/Narra el autor/

  Luego del torneo los chicos fueron a ver a Mely, quién seguía inconsciente. Ella comenzó a reaccionar poco a poco hasta que por fin despertó. Se levantó y comenzó a quejarse ya que le dolía la cabeza debido al golpe.

Mely: ¿Qué me pasó?

Freya: *La abraza y llora* ¡¡¡Me alegro de que estes bien!!! ¡¡¡Wuaaaaaa!!!

Mely: *Recuerda lo sucedido y la empuja* ¡Alejate de mi!

Freya: *Sorprendida* ¿Mely? ¿Estás bien? Soy yo, Freya.

Mely: *Enojada* Ya sé. Por tu culpa casi muero.

  En ese preciso instante, el ambiente quedó sumido en un profundo e incomodo silencio. Todos estaban sorprendidos y no se animaron a decir nada. Pasaron un par de minutos y Freya intentó nuevamente volver a hablar con Mely pero esta simplemente se alejó mostrando miedo en su rostro. Freya se sentía culpable pero también comenzó a sentirse triste al ver como los demás la veían.

  Justo cuando las cosas no podían ser peor, Mely intentó levantarse y se fue mientras que todos vieron como huía con todo su esfuerzo. Freya se sintió aún mas desanimada y solamente se fue a su cabaña. Ren trató de seguirla pero ella le cerró la puerta en la cara sin saberlo. Supo que ella necesitaba tiempo y decidió simplemente dejarla en paz pero sin alejarse mucho. Freya se acostó en su cama y se ocultó bajo sus sabana mientras trataba de no llorar.

  La situación era muy tensa. Los demás no supieron que hacer más que simplemente esperar a que las cosas se calmaran. Se fueron a la arena para relajarse y pensar en: "¿Cómo es que todo terminó así?". De repente, Hipo y Astrid llegaron para ver que estaban haciendo y notaron que los chicos estaban algo decaidos y decidieron preguntar.

Alex: Verán... Lo que pasó fue que...

  Alex comenzó a contarles todo lo ocurrido. Una vez que les conto todo, los Berkianos trataron de pensar en una forma de solucionar aquel problema pero no se les ocurría nada por el momento.

Hipo: El problema es entre ellas. Creo que cuanto menos se metan, mejor se resolverá. Si tratan de intervenir, solo hará que las cosas empeoren.

Astrid: Estoy de acuerdo con Hipo. Quizás solo necesiten un poco de tiempo a solas. Que tal si mientras tanto vamos a divertirnos un poco.

  Los chicos, sin saber que más hacer, obedecieron y siguieron a Hipo y a Astrid. Los demás Berkianos, que estaban viendo desde la distancia todo el conflicto, tambien fueron a acompañarlos.

  Mientras tanto, muy lejos de allí, una flota de cazadores comenzaba a moverse mientras se preparaban para la batalla. Uno de los soldados fue con el jefe para preguntarle acerca de los detalles de la mision. El jefe simplemente respondio con frialdad sus preguntas.

Cazador 1: ¿Señor? ¿Puedo ayudarlo en algo más? ¿Quiere que haga algo? ¿Le gustaría que prepare las trampas o le ayudo en algo?

Jefe Azari: *Serio* Solo quiero que te vayas a otra parte.

Hesper: Lo que el jefe Azari quiso decir es que esta bien. Quiere que vuelvas a tu puesto y que te prepares para sus ordenes.

Cazador: *Nervioso* Ok. G-g-gracias señor Hesper.

  El cazador se fue, dejando solos a ambos guerreros. Ambos tenían una especie de sensación que los tenía incomodos.

Hesper: ¿Crees que...?

Jefe Azari: Él de seguro quiere recuperar lo que es suyo... pero no lo tendrá.

Hesper: Recuerda que no somos los únicos.

Jefe Azari: Ellos vendrán a nosotros o nosotros iremos a ellos. El resultado será el mismo sin importar el orden. Nosotros obtendremos el poder de ese anciano y cambiaremos este mundo.