22. Entre humanos
Jin mantuvo el pie en el acelerador. NamJoon no sabía conducir y solía odiar que Jin corriera demasiado, pero esa vez era necesario. JiMin temblaba de miedo y dolor en sus brazos agarrando su vientre sin poder entender qué le ocurría.
- Calma, vida mía. - Intentó tranquilizarle.
Para algunos de ellos era la primera vez que iban a la ciudad, así que cuando llegaron al hospital, TaeHyung y HoSeok se sintieron intimidados y prácticamente se escondieron detrás de su alfa. NamJoon, quien sostenía a un JiMin al borde de la inconsciencia en sus brazos, luchaba por mantener la compostura y no tratar a todos los presentes en las urgencias del hospital como enemigos y comenzar a ladrarles y gruñirles como el perro asustado que era en ese momento. Por suerte, Jin y YoonGi estaban allí para tomar el control de la situación.
- ¡Ayuda, por favor! - Gritó el menor de los dos. Jin, más familiarizado con el protocolo, alcanzó una silla de ruedas cercana e hizo que NamJoon sentara a JiMin en ella. Un celador no dudó en correr a asistirles y otro en llamar a un médico.
- ¿Qué le sucede? - Le preguntó el celador.
- Tiene un fuerte dolor abdominal. - El doctor no tardó en salir recibiendo la misma respuesta. Por su cara de sorpresa, parecía que jamás habia visto, como la mayoría de los humanos, a uno cambiaformas. Y mucho menos a uno embarazado.
- ¿De cuánto está?
- Siete meses. - Informó NamJoon.
- No soy un especialista en cambiaformas. - El hombre dudó un poco en como proceder. Si había médicos especialistas en cambiaformas él no los conocía.
- Yo sí lo soy. - Jin le sacó de sus dudas. Cogió de su cartera su licencia de médico y se la mostró al doctor de urgencias del hospital.
- Esto... - Reflexionó un instante más observando la licencia de Jin. Nunca se había imaginado a un médico cambiaformas, pero esa licencia estaba expedida por el Ministerio de sanidad pública de Corea, igual que la suya, así que no tenía razones para dudar de él. - Muy bien, doctor Kim, acomapañeme con el paciente. - Se giró hacia un celador. - Llama al obstetra, que venga inmediatamente. - Le ordenó. NamJoon iba a empujar la silla de JiMin cuando Jin le detuvo cogiendole con suavidad de la muñeca. - Señor, usted debe quedarse aquí. - Comunicí el doctor adelantándose a las palabras de Jin.
- Pero... - El dolorido omega timoteó asustado. ¿Iban a separarle de su alfa en un momento así?
- Deja que yo me ocupe, amor. - Pronunció Jin en voz baja intentando imprimirle toda la confianza con la que contaba. NamJoon apretó los puños y soltó la silla de ruedas. Se agachó para hablar con JiMin y acarició su mejilla y después la marca de su cuello.
- Tengo miedo.
- Calma, vida mía. - Le habló en un susurro enternecedor. - Jin no se separara de ti. Y yo estaré cerca. Me quedaré aquí. ¿Vale? - JiMin seguía mirandole asustado. - Todo saldrá bien. - Le aseguró aunque él mismo también estaba aterrorizado y hacía lo imposible porque su omega no lo notara, ni externa, ni internamente con la unión de su marca. - Sé valiente. El bebé estara bien. - Le dijo sabiendo que era lo que más le preocupaba al omega, a pesar de que él estaba incluso más preocupado por la salud de JiMin.
Tuvo que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no salir corriendo detrás de ellos cuando Jin y el médico humano doblaron la esquina llevándose a JiMin. Su omega estaba atemorizado y él sentía la impotencia de no poder ayudarle.
- Vamos, NamJoon. Sentémonos ahí a esperar. - Formuló YoonGi. Estuvo un par de minutos de pie, mirando el pasillo vacío, mientras dejaba que YoonGi, TaeHyung y HoSeok tomaran asiento en la sala de espera.
- Nam... - El suplicante quejido susurrado de HoSeok le hizo darse la vuelta y acercarse. Sabía qué preocupaba a HoSeok. A él no le gustaban demasiado los humanos. De hecho, se sentía incómodo con ellos e incluso podía decirse que los temía.
- Tranquilo. Estoy aquí. - Se sentó a su lado y cogió su mano. Entonces fue consciente de su alrededor. Había otras personas en la sala de espera y si bien la mayoría les ignoraba, algunos cuchicheaban y desviaban sus miradas de ellos. NamJoon suspiró. Era de esperar y algo que le traía sin cuidado ahora que JiMin estaba en esa situación. Lo único que le molestaba era que aquello sólo incomodaba más a HoSeok, así que se limitó a pasar su brazo por su cintura de forma protectora y dejar que apoyara la cabeza en su hombro, sin importarle si eso sólo daría más que hablar. No le importaba la curiosidad de la gente, pero le parecía irrespetuoso que cuchichearan descaradamente sobre ellos estando delante. Lo más seguro es que ninguna de esas personas hubieran visto jamás a un cambiaformas antes o, si lo habían hecho, probablemente no se habrían dado cuenta, pues a simple vista no había nada que les distinguiese de los humanos. Pero claro, viendo a un varón embarazado, era muy obvio. O ese creía NamJoon que era el motivo.
Una recepcionista se acercó con unos papeles en la mano.
- ¿Podrían rellenar este formulario para registrar la entrada de su amigo al hospital? - NamJoon era el alfa. Él cuidaba de su familia, él era la piedra angular a la que se solían dirigir para ese tipo de cuestiones. A vista de todos, él tomaba las decisiones, aunque sería de incompetentes y torpes no obtener un consenso con sus omegas en privado, y NamJoon no era idiota. Sin embargo, la mujer, aunque había hablado en general, se había dirigido directamente a YoonGi y le había entregado los papeles a él. No se sintió ofendido, pero sí extrañado. Se preguntó por qué. No había sido casualidad, había ido directamente hacia él. Quizá NamJoon resultaba más intimidante. En muchos de los prejuicios humanos, les tenían miedo a los cambiaformas pues aún pensaban que eran bestias salvajes. Pensaría que acercarse al alfa sería lo menos recomendado en ese caso. Aunque eso no sería cierto porque acercarse a un omega o a un cachorro resulta mucho más amenazante para el alfa que el hecho de que se le acerquen a él. NamJoon se pondria mucho más nervioso si alguien se acercaba a uno de los suyos, que así mismo. Se planteó también la posibilidad de que YoonGi fuera la razón. Se había pasado la vida viviendo entre humanos sin saber que era distinto. ¿Pudiera ser que cambiaformas y humanos no eran tan indistinguibles unos de otros como NamJoon pensaba? Quizá algo instintivo les diferenciaba. Tal vez desprendían auras distintas. Sin lograr hallar la respuesta, NamJoon dejó de buscarla. Sólo estaban allí por JiMin, el resto no importaba. Aguantaría el indeseable momento de estar en un lugar totalmente ajeno y desconocido y cuidaría de sus omegas tan calmafamente como pudiera. Sin dejarse provocar por faltas de respeto que pudieran suceder, simplemente ignorando todo lo circuntancial y centrándose en el motivo por el que estaban allí. NamJoon sólo había estado dos veces antes en un hospital. Una vez cuando su padre falleció y la otra mucho tiempo atrás cuando su hermano Jackson cayó de un árbol al partirse una rama mientras subía para coger una flor de perdón cuando no era más que un crío.
- NamJoon, yo desconozco todos estos datos sobre JiMin. - Comunicó YoonGi entregándole los papeles.
- Mi amigo, JiMin. - Rió en voz baja para no molestar a nadie, ironizando las palabras de la pobre recepcionista, que seguro que había estado cinco minutos intentando buscar las palabras para no ofender a nadie. Cogió los papeles y sacó su cartera del bolsillo y de esta el carnet de identificación de JiMin y se puso a rellenar números y datos. YoonGi quedó algo sorprendido y NamJoon se percató de ello.
- ¿Qué pasa? - Quiso saber.
- No sé... - Se rió de sí mismo por su propio pensamiento. - No había pensado que los cambiaformas tuvierais carnet de identidad. - NamJoon le miró con sana incredulidad y luego sonrió.
- Yo tampoco sé mucho sobre los humanos. - Reconoció. Ninguno de los dos se había interesado mucho por el otro lado. Quizá era que NamJoon estaba mirando a las personas de la sala de la misma manera que le estaban mirando a él. Con desconfianza, por desconocimiento.
Estuvieron esperando un buen rato. Al rato llegó una pareja con un niño pequeño y, mientras el hombre era atendido, la mujer y el pequeño esperaban con ellos en la sala. TaeHyung, que era sin duda el más extrovertido y curioso de ellos, no dejaba de hacerle sutiles carantoñas y caras extrañas al niño mientras la madre, que parecía agotada y preocupada, no se daba cuenta.
Otra mujer mayor, que obseravaba la escena, hacía gestos, bufaba y miraba a TaeHyung con desagrado. NamJoon, sin inmiscuirse para no crear una discursión, se mantuvo alerta, pero distante. El niño comenzó a reír y su madre simplemente lo acomodó en el asiento para calmarlo y TaeHyung disimuló con picardía sin permitir que la madre se percatase de nada.
- Señorita. - Terminó estallando la mujer mayor. - ¿No ve que ese animal está molestando a su hijo? - TaeHyung se encogió en el asiento y NamJoon se guardó el gruñido que se alojó en su garganta.
- ¿Disculpe? - Preguntó la mujer muy extrañada.
- Ese lobo no deja ponerle caras a su criatura. - La joven mujer miró a TaeHyung, quien quedó intimidado, luego miró a su hijo y entendió de qué reía su revoltoso pequeño. Entonces se fijó en las palabras de la mujer.
- ¿Lobo? - TaeHyung no podía hacerse más pequeño en el asiento. HoSeok apretó la mano de NamJoon aterrorizado. Entonces la mujer abrió mucho los ojos sorprendido. - Sois cambiaformas. - No fue una pregunta, sino una afirmación.
- Sí, señora. - Formuló NamJoon sin darle intención, esperando antes su reacción. Ella, tras sorprenderse, secillamente sonrió.
- Nunca había visto a un cambiaformas en mi vida. - Comentó. Cogió a su hijo en brazos y le habló con cariño. - Mira cariño, ellos son los hombres lobo de los que te he hablado alguna vez. - Dijo. El niño parecía fascinado.
- ¿En serio? - Preguntó ilusionado. Entonces TaeHyung sonrió más que nunca. Ante la mirada anonadada de la señora mayor, la madre dejó que el niño se soltara de sus brazos y caminara hasta el grupo de cambiaformas.
- Pero... - Iba a quejarse de nuevo la mujer seguramente con muchas ganas de imponer su opinión y sus convicciones. Ya había dejado claro que les consideraba poco menos que animales rabiosos. Pero alguien inesperado la interrumpió de golpe.
- Cállese. - Le espetó YoonGi cortante. - ¿No se da cuenta que todos lo que estamos aquí ya tenemos bastante como para iniciar con usted una discursión que no va a llevar a ningún sitio? - Nadie dijo nada más. NamJoon se sorprendió, pues creía a YoonGi demasiado callado y tímido como para responder de aquella manera, pero parecía tener la lengua rápida y afilada a pesar de las expectativas. Con sinceridad, le gustaba ese YoonGi que defendía a los suyos de forma inteligente e implacable. Era una faceta del omega que no había descubierto hasta ese momento. Y descubrió también que callarse a uno mismo no es siempre la mejor manera de encontrar la paz.
Siguieron esperando noticias de JiMin ante la atenta peeo silenciosa mirada de la mujer mientras ibservaban divertidos como el pequeño humano y TaeHyung jugaban juntos bromeando y haciendo de rabiar al omega diciendo que debían tener la misma edad mental. Incluso HoSeok se relajó un poco. Además, hacía un rato que NamJoon no sentía a JiMin angustiado dentro de sí a través de su lazo.
Al poco rato de aquello, Jin vino a traer noticias. NamJoon se levantó acelerado para llegar hasta él. El médico humano se mantuvo cerca de Jin, pero sin decir nada.
- JiMin esta descansando. - Informó a los presentes. - Le hemos sedado. - Eso no solía gustar al instinto de los cambiaformas. Un lobo sedado era presa fácil en el bosque.
- ¿Qué le sucede, Jin? - Quiso saber el alfa.
- Se va a poner bien, ¿verdad? -Se apresuró a preguntar TaeHyung.
- Sí, JiMin va a estar bien. Estará un tiempo dolorido, pero no corre peligro. - Dijo sin añadir más. Eso alivió enormemente el corazón de todos, pero la siguiente pregunta fue inevitable.
- ¿Y el bebé? - Jin tomó aire antes de responder.
- Eso ya es más complicado, NamJoon. Pero lo que sí es seguro es que no puede permanecer dentro de JiMin mucho más tiempo. - Aseguró.
- ¿Qué quieres decir? - Le apremió NamJoon nervioso, quien quería y necesitaba una respuesta clara que ni siquiera Jin tenía.
- Hay que hacerle una cesarea. El bebé está mal colocado y como ya es muy grande está presionando los órganos de JiMin, de ahí su dolor. - Explicó el omega.
- Pero, ¿cómo podría sobrevivir si lo sacáis de JiMin? - Quiso saber HoSeok. Él no había determinado que el bebé no tuviera oportunidades de vivir.
- En una incubadora, HoSeok. Muchos sietemesinos salen adelante esa forma. Tiene un riesgo, será delicado, pero se hace a diario. - Expuso Jin siendo realista, sin ser alarmista ni dar falsas esperanzas. NamJoon agachó la cabeza pensando.
- ¿Cuándo? - Quiso saber el alfa.
- En cuanto JiMin descanse un poco y recupere fuerzas para que la operación sea más fácil para él. - Anunció. - Sé que no hay mucho tiempo para pensarlo, pero es lo mejor. - Declaró convencido.
- Confío en ti, Jin. Si tú dices que es lo más sabio, hazlo. Si hay consecuencias... - Y al gran alfa le tembló la voz. - ...yo seré quien tome la resposabilidad para con JiMin.
Hola!!!! Espero que os haya gustado el capítulo.
¿Y ahora qué pasará? La suerte está echada.
¿Qué creeis que sentirá JiMin al despertar?
Gracias por leer!!
Un besazo!!!! 😘😘😘
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