Querida Señorita Dara:

Es mi placer informar a través de esta carta que usted a sido seleccionada por el multimillonario empresario francés, Dragomir Bourgeois, para ser parte de su plan caritativo para sacar adelante a niños que perdieron todo y que no tienen un lugar donde ir, ni un futuro con el que, por lo menos soñar. Por lo que, a partir de mañana, será adoptada y empezará a vivir en su gran mansión Dans Le Noir, a las afueras de la Gran ciudad Corounner.

Tendrá muchas dudas por resolver, pero me limitaré a aclararle que esta no es una oferta, es un aviso. Y una gran oportunidad si me lo pregunta.

Sin duda, su vida cambiará por completo. A partir de mañana será tratada como a la realeza, cualquier niña de su edad daría todo por estar en sus zapatos. Cualquier niña de su edad lo dejaría todo. Cualquier niña de su edad sería capaz de olvidar todo.

Mañana, a las nueve de la mañana, dos subordinados pasaran a retirarla y aclararle sus dudas.

Atentamente, el secretario del Sr. Bourgeois, Vangelis Robberts.

Pdta: El Sr. Bourgeois es alérgico a los perros, a los gatos, al polvo, a los mosquitos, al cambio de estaciones, a las nueces, al maní, al trigo, a la soja, a la penicilina, a las picaduras de abejas, a las plumas y a los pelados, muchas gracias.

...

La repentina carta del Sr. Bourgeois, descansaba, aún abierta, en el escritorio de Dara, al lado de su vieja maleta, que Dara había hecho apenas leyó por primera vez la carta.

Se había quedado dormida mirando las Imágenes adjuntas en la carta. Imágenes de una gran mansión antigua, una gran mansión a las afueras de los suburbios urbanos, imagenes de una vida lujosa y tranquila siendo la hija de un gran empresario. Luego de 16 años por fin la habían adoptado, no le importaba realmente que tal vez nunca más pueda visitar el orfanato, de hecho lo que más quería era salir de ahí y el Sr. Bourgeois había aparecido para sacarla por fin.

Todo sonaba perfecto.

...

Gracias por leer