Capítulo 6
-¿Y bien? -pregunté esperando que comiencen con las explicaciones que necesité durando toda mi vida.
-Cuando eras una niña, muy pequeña, apenas y sabías hablar... -empieza mi madre sonriendo con nostalgia-... hubo una guerra contra nuestra manada por ser aliados de algunos cazadores, yo los tenía a ustedes, su padre fue a pelear. A los dos les di un collar con una nota porque ese fue su regalo antes de la guerra...
-Si estábamos contigo, ¿Cómo me perdí, entonces?
-Tu padre quedó muy herido y yo lo sentí como si fuera mi propio dolor. Unos lobos enemigos llegaron a mí en ese momento de debilidad, tuve que pelear, pero ustedes se separaron. -mi padre la abraza para apoyarla.
-Al terminar la guerra, unos guardias traían a Jackson pero ninguno te había visto a ti, te buscamos por todos lados, cerca y lejos del territorio pero nunca logramos encontrarte. Hasta ahora... -terminó él por mi madre.
Miré a mi hermano y él sacó el collar que traía puesto por debajo de su camisa, para mostrarme que todo era cierto. Pero no necesitaba ninguna otra prueba, lo sabía... aunque quisiera dudar de ellos como la última vez que algo así me sucedió, no podía. Con ellos era imposible. Sentía y presentía que ellos decían la verdad, que los tres eran mi familia.
El dolor en mi pecho, más el alivio y otros sentimientos se acumularon en mi interior. Me levanté y los abracé a los tres mientras lloraba de nuevo sin poder retenerlo.
-Lo siento... -murmuré-. Siempre creí que me abandonaron y que no les importaba y por eso los odié...
-Jamás haríamos eso, tú nos importas más que nuestras vidas. -dijo mi hermano.
-Nunca te abandonaríamos apropósito. -sigue mi padre.
Seguimos en aquel abrazo hasta que los cuatro nos habíamos calmado, entonces me separé justo cuando Ryan se me acerca y abraza por la cintura con un brazo. Yo lo miré y sonreí, pero vi la mirada dr mi familia que lo veían fijamente.
-Mamá... papá... hermano... Él es Ryan, mi Mate.
-Mucho gusto. -dice Ryan.
-El gusto es nuestro Ryan, gracias por cuidar y hacer feliz a nuestra hija... de verdad, gracias. -habla mamá y Ryan asiente.
-Mamá... -todos ponemos nuestra atención en Tess, ella se acerca junto con Ale a nosotros y me abraza -¿Entonces... ellos son mis abuelos y tío?
-Así es... Familia, ellos son Alejandro y Tess, nuestros hijos.
-¿Cuántos años tienen? -preguntó mi madre mirando con adoración a mis hijos, tenía un brillo de emoción y ternura en sus ojos.
-Yo tengo diecinueve años y mi hermana diecisiete -responde Alejandro.
-Te pareces mucho a tu madre... -menciona Jackson mirando a Ale con una sonrisa.
Y es cierto, Ale se parece mucho más a mí si hablamos de las características físicas.
-Gracias. -habla Ale sonriendo.
Al parecer se lo tomó como un cumplido. Me siento halagada.
-Bueno, bueno. Tenemos que ver los problemas con el consejo -anuncié matando el momento.
-Es cierto... -recuerda Jackson.
-Pasen a la oficina. -menciona Ale.
Todos nos fuimos hasta allí, cerrando la puerta tras la última persona y pasando a sentarnos en los sofás. Nos miramos los unos a los otros antes de empezar a hablar.
-Debemos pedir ayuda a más manadas, solo nosotros no setemos suficientes -aconseja Alejandro.
-Tienes razón. ¿Pero, y si no aceptan? Sabrán que queremos hacer algo contra del consejo y pasarán cosas peores... -habla Zeth.
-Eso es cierto. Noppodemos arriesgarnos a que el consejo se entere de lo que planeamos -apoya Jackson-. Propongo que preguntemos de una manera más sutil. O mejor que pidamos ayuda a las brujas, nuestras especies han estado en paz durante años y sinceramente nos llevamos bien.
-Tienes razón, pero ¿Por qué no hacer las dos cosas? -propuso Tess.
Fue cuando habló que notamos todos como ella estaba sentada en el reposabrazos del sofá donde estaba Zeth, con él teniendo su mano en su cintura rodeando su cuerpo.
-Podemos preguntar a las manadas sutilmente y pedirles a las brujas que nos apoyen en esto y que nos ayuden a saber qué manada estará de nuestro lado y quiénes no.
Zeth parecía asombrado por su inteligencia que sonríe de manera tonta hacia ella.
-Buena idea, princesa -dice provocando que Tess se sonrojara.
Escuchamos varios gruñidos, haciendo que miremos al frente y ver que mi padre, hermano, Ale y Ryan estaban con expresiones serias y miraban a Zeth como si quisieran asesinarlo. Pobrecito.
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