Quien no se a sentado a pensar en cosas increíbles, cuando vas en el autobús y miras por la ventana imaginando que saltas sobre los edificios o puedes volar y tocar las nubes, todos hemos pensado en algo parecido de vez en cuando, pero mi problema en que yo pienso en cosas así todo el tiempo

Mi nombre es Katherinne, soy Chilena, tengo 22 años y no tengo la menor idea de como llegué al 3 año de la universidad, se que se preguntan por que dije "no tengo idea", ahora les explico

Todo comenzó cuando entre a la primaria, siendo el primer año no conocía a nadie, como todos los niños esperaba hacer amigos, al cabo de un par de dias conoci a un niño, nos llevamos bien y nos ayudavamos con las tareas que nos daban los profesores, eramos grandes amigos y como todos los niños creía que esa amistad duraría para siempre, pero la inocencia infantil impedía ver la verdad que estaba en frente gritando lo que pasaría y yo no me di cuenta

Después de un par de meses siendo los mejores amigos después de un fin de semana, al llegar a la escuela en lugar de recibir un saludo de su parte lo que recibí fueron burlas e insultos, era como si dos meses de amistad de la noche a la mañana se hubieran esfumado

No quería creer que eso era verdad, quien antes había sido mi amigo ahora era el que se burlaba de mi, no perdía tiempo ni oportunidad para arruinarme el día

Dia tras día ir a la escuela era un completo infierno, en cuanto cursaba ese umbral me recibían las burlas de quien antes fue mi mejor amigo, quería pensar que eso era solo una broma y que pronto se arrepentiría, se disculparia y volveríamos a ser amigos, pero no, nada cambio, paso un mes, dos meses, tres meses y nada, mis padres trabajaban todo el tiempo y yo me quedaba con mis abuelos, aunque solo era una niña sabia muy bien que ellos no podían hacer mucho respecto a lo que me estaba pasando en la escuela y por eso guarde silencio

Cuando las vacaciones de invierno por fin llegaron fue como poder respirar tranquila, tres semanas sin burlas, podía descansar de ese tormento, pero nada dura para siempre

Las vacaciones terminaron y todo volvió a ser igual,  la misma rutina, ocho horas de burlas sin parar durante cinco días, ya no quería ir a clases y eso me dolía, me gustaba aprender pero no podía soportar las burlas que sufría cada dia de parte de ese niño

Mi familia siempre fue muy religiosa y esa religión me la enseñaron desde muy pequeña, ellos siempre decían que si tenia problemas que me refugiara y buscara fuerzas en Dios, trate de hacerlo, pero los años pasaban y despues de cuatro años de rezarle a Dios todos los dias para que ese niño dejara de molestarme las cosas cambiaron, pero para peor, ya no era solo el quien me molestaba, ahora era todo el curso, ahora no era solo uno, sino que eran treinta niños los se burlaban de mi, tenía diez años cuando perdí mi fe, ya no creía en nada ni en nadie

Aunque los pensamientos suicidas no son muy comunes en niños de tan corta edad sabía que yo no era tan cobarde para eso y la salida que tuve fue escapar al mundo de la fantasía, me imaginaba como uno de los super heroes de los comics de mi primo, una persona que es un marginado o víctima de abusos en la escuela me hacia sentirme identificada con ellos, pero si bien mi imaginación ayudaba un poco no era una solución permanentemente, era solo aplicar presión sobre una herida que no paraba de sangrar

Para ese punto los profesores ya sabían lo que me hacían mis compañeros pero no se molestaban en hacer algo y decidi que ya era hora de abrirles los ojos y decirles lo que me hacían esos desgraciados, pero lejos de hablar con ellos y hacerles entender que lo que me hacían estaba mal solo me enviaron con un psicólogo

Un mes completo de escuchar siempre las mismas palabras como si esa persona sentada junto a mi bebiendo una taza de te fuera solo un maniquí con una grabadora pegada en el que repite una y otra vez las mismas palabras que escuche una hora completa por todo un mes

"Si Te Molestan Es Por Que Algo Debes Hacer Para Que Lo Hagan"

Básicamente me estaba diciendo que el que me molestaran era mi culpa, desde ese momento quede con un trauma permanente y hasta hoy en día no puedo sentir más que odio por estos profesionales