Capítulo 4
/Narra Hipo/
Sentí una magia extraña despertando desde lo más profundo de los mares. Chimuelo, Tormenta, Astrid y yo fuimos lo más rápido que podíamos para ver qué era. Hicimos lo que pudimos pero la energía se disperso por todas partes.
La más cercana se dirigió hacia una cueva en una isla remota. Solamente esperaba que nadie la encontrara primero.
/Narra Freya/
Continuamos navegando hasta que encontramos una isla lejana y allí nos dirigimos para descansar un rato.
Freya: Ok, quedemonos un rato. Cuando terminemos, nos iremos y quizás encontremos algo.
Creí que nada malo sucedería. Dejé a todos para que se relajarán mientras caminaba por ahí.
En mi descuido terminé caminando hacia la costa y caí por un acceso oculto hacia una cueva escondida de la isla. Busqué desesperadamente una forma para salir de allí pero nada. Vi arriba, abajo, por todos los lados y seguía sin encontrar salida.
Freya: ¡¿Hola?!
Eco: Hola... hola... la.
Freya: La cueva debe ser muy profunda y quizás lo suficientemente hueca. Veré qué encontró.
Camine sin rumbo durante algunos minutos hasta que comencé a escuchar una voz.
???: Hola... hola... hola.
Freya: *Asustada* ¿Quien anda ahí?
???: Freya... hija del pueblo de Berk... Necesito tu ayudaaaaaa.
Comencé a preocuparme. Parecía una voz de alguien lastimado o algo por el estilo. Corrí por toda la cueva sin encontrar nada. Grité y solamente obtenía una respuesta cada tanto. Era alguien extraño pero no aparecía, no importa cuánto buscara.
De repente, me topé con un muro de piedra. No había salida ni otro camino.
Freya: *Preocupada* Hola ¿Estás ahí? Responde.
No había nada que pudiera hacer hasta que finalmente lo volví a oír luego de un tiempo.
???: Necesito que me prestes tu fuerza. Necesito ayudar a este mundo. Necesito terminar con la maldición.
Me asuste un poco pero la voz comenzó a encantar mi cuerpo.
Antes de darme cuenta, ví una bola de luz flotar hacia mí. Se acercaba más y más. No podía moverme y cerré mis ojos. Sentí como algo atravesaba mi cuerpo y luego algo se exparsía hasta el último hueso y músculo que tenía.
Al despertar, estaba de vuelta en la costa de dónde me caí.
Freya: Debió ser un sueño. Hablando de eso ¿Cuando me dormí?
Con un dolor de cabeza, volví al barco a preparar todo para zarpar. En parte quería abandonar a los chicos pero sentía que era muy cruel de mi parte hacerlo.
Cuando todos subieron al barco, nos pusimos en marcha. Preparamos toda la comida que los chicos recogieron en la isla y yo lo puse en algún lugar seguro y oculto para que los gemelos no lo arrojaran y Patán no se la comiera todo el solo.
La corriente, luego de un tiempo de navegar, por fin cesó y ya no nos moviamos. Sin corriente de viento, no podríamos seguir navegando por lo que tendríamos que estar varados y yo con ellos.
Freya: Ok, debemos esperar.
Solo pasaron 10 minutos y los gemelos comenzaron a hacer locuras.
Freya: ¡No lo soporto! ¡Me voy! ¡Me voy nadando!
Extendí mis manos, y sin quererlo ni saberlo, una gran ráfaga de aire salió expulsada de ella. Las ráfagas le abrieron dos hoyos a la vela. Ahora sí estábamos completamente varados.
Patán: *Sorprendido* ¡¿Qué fue lo que hiciste?!
Freya: *Aterrada* No lo sé. Solo paso.
Patapez: ¿Eso será alguna maldición de Odin?
Brutilda: No lo sé. Quizás si la arrojamos del barco, la maldición no nos afecte.
Iba a gritar y a pelear contra los gemelos que se acercaron a mi de manera amenazante cuando algo pasó. Un dragón negro estaba volando encima del barco y luego un Nadder Mortífero empujó el mismo y nos movimos. En dragón descendió lentamente y cuando aterrizó, un chico de cabello marrón y ojos verde apareció.
???: ¡Oigan! ¿Que hacen?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro