En un jardín de alegres canciones,
vivía una mariposa azul, con alas de cielo y colores.

Cada día, sus amigas, revoloteaban sin cesar,
danzaban en el aire, un espectáculo sin par.

Ella, la azul, las observaba desde el tallo de una rosa,
con la mirada llena de anhelo, y un tanto ansiosa.

Quería unirse a la danza, volar libre por el jardín,
pero un miedo la mantenía atada, a su tallo, sin fin.

Las alas le temblaban, su cuerpo se encogió.

Un pensamiento la atormentaba, que no podía volar, que no podía ser como las demás.

Las veía elevarse, con gracia y valor,
mientras ella, la azul, solo sentía temor.