Parte/8
Quinto día de novenario
-Buenas tardes doña Pachita, buenas tardes, mire llego Cleto, ya tenía mucho que no lo veía y, mire que él no faltaba a ningún velorio.
- No pues después de lo que paso se desapareció un tiempo, tiene poco de haber llegado.
-¿Oiga y que le paso?
-Pues nada, que ya ve que él, tiene fama de no tenerle miedo a nada ni a nadie, mucho menos a los muertos.
-Pos no pues, ¿pero qué paso?
-¿No, sabe? si esto no hace mucho tiempo que paso, hará cosa de tres meses o poquito más.
-Lo que pasa es que yo en ese tiempo, no estaba en el pueblo, me fui a Teuchitlán a cuidar a mija Camila que tuvo a su tercer niño, y pues allá me estuve toda la cuarentena.
-A pues con razón, no se dio cuenta de nada
-No pues lo que paso, es que Bonifacio, Melquiades, Nicolás y Juan ¿a esos si los conoce verdad?
-Sí, son los que trabajan en los camiones de pasajeros que van a Guadalajara,
-Ándele esos,
-Oiga pero yo supe que Bonifacio se murió.
-Sí, se murió, eso es parte de lo que le paso a Cleto.
-¿Pos que paso oiga?
- No, pos nada, ya ve que Cleto es zapatero,.
-Sí, y muy bueno por cierto.
Pues resulta que Melquiades, Bonifacio, Nicolás y Juan, estaban platicando y Nicolás les dijo a sus amigos.
- Dice Cleto que él no le tiene miedo ni al diablo, si se le aparece.
-Vamos haciéndole una broma, para calarlo a ver si es tan valiente como dice, dijo Juan
-Pero que podríamos hacer, que hasta se cague del miedo, dijo Nicolás
-Ya sé que vamos hacer
-¿Qué? dijeron los otros
-Hay que hacerlo creer, que uno de nosotros se murió, y que vaya al velorio, y lo dejamos solo, y a las doce de la noche que se levante el supuesto muerto y le hable, a ver si no le da miedo.
-Quien se apunta para hacerse el muerto.
-Yo mero dijo Bonifacio, nada más para ver la cara que va a poner, cuando me vea que me siento jajaja, hay que aprovechar, que mi ama, y mi apa, se van al rancho con mis hermanos.
Y pues así lo hicieron, otro dia le dijeron a Cleto
-Fíjate Cleto que el compa Benja se nos fue
-¿A dónde se fue?
-Pues al otro mundo se murió.
- Hay Dios, pos que le paso, si ayer estuvimos jugando en el billar hasta muy tarde.
-Pos no se sabe, dicen que a eso de las doce del día, no más cayó muerto, pa mí, que se le cayó el corazón, y como ya vez que no era muy querido aquí en el pueblo, casi no va a ir gente a velarlo, nada más sus compas. (amigos)
-Pos yo si voy, nada más que tengo mucho trabajo, no se verá mal que me lleve el trabajo, mientras lo velo trabajo.
-No yo creo que no, te llevas la chamba al velorio.
-En la nochecita llego Cleto con su herramienta, ya estaba Bonifacio tendido en la cama, Cleto por estar trabajando no se fijó, que nada más estaban sus amigos y el.
-Poquito antes de las doce de la noche, se fueron los amigos.
-Bueno Cleto, nosotros vamos a echar una pestañita, (dormidita), no te importa si te quedas solo con el muertito.
- No váyanse sin pendiente, cuando ustedes vuelvan yo me voy, para no dejar el cuerpo solo.
-Esta bueno Cleto entonces luego nos vemos.
-Como a la media hora de que se fueron, los amigos, ándele que se sienta Bonifacio en la cama, y con una voz tenebrosa dijo.
-Cleeeeetooo, Cleeeetooo.
-Y Cleto sin asustarse se paró de su sillita donde estaba trabajando y fue hasta donde estaba Bonifacio sentado, y que le surraja (dio), un martillazo en la cabeza y le dijo
-Tú ya te moriste, regrésate por donde viniste, y siguió trabajando como si nada.
-Cuando llegaron los amigos, no esperaban ver a Cleto, pero allí lo encontraron.
-Ya volvimos Cleto, no pasó nada por aquí, le preguntaron.
-No, nada, lo único que pasó es que Bonifacio se quiso regresar del otro mundo, pero yo lo regrese con un martillazo.
-Pero que hiciste, y corrieron a ver a Bonifacio, y allí estaba tal como lo habían dejado, pero ahora si estaba bien muerto.
-Ave María purísima, si le digo que las bromas no son buenas.
-¿Y no metieron a Cleto a la cárcel? pos sí estuvo detenido unos días, pero le retiraron los cargos, y los que sí están libres bajo fianza son, los otros, porque ellos provocaron que Cleto actuara así.
-Y ándele que ya llego el padre vamos a rezar.
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