~Narra Will~

Vi como Dipper salió de mi habitación con la enorme, bueno para mi es enorme, camisa que le di.

-Aaaaahh~ es demasiado sexi~- susurré y me acosté en la cama donde antes estaba mi queri- digo, donde antes estaba Dipper.

-Agh....¿A quien engaño? No puedo quitármelo de la cabeza...- hice un pequeño puchero, pues aquel castaño no salía de mis pensamientos desde aquel magnífico beso.

-tsk idiota- salí de la biblioteca frustrado pues había tenido una pequeña discusión con mi "querido" hermano, cuanto lo odio, siempre poniendo reglas, siempre tratándome como el menor, el inútil, siempre considerándose como el mejor hombre del mundo, con las mejores opiniones y decisiones, ¡¡YO le di la idea de capturar a eso estúpidos demonios!! Pero EL nunca lo considera, rodee los ojos y seguí mi camino.

Al dar vuelta en una de las tantas esquinas de esta mansión, tropecé y caí encima de alguien, dándonos así un accidental beso, solo podía notar una cabellera castaña.

Dipper...

-¡Amo! Disculpe- me separé sonrojado del demonio y me levante.

-¡¡I-idiota!!- salí corriendo de allí dejando al castaño confuso.

Me recosté en la pared, aunque realmente eso solo fue una presión en los labios y no un beso, no pude contener mi sonrojo, ese idiota....siento una maldita presión en mi pecho.

Solo debo....dejarlo pasar.

-aaaah~ sin duda, el mejor dia, creo..- tome la almohada que tuve y la abraze, habían pasado varios meses desde aquel día, siempre negaba tener ese sentimiento, pensando que estaba confundido o algo así, pero desde que lo vi conversar y reír con una de las empleadas, a la cual obviamente mate, asumí que enserio es amor.

-Aaah, ¡¡lo amo tanto que lo odio!!- grite entre la almohada, pero sentí que alguien había ingresado a mi habitación.

-¿A quien amas tanto, hermano?- hablo con una sonrisa burlona el idiota de Bill.

-A alguien que no te importa- bufé y frunci el ceño -Ahora, te puedes retirar de mi habitación, gracias- hablé y empuje a Bill fuera de mi cuarto.

-¡¡IDIOTA!!- gritó Bill al otro lado de la puerta.

-¡Deja de hablar de ti mismo Bill!- grite riendo a carcajadas al escuchar las quejas de mi hermano.

Me acosté en la cama hasta que escuche un sonido en la puerta, me levante nuevamente, dispuesto a golpear al idiota de mi hermano que seguramente viene a molestar.

-¿¡Que mierda quieres aho-...¿Dipper?- el castaño se encontraba frente a mi con un semblante serio, como siempre, lo mire confundido.

-Agh....odiaré a Mabel, me las pagará..- no entendí bien porque decía eso, hasta que sentí los labios del demonio en mi mejilla y se fue corriendo.

-¡¡Reto cumplido!!- grito a lo lejos y escuché la risa de Mabel y las maldiciones que Dipper le hacía, yo solo me quedé en la puerta, ruborizado.

-¿Q-que mierda?...- ingresé nuevamente a mi cuarto y me lancé a mi cama, por milésima ves -¡¡¡Waaaah lo odio!!!

~Narra DipperG~

-Te odio mucho- le di un golpe a mi tonta hermana, no, el tonto soy yo por jugar a este inútil juego.

-Me amas~ ¡¡mira!! El amo Will parece un tomatito- dijo riendo mi odiosa hermana.

-Es mi turno, te reto a....echarte harina- dije con una sonrisa burlona.

-JA, será fácil- hablo mi hermana dirigiéndose a la cocina.

-Oh, pero tienes que echarte harina.....en la cabeza- dije riendo al ver la expresión de Mabel.

-¡¡Noooo!! ¡Mi cabello no!- frunció el ceño y bufo.

-Ese es mi reto querida hermana, o acaso eres una gallina- dije y comencé a imitar a una gallina, Mabel solo frunció más el ceño y cojio la harina, yo rei al ver como maldecía y se tiraba la harina en la cabeza.

Continuará...