparece en el reino, señor, el rey esta furioso asi que me ha pedido que le diga que espera que esto solo sea un malentendido, pero de no ser asi, espera que este principe lo mate o el mismo lo matara, pero no sera rapido, sera lenta y dolorosamente, su muerte tardara todos los dias en lo que su hermano tarde en ser encontrado, primero usted tendrá que verlo morir aun que no se decide si lo matara o lo enviará al distrito rojo para ser tomado hasta por lo miembros mas bajos del reino y en cuanto a shura que sabemos que es la ultima persona con quien lo vieron, el tendra aun destino aun peor..


Aioros no dijo nada, levantando la mirada dejando que el resto de los sirvientes, continuaran arreglandolo, llevándolo hasta una habitación especial, una demasiado pomposa, con una gran mesa llena de algunas frutas, vino y carne, parecía un gran banquete, la cama en el centro de la habitación era la que mas resaltaba, los sirvientes salieron, dejandolo completamente solo, logrando que se sintiera incómodo por el gran sentimiento de soledad que le invadió de repente, invadiendo hasta cada rincón de la habitación.

Debería de cortar mi cuello en este momento, sera mas digno morir asi.



Pensó al ver una de las espadas de decoracion que había en la habitación, acercándose a ella, tomandola en sus manos ,dudando si acabar con su vida.

Aioria estará bien, yo de igual manera voy a morir.


Acercó un poco la espada a su cuello, buscando el valor para atravesar su cuello, deteniendo su acción, y aventando la espada al lado de la cama por inercia al escuchar la puerta abrirse, dejando entrar tras esta aun hombre alto, demasiado fornido, intimidante a simple vista, sus ojos eran pequeños pero aterradores, su piel grisácea solo mostraba un aspecto que no era para nada agradable a la vista, pero tenía que disimular su asco y disgusto, necesitaba ganar un poco mas de tiempo, distraerlo de la idea de buscar a su hermano, tal vez si tenia suerte podría llegar a satisfacerlo lo suficiente para que se olvidara de la idea de pedir tambien un encuentro con su pequeño hermano.

Príncipe Stand del deably beetle, es un honor estar frente suyo, como sabe soy yo Aioros, el principe y omega mayor, de ante mano me disculpo por la ausencia de mi hermano, el no tenia conocimiento que tambien había pedido su mano,seguramente esta jugando por ahi, aun es un niño, le suplicó que perdone su ausencia...


Sus palabras fueron interrumpidas por un fuerte golpe que le hizo caer al suelo con violencia, sintiendo como aquel hombre tomaba su muñeca para levantarlo llevarlo hasta la cama, aquel golpe habia logrado noquearlo casi por completo, mareandolo al instante, haciendole ver borroso.

Crees que puedo perdonar esta grosería a mi presencia, claro que no, espero tu seas demasiado bueno, para calmarme aun que sea un poco.



Fue lo único que logro escuchar, antes de sentir un nuevo golpe, que logro hacer sangrar sus labio y su nariz, sintiendo que su ropa comenzaba a ser desgarrada.

Para, por favor, para duele.



Intentaba hacer retroceder a aquel bárbaro de su cuerpo, sintiendo como los golpes se hacian mas agresivos, lastimandolo bastante en pocos segundos.

"No voy a sobrevivir mucho"

Penso lleno de desesperacion, sintiendo como sus propias instintos de supervivencia le daban un poco de mas valor para seguir intentando apartar a aquel gran hombre, quien simplemente se reia de la situacion, tomando sus muñecas para llevarlas sobre su cabeza.

Asi es como me gusta, que mi presa se defienda un poco.



Lamió su cuello, llenando de asco aioros al sentir aquella húmedad lengua, logrando zafarse para soltarle un puñetazo por inercia, golpeando el rostro de stand, haciéndolo retroceder unos segundos, asombradolo por la acción.

No soy una maldita presa.


Dijo aioros lleno de ira, aprovechando el momento soltando una fuerte patada en la entrepierna haciendolo soltar un fuerte grito de dolor.

Es mi momento.


Se dijo levantandose de la cama con rapidez, buscando a aquella espada, tomandola en sus manos, caminando lentamente alrededor de quien decía ser su cazador, esperando que se levantara al pasar el dolor del golpe.

Estás muerto, en verdad que lo estás.



Stand intento levantarse, le era dificil, el dolor causado de su entrepierna le impedia caminar, pero aun asi lo intentaba, viendo como aquel omega le apuntaba con la espada, lucia aterrado pero no soltaba esa espada, viendolo fijamente esperando un momento exacto para atacar.

Baja esa maldita espada y tal vez no te mate tan dolorosamente como quiero hacerlo.



Ignoro aquellas palabras, continuando con su postura, podía sentir la sangre correr por su rostro, como el dolor en brazos y piernas, por el brutal ataque anterior, pero ni eso le haría retroceder, tal vez el no era un guerrero como su hermano, pero al menos sabia tomar una espada, defenderse de ser necesario.

Que la bajes te ordeno.



Podía verse en los ojos inyectados de odio de aquel bárbaro alfa quien soportando el dolor de su entrepierna, se acercaba con confianza, pensando que un omega tan débil pudiera defenderse de alguna manera.

Yo no aceptaré nunca órdenes de ti, prefiero mil veces morir en el distrito rojo a morir en tus manos.



Fue por fin tras pronunciar aquellas palabras que se atrevió a atacar, atravesando el estómago de su cazador, siendo rápidamente cubierto por la sangre de su verdugo.

Hermano..



Escucho a su espalda la voz de su hermano entrando con desesperación a la habitación, corriendo a su lado al verlo en tal estado.

Tenemos que irnos ahora


¿Que haces aqui? Tu ya tendrías que estar lejos ,muy lejos, viviendo la vida que yo no puedo vivir.


Intento fingir una sonrisa a su hermano menor, apartandolo un poco de su lado, sintiendo cada vez mas intenso el dolor de sus golpes.

Ya no importa nada tenemos que salir de aqui ya.


Esta vez era shura quien hablaba colocando a aioros en su espalda cargandolo comenzando a salir del lugar con rapidez, conocia muy bien el castillo, lo habia estudiado por años, conocia los pasillos mas habitados como los menos peligrosos, salir de ahí no era imposible pero a esas alturas y con un principe de un reino vecino muerto era casi una misión suicida.

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