Agencia PARABELLUM
555-432-987

La tarjeta que mi mejor amigo me había entregado esa mañana sólo tenía un número y el nombre de la agencia, no tenía nombre personal o dirección y él solo me había dicho que estaban reclutando gente con capacidades de investigación excepcionales, miraba la luna mientras me planteaba si llamar o no al número y preguntar sobre el trabajo.

Conocía algunas cosas sobre la agencia pues entre la policía era un secreto a voces que los extraños con los que nos topamos en ocasiones y que nos sacaban de los casos eran parte de esta extraña organización, a mi me parecía que las personas de la agencia se sentían por encima de la ley pero mi mejor amigo jamás me hablaba sobre ese tema aún cuando llegué a preguntarle y solo me había confesado que trabajaba allí una noche en la que se había pasado de copas en mi casa.

Se preguntarán porque si yo trabajaba para la policía ahora estaba sentada en mi sillón preferido con la tarjeta en la mano y mirando la luna a la espera de que algún ser divino me ayudase a decidir si llamar o no a ese número telefónico, pues sencillamente había sido despedida del cuerpo policial por algo que yo no había cometido pero que me acechaba cada día desde el momento en que mi jefe directo me había echado del cuartel como a un ratón apestoso mientras la prensa me esperaba en la puerta con cámaras y micrófonos apuntándome a la cara, aún cinco semanas después los periódicos seguían sacando notas sobre "Agatha Quest la mejor detective del país que terminó despedida por dispararle a un funcionario público" mi vida se convirtió en un completo desastre gracias a ese escándalo, y aún no lograba reponerme o siquiera encontrar un trabajo parecido al que tenía.

Coloque con parsimonia la tarjeta en la mesita de madera a lado del sillón y tomé mi celular, luego de unos minutos más mirando la pantalla marqué el número y espere, contestaron al tercer timbre y una voz melodiosa me saludó, no esperó a que me presentara solo me pidió que tomara nota de la dirección que me iba a dictar, después de corroborar que lo había hecho se despidió y acto seguido cortó la llamada.

A la mañana siguiente me aliste y salí dirigiéndome a la dirección que me habían dictado, descubrí que era una cafetería muy normal situada frente a la costa donde se podía escuchar el golpeteo del agua contra las rocas, no había nadie aparte de un camarero alto con el cabello canoso y que parecía tener poco más de cuarenta que al verme entrar me saludó llamándome por mi nombre, se acercó a la puerta y cambió el letrero de abierto a cerrado poniendo el seguro, las cortinas se bajaron de forma automática y me pidió sentarme en la mesa que acababa de limpiar, obedecí algo insegura.

–Me alegra que haya venido señorita Agatha, esperábamos su llegada, mi nombre es Enzo Vanstern y soy el director de la agencia PARABELLUM es un placer conocer en persona a una detective tan experimentada e inteligente –extendió su mano hacia mi y yo la estreché asintiendo con la cabeza.

–Un gusto señor Vanstern, supongo que si ya sabe mi nombre y me ha estado esperando también sabe porque he venido.

–Por supuesto, déjeme decirle que para entrar en nuestra agencia es necesario que pase por un entrenamiento riguroso, será necesario que se quede dentro de las instalaciones de la agencia el tiempo que este entrenamiento dura y de no ser aceptada se le someterá a un proceso de borrado de memoria para salvaguardar la ubicación de nuestra agencia, ahora que sabe estas condiciones ¿está segura que desea someterse a este proceso y ser una de nuestras agentes? –me miró como si escrutara dentro de mi alma.

–Realmente quisiera saber primero a que se dedica concretamente esta agencia, Will nunca me lo comentó y me parece que las condiciones que plantea no me quedan claras –para mi sorpresa Varnsten sonrió satisfecho.

–Sin problema, aquí en PARABELLUM nos dedicamos a ayudar a las personas en cualquier problema que tengan, somos agentes secretos, si necesita encontrar a alguien lo encontraremos, si el gobierno necesita ocultar algo lo ocultaremos, nos dedicamos a todo tipo de actividades que puedan ser peligrosas para las personas comunes y buscamos siempre la excelencia en cada misión asignada, por ello nuestro entrenamiento define quién se queda y quién se va y claro nadie puede saber dónde se encuentran nuestras instalaciones debido a la información confidencial que manejamos.

En mi mente me planteaba las alternativas que tenía para olvidar la pesadilla que había vivido y finalmente no encontré nada mejor que aceptar el ofrecimiento, no sabía en lo que me estaba metiendo.