Corrí hasta ella, ayudé con la otra cadena que la retenía. Maté a la mayoría que la sujetaba y Crystal pudo librar su brazo al estirarlo y llevarse consigo a los que seguían sujetos a la cadena. Me volví a mi forma humana y miré asombrada y maravillada a Crystal, pero reaccioné al momento en que alguien aprisiona mi cuello con su brazo desde atrás.

Gruñí y bufé antes de inclinarme con fuerza y lanzar al hombre al frente, sujetar su brazo en su espalda y romperlo con facilidad. Se sintió asqueroso de nuevo pero no iba a permitir detenerme. Miré arriba por el rugido dragón de Zeth, estaba en aquella forma al igual que su madre, ambos incendiando únicamente a los enemigos. Poco a poco iban quedando menos, Crystal vuelve a tomar su bastón y lo usa haciendo quedar menos de la mitad de enemigos.

Me transformé una vez más a mi forma lobuna justo cuando un Alpha enemigo se acerca para atacarme, no retrocedí pero él parecía asustado. Aún así se lanza en mi contra, pero antes de llegar Zeth lo había devorado de un bocado. Lo miré y sonreí un poco antes de volver a abanzalnzarme en contra de los demás.

Crystal empieza a brillar y entonces mi madre y mis tías se separan. Mamá agarra su arco y dispara, algunas de sus flechas son explosivas, otras son venenosas y otras... otras son raras.

Seguía pensando en que jamás me había contado nada de esto, y eso me dolía un poco pero tampoco la culpaba, no tenía porqué. A pesar de saber eso, ella no lo sabía, porque me mira culpable por un segundo antes de disparar hacia mí. Abrí los ojos de par en par y justo a tiempo esquivé la flecha haciéndome a un lado y viendo como esta le daba de lleno en el rostro a un demonio.

-Tess, ¿estás bien? -pregunta preocupada.

-Sí... pero a la próxima, hazme una señal o algo, ¿está bien?

Ríe con algo de culpa a la vez y me abraza con un brazo mientras suspira profundo.

-En serio lamento no habérselos dicho antes pero no estaban listos para saber... de verdad lo siento -habla con lágrimas en sus ojos.

Los míos se cristalizaban por verla a ella llorar, dejando cualquier otro sentimiento atrás la abracé también. No me gusta verla llorar.

-No te preocupes mamá, ahora lo que importa es acabar con esto.

Ella asiente y ambas nos transformamos. Comenzamos a matar a los enemigos juntas, hasta que iban quedando solo unos cuantos a comparación de los que habían llegado. Escuchamos aullidos de los Alphas enemigos, era un aullido de retirada. Las manada se empezaron a ir, y los del consejo no estaban felices por eso.

-¡Regresen y peleen! -ordenan a gritos pero ni los demonios querían seguir peleando, regresaron por las mismas grietas de las que salieron.

-Consejo, esto ha acabado. Como Alpha de Alphas hablo por todos al decir que esta guerra sin sentido tiene que acabar -Zeth mira serio a aquellos hombres-. No necesitamos a un consejo tan anticuado y reservado como ustedes.

-¿Qué estás diciendo?

-¡Insolente! ¡No puedes decidir si nos quedamos o no como un consejo!

-Hemos estado en nuestros puestos durante siglos, no puedes cambiar así como así todo esto. ¡No puedes echarnos!

-Quizás él solo no. Pero tiene el apoyo de la Luna de Lunas y el de todas las demás manadas dispuestas a este cambio -me acerqué a Zeth quien rodea mi cintura con un brazo y yo me apegué a su costado.

Las manadas se colocan atrás de nosotros, apoyando nuestra decisión. El consejo parecía querer pelear por el puesto de nuevo, pero mis tías y mi madre vuelven a unirse en aquella fusión.

-Los únicos que atientan contra la paz son ustedes. Y como defensoras de la misma no podemos permitir que sigan aquí.

El bastón de Meian resplandece y los del consejo son encapsulados en burbujas cada uno.

-¡¿Qué hacen?!

-¡Bajenos, ahora!

-Serán enviados a lo más profundo del abismo, donde no podrán salir de allí jamás. Serán condenados allí, elegirán su castigo para lo que hicieron.

Crystal cierra los ojos un segundo antes de mover el bastón y hacer desaparecer a los del consejo en un parpadeo. Todos miramos en silencio la escena pero Crystal aplaude una vez con el bastón en medio y las grietas en la tierra se cierran por completo, y todo lo destruido anteriormente ahora estaba reparado

Miramos a todos lados murmurando y emocionados porque todo había terminado. Crystal se separa, papá abraza a mi madre y yo volteé a ver a Zeth.

-Lo conseguimos...

-Sí. Lo hicimos...

Salté sobre él sorpresivamente, tirándolo al suelo y cayendo sobre él. Algunos ríen junto a nosotros pero yo lo besé con mucho fervor. Él me sujeta por la cintura y me corresponde enseguida. Todas las manadas estallan en vitoreos por haber ganado la guerra, saltan y aúllan de alegría mientras Zeth y yo permanecíamos en nuestro propio mundo.