Una declaración de amor y un momento incómodo
Cuando entré al cuarto de Jisoo la vi echada en su cama, profundamente dormida. Me acerqué a ella y no pude evitar sonreir, me eché a su lado para abrazarla y taparnos.
— ¿Si hubiera tenido a mi bebé se sentiría igual? — me pregunté mientras acariciaba su cabello — ¿Hubiera sido buena mamá? —
— Lo hubieras sido — escuché una voz desde la ventana
— Te dije que no me vigiles, es molesto eso — dije viéndolo mal — dile que no sé nada que le pueda servir —
— No vengo por ordenes de ella, vengo porque quería verte — dijo acercándose a nosotros, cosa que no me gustó y me aferré más a Jisoo por si él intentaba hacer algo — además de no venir seguro me hubiera arrepentido pues mira no más la bella imagen que estoy viendo en éstos momentos —
— Eres molesto, deberías irte de una buena vez — dije fastidiado — mira no más como las rosas de la ventana se pudrieron por tí —
— Es una pena, pero mi visita no es mala Jimin —
— ¿Entonces para qué vienes? —
— Quería verte — dijo agachándose para quedar cara a cara conmigo — me había acostumbrado a verte siempre por el pasaje del bar o en casa de ella que ahora que no es así simplemente no es lo mismo —
— ¿Te has enamorado de mí pajarraco? — pregunté sin poder evitar sonar burlón
— Claro que sí, nadie puede resistirse a los encantos de Jimin — dijo sonriéndome
Yo solo me quedé viéndolo en silencio, él nunca fue malo conmigo a decir verdad él fue el único con el que se podía hablar sin que mostrara rencor en su mirada, sin duda no me explico como se involucró con ella.
— ¿No dirás nada? — me preguntó viéndome incrédulo — al menos rechazame — dijo riéndose — eso sería mejor que el silencio — dijo para dejar de verme y alejarse
— Lo siento, pero yo no me quiero enamorar —
— Tú también deberías dejar tu pasado atrás, deberías de dejar de pensar en esos amores fallidos, deberías dejar de pensar en lo que no pasó y en lo que sí, Jimin deja el pasado atrás —
— Es fácil para tí decirlo —
— No lo es, yo también tengo un pasado por si no lo sabes, todos tenemos algo que no queremos recordar —
— ¿Cuál es el tuyo?, ¿Es por ese pasado que estás con Yonnah? — pregunté viendo su perfil, él no dijo nada pero luego volteó a verme y sonrío
— Solo hice cosas malas, pero no soy el mismo —
— ¿Eres peor? —
— No, no me gustó nada el sentimiento de culpa y la única razón por la que estoy con ella es para ayudar a un amigo —
— ¿En serio crees poder ayudar a uno de nosotros? —
— Quiero creer que sí — dijo acercándose mucho más — quiero ayudarte a tí también Jimin —
— Las personas que me rodean siempre se van, es cuestión de tiempo para que tú también lo hagas —
— No lo haré, soy terco y lo sabes — dijo mostrando su dentadura con la enorme sonrisa que me dió
— Lo eres —
— Hazte a un lado — dijo moviéndome
— ¿Qué? — pregunté sin entender
— Quiero echarme junto a tí, también tengo frío y también tengo sueño — dijo frunciendo el ceño
— No me voy a mover — dije necio
— Oh, claro que sí — dijo sonriendo — si no te mueves me convertiré en ave y todo el cuarto estará lleno de mis plumas —
— Ay, pero que malo — me burle
— ¿O quieres mejor un beso? —
— Mejor me muevo —
— Ay, que malo eres — se quejó riéndose
Me eché sin verlo a la cara y abracé a Jisoo más fuerte, atrayéndola hacía mi pecho.
— Bueno, estoy cansado, así que dormiré — dije para cerrar mis ojos
Al parecer Jungkook ya puede dormir, porque yo también puedo hacerlo, eso lo descubrí la semana pasada cuando empecé a sentir cansancio y caí rendido.
— Puedes dormir, no te preocupes — dijo poniendo su brazo por mi cintura
— ¿Qué haces? —
— Yo también estoy cansado y quiero dormir — dijo apegándose más a mí — parecemos una familia de ésta forma —
— Claro que no —
— Claro que sí —
— Eres un fastidió —
— Lo soy — dijo haciendo sonreír
Esa noche fue tranquila, no pasó ni un minuto para que me duerma y no sentir frío. A la mañana siguiente cuando desperté él ya no estaba junto a mí.
— Eres un pajarraco molesto, Hoseok — dije viendo algunas plumas negras en la cama
○●○●⊙●○●○
— ¡No! — exclamó corriendo de mí
— ¡Te voy a atrapar Taehyung! — exclamé corriendo detrás de él
Todo el día nos la pasamos jugando y haciendo el amor, todo el día.
— Ju-ungkook tocan la puerta — dijo mientras yo me dedicaba a chuparle el cuello
— Ahorita voy — dije riéndome por como su cuerpo temblaba bajo mío
— No-o mientas y ve abrir, de repente es Woosin que vino a traer las cosas — se quejó empujándome
— ¡TAEHYUNG! — grité riéndome al verlo subir corriendo por las escaleras
Me dirigí a la puerta para ver de quien se trataba y era Woosin junto a la señora Hyejin viéndome con cara de pocos amigos.
— B-buenos días — dije poniéndome nervioso pues estaba sin polo y con un pantalón holgado, y sin ropa interior, creí haberle dicho a Woosin que viniera sola, pero al parecer como siempre no me escuchó
— Buenas tardes señor Jungkook — dijo la señora Hyejin corrigiéndome
— Buenas tardes señor Jungkook — dijo Woosin acercándose a mí — espero que su noche haya sido buena para usted y el señorito Taehyung —
— G-gracias — dije sintiendo el calor en mis mejillas por recordar todo lo de ayer y hoy
— De nada señor Jungkook — dijo Hyejin apartándome para entrar — las bolsas están pesadas así que las dejaré en su mesa para que luego lo ordene como deseé —
— Compramos muchas cosas, incluso las que no estaban en la lista — dijo Woosin pasando con las demás bolsas
— Déjame ayudarte — dije acercándome para quitarle dos bolsas
— Compramos muchas cosas señor Jungkook, compramos mermeladas de varios sabores pues sé que a usted le gusta el de naranja pero no sé cual le gusta al señorito Taehyung... —
— Te dije que el de mora — la interrumpió Hyejin
— Pero tal vez no de la marca que encontramos — dijo Woosin negando — compramos algunas conservas, legumbres, vegetales y carnes — dijo sonriendo mientras sacaba todo
— Woosin, debemos irnos ya — dijo Hyejin arrugando la nariz — huele a sexo por todas partes y a quemado — dijo asqueada
— Lo siento — dije sin poder siquiera mirarla a los ojos
Cuando ambas se fueron me fui corriendo hacía el cuarto para ver a Taehyung, lo encontré sentado en la cama viendo hacía la nada.
— Ya se fueron —
— Creo que nunca más voy a poder verla a la cara — dijo él sin verme — que vergüenza — dijo tapándose la cara — nunca más podré verla a la cara, tampoco a Woosin —
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