-Es hermoso... -mencioné sin despegar la vista de los fuegos artificiales.

Pero no escuché a Zeth por lo que me volteé a ver, pero su asiento estaba vacío. Me giré y allí lo vi, arrodillado a mi lado, con un ramo de rosas y con su sonrisa irresistible.

-Tess he preparado todo esto con ayuda de todos para hacerte finalmente la pregunta... ¿Quieres ser mi novia?

Rieka estaba que se desmayaba de la felicidad, y yo también. Lo miré emocionada, tanto que no podía hablar por lo que solo asentí repetidas veces y llorando de felicidad, él se levanta y me levanta a mí para luego besarme con ternura y demostrándome cuánto me amaba.

Sé que me tendré que ir con él a vivir, pero no me importa, lo amo y quiero estar con él de ahora en adelante. Claro, me duele dejar a mi familia y a mis amigos pero la manada de Zeth ya lleva mucho tiempo sin él y una Luna.

Seguimos besándonos hasta que tuvimos que separarnos por la falta de oxígeno. Juntamos nuestras frente y con la respiración agitada, nos sonreímos el uno al otro. Escuchamos los chillidos de todas. Luego ya las tenía sobre mí abrazándome.

-¡Felicidades! -gritan todas eufóricas.

-Gracias chicas -hablé aún con lágrimas de felicidad.

-Mi nena, te vamos a extrañar mucho... -mamá me abraza.

-Y yo a ustedes... -dije. Nos separamos y miré a Sarami y le sonreí-. Gracias, y lamento creer que querías quedarte con Zety y abandonar a mi hermano...

-No hay cuidado, además, sería incapaz de dejar a Ale...

-Está bien. Te entiendo -dije sonriendo. Los chicos aparecen y todos me abrazan.

-Felicidades enana -me dice mi hermano.

-Gracias Ale, oye, al parecer ya te arreglaste con Sarami.

-Sí, ella me explicó todo el plan, y lo que ella consiguió era el carruaje -explicó.

-Oh, ahora todo tiene sentido...

***

***

Y aquí me encontraba, en mi habitación, empacando para ir a la manada de Zeth, habían pasado dos días desde que me pidió ser su novia. Esos días fueron los mejores. Ha sido súper dulce, tierno y muy atento también.

-¿Te ayudo?

Hablando del Rey de Roma.

-Claro, pero ya no hay mucho -respondí, él se acerca a mí y me ayuda a empacar mi ropa.

Una parte de esta se quedaría aquí para cuando venga, ya que en la manada de Zeth podría comprarme más.

-Listo -dijo al cerrar la maleta- ¿Vamos?

-Vamos -respondí.

El sujeta mi maleta y yo otro bolso más pequeño, bajamos y allí toca despedirme de todos... Los extrañaré tanto...

***

***

-Hermosa, llegamos -Zeth me me mueve levemente para despertarme.

Me quejé por tener que abrir mis ojos así que estiré mis brazos hacia él indicándole que me cargara. Él ríe pero me consciente y me lleva adentro de la casa. Traicie y Jean, ya no vivían en la misma casa que Zeth, ellos se habían mudado a otra en la manada.

Su Beta y Delta ya habían encontrado a sus Mates por lo que ellos vivían en sus casas junto a ellas. Sus Mates eran Sofia y Ximena. Así que solo teníamos la casa sola, y ya se lo que piensa hacer al respecto... Creo que me iré despidiendo temporalmente de mi movilidad.