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31. Unión

Jackson y JiHo habían quedado, como siempre, al cargo de la manada en la ausencia del alfa. El mayor, era sin duda mucho más responsable y serio que Jackson, pero ambos eran dos betas inteligentes, fuertes y con autoridad dentro de la manada.

Se turnaban para hacer las tareas de NamJoon. JiHo había salido con un grupo de betas a realizar una ronda rutinaria por el bosque. Se alejaban de los caminos en los que había turistas, que no debían acercarse a la aldea ni adentrarse en otras áreas restringidas del bosque. Con esas patrullas, no sólo defendían y cuidaban de su territorio y a los suyos, sino que protegían el bosque. Un lugar así está vivo. Hay muchos animales y vida que, de no ser por la presencia de los humanos, podría gestionarse sin problemas por sí misma, pero los humanos son difíciles de educar. No son capaces de ver cuan lejos llegan las consecuencias de sus actos. Los lobos mantienen el equilibrio en el bosque, protegiendo la naturaleza, que no puede defenderse conscientemente, de los factores humanos.

En ello estaba cuando escuchó el ligero sonido de una ramita al quebrarse.

- ¿Quién anda ahí? - Si un lobo no quería ser escuchado podía ser extremadamente sigiloso en el bosque, pero ese alguien que se ocultaba en la maleza había errado en su propósito.

Un cachorro, aunque por el tamaño que tenía casi no se le podía considerar ya como tal, apareció tras un grueso árbol. Su pelaje gris no dejaba duda de su origen.

- ¿Qué haces aquí?

- Vine a explorar. - Comentó con desaire.

- ¿Tú sólo? - Se extrañó el fuerte beta.

- ¿Acaso crees que necesito una carabina? - Planteó molesto y orgulloso.

- No creo nada. - Habló con su serenidad. - Sólo sé que no es una gran idea. - Era difícil orientarse en ese bosque si no lo conocías bien, pues era denso y había zonas oscuras. Un lobo que se apareciera de repente en medio de un camino de turistas humanos podría causar una gran conmoción. Además, esa no era la única amenaza del bosque. - Podrías perderte. - Dijo sin ofrecer más explicaciones. Podría haberle dado mejores motivos, pero JiHo era una persona de pocas palabras y no consideraba que tuviera que decir más.

JungKook consideró aquellas palabras un insulto. Un lobo nunca podía perderse en un bosque, al menos, en opinion de el joven Jeon, un lobo gris.

- Tú no puedes decirme qué hacer. Yo no pertenezco a esta manada y tú ni siquiera eres el alfa de este bosque. - Le espetó rabioso.

- Eres un mocoso. - Sentenció con calma. Podría explicarle que él era el responsable de la manada mientras NamJoon no estaba. Podría decirle también que, estando en ese bosque, un foráneo como JungKook, no debía moverse por ahí solo. Era su bosque y eso era una provocación. Si no se tratara de un cachorro de omega, JiHo se habría enfadado considerablemente.

- ¿A quién crees que estás insultando? ¡Yo soy un lobo gris! - Gritó. - ¡Soy el hijo de...!

- No me importa quien sea tu padre. - Aseguró y justo después bufó. - Acompáñame. - No era un gran comunicador, pero sabía quienes serían capaz de convencer a JungKook de que se comportara allí. Estaba preocupado, más que nada, por la seguridad del muchacho. Echó a andar de vuelta a la aldea. - Maldita sea. - Refunfuñó. Ahora me harás dar dos viajes para volver a patrullar.

- ¿Y si me quedo contigo? - Le propuso de repente. - Puedo acompañarte y patrullar. - JiHo no se lo pensó demasiado.

- Si lo hubieras hecho de buena voluntad inicialmente y me hubieras preguntado en vez de espiarme, me habría pensado si enseñarte alguna cosa. Pero igualmente te habría dicho que no. Esa clase de cosas no son decisiones mías. Si quieres aprender a moverte mejor por este bosque o simplemente quieres dar un paseo, es al alfa, cuando venga, al que tendrás que pedirle permiso. Hasta entonces... acompáñame.

HoSeok se pasó casi veinte minutos intentando explicarle a JungKook por qué no debía salir solo al bosque. Con el pánico que le tenía el lobo rojo a salir al bosque sin NamJoon, no podía entender por qué sus palabras no hacían mella en JungKook, quien no parecía querer escucharle.

Jin, por su parte, era más flexible. Tampoco podía dejar que JungKook campara a sus anchas por el bosque. Parecía un buen chico, estaba de acuerdo con NamJoon en que podían confiar en él, pero debía cuidar de su seguridad. Si aparecía aunque fuera con una pequeña herida, podría traer problemas a la manada. El alfa de los lobos grises de Busan podría utilizar cualquier excusa para iniciar un enfrentamiento.

- Ten un poco de paciencia, JungKook. Es un momento agitado para esta manada. Con el alfa fuera todos estamos un poco nerviosos, quizá inseguros, y cualquier pequeña extravagancia provoca un drama. - Rió el mayor de los omegas. - Cuando vuelva NamJoon, podrás pedirle la libertad que tanto anhelas. - Declaró. - Aunque, en mi opinión, la libertad es un concepto que aún no comprendes bien. - Le sonrió con amabilidad.

Pudiera ser que no supieta demasiado sobre la libertad aún, pero estaba dispuesto a conocerla. Y por eso, al acabar aquella conversación, se pasó los días persiguiendo a YoonGi y haciéndole miles de preguntas sobre su tiempo en la ciudad, sin una manada. Si no fuera por lo agotador que resultaba el menor y las respuestas cortantes del mayor, cualquiera hubiera dicho que se llevaron bastante bien.

Después de tres días lejos del bosque, el alfa regresó. A NamJoon no le gustaba nada estar tanto tiempo fuera de su hogar. Estaba muy ligado a la tierra que protegía. Él no entendía el concepto de vacaciones que tenían los humanos. ¿Quién querría salir del lugar en el que es más feliz e irse lejos de la gente a la que ama? Ningún otro lugar podría ofrecerle lo que sentía estando allí. Entre los suyos, donde conocía a la gente, el clima, los ruidos e incluso los olores. De hecho, sobretodo los olores.

Pero esa vez había habido una buena razón por la que ausentarse, pues volvió con los dos omegas que habían estado lejos de él y con su muy pequeño cachorro. Toda la manada se arremolinó con su llegada. Todos querían ver al nuevo miembro de la camada.

- Es una ternura. - Decían unos.

- Es adorable. - Coincidían otros.

- ¡Dejen pasar a su tio! - Exclamó Jackson formando un escándalo.

- ¡Yo también quiero verlo! - Gritó un niño que justo después fue alzado por su madre.

Todos querían ver al hijo del alfa. Cualquier nacimiento en la manada era una alegría y motivo de celebración, pero un hijo del harén del alfa era una completa dicha para toda la manada.

- Está bien. Está bien. - Clamó el alfa. - Calmáos un poco. - Pidió. De dos zancadas subió al porche de la casa principal y alzó las manos ante toda su gente. - Escuchad. Atended. - Llamó su atención. - Hoy es un día feliz. Los omegas de Bukhansan estan por fin todos juntos en casa. - Proclamó y la gente vitoreó ese hecho. Jin, HoSeok, JiMin y TaeHyung se colocaron junto a él, sonrientes. - Mi hijo, mi primer vástago omega, también ha llegado finalmente a nuestro lado después de superar un difícil nacimiento lejos de los suyos. Hoy tenemos un lobo más entre nosotros y sé que me ayudaréis todos a criarlo y a cuidarlo con amor, como siempre se ha hecho aquí. Somos una manada unida y sabemos muy bien cómo cuidar de los nuestros. Como alfa de esta manada, como pareja y como padre, me siento muy orgulloso. Se llevó la mano al pecho e inclinó la cabeza hacia los suyos. - Gracias. - Pronunció de pronto. - Desde que mi padre, nuestro anterior alfa, falleció en aquel accidente, a mi familia no le fue sencillo seguir adelante. Sin embargo, vosotros confiastéis en mí a pesar de mi corta edad y me aceptasteis sin reparos para que os guiara como vuestro alfa. No habría logrado mantenernos unidos sin el apoyo de todos. Este es mi hogar, desde el día en que nací, sé que no es el caso de todos los que estáis aquí, pero yo os siento como hermanos a todos y por eso os confío al miembro más vulnerable de mi familia.

Era cuestión de lealtad y amor. Los padres educaban a sus hijos, pero siempre había sido deber de toda la manada en conjunto cuidar y criar a todos los cachorros. Siempre había sido así, pero el hecho de que un alfa entregase, públicamente, a su hijo más indefenso al cuidado de su manada era un símbolo de confianza absoluta.

- Además de eso, tengo algo más que comunicar. - Tendió la mano al único de sus omegas que no había subido junto a él al porche de la casa. - Cuando YoonGi llegó a nuestra manada estaba desorientado y herido. - No todas las heridas tenían que ser visibles. - Vosotros me ayudasteis a conseguir que se sintiera de la familia, como el lobo que es, aunque fue criado en la ciudad, lejos de su manada. Hoy... - Apretó su mano y le acercó a él. - ...YoonGi es uno de los nuestros y, como tal, se quedará definitivamente con nosotros. Como mi omega. - YoonGi bajó la cabeza avergonzado y se sintió abrumado de felicidad al ver a quienes le conocía aplaudir y alegrarse porque permaneciera junto a ellos. NamJoon le abrazó con fuerza y YoonGi no pudo evitar soltar unas lágrimas de dicha. - No podía esperar a tenerte de nuevo conmigo. No pude dedicarte el tiempo que hubiera querido. - Le reconoció en un susurro. - Pero ahora tenemos todo el tiempo del mundo. - YoonGi se apretó contra él. - No seas vergonzoso. Es tu familia. - YoonGi levantó la mirada, y poco a poco miró a todos los allí reunidos. - No ha sido fácil, pero hemos demostrado que juntos ningún problema puede detenernos. - Volvió a dirigirse a su manada. - Confío en cada uno de vosotros como lo hago en mi mismo. Por eso, también creo que es momento de poneros al corriente de una situación a la que sois ajenos, pero que os afecta a todos. -  El alfa miró a JungKook. Había hablado con su hermanos por telefono sobre cómo se había comportado esos días el cachorro, casi adulto, de lobo gris, y había decidido confiar en él. Inicialmente, porque le habían contado que parecía haberle tomado cierto cariño a YoonGi y si eso era cierto, no querría que le sucediera nada malo. Además, una parte de él sentía que, aunque rebelde, no era mala persona y otra parte de él quizá simplemente quería confiar en él. - Quiero ser completamente sincero con todos vosotros. - De igual manera, debía hacer que JungKook confiara en él si iba a tenerle rondando por su aldea. Pasara lo que pasara, prefería tenerle como aliado y amigo. - Hay un motivo por el que YoonGi llegó a nosotros de forma tan peculiar. Y quiero que lo veais por vosotros mismos, especialmente los más mayores, entenderán, en cuanto lo vean, la gravedad del asunto. Aún así, vuelvo a repetir que YoonGi es uno de los nuestros y, como tal, debemos protegerle. - Dicho eso, dejando a toda la manada muy confundida y a YoonGi aterrorizado, NamJoon desató su durumagi. TaeHyung puso una mano en el hombro de YoonGi y le sonrió con su perfecta sonrisa cuadrada sin decir nada. Y, antes todo pronóstico, el gesto de cariño del habitualmente despreocupado omega, calmó mucho los nervios de YoonGi. Acompañadme todos, como lobos, si sois tan amables. - Pidió. Y toda la manada, empezó a desatar sus vestimentas también. YoonGi aún se sentía algo cohibido cuando alguien se desvestía, pero nunca se lo había visto tan despreocupadamente a una manada entera. Sin embargo, le consolaba el hecho de que nadie parecía incómodo. Era algo completamente normal para ellos. Era eso o romper la ropa cuando se transformaban.

El enorme e intimidante lobo negro fue el primero en aparecer. JungKook, quien también se preparaba para tranformarse, cruzaba la mirada con el alfa. JungKook nunca había visto a otro gran alfa más que a su propio padre. Quizá no era tan grande como el gran lobo gris, pero también era  imponente. Su pelo azabache brillaba con el reflejo del Sol de forma muy hermosa. NamJoon tampoco dejaba de observarle, quería comprobar la reacción del chico. Contempló brevemente su bien formado cuerpo desnudo y comprobó lo que ya suponía, que parecía fuerte para ser un omega y que era realmente hermoso. Tuvo que apartar la mirada al darse cuenta de que no podía dejar su mente desviarse por esos derroteros. Ni era un buen momento ni podía olvidar los muchos problemas que le traería comenzar a sentir algo por JungKook. Además, se sintió culpable. ¿No había podido dedicar su amor a YoonGi y ya estaba pensando en JungKook? Él que habia rechazado varios omegas, ahora era debil ante todos, ¿o es que ellos eran especiales? No era la primera vez que dos personas empezaban a gustarle casi al mismo tiempo. Con TaeHyung y JiMin ocurrió igual y, además, aunque le había costado iniciar una relación con YoonGi, hacía tiempo que tenía sentimientos hacia él.

Dirigió entonces su mirada a la manada, para ver como acababan de transformarse todos. Vio de refiló el pelaje gris del cachorro, no tan cachorro, pero no quiso fijar la mirada en él. Y luego a YoonGi.

- Tú también, YoonGi. - Le animó el lobo negro con su gruesa voz. - No tengas miedo.

- Pero... - Dudó. Si lo hacía, todos los allí presentes se darían cuenta de su origen. Un origen que no entendía, de hecho, pero con el que le habían advertido que debía tener cuidado.

- Confía en tu manada, YoonGi. - Le pidió JiMin, que por sostener a TaeHyun, era el único que no se había transformado.

Avergonzado y miedoso, YoonGi se desvistió lentamente e hizo un gran esfuerzo para transformarse. Había estado practicando cuando nadie estaba pendiente de él y, aunque podía hacerlo siempre que quería, aún le faltaba para sentirlo como algo natural. Sin embargo, había empezado a gustarle la sensación de ser un lobo. Sus sentidos eran completamente distintos, pero había comenzado a ver las ventajas.

Cuando su transformación fue completa, escuchó como muchos a su alrededor contenían el aliento. No todos entendían qué significaba exactamente, pero hacía muchísimo que ninguno de ellos veía un pelaje tan blanco como la nieve. Sólo había un lugar para los lobos en Corea en el que ese pelaje fuera el camuflaje perfecto y su nombre flotaba por el aire, con los susurros de los más ancianos de la manada: Apsan. El hijo de Apsan.

Hola!!! Espero que os haya gustado mucho!!!

Al fin están todos juntos!!!!

Veremos que pasa a partir de ahora!

SORTEO DE MICRO FANFIC!!!!

Hacía mucho que no hacía un sorteo, así que recordaré brevemente cómo lo hago. La primera persona que que acierte o se acerque a la pregunta que voy a formular  gana! El sorteo durará hasta que se publique el próximo capítulo de esta obra.

El micro-fanfic tendrá minimo de 1000 palabras, aunque suelen ser bastantes más XD. Puede ser de la temática que elijais, cualquier cosa, poder elejir personajes, título y una foto para la portada también!!! La única condición es que sea de BTS.  Todo se concretará por privados.

Y ahí va la pregunta. Esta vez os lo tendréis que trabajar un pelín. ¿Conoceis los 7 pecados capitales? Ira, gula, lujuria, pereza, envidia, codicia y sobrebia. Pues tenéis que asociar cada uno de ellos a un miembro de BTS y ponerlo en los comentarios. Asociadlos como más creais que se parezcan los miembros reales a los pecados.

Por ejemplo: Jin=envidia, yoongi=ira, hoseok=gula...   Y así los 7!

Y la primera persona que coincida con la asociación que yo he hecho, o se acerque lo más posible, GANA EL MIRCRO-FANFIC!!!

Si tenéis alguna duda o no me he explicado bien decidmelo en lo comentarios!!

Espero que querais participar y que os haya gustado mucho el capítulo!!!!

Un besazo!!! 💜💜

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