(Dos mes después)

— ¿Taehyung ya te vas? — pregunté cuando no lo sentí a mi lado

— Sí, ya me tengo que ir a la universidad — dijo poniéndose su ropa

— Pero es temprano aún — me quejé — ven, vuelve a la cama —

— Hoy tengo examen y también estuve hablando con la abuela — dijo volteando a verme — me dijo que no por que ya tuviera veinte años podría quedarme todo el día en la cama contigo —

— Tu abuela no me quiere para nada — dije renegando

— Eso no es cierto — dijo acercándose a mí para darme un beso — además tengo que llevar a Jisoo a la escuela — dijo sonriendo

— ¿Y si mejor te contrato un profesor particular?, así me aseguro que ningún alfa se te acerque —

— Eso no es posible, tengo que ir, además yo solo tengo ojos para tí — dijo guiñándome el ojo

Desde hace dos meses estamos saliendo, muchas cosas han cambiado en esos dos meses, empezando por Jimin quien la otra vez se disculpó conmigo y también con Taehyung, después hicimos la relacion oficial, su abuela me gritó y tuvimos una conversación en privado sobre lo respectivo a la piedra, dijo que debería de dársela a Taehyung pronto, pero siento que si se la doy lo ataquen.

— ¿Taehyung ya se fue? — pregunté bajando las escaleras

— Sí, veo que no hizo lo que le dije — me dijo su abuela

— Señora no puedo dárselo aún —

— ¿No entiende verdad?, eso es para controlar sus poderes, si no lo usa tampoco podrá hacer el uso de ellos —

— Lo pueden atacar — dije viendo hacia al ventana

— ¿Acaso lo ha vuelto a ver? — preguntó ella en voz baja

— Sí... —

Desde esa vez del cine lo he visto otras veces, ayer fuimos a comprar una torta por el cumpleaños de Jisoo y también lo vi cerca de ahí, al parecer algo busca.

— No quiero que le hagan nada — dije viéndola fijamente

— No podrá evitarlo, con esa piedra siempre hay pérdidas, siempre —

— Pero ya no tiene poderes — dije viéndolo — es solo un anillo —

— Es solo un anillo porque usted lo tiene —

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— ¿Qué quieres decir? —

— Que ya no quiero ser tu marioneta —

— ¿Entonces no estarás de mi lado? — me preguntó viéndome fijamente

— No, tienes a muchas personas y esas cosas trabajando contigo, un simple humano como yo no te hace falta —

— Bien, puedes irte — dijo viéndome mal — como dices, tengo muchas marionetas y simplemente por que uno se vaya no pasa nada, contigo o sin tí tendré lo que deseo —

— Oye, Jimin, ¿En serio le darás la espalda? — me preguntó ese pajarraco cuando ya estaba alejándome del lugar

— Deja de molestar, ve con tu dueña —

— Ella no es mi dueña, solo le hago favores — dijo viéndome mal

— Algo debes de querer o ella de tí —

— Puede ser — dijo sin importarle

— Deja de seguirme —

— Bueno, llámame cuando quieras compañía — dijo guiñándome el ojo — y buena suerte en tu revelación, sabes que cuentas conmigo para lo que desees —

— Gracias, lo tendré en cuenta — dije para seguir mi camino

Acababa de decirle a Yonnah que ya no estaré de su lado resultó ser fácil, muy fácil y sencillo, lo cual no me gusta.

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— ¿Taehyung tienes los apuntes de ayer? — me preguntó Hyunjin

— Tengo los apuntes, pero tal vez no los entiendas — dije riéndome por su cara cuando vio la hoja que le mostré

— Eres un desastre para escribir — dijo con una mueca — hasta mi hermano de tres años es mejor —

— Pero que malo — dije sonriendo para ver a través de la ventana — van a ser las seis — dije suspirando

— Sí, me hubiera gustado que salgamos temprano como ayer —

— Sí, a mi también, pero nos dejaron esta tarea de hacer una tesis simple y solo podemos presentarla hoy — dije renegando — lo bueno es que no somos los únicos en éste lugar —

— No somos los únicos, pero ya son pocos — dijo él para seguir con su trabajo

— Tal vez si escribo rápido pueda salir ahora —

— Suerte —

Desde hace dos meses estaba tomando clases de evaluación en una universidad, es para ver nuestro nivel y pues no me fue muy bien al principio. En la clase con la única persona que me hablo es Hyunjin, el resto no mucho.

— ¡Terminé! — exclamó él poniéndose de pie para agarrar sus cosas e ir corriendo hasta el profesor

— Adiós — dije viendo como se despidió con la mano y se fue

Estuve una hora más en ese salón y apenas consideré que estaba todo perfecto me retiré, el estómago me sonaba pues con lo único que comí para sobreviví fue un paquete chico de galletas y un jugo.

— Son casi las ocho — dije viendo mi celular

Me paré frente al paradero de buses a esperar uno, me encontraba solo pues usualmente a esta hora en la universidad no hay nadie o se encuentran en clases los del horario nocturno. Me encontraba solo hasta que vi a un hombre un poco mayor pararse a mi lado.

— ¿Hace mucho frío no es así? — preguntó, pero no sabía si era específicamente para mí — le digo a usted jovencito — dijo viéndome fijamente con una sonrisa

— Así es, hace mucho frío — respondí sonriendo por cortesía

— En mis tiempos los niños no podían estar afuera mucho tiempo, por que si no se los llevaba el coco — dijo riéndose — antes era más seguro sin duda —

— Los tiempos cambian, eso es inevitable — dije tratando de ver si llegaba algún bus pues el frío estaba empezando a incrementar

— Eres muy lindo, debes tener muchos pretendientes —

— Gracias — dije empezando a sentirme incómodo por como me veía

— Es una lástima que alguien tan bello como tú tenga un pasado, presente y futuro horrible, lleno de mentiras y traiciones, pero es mucho más  triste que te hayas fijado en él —

— ¿Perdón? — pregunté sin entenderlo

— Me gustaría charlar más, pero ya conseguí todo lo que quería — dijo dándose la vuelta — espero verte pronto... mándale saludos a Jungkook y dile que pronto iré a visitarlo —

Yo no dejé de ver a ese hombre mientras se alejaba pero un bus llegó y me distrajo, cuando subí intenté buscarlo con la mirada pero no pude verlo, lo cual es raro porque es un camino recto. Decidí pensar en otra cosa y me puse a escuchar música con mis audífonos, cuando bajé del bus el frío estaba más intenso.

— ¡Ahh! — exclamé porque me resbalé

— Ay dios, permitame ayudarlo —

— No se preocupe — dije poniéndome de pie — solo fue un resbalón — dije con una sonrisa

— Deberías tener más cuidado — dijo un chico sonriendo — deberías ir a casa ahora —

— Gracias — dije pasando por su lado

— Nos veremos muy pronto y en ese momento me darás las gracias — le escuché decir mientras me alejaba