Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

FUGITIVO

DANDARA

Las noticias son positivas. Nuestra esperanza sigue más vida que antes. Estamos siendo inevitables, seguimos por la lucha, imaginando el día en que nuestra maldición se acabe y seamos libres. Dónde Orit tenga un mejor futuro. Y Alteria haya desaparecido.

Desde que el edificio fue derribado, recibimos como última noticia el pesar que sentía esa nación por las incalculables victimas que provocó nuestro ataque. El príncipe Archibeld dio un discurso de despedida y consuelo para las familias, también anunció medidas estrictas que aplicaría para tener el control. De eso, ya pasaron cuatro días. Los espías del clan susurro se vieron obligados a dejar a ciudad. Ahora, seguimos esperando otro momento de vulnerabilidad para iniciar el segundo ataque.

Los inmensos árboles me cuidan del imponente sol en el centro del cielo, mis pasos son lentos y tranquilos. Mi mente solo piensa en saludar a Jackson. No había tenido oportunidad antes por lo ocupada que estaba, así que, ahora es el momento adecuado. Cataldo me volvió a recalcar que debía buscar al infiltrado. Ayer, por la noche, tuvimos una breve reunión, en donde nuestro líder dejó bastante claro que debía darme prisa.

Los ojos oscuros de Brian me examinan. Lo ignoro. He llegado a creer que me persigue a donde quiera que vaya y espiara cada uno de mis movimientos. Luego, analizo y llego a la conclusión de que si en verdad lo estuviera haciendo, no permitiría que yo lo viera.

—Supongo que vas a ver a Jackson —deduce. Su tono no es amable.

Me detengo.

—Es correcto.

Sus pasos son firmes al momento de acercarse.

— ¿Cómo puedes estar tan tranquila? —cuestiona. No sé a qué se refiere —. Asesinamos a doscientas personas.

—Ellos no son mi nación —respondo, de inmediato.

Brian no cambia su expresión.

—Espero no estar vivo cuando tú estés en el liderazgo —comenta.

No entiendo por qué no es capaz de ver que cada acción y decisión es por nosotros. Los sacrificios serán necesarios. Creí ser lo suficientemente clara cuando hablamos.

Él pasa por mi lado y continúa con su trayecto. Su presencia me desagrada. Y verdaderamente no lo entiendo. Está dispuesto a sacrificar la vida de pocos, pero asesinar en masa le incomoda.

Llego a la oficina de Jackson. Toco su puerta, él de habla desde dentro para que ingrese.

—Hola, blanca —saluda. Su rostro se ve cansado y su mirada verdosa amenaza con cerrarse.

Muevo mi cabeza, aceptando y devolviendo el saludo.

— ¿Qué tal la vida en el liderazgo? —interroga. Sus labios hacen una mueca de dolor y mueve su hombro. Ya le sanó, pero sigue teniendo complicaciones.

—Sinceramente, agotadora —respondo —. Pero me agrada sentirme así. Siento que estamos haciendo las cosas bien para nuestra nación.

Camina hacia el estante donde tiene sus libros en blanco.

—Escribirás sobre la última misión —asumo. Él asiente.

—También lo hice cuando fuimos nosotros —comenta. Trae dos libros —. Aquí está tu primera misión, blanca. Léelo.

Con un poco de nervios, lo acepto y abro la primera página. Me acomodo en una de las sillas.

Hoy ha pasado mucho desde mi última visita al castillo y me volvieron asignar otra misión. Esta vez con una persona externa al clan susurro. Dandara. La chica que consideran hostil, pero se dedica a repartir comida y ropa a quién más necesite.

No tiene demasiada experiencia, eso resume que será una misión compleja. Espero salir ileso.

Me sorprendo levemente cuando veo un retrato de mí en la página. El talento de Jackson es perfecto, aunque....

— ¿Siempre tengo el rostro tan serio? —le cuestiono, enseñándole la hoja.

Él sonríe con cautela: —Siempre. Pero sigue leyendo.

Ayer estuvimos repasando el mapa de Alteria. Una tarea muy aburrida y estresante para ambos, ya que, ella no lograba aprendérselo y yo ya o sabía hasta con ojos cerrados. Me pareció lo más tedioso. Pero aun así, Dandara no rindió.

Veía en su mirada cuanto le preocupaba esta misión, por más que ella intentara ocultarlo bajo su expresión seria. Supongo que solo pensaba en hacer lo correcto y no fracasar. Para la nación, era una misión que daría paso a la rebelión. Para Dandara parecía ser la vida o la muerte.

Cambio de hoja. Y distingo los retratos del príncipe heredero, sus hermanas y su hermano menor.

Le entregué una copia con los retratos de cada miembro de la familia real y obviamente no faltó el de la persona más importante es esto. Fernanda. La prometida de la princesa Armida y nuestra carta secreta. No sabíamos para qué objetivo tendríamos que secuestrarla, pero debíamos conseguirlo. Para tener mejor facilidad dentro del castillo, los muchachos nos hicieron trajes a la medida. A mí, me vistieron de guardia y a ella, como a una princesa. De hecho uno de los muchachos le comentó el día que estábamos en el refugio que parecía una. Y en verdad, se veía perfecta.

Es impresionante el talento de Jackson para notar los detalles.

Los días antes de la misión, ella parecía nerviosa. Por segunda vez ví más allá de su máscara seria. Dandara es una chica insegura, lo refleja cuando se queda estancada en sus pensamientos, parece luchar internamente y constantemente contra su mente. No tuve duda, cuando llegó el día de partir, la miré y supe que solo era una chica aterrada, con miedo a fallar y decepcionar a Cataldo, pero por sobre todo a esa niña que vive con ella, Orit.

— ¿Tan fácil soy de leer? —interrogo. Cierro el libro.

—No lo eres, me costó demasiado darme cuenta. Por lo general lo hago en horas, contigo tardé días.

Me paro y dejo el libro sobre su escritorio.

— ¿Te sientes vulnerable?

—Sí. Creo que leer esto, me hizo pensar en lo frágil que soy. No me gustaría que mi enemigo leyera las palabras que escribiste aquí. Sobre todo si se enteran que Orit es mi motivo por el que acepté ir al castillo.

—Solo quieres darle una mejor vida —asume —. Lo entiendo, nacer en este mundo, es vivir en el infierno.

—Exacto. Y si hay alguien que no lo merece, es Orit.

Jackson se aleja un poco, pero solo es para buscar otro libro.

— ¿Recuerdas que te conté sobre el libro de joyas reales?

—Sí, sí.

—Lo encontré anoche. Estaba debajo el estante.

Me acerco a él. Abre la primera página.

La corona aparece dibujada ante mí. Perlas rojas, ocho puntas, detalles sofisticados y elegantes. No por nada es la joya más preciada de la familia real.

Jackson cambia de página. Es un anillo con una perla roja, muy parecida al que llevo en mi dedo pulgar.

—Este anillo se envió a fabricar cuando nació la reina Roswitha. Logré confirmar que se hicieron tres —explica —el segundo, lo posee la princesa Alka.

Es otro anillo, idéntico al primero, excepto que este tiene una joya amarilla en el centro.

—El último, lo tienes en tu dedo.

Involuntariamente me lo quito.

Jackson pasa de página y me lo muestra. Es el mismo.

—Perteneció al príncipe fugitivo.

Persona de la cual ni siquiera se le conoce el nombre, ni el actual paradero. Se esfumó del castillo, hace treinta y cinco años. No hay retratos, ni registros. Él fue borrado de la familia real. Es todo lo que sabemos.

—Sabía que esta joya pertenecía a algún alteriano. Pero jamás imaginé que fuera de un ex miembro de la familia real.

— ¿Crees que él siga vivo? —pregunta Jackson. Toma el anillo y lo observa.

—No lo sé. Pero probablemente sí lo está, puede estar muy cerca de la nación caída. Orit encontró el anillo cerca del río.

—Concuerdo. Aunque ya hayan pasado años, la joya sigue manteniéndose con el paso del tiempo, incluso soportó estar bajo tierra.

Me entrega el anillo.

Comienzo a recordar a Fernanda, cuando insistía en que le dijera de dónde había sacado el anillo. Supongo que pensó que el príncipe fugitivo seguía con vida o que ahora apoyaba a los caídos. Además de decirme que poseía el gen maldito. De vez en cuando pienso en eso.

— ¿Alguna vez escuchaste sobre el gen maldito? —interrogo.

Jackson parece procesar la pregunta.

—No, ¿en dónde oíste de eso?

—Fernanda me lo dijo, cuando estábamos en el refugio.

—Los alterianos son supersticiosos. Seguramente está relacionado con su historia y su profecía.

—Que serían destruidos por una mujer de cabello blanco —añado.

—Correcto. Deben temerte, incluso el príncipe heredero.

Sonrío.

—Vi inseguridades en sus ojos marrones ese día. Pero no encontré miedo.

—Tienes razón. Cualquier otro en su lugar, solo habría enviado un ataque fulminante. En cambio, él está obsesionado en buscar la paz. Un acto muy valiente, sabiendo a lo que se enfrenta —dice él.

—O idiota —comento —. Debe tener a todos en el castillo contra él. Y verdaderamente sus esfuerzos serán en vano.

—Inevitables.

—Hasta el fin de los tiempos —culmino.

Cuando regreso a la torre, tengo que pasar por el salón. En búsqueda de novedades u actualizaciones.

—Hola, Dandara.

—Mayida. Creí que estabas en las zonas de ayuda.

—Así era, hasta que Cataldo me fue a buscar —dice —. Está esperándote en la oficina. Tenemos novedades.

Asiento.

Ingreso a la oficina. Su rostro se ve afligido. Sostiene un papel, muy firme con sus dos manos.

—Señor, ¿qué ocurre?

— ¿Aún no tienes sospechas de quién sea el espía alteriano?

Niego. No vi nada sospechoso cuando iba y volvía desde la oficina de Jackson. Todo ha estado normal, cada vez que voy. No hay actitudes extrañas, excepto por Brian, quien siempre aparece cuando camino. Pero estoy en su territorio, es normal.

—Hoy encontré esto. Estaba en mi oficina, lo dejaron cuando salí a buscar a Mayida.

Me entrega el papel.

Si usted está leyendo esta carta, es porque mi hermano lo logró. La escribí con el propósito de buscar un nuevo acuerdo.

—El príncipe Archibeld —deduzco. Me quedo pensando — ¿El espía es su hermano menor, el príncipe Gustav?

—Sí. Y eso no es todo. El heredero quiere vernos.

— ¿Qué haremos?

—Fijar otro punto de ataque. Esta vez debe ser más convincente. Al parecer nuestro enemigo no se rinde.

—Y nosotros tampoco. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro