El Falso Virus
Cuando abrió los ojos, miró directamente a las estrellas, y quizá el vacío mismo del infinito, las luces inconmensurables de toda la eternidad ahora se sustentaban en una estructura difícil de decifrar para su pequeña mente.
Intentó moverse, pero estaba completamente paralizado, veía las eternidades y razas de criaturas extraterrestres que jamás había visto, seres del espacio tan profundo y olvidado que él casi sin cuestionarlo, creyó que pertenecían a otra dimensión.
Entre los gritos de su alma, y las lágrimas de su consciencia susurró pérfidos guturales que danzaban macabramente, mientras se perdía entre la nada, entre las distancias infinitas de lo desconocido, y quizá del final mismo.
Mikhael despierta entonces en el hospital, el doctor se le acerca y le menciona que tiene una mala noticia que darle.
Él siente el dolor en su hombro nuevamente, pero intenta no distraerse con él y escucha con atención.
"Mikhael ¿Cierto?"
"Sí doctor, dígame que ocurre."
"Ha sido contagiado con Hemovirus Sanguinaria o mejor llamado la enfermedad de la Sangre Profunda, lo lamento, hay un caso grave de epidemia en la ciudad y supongo que algo debió ocurrir para que fuera contagiado."
Mikhael estaba consternado, y miró al doctor pero él le respondió antes de que pudiera decir cualquier cosa.
"La enfermedad de la Sangre Profunda deja al cuerpo en un estado débil, pero con los cuidados necesarios puede llegar a tener una vida sana aunque le recomiendo que busque asistencia en otra ciudad pues los bancos de sangre han tenido problemas para suministrarla. La enfermedad de la Sangre Profunda deja al sistema debilitado debido a la pérdida de sangre, si no se trata puede llegar a producir un shock hemorrágico aunque aún no sabemos que la produce. Lo cierto es que con suficientes cuidados y comiendo bien puedes también llegar a recuperar esa pérdida de sangre que tuviste pero ocurrirá cada cierto tiempo, no hemos logrado dar con la cura todavía."
Mikhael se mostró consternado frente a ello, se sentía mejor, ya no estaba tan mareado pero empezó a notar algo en el ambiente ¿Siempre había una niebla marrón casi transparente? No la había visto antes.
Entró Gabriel con Sariel a la habitación.
"Lamento mucho lo que ocurrió, el doctor mencionó que estabas comparativamente bien viendo a otros pacientes, que te podrías ir en unas horas pero es una lástima lo de la enfermedad."
"No sé que pensar, me duele tenuemente la cabeza pero no puedo detenerme aquí. Muchísimas gracias por ayudarme Gabriel, bueno a ambos en realidad."
"No te preocupes por eso, creemos que este virus es algún ataque biológico y hemos estado investigando, encontraremos la cura y saldrás de esto Mikhael, no te preocupes."
Gabriel le dio su número de teléfono a Mikhael por si lo necesitaba.
"Cualquier cosa que veas o si necesitas ayuda avísanos, hay gente horrible rondando por Kaenyth así que cuídate."
Mikhael lo detuvo.
"Me atacaron en el bar Psicodelyka, cuando le pregunté a una mujer si había visto a mi hermana, mi celular se resbaló y por accidente le toqué la mano. La mujer estaba helada, pero no solo fría, fui un soldado que estuvo en la guerra en Zabrelay y Mazarán, ese frío que tenía ella es un hielo que solo tiene un cadáver, nadie vivo podría sentirse así de helado, es simplemente antinatural, y sus ojos, algo tenían, algo horrible."
Gabriel le tomó la mano.
"Tranquilo, investigaremos que pasó y quien te hizo esto, cualquier cosa dame tu número, te llamaré, si sabemos algo de tu hermana también, envíame una foto de ella para buscarla también, si sé algo te lo avisaré."
Mikhael aceptó con la cabeza, apretó los dientes porque no esperaba tener que pedir más ayuda ya de la que había pedido para buscar a su hermana pero no podía dejar las cosas así, debía continuar.
"Gracias Gabriel, cualquier cosa estamos en contacto entonces."
Sariel le sonrió, y Gabriel aceptó con la cabeza.
Ambos salieron de la habitación.
"¿Qué piensas Gabriel?"
Le preguntó ella.
"La familia Soler contaba con las mismas especificaciones que nos dio Mikhael, seguramente esta ciudad es un nido de esas porquerías Sariel, hay que matarlos a todos y cada uno."
Sariel lo observó, y en el fondo casi se mostró una sonrisa maquiavélica.
"Sí, hay que purificarlos a todos bajo la ardiente luz de la luna y que conozcan el regazo de la Bestia Celestial."
Gabriel caminó tomando su símbolo de la Cruz Lunar en su pecho con una inscripción única.
"Que la Bestia Celestial guie nuestra mano hacia esa prole maldita. Venator Feram Tor, Domus Aeterna Fiat Nocte. Beatus, Et Sanctus Venator, Timere Siderum, Maledictus Fiat Opulentum Stellar."
Sariel cerró el pequeño rezo del Caballero Cazador.
"Maledictus Fiat Morte."
Mikhael tras verlos salir se quedó mirando al techo, su determinación solo debía verse reforzada con todo esto aunque estaba temblando. El hielo en la mano de la mujer era algo que lo dejaba perplejo, y aprovechó esos momentos para reincorporarse antes de volver con Desiré.
Tras sentirse mejor salió de hospital y volvió hacia el departamento de Desiré, debía hablar con ella sobre las cosas que habían ocurrido.
Al salir a la calle, nuevamente tuvo la sensación de que lo observaban. Algo no estaba bien, esta vez parecía que era más de uno, cualquier cosa debía ponerse en contacto con Gabriel quien parecía estar relacionado con ese caso ¿Qué era lo que estaba pasando, que los había llevado a todos a ese extremo?
Aún le era difícil de creer que se había enfermado, la tarde había caído y creyó ver pequeñas luces que bailaban por las calles aunque parecía que nadie reaccionaba a ellas, como si fueran muy tenues e ínfimas luciérnagas.
Caminó por las calles sintiendo la amenaza, y se cuestionó si era eso lo que sintió Johana a diario mientras estuvo en Kaenyth ¿Eran ellos los que se habían llevado a su hermana? Tras hablar con Desiré volviería al departamento a buscar las cosas que dejó allí, también le pediría a Desiré un arma para poder defenderse, no estaba seguro con los ataques que había tenido recientemente.
Mientras caminaba recordó entonces que también había a alguien que podía hacerle algunas preguntas sobre su hermana, lo recordó cuando recordó los ojos de la mujer del bar, esos ojos desoladores y abandonados de la mano de los dioses.
La mujer que conoció en el barco, Mikhael miró la pantalla de su celular y observó el número de María, sus ojos se deslizaron por la pantalla cuestionándose sobre si debía ir a un encuentro con ella, si no era demasiado peligroso.
Fue cuando su mente trajo nuevamente a él su mirada detrás de las páginas del libro que leía, esa mirada que parecía observar su alma. Mikhael sintió como la piel de su espalda se erizaba y sus manos temblaban, apretó los dientes recordando a su compañero Gustavo, y su mejor amigo, quien quería casarse con su hermana.
"Gustavo, corrimos entre cadáveres y muerte, viajamos entre mares de acero y fuego. Mi promesa está contigo, en esas tardes de sentarnos a comer helado en la playa, prometí que algún día cuando tuvieras el valor, te llevaría ante ella. ,Por ella y por ti hermano, asesinaré a los demonios que sean necesarios para traerla conmigo de vuelta a casa. Hermana, te prometo que te alcanzaré, sin importar donde estés."
Con ello sabía que era inevitable su encuentro con María, pero por ahora y primero era Desiré y el departamento.
Cruz Onírica:
Esta cruz le perteneció a un hombre que se cree fue un profeta, que tuvo visiones entregadas por la Luna Mayor y los astros sobre el apocalipsis, la Trinidad, la ruptura de los 4440 Sellos, y la Tumba Celestial ¿Podría haber sido otorgada por la Luna de Nieve?
Esta fue robada hace más de mil quinientos años de un monasterio en el que era custodiada por monjes en Tierra Calcinada, quienes no pudieron evitar el robo por parte de los ladrones. La Cruz Onírica es la llave que llama al plano inferior al nuestro, y lo arrastra con violencia. Podría ser que algún Dios Dimensional marcara la cruz con su sangre, pues las inscripciones están hechas con una aterradora tinta negra que produce un sutil sentimiento de terror, y al mirarla fijamente parece que todavía se arrastra con vida.
Se piensa que, al exponerla cerca de criaturas de las Dimensiones Primarias o también a criaturas de las Dimensiones Áurlatha o Exteriores, esta reacciona violentamente produciendo visiones sobre el ente en cuestión, pero nadie dura lo suficiente como para esbozar más que una canción rota y maltrecha tras ello, de cualquier modo, estos son solo mitos que yacían en las escrituras de los monjes, aunque las inscripciones traducidas del Honihen al latín de un libro antiguo que poseían no se creen que sean del todo correctas, este símbolo parecía el de un Dragón Arcano, la cruz llevaba la inscripción "Eky Otza Makhan".
A los portadores de los Tomos Dimensionales se les llamó Hechiceros, quienes eran capaces de canalizar los ritos de los libros hacia la realidad pues no cualquiera podía. Aun así, usar deliberadamente estos rituales hejeres producía muchas veces la locura y de forma inminente la muerte, pues muchos de quienes los usaron afirmaron haber sido perseguidos sin descanso por criaturas invisibles que se escondían en los rincones de los planos y las fisuras dimensionales.
Hoy, en la actualidad la Orden Eclesiástica tomó el símbolo de la Cruz Onírica y lo transformó para alabar a la Bestia Celestial, el Dios de los Cazadores cuya tumba permanece en una de las lunas. A este símbolo transformado se le llamó la Cruz Lunar, y era una reverencia devota para un Caballero Cazador y un Clérigo, quienes se dedican a la caza de bestias salvajes y animales, aunque se dice que aquellos que ostentan el rango de Santo podrían inclusive cazar entidades sobrenaturales, pero es solo un rumor.
Mucho se recuerda del primer profeta de la Orden Eclesiástica, y donde se forjó por primera vez la Cruz Lunar, él mencionó en una epifanía lunática:
"En mi visión, lo vi abrazando la luna con su cuerpo sideral, caído desde más allá del tiempo y las dimensiones, desde lo desconocido del espacio. Sus dedos se marcaron hundiéndose en la superficie lunar mientras miraba con esos miles de ojos al Dragón Maldito. Sus lenguas se retorcían y sus apéndices se arrastraban a la expectación de su violenta confrontación. Todo aquello era observado por la Trinidad Celestial que esperaba a ver cual de los dos Ancestrales caía primero."
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