EL SABOR DE UN PRIMER BESO
cada paso que daba era un gran alegría, el sentir el viento nocturno en su rostro, como el ver de cerca lo hermoso que podía llegar a ser ese reino le fascinaba, lo intentaba pero le era inútil esconder la gran euforia que tenia al salir después de tantos días estar encerrado.
-verdaderamente soy un imbécil.
pensó afrodita al ver aquellos ojos tan iluminados con tan poco, ver la sonrisa del albino, al pasar por cada calle, cada lugar, le estrujaba el corazón, no entendía el por que pero un fuerte impulso le obligaba a disculparse, pero no podía hacerlo, las palabras no salían de su boca, ni siquiera entendía el por que lo haría, pero sentía que debía.
- ¿quieres comer algo en la taberna antes de entrenar?, llevas días sin probar bocado.
fueron las únicas palabras que logro decir, haciéndolo sentir un tanto extraño, el no era de tener amigos o preocuparse por los demás, de no ser por saga y Kanon ciertamente no tendría interacción con nadie mas, pero ver al albino de aquella manera le había asustado bastante, ver esa tristeza en sus ojos, como esos comportamientos tan auto destructivos le creaban tantas emociones que no lograba comprender.
- estoy bien, desde niño estoy acostumbrado ha pasar más días sin comer asi que no te preocupes, quiero entrenar, tener de nuevo una espada en mis manos, he visto tu entrenamiento desde la ventana, es bueno pero no tan bueno podrías mejorar.
Aquellas palabras le hicieron recordar todo lo que el rubio le había dicho, creándole una mueca en su labios, tomando al albino de la muñeca para llevarlo hasta la taberna.
- el entrenamiento puede esperar, ellos igual harán lo que les ordene, tienes que comer no me importa que estés acostumbrado a eso, no has comido en días, deja de preocuparme ¿quieres?
aquellas ultimas palabras le hicieron guardar silencios, sintiéndose un tanto extraño, al sentir como de manera inconsciente afrodita tomaba su mano hasta guiarlo a una mesa pidiendo dos grandes jarras de cerveza como un plato de gran trozo de carne junto con algunas guarniciones dejándolo frente suyo.
-¿Tu no comerás nada?
Le pregunto al ver como afrodita tomaba de su cerveza evitando verlo a los ojos.
-No es necesario, solo quiero ver que comas algo.
no entendía aquel cambio de comportamiento o el por que afrodita podría estar preocupado por el, pero a aun asi una ligera sonrisa se formo en sus labios, guardando silencio para dar el primer bocado, sintiendo como lentamente la carne se deshacía en su boca.
-Esta deliciosa.
exclamo antes de seguir comiendo , tomando de vez en vez un poco de cerveza, sin siquiera percatarse como afrodita sonreía tenuemente, observándolo comer, mostrándose un poco mas aliviado ante la situación.
"¿Hey ya viste?""¿acaso el no es el mestizo ?" "es raro, es la primera vez que no lo veo solo o con los príncipes" "¿ que no supiste que tomo su trofeo la batalla anterior?" "siento un poco de lastima por aquel omega, lo admito" "que patético de seguro solamente bajo el titulo de trofeo de guerra pudo tener a alguien a su lado, quien demonios aguantaría a alguien como el"
dejo un segundo sus alimentos al poder escuchar distintas voces hablar mal de afrodita, quien simplemente los ignoraba como si estuviera acostumbrado a aquella situación.
-Afrodita, ¿no vas a decirles...
- te - le interrumpió de inmediato- esta gustando la comida, la carne de aquí es muy buena, bueno no quiero apurarte pero tenemos que ir al entrenamiento.
- si.
respondió sin mas, entendiendo con esto que claramente el de cabellos celestes no quería hablar del tema, que prefería seguir ignorando toda aquella situación, haciéndolo enojar de un momento a otro, sintiendo un ligero impulso por levantarse y golpear a aquellas personas, mas no lo hizo continuando sus alimentos hasta terminarlos, sintiendo la mirada de varios comensales que les miraban juzgándolos, cuchicheándose al verlos pasar.
sintió aquellas mismas miradas y palabrerías al llegar con los soldados del de cabellos celestes, notando que este con total naturalidad simplemente los ignoraba, prestándole atención meramente a el, ofreciéndole una espada con una genuina sonrisa.
-Bueno, creo recordar que dijiste que mi entrenamiento no era tan bueno, que te parece si me enseñas como se "debe entrenar"
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Aquellos días habían sido los mejores en su vida, tenia que admitirlo, Kanon era todo aquello con lo que había soñado, un hombre dulce, atento, alguien que claramente haría de un lado su propio bienestar con tal de proteger a quienes amaba, no sabia como explicarlo pero no había duda, el era ese alfa que había esperado por tantos años, aquel que le dijeron que no existía, que era un cuento para dormir a los niños, una mentira.
-Ven hay un lugar que quiero mostrarte.
Como podía ser una mentira aquel hermoso hombre que le ayudaba a subir a su caballo, mirándolo como si fuera el objeto mas preciado que hubiera tenido en sus manos, que con una sonrisa, le había hablado como nunca antes jamás, con tanto respeto y cariño, eso no podía ser una mentira, se negaba a creer en aquello.
-Sabes, tiene días que quería mostrarte esto , pero estaba esperando que la luna fuera favorable para que pudieras admirar su esplendor, pero quiero que sea sorpresa asi que vendare tus ojos antes de llegar ¿esta bien?
podía escuchar a su hermoso caballero de dorada armadura totalmente emocionado, sonriendo como un niño al verlo vendar sus ojos antes de dar inicio a su cabalgata, dejando que le abrazara por la espalda, recostando su cabeza en esta.
- a partir de este punto tendremos que caminar, ¿confías en mi para guiarte?
Sonrió asintiendo con la cabeza, bajando del caballo, permitiendo que con gran cuidado el gemelo mayor tomara su mano, depositando un pequeño beso en esta.
-Caminaremos un poco, confía en mi por favor
-Claro que confió en ti.
Intento ocultar la gran emoción que esas palabras le causaban, comenzando a caminar tomando la mano del rubio, sintiendo como este entrelazaba sus dedos con los suyos.
-Radamanthys ¿puedo hacerte una pregunta?
Asintió de nuevo en silencio, aferrándose mas ala mano del gemelo menor.
-¿Como era cuando eras un cachorro, toda tu vida te dedicaste a entrenar para el combate o fue distinto? O tu vida en general ¿Cómo ha sido?¿había algún amor que dejaras atrás?
Eso ultimo lo pregunto con desgana un poco asustado por la respuesta.
-No, nunca hubo a alguien a quien yo amara, nunca he estado con nadie, ni un beso he dado en toda mi vida, de hecho sobre mi vida... bueno no hay mucho que decir; mi vida es un tanto aburrida supongo, como todos los omegas en mi reino fui una desgracia al nacer, aun que no tuve tan mala suerte, no me golpeaban y al menos me alimentaban, eran indiferentes conmigo, no recuerdo la voz de mi omega, el apenas si me miraba y si lo hacia podía ver lastima y tristeza en sus ojos, tampoco recuerdo que me hablara, pero no me descuidaba como lo he visto tantas veces, no me vendieron al cumplir mi adolescencia, solo me sacaron de la casa antes de que mi primer celo llegara, llevándome hasta mi maestro, el me enseño a defenderme, me enseño a pelear, me dio una disciplina de combate, el como Deathmask me protegieron al tener mi primer celo, los otros omegas del lugar también solían cuidarme y yo a ellos.
Se mofo un poco de sus palabras sintiéndolas un tanto cómicas como nostálgicas.
-Pero - continuo- no todo era felicidad, los entrenamientos eran brutales, demasiado crueles para nuestra edad, pero bueno la vida en si lo es, rápidamente comencé a llamar la atención, ciertamente no soy tan hermoso como otros omegas, mi apariencia es un tanto brusca y mi fuerza en combate puede ser aterradora como me han dicho varias veces, al salir de la casa de mi maestro fuimos llevados al ejercito, casi de inmediato sentí como Valentine se encaprichó conmigo, buscando cualquier excusa para tocarme o estar a solas conmigo, pidió mi mano una y otra vez, pero yo nunca la acepte, intento tomarme a la fuerza algunas ocasiones, estando cerca cuando mi celo llegaba pero siempre Deathmask era el que hacia guardia en mis aposentos, alejándolo, en cada ocasión; se que eso no es suficiente para lo que dire, pero el no es buena persona, el es un ser despreciable que no merece mas haya de la muerte, lo he visto tomar todo lo que quiere dejándolo a un lado cuando se aburre, no entiendo su interés por mi, incluso el es una de la razones por las que nunca he estado con nadie en mi vida, no importa quien se me acercara, alfa o beta, el los mataba sin piedad, auto proclamándose como mi verdadero alfa.
Aquello comenzaba ha hacerlo enojar, el solo pensar que aquel bastardo intento lastimar tantas veces al rubio le provocaba un gran enojo.
-Me disculpo si te hice recordar algo tan malo, solo quería saber mas de ti pero no importa, estas a salvo ahora conmigo, el no volverá a acercarse a ti, yo lo mataría antes de que tan siquiera lo intente, aun que se que tu podrías defenderte, eres un guerrero feroz, pero eso no importa si me necesitas, yo daré mi vida por ti.
nuevamente una sonrisa se dibujo en sus labios al escuchar esas palabras, como al sentir la mano de Kanon entrelazándose con la suya con sumo cuidado y cariño besando esta con suavidad.
-gracias
No pudo ver la sonrisa que Kanon le brindaba, mientras lo acercaba un poco a mas a su cuerpo, pidiéndole que lo tomara del brazo para continuar su camino.
Llegamos, espero te guste.
Lentamente quito aquella tela de sus ojos, dejándole ver un paisaje sumamente hermoso, un gran lago que era iluminado por la luz de la luna escondida tenuemente entre los viejos y grandes arboles, las luciérnagas volaban por doquier, podía escuchar el sonido de algunos insectos como el cantar de las lechuzas.
-Es hermoso, parece un lugar mágico.
Dijo con un poco de inocencia, observando ese el paisaje, siendo tomado por Kanon quien le pedía que le acompañara a sentarse sobre un tronco muerto a la orilla del lado, frente a la luna.
-Este lugar es muy especial para mi, cuando era niño, mi omega solía traerme aquí a mi y a saga y claro aun después de la muerte de mi omega trajimos a Afrodita para que afrontara sus propios demonios, ¿sabes? mi omega decía que cargaríamos en nuestros hombros una gran responsabilidad, pero quería que siguiéramos siendo simples cachorros, que nos divirtiéramos un poco, que no todo era entrenamiento sin fin, a mi padre no solía gustarle esto pero ella siempre fue un alma libre, a veces la extraño tanto, este lugar esta lleno de recuerdos valiosos para mi, por eso te traje aquí, tal vez suene estúpido pero me gustaría tener miles de recuerdos valiosos contigo.
Las mejillas del rubio tomaron un color carmesí al escuchar todo eso, no supo que decir, como actuar, estaba feliz, sumamente feliz, asi que simplemente recargo su cabeza en el hombro de Kanon, sintiendo como tímidamente este le abrazaba con lentitud casi como si esperara a que lo rechazara, aun que eso no pasaría, acepto ese abrazo sin mas, aferrándose a el, sintiéndose por primera vez en su vida totalmente pleno.
-Radamanthys se que no tiene tanto tiempo que nos conocemos pero cuando te vi luchar con esa fuerza y ferocidad algo en ti llamo la mi atención, no se como decirlo pero se sintió como si mi corazón estuviera feliz por haber encontrado algo que no sabia que había perdido, me sentí desesperado cuando te vi desvanecer, cuando te alejaban de mi y ahora, después de estos días que he pasado a tu lado, temo que no podre dejar que te apartes de mi lado nunca mas ¿soy acaso un loco por pensar asi? No soportaría que llegaras a odiarme pero no creo tener la capacidad de poder separarme de ti de ahora en adelante, quiero que permanezcas a mi lado, tener una familia contigo, verte cargar a mis cachorros y cuidarte el resto de mi vida. No quiero que mis palabras te asusten de alguna manera pero es asi como me siento.
Se sentía nervioso ante su confesión, ansioso por escuchar la respuesta del rubio, mismo quien se había apartado de ese abrazo, para mirarlo a los ojos, extendiendo su mano para acariciar tiernamente la mejilla del gemelo menor, acercándose lentamente para besar sus labios, fue un beso torpe, uno que comenzó con un poco de inocencia chocando solamente sus labios, siendo el mayor quien con gentileza y sin palabra alguna le indicaba como tenia que hacerlo, abriendo ligeramente sus labios permitiéndole a su húmeda lengua entrar, sintiendo como aquel beso creaba pequeños choques eléctricos que recorrían su ser erizando su cuerpo por completo, era algo totalmente mágico y emocionante, aquel contacto provocó en el una explosión de sentimientos y emociones El corazón le latía con fuerza, como si fuera a saltar del pecho, su respiración se volvía superficial, como si el aire fuera escaso, sus ojos estaba entrecerrados, pero el mundo en ese instante desapareció por completo, solo estaba sus labios, suaves y cálidos, el tiempo se detuvo, y solo existió ese momento, ese beso, esa conexión fue como un sueño hecho realidad, un momento que ambos querrían recordar para siempre.
-¿eso fue un si?
Pregunto Kanon con una sonrisa, haciendo reír a Radamanthys quien volvió a besarlo esperando que eso sirviera como una nueva afirmación.
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-Woo, ese omega es grandioso pelea al nivel que el comandante
Decían sorprendidos los practicantes, observando como en un ataque de orgullo su comandante le había dado una espada real al omega albino que había traído consigo, aquel que se decía era su trofeo de guerra para usar como consorte, pero ciertamente no esperaban que fuera tan bueno en combate
Se sentían sorprendidos al escuchar el sonido del pesado metal chocando entre sí, era sorprendente como aquel omega contratacaba con movimientos llenos de seguridad, obligando en múltiples ocasiones a su comandante a cambiar de estrategia, tomando posturas defensivas, defendiéndose de ataques y golpes rápidos que no solo lastimaban su cuerpo hiriéndolo en múltiples oportunidades
Pensaron por un momento que su comandante perdería la cabeza, que en su enojo llegaría incluso a lastimar a aquel Omega, pero no era el caso, parecía feliz con la batalla, lucia divertido, riendo en algunas ocasiones, incluso aún cuando habían superado su guardia, propinándole una fuerte patada en las costillas
- ¿no te trae recuerdos ?
Se burló el albino, al verlo tocarse la zona levemente por el dolor, escuchándolo reír, sorprendiéndose al ver el rostro de los que los observaban, había visto los entrenamientos de afrodita y aún que no podía escucharlos lograba notar que sus soldados no la pasaban para nada bien.
-Te tengo una propuesta para ti, tengamos un combate cuerpo a cuerpo, sin espadas si logro derribarte 1 vez, dejaras que los chicos descansen hoy, de hecho iremos a beber cerveza todos a la taberna y tú invitaras el primer barril.
Pudo ver cómo los ojos de los soldados se abrieron con sorpresa y alegría, esperando la respuesta de su comandante.
-Claro que no.
-Jaja, por favor Afrodita, ¿a qué le temes? ¿Tienes miedo de perder? además - le dijo en voz baja acercándose al su oído- veras que no es tan malo convivir con otros, en especial con tus soldados, tal vez te sorprendas con el resultado.
Remojo sus labios ante aquella pregunta, intentando ignorar aquello ultimo que le susurro, riendo al instante, negando con la cabeza, mirando a sus soldados, para simplemente tirar su espada a un lado, preparándose para pelear.
- no lo hago por lo que me dijiste, lo hago para que veas que no soy tan fácil de vencer, pero bueno, que esperas intenta derribarme.
Le contesto sin más, tomando su postura, siendo atacado de inmediatamente por Deathmask, quien con una gran sonrisa en los labios, esquivaba los golpes, propinando los propios, logrando soltar un fuerte puñetazo en el estómago se afrodita, haciéndole doblar pensando que con eso lograría derribarlo, riendo un poco al ver cómo rápidamente el de cabellos celestes lograba componerse, respondiendo su ataque con una patada la cual bloqueo con sus brazos.
Todos los presentes observaban atentos y divertidos, algunos incluso soltaban pequeños gritos de alegría cuando el albino tomaba la ventaja.
La lucha continuo algunos minutos más, ambos comenzaban a cansarse sintiendo como las gotas de sudor recorrían su frente, más fue un pequeño descuido del albino el que le dio la ventaja al oponente, permitiéndole tomarlo por la espalda.
-maldito tramposo.
Intentaba zafarse, forcejar pero afrodita le tomaba con firmeza buscando la oportunidad para lanzarlo contra el piso, aún que fuese difícil Deathmask era bastante fuerte e implacable con sus movimientos.
-ya mejor ríndete, no podrás ganar.
Se burlaba afrodita, antes de sentir como con gran astucia Deathmask logro liberarse arqueándose hacia atrás, usando el peso de su cuerpo para cargar al de cabello celeste por la espalda, lanzándole contra el piso en su solo movimiento
Los soldados dudaban entre celebrar o no aquella victoria, pero claramente lucían felices por el resultado.
-Bueno chicos, vamos a la taberna, hoy es noche de beber
Ciertamente estaba en shock no vio venir aquel movimiento, aún que eso no era lo que le sorprendía totalmente, si no el hecho de no estar enojado, mucho menos cuando al albino se acercaba a su lado, dándole la mano para que pudiera levantarse.
- tranquilo, se que no te gusta estar con gente y puedo imaginarme por que, pero no me apartare de tu lado, sera una noche divertida, ya veras.
no dijo nada ante aquellas palabras, tomando la mano de Deathmask quien con total confianza, le llevaba a su lado, comenzando a platicar con sus soldados, llegando a la caverna como si toda su vida hubiera vivido en aquel reino, como si conociera a los soldados de años atrás, pensó que aquello le molestaría, pero no lo se hizo, sintiéndose incluso feliz al verlo reír con los demás, aun que todo aquello era demasiado incomodo, optando por alejarse de todos a la mínima oportunidad.
- que bien se ve riendo.
penso sin darse cuenta a a aquel Omega de cabellos blancos y ojos rojos como la sangre reír con los demás, ciertamente lo que mostraba era todo lo contrario a lo que momentos atrás había sido en su habitación, no lograba comprender pero verlo de esa manera logro alterarlo bastante, no podía dejar de pensar en el, en lo que ocurría en su cabeza para pasar de ser el soldado tan orgulloso a aquel ser que pasaba durmiendo todo el día, tendido en la cama sin esperanza alguna, no esperaba lo que Radamanthys le había contado aún que no le sorprendía, los enemigos eran muy bien conocidos por su barbarie, por la forma tan sádica y cruel con la que trataban a los omegas y aún que aquello no le importaba en realidad eran indiferente ante aquel trato, pero el saber lo que el albino había vivido, simplemente le lleno de más estrés, preocupándose genuinamente con el, incluso logrando hacerlo sentir miserable por la forma en que se estaba comportando, odiaba ser así, pero no podía evitarlo, prefería ser esa clase de persona, antes de volver a ser ese niño débil que lloraba la partida de su Omega, el abandono en aquel momento le carcomía el alma, haciéndole preferir mil veces apartar a todo aquel que se le acercara antes de volver a sentirse abandonado de nuevo.
- no, no debo de dejarme llevar por esa sonrisa es un Omega, todos son iguales y yo no quiero volver a pasar por eso, no quiero volver a sentir dolor o terminar como mi alfa.
Susurro desviando la mirada, tomando un poco de su cerveza,recordando con tristeza como su alfa sufrió tanto con la separación de su Omega,sin notar que el albino se acercaba a su lado, sonriéndole.
-Oye ¿Qué tanto piensas ? Ven bebe con nosotros, no te excluyas de esa manera, los chicos quieren pasar también tiempo contigo, además, te dije que no me apartaría de ti.
Fueron las palabras de Deathmask el que le hizo regresar a la realidad, más fue su sonrisa la que le dejo le tomaba de la mano llevándolo hasta sus soldados quien aún que en un inicio lucían tensos ante su presencia, le fueron aceptando al verlo beber junto con el albino, quien usaba cualquier ocasión para retarlo, compitiendo sobre quién podía beber más, logrando que se sintiera ebrio en poco tiempo.
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