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Extra: La entrevista

THALÍA GIRÓ EN SU SILLA DE RUEDITAS Y SONRIÓ, saludando al público que la está leyendo en esos precisos momentos. Llevaba unos pantalones rotos, una camisa de franela y botas negras. Sobre su falda tenía una libreta con las preguntas que serían dirigidas a los personajes de su fic, La hija de Draco Malfoy y Hermione Granger, y de la secuela La Maldición Malfoy. Frente a ella se encontraban los personajes que serían entrevistados por una fanaticada de personas alocadas.

—Buenas, buenas —saludó Thalía a los personajes, tratando de aparentar que no estaba a punto de lamerle la mejilla a James porque está más bueno que el pan con Nutella. Se aclaró la garganta y forzó una sonrisa—. Como ya saben, los hemos reunido aquí para hacerles una serie de preguntas a ustedes, los personajes. ¿Comenzamos? —Ellos asintieron y Thalía sacó sus espejuelos para poder ver con claridad. Acto seguido leyó la primera pregunta—. Comenzaremos con Agatha: ¿Crees que James es un tanto idiota, pero idiotamente sexy?

Agatha soltó una carcajada y colocó su mano en el hombro de su esposo, el cual no dejaba de sonreír con burla.

—¿Ves que todos piensan que soy sexy? —le preguntó James a su esposa con una sonrisa de diversión.

Agatha rodó los ojos ante el ego de su esposo y giró su cabeza para mirar a Thalía.

—¿Un tanto idiota? Es el rey de idiotalandia —respondió.

Thalía apretó sus labios para no reír porque ella misma fue quien creó ese nombre y tachó la primera pregunta.

—¿A qué hermano prefieres? —preguntó Thalía.

Agatha alzó sus cejas y pensó en una respuesta para la pregunta. No era tan difícil en realidad, era la forma perfecta de molestar a sus hermanos. Todos sabían que ella disfrutaba de eso.

—Hugo, claro está.

El pelirrojo sonrió con superioridad, Scorpius se puso una mano en el pecho para lucir ofendido, Hermes frunció el ceño y las chicas se rieron disimuladamente, por eso me refiero a que su risa se escuchaba a Marte.

—¿Sabes? Por eso Phoenix siempre ha sido mi favorita —masculló Scor, molesto.

Thalía sonrió y tachó la pregunta, preguntándose internamente cómo es que a sus lectoras se les ocurre hacer este tipo de preguntas que crean demasiada controversia. En especial porque está presente el orgullo Malfoy.

—Siguiente pregunta: ¿tendrás más hijos?

En esa ocasión, tanto Agatha como James y Draco, se atragantaron y tosieron como si sus vidas dependieran de ello.

—¿Cómo es que haces esa pregunta, mujer? —preguntó Agatha, removiéndose en su asiento.

Thalía la miró con los ojos entrecerrados y la señaló con el bolígrafo, el cual no tenía ni la más remota idea de dónde lo sacó. Siempre supo que era una bruja y sus padres le escondieron la carta de Hogwarts.

—Responde, Agatha Christina. Te lo ordena tu creadora —exigió Thalía.

Agatha rodó sus ojos.

—No sé —contestó con sinceridad.

—Bueno, prosigamos. Supongamos que te propongan hacer una película sobre tu vida, ¿aceptarías el papel de protagonista? ¿Qué actor te gustaría que haga el papel de James? —leyó de la libreta.

—No aceptaría que hicieran una película de mi vida —confesó—. No me sentiría cómoda con ello.

Agatha sonrió, satisfecha con su respuesta y se dio cuenta de que la mitad de las personas la estaban mirando boquiabiertos.

—Acabas de tirar por la borda nuestra opción de salir a la luz —dijo James.

—Como si ya no lo estuviéramos —comentó con sarcasmo.

Thalía dirigió su vista hacia las preguntas y frunció el ceño cuando ve la siguiente «¿Cómo estuvo el acto con James?». Levanta la vista cuidadosamente y observa a Draco de manera disimulada. Rápidamente tachó la pregunta y aclaró su garganta para leer la siguiente.

—Si tuvieras la oportunidad de que todo el lío de Lyra nunca hubiera sucedido, tus padres adoptivos nunca hubieran muerto, pero tampoco hubieras ido a Inglaterra a conocer a tus padres biológicos (no conocerías a tu familia y amigos), pero se evitarían todas las muertes. ¿Lo harías? —preguntó.

Agatha apretó sus labios en una fina línea y se quedó unos segundos pensando en una respuesta coherente para esa pregunta. Quizá sería egoísta al final, pero no era como si ella estuviera a cargo del destino.

—No lo haría —respondió—. Sé que suena egoísta, pero ya he comprendido que todo sucede por una razón y estoy feliz con todo lo que tengo ahora.

—Muy bien —murmuró Thalía y volvió a tachar—. ¿Quién es la madrina de la pequeña Cecilia? Por cierto, ¿dónde está? No la vi aquí.

—La madrina es Harper y el padrino, sé que no preguntaron por él, pero es Fred —la mencionada agitó su cabello con orgullo—. Está en casa con mi abuela.

—Ahora que eres madre, ¿dejarás las bromas de lado o seguirás ayudando a Phoenix? ¿Tienes más filtro verbal? ¿Te consideras buena madre?

Agatha se movió un poco en su silla y tamborileó sus dedos sobre sus muslos.

—Jamás dejaré las bromas. Es algo que ha formado parte de mí durante toda mi vida, solo que ahora hay más precauciones. Sí, me ha costado adquirir el filtro verbal, pero ahora tengo más. No se puede estar diciendo lo primero que te cruza la mente cuando tienes una hija que todo quiere repetirlo —sonrió—. No creo que sea la mejor madre, pero hago lo mejor que puedo y está teniendo buenos resultados.

Thalía sonrió con orgullo y limpió una lágrima imaginaria. Estaba orgullosa de su personaje. Dirigió su vista a la libreta y su sonrisa se borró al ver la siguiente pregunta. Resopló y se dispuso a leerla.

—¿Por qué no le pusiste Dakota a tu hija? ¿Por qué Cecilia Zoe? —preguntó rodando los ojos.

Tanto Agatha como James se quedaron confundidos con las preguntas.

—¿Qué? —Cuestionó Agatha en medio de su confusión—. Creo que es algo tonto la primera pregunta. Hay razones obvias, empezando porque es un nombre que trae melancolía. Además, yo no quería que mi hija tuviera el nombre de pila de alguien más. Nos gustó Cecilia y entre los dos decidimos ese nombre. Ya para el segundo nombre decidimos el 'Zoe' de Dakota porque casi no se utiliza a la hora de llamar a alguien.

—Si te miraras en el espejo de Oesed, ¿qué verías?

Agatha exhaló y ladeó su cabeza.

—No lo sé. Nunca me he puesto a pensar en ello.

—Explícanos qué sentiste cuando salvaste a James. ¿Cómo te diste cuenta de que lo amabas?

James miró a su esposa de reojo y ella sonrió de una manera tímida. Era de esas sonrisas que se veían muy pocas veces en ella y él las adoraba. Le dio un corto beso en los labios y se escucharon sonidos de asco por parte de los presentes.

—¡Consíganse una habitación! —exclamaron Scorpius, Lysander y Albus al unísono.

—Parecen lapas —dijo Harper, soltando una risita.

—Volviendo a la entrevista —manifestó Agatha, levantando las manos para que ninguno dijera algo más—. Es difícil explicar lo que sentí. Fue más una mezcla de emociones, pero llegué a sentirme feliz. Respondiendo a la segunda pregunta, hubo muchas ocasiones en las que me empecé a dar cuenta de que lo amaba, pero el momento creo que fue cuando me llevó a tocar piano en Hogwarts, y, claro, fue confirmado cuando me fui.

—Cuando yo hice que te fueras, si tan solo supieras que hay un fandom entero que me quería matar luego de eso —dijo Thalía, guiñándole un ojo. El público hace sonidos de desaprobación—. Ay, no vengan. Al final sí les gustó el resultado de eso. Bueno, continuemos con la entrevista. Pregunta para James: ¿Cómo te enamoraste de Agatha?

Todos giraron a mirarlo con curiosidad. Harper fue esa única persona que se paró de su asiento y se sentó frente a James mirándolo como si él fuera a decir una historia magnífica.

—Cuando le miré el trasero —dijo encogiendo los hombros. Los demás resoplaron y rodaron los ojos. Agatha le dio un golpe en la cabeza y James rio—. Ya, cuando me di cuenta de que yo siempre la subestimaba y ella me sorprendía. Siempre daba más de lo que yo esperaba, sin importarle lo mucho que la hubieran herido en el pasado. También hubo esa ocasión especial en quinto año cuando estábamos tomando los TIMOs que decidí hacer un trato con Lyra por esa vez. Yo decidí tener su dolor antes que verla sufrir.

Thalía se secó una lágrima imaginaria de orgullo y se escuchó que el público soltó un 'aw'. James miró por un segundo a su esposa y agarró su mano para depositar un dulce beso en ella.

—Yo hice esa ternura —comentó Thalía. Luego aclaró su garganta y prosiguió con la entrevista—. James, ¿qué hubieras hecho si en el último momento cuando Agatha estaba en el parto, te enterabas de que eran trillizos? ¿Te consideras buen padre? ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Les enseñarás a hacer bromas a tu estilo o prefieres que sean como Agatha?

—Eso no iba a suceder. Hay algo llamado ecografía, así que sabíamos lo que nos íbamos a encontrar —respondió a la primera pregunta—. Bueno, claro que sí me considero buen padre.

Agatha tosió.

—Egocéntrico. Ni siquiera puedes cambiar un pañal —le dijo.

James se acercó al oído de su esposa.

—Oye, esas cosas no se dicen —aclaró su garganta y se repuso—. Todo me tomó por sorpresa, cabe decir, pero es genial. Es una nueva sensación que no tiene explicación. Y respondiendo a lo último, Cecilia podrá ser idéntica a mí en el físico, excepto por los ojos, pero es idéntica a su madre en actitud.

Agatha asintió. Era cierto eso. Su pequeña tenía el cabello oscuro y rebelde de su padre, se parecían mucho físicamente, pero tenía los ojos de su madre. Como describían a los Potter antes: cabello del padre y los ojos de su madre. Fuera de eso, Cecilia iba a tener la misma actitud que Agatha, se notaba aunque solo tuviera unos cuantos meses de nacida.

—¿Cómo conociste a Harper?

Harper soltó una carcajada.

—Eso es interesante. Cuando terminé mi práctica de sanador choqué con ella y le tiré todas las cosas. Ni atención le presté en ese instante, luego terminó siendo mi compañera de piso —explicó.

Thalía se giró al público.

—Ella es la chica del primer epílogo, aquella que muchos pensaron que terminaría siendo su novia —aclaró—. ¿Quién es el macho de la relación?

Los demás se miraron entre ellos.

—Agatha —respondieron por James, él les dio la razón.

—¿Te agrada Draco como suegro? ¿Qué tal te llevas con el abuelo de Agatha? ¿Le tienes más miedo a Draco, a Lucius, o a los hermanos de Agatha? —preguntó Thalía.

James arqueó sus cejas.

—Es...normal cuando no trata de recriminarme por convertir a su hija en una Potter. No interactúo mucho con él la verdad, creo que le tiene miedo a Cecilia desde que tuvo su primer brote de magia y le quemó el cabello. La mafia de ellos en general es horripilante —respondió.

—¿'Morir 'por Agatha valió la pena? ¿Qué sentiste al ser lastimado por una daga? ¿Lo volverías a hacer?

—Claro que valió la pena. No es un sentimiento que me gustaría repetir, duele como el infierno, pero si fuera por Agatha o por Cecilia lo haría sin pensarlo dos veces.

A Thalía se le infló el pecho de orgullo. ¿Quién diría que ese sería el James que antes peleaba con Agatha por cualquier estupidez?

—¿Por qué fuiste tan prostituto cuando no estabas con Agatha? ¿Por qué no esperaste por Agatha cuando se fue como hizo Albus con Sky? —interrogó la escritora.

James hizo una mueca al escuchar las preguntas. No era algo que le gustaba recordar de su pasado. Había sido un gran error.

—Porque... no lo sé. Pensaba que ella no iba a volver bajo ninguna circunstancia. Albus al menos sabía dónde Skylar estaba y tenía esperanzas de que fuera a despertar. Yo tenía absolutamente nada.

Thalía asintió.

—Bien, una última pregunta James, ¿Por qué no te enojaste de la relación de Scor con Lily?

—Él la cuidaba y la hace feliz. Eso es todo lo que yo pedía para mi hermana.

Era cierto. Después de que trataran bien a Lily, no la hirieran y la protegieran con sus vidas, él lo aceptaría.

—Preguntas para...—se escucharon los redobles en el fondo—... ¡Keira! Bien, muchos preguntan quién es el padre de tu hijo.

Keira hizo una mueca y arrugó su nariz, expresando su incomodidad.

—Es un maldito que no merece ser recordado —intervino Lysander.

Thalía gritó en su interior, tratando de ocultar su ataque fangirl.

—¿Por qué no les advertiste a todos antes? Habrías salvado a Agatha y nunca habría sido secuestrada —leyó de la lista—. Eso dice aquí, no yo.

Keira tragó antes de hablar.

—Porque estaba vigilada. Siempre lo estaba y si yo llegaba a dar un paso en falso le harían daño a Kyle. No podía permitirme eso, no era una opción.

—¿Cuál era la deuda del padre de Kyle?

La entrevistada del momento encogió los hombros.

—Nunca supe con exactitud. Tratos por magia negra, supongo —contestó.

—¿Por qué no te presentaste con su verdadero nombre?

—Porque el plan original era hacerme pasar por otra persona y desaparecer de sus vidas para siempre. No pensaba que se convertirían en personas tan importantes para mí —dijo.

—¿Tuviste una aventura con Connor?

Keira se atragantó al escuchar esa pregunta. ¿Qué rayos pasaba por las mentes de los lectores?

—¡Merlín, no! Nada más de pensarlo me da asco —manifestó con una mueca de asco.

—¿Cómo vas con Lys? ¿Tendrán hijos pronto? —preguntó.

Lysander se atragantó cuando escuchó la segunda pregunta. No era como si él no quisiera, pero todo a su tiempo.

—Vamos genial. La segunda pregunta no pienso responderla, todo a su tiempo.

Thalía asintió, escribiendo una pequeña nota en la lista que decía: Encargarse del asunto #BabyLeira.

—Bien, preguntas para Lysander —avisó—. Primero que nada quiero decirte que nunca fue mi intención herirte tanto, bebé. Sabes que te amo. Ahora a las preguntas: ¿qué te gustó de Keira?

Lysander la miró de reojo y sonrió, haciendo que sus hoyuelos se marcaran en sus mejillas. Eso lo hacía ver entre tierno y sexy. Era una mezcla mortal.

—Su espontaneidad. También era testaruda y.... no lo sé. Era una mezcla que me parecía tóxica en el comienzo —dijo con sinceridad.

—¿Qué opinas de ser padrastro del pequeño Kyle? ¿Te llevas bien con él?

—Me gusta. Kyle necesitaba un padre y lo soy para él. Me llevo de maravilla —comentó.

Tan tierno, pensó Thalía.

—Después de que terminaste con Agatha hasta antes de que empezaras a salir con Keira, ¿hubo alguna otra chica en la que tuvieras intereses amorosos? —Lysander negó. Fueron más revolcones casuales que intereses amorosos—. ¿Qué opinas de las acciones de Keira?

—Opino que ella tenía una razón muy grande y que por eso hizo eso. No hay porque juzgarla —respondió.

—Unas últimas preguntas: ¿amas a Keira? ¿Piensas casarte con ella?

Lysander sonrió ante las preguntas.

—La amo con locura —confesó—. Solo si ella dice que sí.

Keira frunció su ceño. No tuvo oportunidad de decir algo al respecto porque justo en ese momento Lysander estaba arrodillándose ante ella, sacando una caja de terciopelo. Abrio su boca sin poder contener su sorpresa y una que otra lágrima rebelde salió de sus ojos.

—Lys...

—¡Keira si tú dices que no yo digo que sí! —gritó Thalía sin poder contenerlo. Luego carraspeó y recobró su postura.

—Sí, mierda, claro que sí —asintió Keira y Lysander se puso de pie, colocándole el anillo y besándola como si no hubiese mañana.

—Oigan, el motel está en frente —comentó Thals. Ellos se separaron, estando un poco sonrojados y sonrientes—. Preguntas para la diva más diva del mundo divoso. Sí, sé que saben de quién hablo.

—¡Draquesha! —gritó alguien del público.

Thalía asintió. Estaba claro que todos sabían quién era la diva más diva del mundo divoso. Ella misma lo había creado así. La diva Draquesha, también conocida como Draco en el mundo mágico, sería la próxima persona en ser entrevistada.

—¿Qué se siente saber que tu primogénita está casada con un Potter?

Draco arqueó sus cejas.

—¿Es en serio? Ya no tengo opción, dos de mis hijos se casaron con alguien de esa familia. Ya no hay nada que hacer. Lo acepto o lo acepto. No hay más.

Tanto Scorpius como Agatha rieron a carcajadas. Sabían que eso fastidiaría a su padre por el resto de sus días, pero seguía siendo gracioso.

—¿Sigues haciendo de Draquesha y te vestirás de ella en fiestas infantiles?

Draco fulminó con la mirada a Thalía. Esa perversa adolescente de quince años había hecho que quedara muy poco de su dignidad y orgullo. Nadie iba a superar ese tema de 'Draquesha' y era lo más que quería hacer. Si pudiera les haría un obliviate a todos los que leyeron eso.

—Graciosa —espetó con sarcasmo—. Siguiente pregunta.

—No te enojes, Draquis. ¿Qué pasó con Mione? Solías odiarla.

—Palabra clave: solía. Quedó todo en el pasado, supongo. Cambié mi forma de verla luego de enterarme que Agatha nos unía y comenzamos a pasar más tiempo juntos —respondió.

—¿Qué piensas de tener que compartir a Cecilia con Harry y que Scorpius también te va a dar nietos Potter?

Esa pregunta tocaba un nuevo punto sensible en él. Tener que compartir a Cecilia con Harry era una tortura, pero a la vez resultaba divertido. Claramente él nunca admitiría eso en voz alta.

—Cecilia es mía. Lo de Scorpius se veía venir. Al menos ellos llevarán el apellido Malfoy primero —dijo.

—Sí, pero quizás salgan pelirrojos...—murmuró Thalía garabateando en la lista—. ¿Qué harías si Víctor Krum dijera que todavía está enamorado de Hermione y que quiere salir con ella?

Draco rio. Fue una carcajada que sonaba casi malévola.

—Digamos que sé cómo cubrir un asesinato. Además, el suegro de mis hijos es el jefe de los aurores, tendré ventajas.

—Si pudieras viajar al pasado y casarte con Hermione, pero no tendrías a Scorpius, ¿lo harías? —cuestionó. Draco negó. Nunca lo haría—. ¿Extrañas a Astoria?

La pregunta del millón.

—No en la forma en la que pueden pensar. Es más una falta de que Scorpius y Phoenix no tienen a su madre biológica con ellos.

Thalía asintió.

—Una última pregunta: ¿sigues odiando a los Potter?

—No voy a responder eso —finalizó.

—Siguiente persona: ¡Hermione! —todos se giraron para verla—. Antes de procrear a Agatha, ¿tenías sentimientos hacia Draco? —Hermione arrugó su nariz un poco y negó. No se habían visto mucho antes y durante su tiempo en Hogwarts ella estuvo colada por Ronald Weasley—. ¿Te has puesto a pensar en cómo se sentiría Astoria al ver lo bien que criaste a Phoenix? Para mi parecer has hecho un buen trabajo.

Hermione sonrió ampliamente. Siempre era un halago que le dijeran que había hecho un buen trabajo al criar a sus hijos. Ella siempre consideró a Phoenix como una hija y siempre sería así.

—No, no lo había pensado, pero siempre es gratificante escuchar un cumplido de gran magnitud.

—¿Qué le viste a Draco y por qué te enamoraste de él?

La castaña ladeó su cabeza un poco.

—Vi lo que no todos veían. Vi el hombre que había en el interior, aquel que se preocupaba por sus hijos y haría lo que fuera por ellos. Uno nunca decide de quién enamorarse, solo sucede.

—¿Qué hubieras hecho si Agatha hubiera muerto en las múltiples ocasiones en las que corrio riesgo?

—Yo no hubiera sido capaz de soportarlo —respondió.

Imaginar que su hija hubiera muerto era algo que no cabía en su mente. No podía imaginarlo porque ella no podría vivir en un mundo donde alguno de sus hijos estuviera sin vida.

—¿Qué harías si pudieras volver en el tiempo? ¿Evitar dejar a Agatha o evitar tenerla y seguir tu relación con Ron?

—Si solo existieran esas dos opciones, evitaría dejarla. Me hubiera gustado verla crecer y dejarla fue un gran error —admitió.

—¿Qué sería lo más gracioso que le podría pasar a Cecilia con unos padres como ellos?

Hermione rio.

—Mejor dicho, ¿qué sería lo menos gracioso que le podría pasar a Cecilia?

Thalía coincidió con Hermione.

—Bueno, siguiente persona... Una de las pelirrojas favoritas, Lily Luna Potter ¿o debería decir Malfoy? —inquirio Thalía, con una sonrisa.

Lily asintió.

—¿Qué se siente tener a una diosa rubia de cuñada?

Ella frunció su ceño.

—Depende de cuál de las dos diosas rubias de cuñadas que tengo.

Respuesta inteligente.

—¿James se ponía muy estúpido y tenías que darle cachetadas a menudo? ¿Qué se siente atrapar infraganti a tu hermano?

—Muchas cachetadas a lo largo de mi vida. Es algo extremadamente incómodo, no se lo recomiendo a nadie —dijo.

—¿Cómo vas con Scorpius? ¿Para cuándo los hijos?

Lily se sonrojó ante la segunda pregunta y le dedicó una mirada cómplice a su esposo. Thalía abrio la boca y se la tapó con una mano para evitar un chillido.

—¡Lo sabía! —exclamó—. Bueno, yo soy la que planeo estas cosas, pero como sea. Sigue siendo emocionante.

Harry por poco se cae de la silla en ese momento al igual que Draco. ¿Qué demonios? ¿Acaso ninguno de sus hijos podía decirles las noticias de los hijos de forma normal y tranquila? Tenían que tomarlos desprevenidos siempre.

—Bueno, vamos de maravilla.

—Díganme, ¿saben qué va a ser? —preguntó Thalía con una sonrisa maliciosa. Quizá debería decir van a ser.

Lily y Scorpius negaron.

—Siguiente entrevistado, Scorpius. ¿Eres una diva al igual que tu padre?

Scorpius negó.

—Soy un sabio, todos lo saben —respondió.

—Claro que lo eres, campeón —murmuró Thals—. ¿Cómo es tu relación con Amanda? Me imagino que ya te habrá dado ese discurso de: Si la hieres te castro.

Scorpius asintió.

—Prácticamente me dijo eso. También se le puede añadir que luego tiraría los restos a una pecera llena de pirañas mientras come popcorn. Fuera de eso, súper.

Thalía rio. Sonaba como una cabra riéndose, pero no le importaba.

—¿Extrañas a tu madre?

Él asintió. Claro que la extrañaba, ¿quién en su sano juicio no extrañaría a su madre?

—Todos los días.

—Lo siento —susurró Thalía al saber que ella misma había escrito la muerte de Astoria, pero no se arrepentía—. ¿Qué serías capaz de dar por tu familia y por Lily?

—Sería capaz de darlo todo si es necesario —contestó sin pensarlo dos veces.

—¿Es difícil cuidar a tus hermanos menores o lo llevas mejor que Agatha?

—Agatha lo lleva mil veces mejor que yo. Yo podré haberlos visto nacer y en sus años de bebé, pero definitivamente la rubia tiene un don especial para los pequeños —Agatha sonrió con orgullo.

—¿Qué decirles? Es mi instinto —comentó Agatha.

Scorpius la miró con los ojos entrecerrados.

—¿Qué sentiste cuando viste a los pequeños por primera vez? (Lux, Hermes, Cecilia, etc.)

—Alegría, supongo.

Thalía tachó la pregunta y miró a la siguiente persona que sería entrevistada. No pudo evitar sonreír porque era de los personajes que más amaba.

—Sky...—sonrió—. ¿Cómo te sentiste al ser aprisionada por tu propio padre? ¿Te dañó más física o emocionalmente?

Skylar ladeó un poco su cabeza mientras pensaba en la respuesta adecuada para las preguntas, las cuales no eran para nada fáciles.

—Fue horrible. Me refiero a que, en mis años de Hogwarts siempre soñé con conocer a mi padre y saber que él quería destruir a una de las personas más importantes de mi vida fue devastador. Me dañó más emocionalmente, claro está.

—Te admiro, Sky, eres una persona muy fuerte, pero ¿cómo seguiste adelante con unos padres tan monstruosos?

Sky miró a sus amigos, a su prometido y al resto de ellos. Sonrió felizmente al saber la respuesta a esa pregunta.

—Los tenía a ellos. Sin su apoyo no hubiera podido soportarlo. Son mi familia —respondió.

—Si Albus hubiera estado en coma, ¿tú hubieras hecho lo mismo? —Skylar asintió sin titubear—. ¿Tu madre se enteró de que te encontraste con tu padre?

—No, no mantengo contacto con ella y lo prefiero así.

Ella comprendía que su madre fue engañada por su padre, pero eso no le daba justificación para el daño que le hizo tanto física como emocionalmente. Simplemente no lo valía.

—¿Qué ves en el espejo de Oesed?

Thalía sabía que esa sería una pregunta íntima para Skylar y que probablemente le afectaría bastante. Así fue, a Skylar se le cristalizaron los ojos, pero se negó a llorar.

—Unos padres que me quieran y no me hicieran daño —respondió.

Thalía se puso de pie y la abrazó.

—Eres perfecta, bebé —se apartó y volvió a su asiento—. Ahora déjame entrevistar a tu prometido, Albus, ¿qué tanto amas a Sky?

Albus sonrió.

—Esperé cuatro años por ella, ¿eso te da una idea de cuánto?

Ella asintió y lo anotó en la lista.

—¿Qué se sintió perder a Sky por cuatro años? ¿Y cuando salió del coma?

—Los peores cuatro años de mi vida. Fui joven, pero siempre fui seguro de mis sentimientos hacia ella. Cuando salió del coma fue una mezcla de emoción y temor. Existía posibilidad de que ella no recordara nada de su pasado.

Thalía giró en la silla y miró al público.

—¿Ven? Pudo haber sido peor, exagerados —manifestó—. ¿Qué se siente ser el único Potter que no se casa con un Malfoy?

Albus rio.

—Afortunado —dijo. Los Malfoy lo miraron haciéndose los ofendidos—. No me malinterpreten, pero lidiar con ellos es todo un caso, siento compasión de mis hermanos.

Thalía coincidió con él.

—Alex, Alex, Alex, ¿qué tal va la cosa? ¿Eres feliz?

Alexandra asintió.

—Muy feliz.

—¿Cómo, cuándo, por qué y dónde te casaste y tuviste un hijo con Marcus?

Alex rascó su nuca.

—Me casé porque lo amo, en el 2027, específicamente en agosto. Fui la primera en casarme de mis amigos, lo sé. También la primera en tener un hijo, pero estaba casada. No sé por qué se sorprenden —comentó.

—¿Qué pasó con Dylan?

—¿Es necesario hablar de los ex? —Thalía asintió—. Bueno, no sé. Supongo que volvió a Italia luego de la pelea que tuvo con Marcus meses posteriores a mi boda.

Thalía asintió y escribió en la lista Sale con Nicoletta.

—¿Qué te gustó de Marcus?

—No lo sé. Quizá el hecho de que era un reto para mí.

La sonrisa en el rostro de Thalía dio a entender lo que quiso decir. No era un comentario apto para cualquier persona.

—Entonces, Hugo, pelirrojo sensual propiedad de una amiga compatriota. ¿Cómo conociste a Cinthia?

El pelirrojo miró a Thalía con una sonrisa divertida.

—Cuando fui a ver a mi tío Charlie en Rumania. Ella andaba de vacaciones por el lugar, estaba lloviendo y terminamos compartiendo un paraguas —explicó.

—¿De verdad la preferida de Cinthia es Lux?

Hugo asintió.

—Lux es la favorita de todos —respondió encogiendo los hombros.

Era la pura verdad. La niña sabía cómo ganarse el corazón de las personas. Quizá era por sus enormes y llamativos ojos azules que solo reflejaban inocencia. Eran su arma más grande a la hora de pedirle cosas a su padre.

—¿Qué pensaste al ver a tus padres separados? —interrogó Thalía, girando en círculos con la silla. Mantenerse quieta en sillas de rueditas era técnicamente imposible para ella.

Hugo tosió para aclarar su garganta. No era un tema del que le gustara hablar mucho, solo lo había tocado ampliamente con su novia. Solo ella había sabido exactamente cómo se sentía.

—Creo que era algo que se veía venir. Ellos solían discutir mucho, pero cuando llegó Agatha eso cambió un poco. Discutían menos y, durante un tiempo, pensé que habían arreglado sus diferencias. Quizá estar aguantando sus propios sentimientos durante ese tiempo los llevó como una olla de presión. Al final terminó explotando. Como cualquier niño al ver a sus padres divorciados me sentí pésimo, pero también supe que no era mi culpa. Tampoco era culpa de Agatha, solo fueron cosas que sucedieron —contestó, dando los argumentos suficientes para que no tuvieran que hacerle más preguntas al respecto.

Thalía movió su cabeza en un gesto afirmativo y tachó la pregunta. Levantó su vista y le sonrió al pelirrojo.

—Una última pregunta: ¿A cuál de tus hermanas prefieres?

Hugo soltó una carcajada.

—Creí que eso quedaba respondido cuando dije que Lux era la favorita de todos —dijo, sonriendo ampliamente.

—Esto de tener muchos hermanos no es divertido —murmuró Agatha.

Thalía se emocionó al ver quién era la siguiente persona en ser entrevistada y arrastró la silla hacia la persona. Saludó emocionadamente y la niña la observó de manera extraña.

—No me mires así, Lux. Soy tu creadora, aunque tu padre diga que él te hizo; está mintiendo —comentó, sin darse cuenta de que había traumatizado a Phoenix con ese comentario—. Dime, Lux, ¿en qué casa de Hogwarts crees que quedarás?

La pequeña rubia arqueó una ceja expertamente, tanto que Thalía casi gritó. Ella había tenido que mirarse demasiado al espejo para poder lograr mover sus cejas sin que la otra se alzara. Luego intentó moverlas al ritmo de la música, pero esa era otra historia.

—Bueno, papá dice que le haría muy feliz que quedara en Slytherin, pero...—se acercó a Thalía para responderle en secreto—, aquí entre nosotras, creo que seré Ravenclaw. Al menos eso dice mamá.

Rápidamente Thalía miró a Hermione con una sonrisa divertida. Sabía que ellos iban a tener una serie de apuesta interna por eso, aunque Hermione pareciera que no quisiera participar en ellas.

—Oh, ¿en serio? —Phoenix asintió—. ¿Harás desastre en Hogwarts?

Lux encogió sus hombros, sonriendo de manera traviesa y un brillo especial se pudo apreciar en sus ojos.

—Solo haré unas cuantas bromas como Agatha me enseñó —respondió inocentemente, aunque todos sabían lo que esa sonrisa podía significar.

Thalía sonrió también y escribió en la lista: Quemará Hogwarts.

¿Qué es mejor: trabajo en equipo o individual para hacer bromas?

Phoenix frunció sus labios por un segundo en lo que pensaba. Ella había hecho ambos trabajos, pero siempre terminaba prefiriendo uno.

—Individual. Cuando haces las cosas en equipo se enteran más rápido. Como tengo que se astuta y cubrir mis huellas, me lo enseñó Agatha —explicó.

Agatha sonrió con orgullo. Adoraba a su hermana menor.

—¿Te gusta tu nombre? ¿Sabes su significado?

La niña asintió efusivamente. Estaba orgullosa de su nombre y del origen. Su madre se había encargado de relatarle la historia de él. También le enseñó fotos de su madre biológica y la consideraba hermosa. Sin embargo, eso no cambiaba que para ella Hermione siempre sería su mamá.

—Sí, lo amo. Mamá me explicó el significado: fénix de luz.

—Es un hermoso nombre —concordó Thalía.

—¿Qué piensas de Cecilia y del bebé de Rose y Lorcan? —continuó con la entrevista.

—Tanto Logan como Cecilia son muy tiernos. Algo pequeños todavía como para hacer bromas con ellos, pero tiernos —acotó—. Eso me convertirá en la mejor tía, lo sé.

Thalía negó sin poder contener una risa. Tan pequeña y con ego. De seguro lo llevan en los genes.

—Última pregunta: ¿Quién es mejor cuñado y cuñada?

Phoenix miró a su alrededor y luego se acercó a Thalía para susurrarle la respuesta: Cinthia y James. Thalía sonrió y le dio un abrazo a la niña. Acto seguido arrastró su silla hacia la persona entrevistada y le apretó las mejillas.

—Eres tan tierno —dijo, soltándole las mejillas a Hermes, el cual estaba un poco sonrojado—. Dime, Hermes, del uno al diez, ¿qué tan travieso te consideras?

El pequeño sonrió, marcando un hoyuelo en su mejilla izquierda. Thalía a duras penas pudo reprimir un suspiro y se sintió pedófila. Era un niño, pero sabía que iba a ser un rompecorazones cuando tuviera la edad de tener novias. Solo bastaba con su cabello castaño y revolcado, los cuales hacían contraste con sus ojos grises. Ese hoyuelo le daba el toque final.

—Un cuatro —respondió y Phoenix a su lado se atragantó.

—¿Puedo decir que es mentira? —Intervino Lux—. Mi respuesta sería un doce.

Scorpius la miró con el ceño fruncido.

—Phoenix, la escala es del uno al diez. El doce no está en ella —dijo y la niña la dedicó esa única mirada que decía '¿me tomas por tonta?'.

—Eso lo sé, Scor. Por eso dije ese número. Se dejan llevar porque es silencioso, pero ¿no les han dicho que esos son los peores? —inquirio.

Thalía supo la razón por la que Hermione decía que Phoenix sería Ravenclaw. La chica era condenadamente inteligente.

—¿Vas a querer a tu sobrina como una hermana?

Hermes negó.

—Es mi sobrina, no hermana. No la trataré como una —respondió.

—¿Hermione es buena madre?

Él asintió.

—La mejor.

—¿Quién es tu hermana favorita? Tienes que elegir una, no te van a penalizar por decirlo aquí —le dijo Thalía, guiñándole un ojo de manera cómplice.

—Agatha.

La mencionada se puso de pie y besó a su hermano en la frente, para luego apretarle las mejillas.

—¡Por fin! Llevo esperando este momento toda la noche —exclamó.

Thalía le tocó el hombro.

—Agatha, contrólate, por Dios. Vuelve a tu lugar, tengo una entrevista que culminar —ordenó—. ¡Harper, no te duermas que ha llegado tu momento!

Harper se sobresaltó y fingió que no había estado quedándose dormida. Estaba claro que Thalía sabía lo contrario.

—Estoy despierta —bufó—. No te hagas.

Thalía arqueó una ceja y la miró, tocándose los lentes.

—Seré miope, pero estos me permiten ver a la perfección. Creo que hasta estabas babeando —mencionó—. ¿Por qué eres lesbiana?

Harper frunció el ceño.

—Merlín, Thalía, no puedes preguntarle a las personas porqué son lesbianas —la regañó James.

—Ya, lo siento. Déjame parafrasear eso, ¿desde cuándo te diste cuenta de que eres lesbiana?

Ella encogió los hombres.

—Desde que decidí que me gustaban los cocos antes que las bananas —respondió.

Thalía se dio con la palma de su mano en la frente. ¿Acaso no entendían que había niños presentes? Tenían que ordenar sus vocabularios.

—¿Cuál ha sido la broma más pesada que te ha hecho James y cómo te vengaste?

Harper sonrió malévolamente, recordando la experiencia.

—Un año antes de que Agatha volviera estábamos haciendo guardia y cuando entré a las duchas de los sanadores, James escondió mi ropa en la cafetería. Estuve una hora esperando en el baño hasta que decidí que tenía que buscarla yo misma. Por poco me meten presa por exposiciones deshonestas, pero me vengué. James estuvo dos meses sin poder tener...bueno, ya sabes qué. Cada vez que trataba de coquetear con alguien, yo me encargaba de conquistarla antes.

Thalía rio.

—Eres mi ídolo, Harper —comentó Thalía, chocando los puños con ella—. Cuando James tiene esos cambios de humor, ¿cómo lo aguantas?

Harper miró a James.

—Todos saben que James es como una mujer en su periodo. No es difícil de manejar si le das chocolate...y luego lo encierras en una jaula para privarlo de la sociedad. Lo normal.

—¿Tienes novia? —Thalía soltó la pregunta de golpe.

La entrevistada abrio los ojos como platos.

—No eres mi tipo.

Thalía abrio la boca, percatándose de cómo había sonado la pregunta, y negó rápidamente.

—Dios, no.... no te estaba invitando a salir ni algo por el estilo. Son los lectores, ellos quieren saber —mostró la lista.

—Uf, gracias a Merlín. Te hubiera rechazado re feo —manifestó—. Bueno, no se considera novia, pero suelo verme ocasionalmente con Roxanne Weasley.

—Chamaca, te declaro la chica de las sorpresas —dijo Thalía, apartándose de los personajes—. Ahora sí, quiero darles algo especial porque...creo que se lo merecen. Por favor, denle la bienvenida al personaje más querido de los dos fics, ¡Dakota!

El público se puso de pie ante la llegada de la metamorfomaga. Dakota apareció con su cabello azul y una enorme sonrisa en el rostro. Se sentía bien estar de vuelta, aunque fuera por una corta entrevista. No pudo llegar bien cuando casi fue tumbada al suelo por Agatha, la cual la abrazó como si nunca quisiera dejarla ir.

—Oye, tranquila, Casper. Solo soy yo —susurró.

Agatha dejó salir un pequeño sollozo al escucharla hablar. Era ella, realmente era ella. No sabía cómo la escritora había sido capaz de llevarla a la entrevista, pero se lo agradecía. Necesitaba ver a su mejor amiga, aunque fuera una última vez.

—Te extrañaba, maldita bola de discoteca —pronunció Agatha, separándose de Dakota.

—Maldito Bambi, si no vienes a saludarme en tres jodidos segundos haré que los cuernos que tengas sean reales —amenazó la metamorfomaga mirando a James. Él se puso de pie y le dio un fuerte abrazo a Dakota. Se sentía...real—. Ay, son tan perfectos juntos. ¿Dónde está la pequeña bebé Jagatha? ¿Por qué no le pusieron ese nombre? Hubiera quedado perfecto: Jagatha. Apoyo su decisión de no llamar a Cecilia, Dakota. No es el mejor nombre del mundo.

Agatha rio. Dakota hablaba tan apresuradamente que casi no se le entendía lo que hablaba.

—La verás antes de que te vayas, ¿sí?

Dakota asintió.

—Me siento famosa, perras. Estoy siendo entrevistada, no me miren mucho. Les cobraré si lo hacen, le debo mucho dinero a Dianne por hacer esto posible —dijo, sentándose en una silla que trajeron. Acto posterior miró a Thalía—. Cuando quieras comenzar.

Thalía aclaró su garganta y leyó las preguntas.

—¿Qué se siente haberle ganado a Minnie?

—Es lo mejor de mi vida. Estaba claro que yo ganaría, siempre fueron más reales que las chichis de Charlotte —respondió.

—¿Cómo se siente estar en el más allá?

Dakota resopló como si fuera una broma.

—Es bastante normal. Puedo ver todo lo que sucede como si fuera una película, hacemos apuestas con Dianne sobre las cosas que pasarán y, ¿lo mejor de todo? ¡No engordas! —exclamó, riendo.

—¿Cómo sabías todo con tan solo veintitrés años? ¿Por qué no dijiste que tenías todas las respuestas ante Lyra y por qué no buscaste otra solución?

Ella encogió sus hombros.

—Mi historia estaba escrita. Solo hice lo que tenía que hacer. Muchas personas iban a cuestionar mi decisión, no la comprenderían. No había otra solución, era eso o ver a Agatha morir porque Lyra tomó posesión de su cuerpo. Piénsenlo como si fuera Voldemort el que hubiera ganado la segunda guerra mágica. No sería bueno. Se perdieron vidas, sí, pero en cada guerra y batalla se pierde sangre inocente. Es algo que está fuera de nuestro alcance —explicó.

—¿Qué ves en el espejo de Oesed?

Dakota se removió en su asiento ante esa pregunta.

—Mis padres vivos...lo que pudo haber sucedido con Matt —creó—. Al final, puedes desear cualquier cosa frente a ese espejo, pero no significa que se volverá realidad.

—Sabia respuesta —la elogió—. ¿Por qué no vuelves del mundo de almas y espíritus?

—Porque no quiero convertirme en lo que Lyra fue. Volver del otro lado conlleva un precio muy grande, no sería yo misma si lo hiciera. Es algo que no se puede discutir. Además, yo ya no pertenezco a este mundo.

—¿Qué sentiste cuando diste tu vida por Agatha?

Dakota suspiró.

—No sentí...nada. Cuando pasé al otro lado dejé de sentir como un ser humano normal. Supongo que me dio un poco de nostalgia y miedo, pero solo eso. No hay más.

—Una última pregunta —pidió Thalía—. ¿Algo que quieras decirle a Agatha y a James antes de que tengas que despedirte?

Dakota asintió.

—Estoy orgullosa de ambos. Sabía que lo lograrían y vencerían cualquier obstáculo que se pusiera en su camino. Están haciendo un excelente trabajo con Cecilia y....—su voz se quebró un poco—...siempre los llevaré en mi corazón.

Agatha se puso de pie y volvió a abrazarla, esta vez con más fuerzas que antes. No quería que ella se fuera. James las rodeó a ambas con sus brazos y fue un momento intenso. Solo se escuchaban los débiles sollozos de Agatha. Lo único que los separó en ese momento fueron los pequeños brazos de su hija.

Dakota sonrió al ver a la pequeña.

—Es idéntica a James, en el físico me refiero —dijo Dakota, sosteniendo a Cecilia en sus brazos. Depositó un beso en la frente de la bebé—. Cuídenla muchísimo. También cuiden al pequeño —comentó, guiñándoles un ojo.

—¿Pequeño? —preguntó Agatha.

—¿Nos acabas de dar un detalle del futuro?

Dakota encogió sus hombros de manera inocente.

—Quizá di un pequeño vistazo... Tenía que asegurarme de que iban a estar bien —confesó.

Agatha mordió su labio inferior.

—¿Lo estaremos?

—Lo estarán —confirmó Dakota y miró por encima de su hombro hacia Thalía—. La tenía amenazada por si se le ocurría alguna otra locura.

James rio.

—Nunca cambien —les dijo, entregándoles a Cecilia—. Fue bueno verlos —susurró y antes de irse volteó a verlos—. Me gusta el nombre Brett, deberían considerarlo de aquí a un par de meses.

Y antes de que pudieran decir más, desapareció.

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