Vaya con mi suegra. Que linda ¿No?

-Lo entiendo, no se preocupe, no está en mis planes lastimarla.

-Zeth, ven un momento -me llama Ryan.

Lo miré, ocultando mi nerviosismo, antes de acercarme a él. Caminamos para acercarnos al bosque, seguramente quería hacer de esta plática una más privada y un poco relajante seguro.

-Mira, Zeth, yo no tengo nada en contra de ti, pero sabes que estamos hablando de Tessa, mi única hija, mi princesa... -no se me pasa el que remarcara la "a" de hija.

-Sí, lo sé -respondí.

-Y al igual que Skylar, no soportaría verla llorando por un corazón roto. La quiero mucho y si tú le haces algún tipo de daño, créeme que no dudaría en torturarte hasta que implores la muerte por ti mismo.

¿Qué tienen todos con matarme?

-Créame señor que nunca querré hacerle daño a Tess, la amo y no sería capaz de tal cosa.

-Lo sé, y también sé que no dejarías que alguien más la dañara. Traicie y Jean me dijeron que con el tesoro de un dragón no debían de meterse. Espero que tú sepas cuidar al tesoro que tienes contigo porque también es el mío. Si lo llegara a perder, no sabrías como me quedaría...

-Ella es mi tesoro más preciado y único, la protegeré con mi vida. Antes morirme yo que ella...

-Eso espero, y Zeth -de detiene-. Dime Ryan.

Sonríe al igual que yo y me da unas palmadas en la espalda. Estábamos mirando una cascada muy linda, mientras hablábamos de cómo me mataría si dañara a Tess. Pero también me decía varias cosas de cómo era ella a veces. Siento que también me estaba advirtiendo... Hasta que tuvimos que regresar. Cuando volvimos, Skylar miró a Ryan sonriendo y le dio un beso. Yo seguí caminando dejándolos a solas, quería saber si Tess ya se despertó, pero no.

-Zeth, ya les explique el plan -menciona Sarami mirando a todos. Pero para mi sorpresa, Alejandro estaba allí, serio pero estaba allí-. Pero debes saber algo...

-¿Qué pasó? -pregunté sentándome frente a él.

-Tess y yo los escuchamos cuando fueron al bosque, no escuchamos mucho, pero sí lo suficiente para malinterpretar las cosas. Pensamos que era un plan... en contra de Tess. Y que al final ustedes terminarían juntos.

Noté que Ale apretaba sus puños y tensaba la mandíbula, pero Sarami se sienta en el reposabrazos y apoya su mano en su hombro para sujetarse al inclinarse y susurrarle al oído. Se calma rápido.

-Por eso te habías enojado... y Tess estaba llorando... -murmuré mirando un punto fijo-. Ale, tú eres mi mejor amigo, nunca te haría eso, y Tess... es el amor de mi vida, es mi Mate, es un tesoro para mí, nunca haría nada en contra de ella y mucho menos dañarla.

-Ahora entiendo que no serías capaz, pero debes decirle el error -mencionó.

Lo pensé por un momento pero se me había ocurrido algo. Una carta. Así no me gritaría y me dejaría explicarle y no derramaría ni una lagrima con verme. El sol ya se empezaba a esconder, le dije a Sarami que comience con el plan. Ella asiente.

-Zeth, sé que cuando ella acepte ser tu novia, porque sé que lo hará, va a tener que ir a tu manada... Quiero que la cuides con tu vida y si le pasa algo juro por la mía que te mataré -habla Ale mirándome mal.

-Lo sé, y te juro por mi vida que la protegeré de todo. No tienes de que preocuparte.

Él asiente y luego me da un abrazo. Sarami asiente indicando que ya está hecho la primera parte y le dije que deje la carta junto a Tess. Ahora sí, el plan ha comenzado.