-Esto es para ti -baja un arco-. Siempre has sido buena con el arco y flecha, recuerdo cuando hiciste uno con ramas y un hilo, te salió bien y perseguías a tu padre y hermano por toda la casa mientras les lanzabas palitos simulando que eran flechas.

Ambas reímos por el recuerdo hasta que ella me extiende el arco.

-Pero ahora en lugar de palitos, tendrás un material indestructible, con flechas especiales.

Sujeté el arco y ella me pasa un estuche con flechas.

-Pero lo mejoré un poco -guiña un ojo-. Presiona el botón de allí -apunta a un botón en la parte baja del arco.

Lo hice y éste rápidamente brilla y se convierte en un collar de diamante.

-Y cuando quieras sacarlo, solo apriétalo con fuerza -menciona.

-Gracias mamá -la abracé.

-Por nada hija, ahora vamos con tu padre y tu hermano, nos deben de estar esperando.

Nosotras volvemos donde ellos y nos vamos de nuevo a casa, miré a las chicas y ellas me sonreían ampliamente. Noté en sus cuellos que tenían collares iguales al mío, solo que en el de ellas traían otras armas en lugar de un arco que solo yo tenía.
Nuestras madres nos hacen ir al centro de la manada donde estaban todos reunidos, nosotras no entendíamos por lo cual nos miramos confusas, pero nuestras madres se mantenían serias.

-Manada, como ustedes sabrán, nosotras somo las Defensoras de la paz -dice mi madre.

-Pero no viviremos para siempre... -le sigue la tía Kat.

-Es por esa misma razón que... -sigue la tía Zoe.

-Nosotras juntas decidimos que hoy... -habla la tía Blair.

-Les daremos nuestros poderes a nuestros sucesores, pero como yo no tengo una hija, le otorgo mi poder a mi único hijo, Marcelo -dice la tía Pidge.

-Pero como todos saben, una de nosotras no tiene un Mate, por lo cual no pudo tener un sucesor -vuelve a hablar mi mamá.

-Pero yo decidí que la hija de Katelyn Jossie, tomará mi lugar -respondió la tía Eva. Jossie la mira asombrada y ella le sonríe.

-Vengan... -nos llaman nuestras madres, todas nos vamos junto a ellas. Pero Jossie va junto a Eva.

-Jime, sucesora mía, te otorgo el mando de la Defensora de La Paz Morado, tu deber es proteger a tus compañeras así dando tu vida si es necesario -sonríe la tía Zoe.

Zoe comienza a brillar del color Morado y ese brillo desaparece en el cuerpo de Jime.

-Esmeralda, sucesora mía, te otorgo el mando de la Defensora de La Paz Turquesa, tu deber es apoyarlas en los momentos difíciles y darles esperanza -dice la tía Kat. Y pasa lo mismo.

-Jossie, sucesora de Katelyn, te otorgo el mando de la Defensora de La Paz Amarillo, tu deber es animarlas cuando lo necesiten -dice la tía Eva.

-Cecilia, sucesora mía, te otorgo el mando de la Defensora de La Paz Naranja, tu deber es calmar a tus compañeros cuando sea necesario -dice la tía Blair.

-Marcelo, sucesor mío, primer Defensor de La Paz, hombre, te otorgo el mando del Defensor de La Paz Verde, tu deber es apoyar y ayudar a tus compañeras -dice la tía Pidge.

Ahora solo faltaba yo, mentiría si dijera que no estoy nerviosa.

-Tessa, sucesora mía, te otorgo el mando de la Defensora de mundos Fucsia, tu deber es guiar al equipo por el buen camino y hacer el lazo que los une aún más fuerte -dice mi madre, cundo pasa el brillo, un alma de lobo se forma con el y aúlla fuertemente.

-Protejan y sirvan hasta el fin de sus días como Guardianes y Defensores La Paz -finalizan todas.

Nuestras armas aparecen y junto a ellas nuestra apariencia cambia.
Tenía el cabello un poco más largo y con las puntas fucsias. Las chicas igual pero con sus colores. Nuestras armas salen por sí solas.

-Sucesores, ¿juran proteger y resguardar a La Paz de este mundo hasta su último aliento? -pregunta mi madre.

-Sí, lo juramos -respondemos nosotros.

-Entonces, nosotras los nombramos los nuevos Defensores de La Paz.

Mi madre y mis tías lanzan sus armas al cielo y estas hacen aparecer fuegos artificiales de sus colores y las armas desaparecen.

-Wou -murmuramos nosotras mirándolas con asombros, ellas sólo nos sonríen y la manada aplaude y vitorea por nosotras.

Zeth aparece y me da un beso frente a toda la manada por lo cual los gritos se escuchan aún más fuertes y algunos gruñidos.

-Felicidades, mi Luna -dice al separarnos.

-Gracias, mi Alpha -respondí sonriéndole dulcemente y dándole otro beso.