32. Felicidad
Para NamJoon la felicidad se definía en aquel instante. El calor y el olor de todos sus omegas reunido en un mismo lugar. Acurrucados contra él o entre ellos, durmiendo plácidamente, y los rayos del Sol entrando por la ventana. En la última toma, JiMin se había apartado un poco para amamantar a TaeHyun y así evitar que acabara aplastado por los demás. El pobre se había quedado dormido en una esquina del colchón, con el bebé sobre su pecho, también completamente dormido.
A pesar de todos los problemas que había tenido, no había dado señales de tener terrores nocturnos, como había pasado con YeonJun, ni de comer mal, con SooBin. Era muy agradecido, JiMin lo era todo para él y parecía haberse acostumbrado rápido a NamJoon aunque no había podido estar con él todo el tiempo que hubiera querido el alfa.
Como fuera, estaban todos en casa y el alfa era feliz. Quitándose de encima los brazos y piernas de sus omegas con extrema suavidad para no despertarles, se levantó el primero y bajó para hacer una ronda mañanera a la aldea. Cuando regresó algunos estaban empezando a preparar el desayuno y otros aún no estaban del todo levantados. Ayudó a los más madrugadores con el desayuno y los pequeños. Luego, cuando ya empezaron todos a tomar asiento se colocó junto a YoonGi y, sin previo aviso, puso la nariz contra su cuello. YoonGi dio un pequeño respingo de sorpresa del cual los demás no pudieron hacer otra cosa que reírse disimuladamente. Algo avergonzado, dejó que el alfa inspeccionara su olor. Para YoonGi aún había ciertas cosas algo incómodas. Para él, lo socialmente correcto era que una pareja tuviera intimidad, pero allí no eran sólo dos, sino seis. Él entendía que no mantenía una relación técnicamente sentimental con los demás, pero también sabía que los omegas no eran completamente despegados. No le importaba en realidad. No tenía ningún problema con los demás y, de hecho, tenía que confesar que NamJoon tenía buen ojo y todos eran muy atractivos, pero se sentía tímido cuando hacía cosas así en público. Quizá era porque, a diferencia de los demás, él no estaba marcado aún, aunque sin duda también tenía que ver con su educación. Había cosas que le costarían un poco más, pero ya no tenía miedo de ellas. No sabiendo que tenía una manada que lo apoyaba incondicionalmente. Había pasado mucho tiempo odiando su celo, rezando porque no llegara y ahora estaba ansioso porque apareciera y al fin poder ser uno con su alfa. NamJoon dio una larga lamida a su cuello y luego ambos se miraron un largo momento. El alfa sonrió y le besó en los labios rápidamente para justo después ponerse a desayunar como si no hubiera pasado nada. YoonGi sonrió también. NamJoon sabía que su celo estaría al caer y por eso se mantenía atento de su olor. Además, por el mismo hecho de no estar marcado, se sentía algo más posesivo, como si cualquier otro se lo pudiera arrebatar ahora que era suyo, pero aún no había dejado su olor en él. Eso no tenía sentido, claro, pero a veces así son las cosas del querer. Incluso un poderoso alfa tiene inseguridades irrazonables. Lo que nos diferencia de los idiotas es cómo las afrontamos y expresamos. NamJoon se limitaba a ser más cariñoso con YoonGi, estar algo más pegado a él. El resto de los omegas no se pusieron celosos por eso, habían pasado por lo mismo antes.
JungKook ocupó la habitación que antes había tenido YoonGi en la parte inferior de la casa. Siendo un cachorro extranjero, con tendencia a las aventuras y a meterse en líos, NamJoon creyó que era el mejor lugar para él. Así podía tenerle vigilado y cuidar de él. Empezó a llevarse muy bien con los más pequeños de la casa. No sólo con los niños, con los que también jugaba mucho, sino con JiMin y TaeHyung. TaeHyung y él se volvieron buenos amigos en poco tiempo. Y, sin darse cuenta, pronto empezó a ver en los demás distintas expresiones de figuras paternas que nunca había tenido. Su padre era muy distinto a ese alfa. Su madre y los otros omegas de su padre también eran muy distintos a ellos.
Tras el desayuno, todos fueron ocupando los puestos de sus tareas. Los niños a la escuela, cada uno a sus quehaceres.
- JungKook. - Le llamó el alfa. - Hablé con mi hermano ayer. - Comentó. - Dijo que el otro día le seguiste a través del bosque. - El cachorro bajó la cabeza.
- Eso fue realmente peligroso. - Gruñó HoSeok mientras terminaba de coger unos cuantos libros para la clase. JungKook sólo se entristeció aún más y apartó la mirada. Estaba harto de ser regañado por todo el mundo. Sus padres no dejan de hacerlo hasta que se habían casado de él y le habían dado por un caso perdido y ahora eso.
- Eso es cierto. Pudo haberte pasado algo. - Expuso el alfa. - No conoces bien este bosque.
- Lo siento. - Pronunció.
- Bien, vamos. - Formuló el alfa entonces.
- ¿Vamos? ¿A dónde? - Preguntó JungKook.
- A patrullar. Quiero comprobar unas cosas en la frontera del territorio. El otro día me pareció ver algo raro cuando venía con el coche.
- Pero...
- ¿No dijiste que querías? No vas a quedarte aquí todo el día sin aprender nada. - Vieron de reojo como HoSeok rodaba los ojos antes de marcharse. Él no estaba de acuerdo, pero si iba con NamJoon él le cuidaría.
- Creí que no dejaríais a un cachorro hacer eso. - Declaró. En su manada no lo harían. - Ni a un omega tampoco.
- A mí me da igual qué seas. - Aseguró. - Quiero decir, si fueran uno de mis pequeños, que no levanta más que unos palmos del suelo les diría que esperasen un poco, que son muy pequeños, pero tú ya eres mayor como para tomar esta clase de decisiones. - Opinó. - No es cuestión de la etiqueta que te hayan puesto, todos pueden aprender a rastrear, a patrullar o incluso a enfrentarse a una amenaza. Quizá no eres físicamente tan fuerte como yo, pero eso no te impide arrimar el hombro como los demás. Además, se hace en manada, en grupo. La fuerza no depende del individuo, depende de la coordinación y la confianza. No puedes ir tú solo por ahí porque no tienes experiencia ninguna pero, ¿crees que le pongo escolta a Jin, que ha nacido aquí y conoce este bosque como las palmas de sus patas, cuando quiere salir a dar una paseo? ¿Qué esperan de ti en tu manada, JungKook, que te quedes todo el día en casa? En mi manada eso sólo está permitido a los ancianos y a los enfermos. - Formuló el alfa tajantemente. - ¿Te apetece venir o no? - Por una vez, se sintió dueño de su propia vida y a la vez, parte de algo. ¿Alguna vez le habían pedido su opinión? ¿Alguna vez le habían dejado hacer aquello que se suponía que no estaba destinado a los omegas? NamJoon no sólo le estaba diciendo que no creía en esa manera clasista y opresora de ver el mundo que JungKook odiaba tanto, sino que le animaba a acompañarle y aprender. No se habían enfadado con él porque hubiera hecho algo que se suponía que no le correspondía por ser cachorro u omega, sino porque había hecho algo peligroso y podía haberse hecho daño. NamJoon estaba dispuesto a integrarle en algo que a él siempre le había llamado la atención hacer y que nunca le habían permitido aprender. NamJoon estaba dispuesto a valorarle por ser algo más que aquello con lo que había nacido o le habían impuesto.
Así que, ilusionado, confuso, y realmente feliz, JungKook sólo pudo decir una cosa.
- ¿En serio? - A lo que NamJoon sólo le respondió con una sonrisa.
- Eres grande para ser un cachorro de omega, eso lo respeto. - Comentó JiHo - Pero eres terriblemente ruidoso. - Gruñó.
- No le hagas caso. - Le dijo Jackson a JungKook. - Mi hermano es un arisco. En vez de enseñarte cómo hacerlo sólo critica. Mira bien. Se hace así. - JungKook observó atentamente la forma en la que Jackson se movía. - Y luego así. Y así. - Y, por supuesto, JungKook no entendía nada de lo que quería enseñarle.
- Menudo profesor. - Volvió a gruñir el mayor de los lobos negros presentes. De nuevo sólo se quejaba, pero no se paró a pensar en que podía enseñarle él mismo. Por suerte, NamJoon cogió el relevo.
- Aparta, Jackson. Así no aprendera nada. - El gran cuerpo del alfa se colocó junto al cachorro. - Atiende. - Le dijo. - Tienes que ser consciente de tu entorno. Colocar las patas sobre hojas o palos secos es una mala idea. Pisa siempre que puedas sobre la tierra y serás más silencioso. - JungKook miró a su alrededor y dio el siguiente paso evitando hojas y palos. - Bien. Y ahora observa. Si dejas caer la pata de golpe harás mucho ruido. Tiene que ser un movimiento fluido. Primero por las garras suavemente. Luego los metatarsos y finalmente baja toda la almohadilla. - Lo hizo despacio y exageradamente para que JungKook pudiera imitarle.
- Pero así soy muy lento.
- Ahora sí. Pero es cuestión de práctica.
- Cuando quieras darte cuenta no caminarás de otra forma. - Aseguró JiHo, que no era muy bueno dando ánimos, pero se esforzaba.
- Entonces así... y luego así... - Seguía los pasos del alfa mientras murmuraba.
- ¿Lo ves? ¡Lo que yo decía! - Exclamó Jackson.
- Algo elemental, JungKook. - Comenzó NamJoon de pronto, como si fuera un exámen. - ¿Por qué tenemos el pelo negro?
- ¿Por qué? - Se extrañó JungKook por la pregunta. - Porque sois hijos del mismo padre.
- Sí, claro. Es genético. - Afirmó NamJoon. - Pero, ¿por qué negro? ¿O por qué tu pelaje es gris? - JungKook se encogió de hombros.
- ¿Has visto los árboles que hay por aquí? Son frondosos y la corteza oscura. - Expuso el alfa. - Seguro que en el bosque de donde provienes la corteza de los troncos es más clara.
- Pues... sí.
- A diferencia de lo que se piensa habitualmente, la mayoría de los troncos no son marrones exactamente. Son más bien grises, en realidad. Bueno, según la especie.
- ¿Quieres decir que tenemos el mismo color que los árboes de nuestro bosque?
- Más o menos. El bosque es nuestro hogar y refugio. Puede que ahora no sea tan importante, pero antiguamente, para cazar y defendernos, era vital poder camuflarnos con el entorno. De hecho, nosotros, los lobos negros de Bukhansan no sólo son los arboles de corteza oscura lo que nos camufla, sino la noche. Todo lobo tiene una visión nocturna excelente, pero la de nuestra raza es aún mejor. Y con nuestro pelaje azabache somos invisibles en la noche. Sin embargo, la luz muy brillante nos molesta más. Cada lobo tiene unas ventajas adapatadas a su entorno. El pelo color canela de JiMin y TaeHyung es porque su bosque es de hoja caduca y el suelo está casi siempre repleto de hojarasca. Ellos se comuflan muy bien entre las hojas. Pero eso les hace ser ruidosos, así que tienen un andar ligero y silencioso. JiMin es un gran experto en andar sin que se lo oiga nada, incluso en terrenos muy ruidosos.
- ¿Sólo JiMin? ¿TaeHyung no?
- Mmm... - Meditó el alfa. - TaeHyung es más de lanzarse a una montaña de hojas para divertirse. - Comentó riendo con ternura. - Es el lobo menos silencioso que he conocido. - Aseguró. - El pelaje tan llamativo de HoSeok, por ejemplo, es otro claro ejemplo. Con ese pelo anaranjado parece muy difícil camuflarse, ¿no? - Planteó. - Pero no si naces en un bosque de Pinus sylvestris. Su corteza es naranja brillante. Ese bosque... te habría encantado verlo, JungKook. Era una maravilla. - Todos los lobos de Corea conocían la tragedia de los lobos rojos de Gwangju.
- ¿Y YoonGi? - Quiso saber JungKook. - No conozco ningún árbol blanco.
- ¿No nieva en Busan, chico? - Preguntó JiHo con ironía.
- Es cierto, en las montañas más elevadas de Apsan, de donde era la manada original de YoonGi, nieva mucho. Su pelaje se vuelve invisible para un lobo ártico como él. Además, si te fijas, verás que su pelo es mucho más espeso y denso. El verano aquí será demasiado caluroso para él. Y sus patas son también más mullidas. Con eso evita congelarse las patas, consevar el calor y camina mejor en la nieve.
- ¿Cómo es que sabes tanto sobre tan distintas especies? - A JungKook le extrañó que habiendo vivido siempre como cabeza de su manada, hubiera tenido la ambición de prender sobre otros lobos.
- Bueno, son mis omegas, JungKook. - Expresó. - ¿Si no sé nada sobre el lugar de donde provienen cómo voy a conseguir que hagan de este su hogar? Entenderles y ofrecerles facilidades es mi deber tanto como alfa como su pareja. ¿Cómo lograría que fueran felices si no se sintieran como en casa?
Hola!!! Espero que os haya gustado el capítulo!!!
Continuamos con la historia. Hemos aprendido algo más de los lobos y pronto sabremos que pasará después con JungKook y toda la manada.
Ahora... es tiempo de saber EL GANADOR DEL MICRO-FANFIC PERSONALIZADO que sorteé la semana pasada.
Os dije que hicierais una lista de los miembros de BTS relacionándolo con los 7 pecados capitales y quien se acercara más a mi lista ganaría.
Esta fue la lista que pensé:
NamJoon: Soberbia
Jin: Gula
YoonGi: Pereza
HoSeok: Envidia
JiMin: Lujuria
TaeHyung: Codicia
JungKook: Ira
Y la persona que más se acercó fue...
Con 5 aciertos y 2 fallos.
Esta fue su lista:
Enhorabuena Bety!!!! Me pondré en contacto contigo para que hagamos un micro-fanfic genial!!
A todos los demás mil gracias por participar y por leer mis obras. Espero que sigais leyendo y participando y que os guste mucho el micro-fanfic que haremos juntas Bety y yo.
Un besazo!!!! 💜💜💜💜
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